sábado, 2 de septiembre de 2017

LA PALABRA DE DIOS COMO UN FUEGO QUE ARDE EN EL CORAZÓN

HOMILÍA,, XXII DOMINGO DE TIEMPO ORDINARIO, CICLO A, 3 DE SEPTIEMBRE DE 2017.

Los libros proféticos del Antiguo Testamento son 16, cuantro llamados mayores, Isaías, Jeremías, Ezequiel y Daniel, aunque hoy en día los exegetas consideran que Daniel es más bien apocalíptico, y 12 llmados menore, debido a que son libros más breves. De todos los profetas, no cabe duda de que Jeremías es el profeta más cercano, más humano y atrayente. Primero, se cuenta su vocación profética, que Dios lo llamó cuando era un mero muchacho, posiblemente de unos 17 años. Él responde a Dios diciendo que es demasiado joven, pero Dios insiste y lo manda ir a proclama su palabra que Ël estará con su profeta "Ah, Señor, Yahveh! Mira que no sé expesarme, que soy un muchacho. Ya me dijo Yahveh: No digas: "Soy un muchacho", pues adondequiera que yo te envie irás, y todo lo que mande dirás. No les tengas miedo, que contigo estoy yo para salvarte" (Jer 1,6-10). Luego Dios le tocó la boca de Jeremáis y  colocó sus palabras en su boca.

A Jeremías le tocaba pedicar un mensaje durísima en un periódo de grandes desastres para el pueblo de Israel. Tanto los reyes, como los sacerdotes, la aristocracia  y los falsos profetas habían puesto su confianza en una profecía hecha a David por el profeta Natán (2 Sam 7,1-12) en la que Dios prometía que la dinastía de David perduaría, pero los contemporáneos de Jeremías interpretaban esa profecía como un cheque en blanco, de manera que no les importaba lo que sucediera, que Dios los iba a salvar. Los reyes habían introducido imágnes de dioies paganos en el mismo templo y algunos de ellos habían ofrecido a sus hijos, pasándolos por le fuego al dios Moloc y otras barbaridades. A Jeremáis le tocaba comunicarles un mensaje durísima de parte de Dios: Que iba a venir el Rey de Babilonia, que ellos deberían de someterse a su dominio, que si no, destruiría Jerusalén y el mismo templo. Esto les parecía a los reyes, a a atrstocracia y a los sacerdotes como una traición de parte de Jeremías, pero él le comunicaba exactamente lo que Dios le mandaba decir. Por ello, se suele llamara Jeremáis "el profeta lloricón".

Así llegamos a nuestro pasaje de hoy en el que Jeremías expresa ante Dios toda la frustración que sentía. Nadie le hacía caso. Al contario se burlaban de él y por más que proclamara la verdad y lo que iba a suceder no les interesaba. Ellos no le hacían ningún caso. Incluso, dictó sus profecías a su secertario Baruc y se las llevaron al rey en su palacio. Éste las iba leyendo y quemaba cada una de las hojas en un brasero que tenía para calentar el ambiente. Entonces, Jeremías se lamenta ante Dios con las palabras que hemos escuchado: "Me has seducido y yo me dejé seducir. Me has agarrado y me has podido. Pues cada vez que hablo es para clamar: Atropello, y para gritar Expolio!".

En nuestro mundo contemporáneo que ha rechazado terminantemente a Dios, a la relgión, ha apostatado de la fe cistiana se da una situación análaga a la que encontró Jeremías. Simplemente se rechaza totalmente la fe, considerándola una especie de necedad en la que se refugian gente incapaz de enfentarse con la realidad y que se refugia en un dios falso como explicación del mundo. El que desea evangelizar, o proclamar la verdad sobre el hombe y el mundo es ridiuclizado y se convierte en el hazmereír de un gran porcentaje de la población. Nuestro mundo actual proclama las teorías del postmodernismo. Primerro, rechaza la posibilidad de la verdad objetiva. Se rechaza lo que se llama un macrorelato, es decir una filosofía que explique la existencia y el sentido de lo que existe. Obviamante, esto va en ocntra del cristianismo. No hay verdad universal y objetiva. Puede haber "tu verdad y mi verdad". Esto es lo que Benedicto XVI llamaba "la dictadura del relativismo". En segundo lugar, se ataca el sentido de un texto de manera que la intepretación subjetiva del mismo es más importante que lo que afirma el texto y lo que el autor quiso comunicar. Las palabras nunca tienen refernecia al mundo real y objetivo."o con él, entonces, para él, la luna está hecha de queso verde. De nuevo, la realidad no es lo que existe objetivamente; la realidad es producida por nuestro acuerdo de lo que es. Nosotros no descubrimos hechos verdaderos acerca del mundo real—lo creamos." (http://www.allaboutworldview.org/spanish/filosofia-postmodernista.htm

