sábado, 7 de septiembre de 2019

QUIEN ES JESUCRISTO Y LO QUE IMPLICA PARA NOSOTROS

HOMILÍA DEL DOMINGO XXIII DE TIEMPO ORDINARIO, CICLO C, 8 DE SEPTIEMBRE DE 2019.

Jesús expresa con extraordinaria claridad y contundencia lo que exige al que desea ser su discípulo: "«Si alguno viene a mí y no pospone a su padre y a su madre, a su mujer y a sus hijos, a sus hermanos y a sus hermanas, e incluso a sí mismo, no puede ser discípulo mío. Quien no carga con su cruz y viene en pos de mí, no puede ser discípulo mío". Ciertamente, ningún fundador de religión o profeta ha dicho nada semejante. Pudieran haber exigido a sus seguidores que pusieran delante de su amor a padre, madre, mujer o hijos la dedicación a su doctrina, pero no el seguimiento de su persona. No cabe duda de que si Jesús exige que sus discípulos amen más a él que a los seres más queridos que son los familiares más cercanos, y es verdad lo que dice, es que supera a cualquier otro, y ciertamente lo hace porque es el Hijo de Dios hecho hombre que ha venido a mundo como el único Salvador. Viendo lo que san Juan expresa en el Prólogo de su Evangelio, "En el principio era el LOGOS, y el LOGOS estaba con Dios y todo lo que ha sido hecho ha sido hecho a través de él", es que es verdad lo que dice a sus discípulos. San Juan utilizar la palabra LOGOS, que no solo significa "la palabra" o "el Verbo", sino en la lengua griega en la que escribía su evangelio, se trata de una palabra clave en la filosofía griega que se remonta a los filósofos presocráticos y también los estoicos y tiene muchos significados, pero de manera especial significa "la racionalidad y el orden del universo". El logos está eternamente  con el Padre y a través de él todo lo que existe tiene su sentido y fue creado. Es más, "el que no carga su cruz y viene en pose de mí, no puede ser discípulo mío". 

Para nosotros la cruz o el crucifijo es algo que encontramos en todas las iglesias e incluso en nuestras casas, pero en tiempos de Jesús la imagen y el recuerdo de la cruz provocaba horror en la gente, e incluso el orador y filósofo Cicerón romano afirmaba que ni siquiera se podría mencionarla en compañía respetable. 

Jesús no se parece para nada a los que hacen publicidad inventando engañar a los posibles consumidores exagerando las bondades de su producto y procurando que lo compren si analizar a fondo la posible utilidad de la misma.. Jesús invita a sus seguidores a ponderar muy bien lo que van a ser y a decidir seguirlo siendo conscientes de todo o que implica tal opción. "¿quién de vosotros, si quiere construir una torre, no se sienta primero a calcular los gastos, a ver si tiene para terminarla"

Los evangelios están planteando desde sus inicios la pregunta sobre la identidad de Jesús, ¿quién es? y obviamente era una pregunta que se hacía la gente al constatar los grandes milagros y su poder sobre los demonios. Ningún otro ha dicho nada semejante porque él no es meramente humano sino también divino.  Siendo así las cosas se explican estas exigencias que pone a sus discípulos y lo que nos corresponde a nosotros. Otra cosa inaudita era que siendo Hijo de Dios y el Mesías fuera a llegar a terminar su vida en una cruz, el método más horroroso que el hombre había inventado para ajusticiar a los malhechores, pues la misma Biblia decía "maldito el hombre que cuelga de un madero". 

"¿Quién de vosotros, si quiere construir una torre, no se sienta primero a calcular los gastos, a ver si tiene para terminarla" o ¿O qué rey, si va a dar la batalla a otro rey, no se sienta primero a deliberar si con diez mil hombres podrá salir al paso del que lo ataca con veinte mil? Jesús no quiere discípulos superficiales que se suman a su causa sin haber pensado y ponderado lo que significa seguirlo, pues significa renunciar a poner en primer lugar cualquier otra cosa en nuestras vidas. Hay quien tiene al centro de su vida el dinero. Todas sus decisiones, todo su trabajo, sus  pensamientos y planes tornan alrededor del dinero,  de cómo adquirirlo, como mantenerlo. Otros viven por el poder, por ejemplo los políticos que dedican un sin fin de energías a una campaña política para ganar unas elecciones y ejercer ese poder. Otros, de manera especial los adolescentes, viven en gran medida movidos por lo que piensan los demás de ellos. Lo que ha de mover al discípulo de Jesús es él mismo, quien es y la misión que le ha encomendado. 

Preguntémonos, pues si de verdad estamos en el camino de Jesús  y estamos convencidos de lo que significa ser discípulo suyo.