La reacción natural y humana del profeta es: "No pensaré más de él. No hablaré más en su nombre", pero esta no es una verdadera solución al problema. La experiencia del encuentro de Jeremias con Dios su Señor es tan fuerte e irreprimible que no puede simplemente callar y no cumplir lo que el Señor le manda y le dice. "Pero habia en mi corazón algo asi como un fuego ardiente prendido en mis huesos, y aunque yo trabajaba por ahogarlo, no podía". La vida de Jeremías se identifica con su misión profétíca proveniente de Dios, su Señor y simplemente no puede dejar de cumplir lo que Dios le manda. Es lo que también sentía San Pablo cuando escribía: "Ay de mí si no evangelizo". Él que había sufrido palos, había siedo apedreado, recibido latigazos, naufragios y todo tipo de maltrato por el Evangelio y no podía hacer otra cosa que anunciar el Evangleio a tiempo y destiempo en el intento de salvar al menos a algunos. 

Hoy en día, tantos tienen miedo de anunciar el evangelio, ni se interesan en conocer la fe, la Palabra de Dios para poder ordenar su vida según el proyecto de Dios, y menos comunicarla a otros porque temen "el qué dirán"  No quieren ofender a nadie. He visto una noticia en una web en el Internet según la cual un colegió católico en Estados Unidos removió una estatua de la Sma. Virgen para evitar que se ofendieran los musulmanes. En cambio ellos andan por la calle a proclamar lo que manda su falso profeta Mahoma. Una encuesta en EEUU preguntaba a los miembros de diversas religiones y denominaciones sobre si están dispuestos a comunicar su fe a otros. ¿Quiénes era los menos dispuestos a evangelizar? LOS CATÓLICOS. Uno tiene que preguntarse qué tipo de fe tiene la mayoría de lso bautizados católicos si ni se preocupan en comunicarla siquiera a sus hijos, y menos a amigos y compañeros de trabajo etc. Muchos tienen una fe mortecina que se basa en unas normas que tradiconalmente han cumplido sin examniarse acerca de las exigencias de esa fe. Otros se han inventado su propio dios falso, y aunque son catolicos bautizados que al menos han recibido la Primera Comunión y tal vez la Confirmacion pero dicen que creen en Dios a su manera. No se les ocurre peguntarse si esa dios pagano y falso que se han inventado es el verdadero Dios de Jesucristo. No quieren saber que ser católico significa algo, que Jesucisto dijo: "El que  no está comigo, está contra mí. El que no recoge conmigo desparrama" (Mt 12,20). Creer en jun dios cómodo hecho a su medida es paganismo puro y duro, y peor que el paganismo antiguo. 

¿Cómo podemos llegar a tener esta verdadera fe que nos lleve a conocer y anunciar la Palabra de Dios pese a lo difícil que es y siempre ha sido? Creo que el samo responsorial de hoy, S. 62, nos da unas pautas.  "Dios mío, Dios mío, yyo te busco, sed de ti tiene mi alma, en poz de ti languiduece mi carne, cual tierra seca y agotada, sin agua". No hace falta mandar a nadiea buscar la felicidad, pero la mayoría piensa que se encuentra en el goce de los biens materiales, del sexo, del poder y de la vanidad. Primero, tenemos que convnecerno de que Dios ha colocado esta sed en nuestra alma, y como dice San Agustín, sólo él la puede colmar          ,             ´
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1 comentario:

  1. siempre es bueno y sano mi estimado thomas poder leer un poco de cultura religiosa, tanto yo como mis colegas de la gran hermandad blanca estarian encantados de saber mas de ti puesto que tus topics son geniales vale? Exitos y mucha paz!! te seguire!

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