sábado, 29 de diciembre de 2018

La Sagrada Familia o Familia Santa

HOMILÍA DE LA FIESTA DE LA SAGRADA FAMILIA, 30 DE DICIEMBRE DE 2018.

Sabemos que la familia es el núcleo fundamental de la sociedad, que hoy en día la familia está siendo agredida por la cultura dominante que existe, gracias a la revolución sexual, la proliferación de los divorcios, los problemas económicos, el hecho de que en Occidente, un gran porcentaje de las parejas no tienen más que un hijo si tienen alguno, la ideología del género, la nueva dictadura de los partidos políticos que crean leyes nefastas en contra de la familia y la patria potestad. Tal vez por estas y otras razones, la Iglesia ha establecido este domingo que cae dentro de la octava de Navidad como Fiesta de la Sagrada Familia. Se trata de contemplar la Sagrada Familia de José, María y Jesús y en general descubrir lo que podemos sacar de la Sagrada Escritura sobre la familia que ayude a las familias de hoy que se enfrentan con tantos desafíos.

Veamos, pues tanto en la primera lectura tomada del Primer Libro de Samuel como en el Evangelio de San Lucas qué es lo que hace que la familia sea santa, se santifique y sea sagrada. Se nos presenta una familia de unos 1000 años antes de Cristo. Todavía en la época todavía existía la poligamia en Israel. Un señor llamado Eclaná tenía dos mujeres y cada año iban a ofrecer sacrificio en el templo de Shilo, que era donde se guardaba el Arca de la Alianza antes de que el Rey David la llevara a Jerusalén después de conquistar la ciudad. Con Ana no tenía hijos y sí con la otra. Ana suplicaba a Dios con toda su alma que le diera un hijo. El esposo, viendo que estaba tan angustiada le pregunta qué le pasa y le dice. Él le dice que en todo caso le tiene a él, pero obviamente eso no basta para una mujer que tiene el instinto de la maternidad y quiere tener hijos. Estando en el templo, el sacerdote la ve y le parece que está borracha. Dios  escuchó su ruegos y poco tiempo después quedó embarazada. Nacido el niño que se llamaba Samuel, Ana prometió a Dios que se lo dedicaría a Él y todavía niño lo llevó al templo para que se criara allí dedicado a Dios y colaborando con el culto. Deepués, tuvo varios hijos más.

¿Qué lección podemos aprender de este episodio? Esta mujer era estéril y no pudo tener ni un hijo y cuando lo tuvo, se sacrificó y decidió dedicarlo al Señor. Luego Dios le dio varios hijos más. Aquí se ve aplicada un principio que es recurrente en la Biblia, tanto el Nuevo como el Antiguo Testamento: Renunciando a lo que uno ya tiene es cómo uno recibe más beneficios de Dios. Ana no actuó de manera egoísta sino que dándose cuenta de que el hijo era un don de Dios, decidió devolverle a Dios a ese hijo para que le sirviera en el templo. Resulta que es cuando uno renuncia a lo que tiene es cuando Dios le da más. El que es esquivo y egoísta no es capaz de recibir dones de Dios, se ha cerrado a la lógica de Dios que corresponde a lo que dice San Francisco en su cántico: "Es en dar que recibimos hasta la vida eterna".

Pasemos a nuestro pasaje del Evangelio. Se trata del episodio de la ida de Jesús al templo y cómo se queda atrás sin que lo supiera San José ni María. Ellos angustiados andan tres días buscándolo. Podemos imaginarno la angustia que provocaría para cualquier padre o madre la pérdida de un hijo. Así fue para María y José hasa que después de tres días lo encuentran en el templo discutiendo con los expertos en la ley. Como es lógico, María expresa el dolor y la angustia que sentían y Jesús responde de manera incomprensible "¿No sabíais que tenía que estar ocupado en los asuntos de mi Padre? Este episodio tiene que tener una gran importancia en la vida de Jesús como niño y de María y José como padres. Puede parecer curioso que Jesús haya hecho sufrir a sus padres de esa manera. Como dice San Pablo a los filipenses, Jesucristo, siendo Dios se despojó de su rango o dejó a un lado la gloria de la divinidad para hacerse como uno cualquiera y llegar hasta a muerte y muerte en cruz. Éste es modo de proceder de Dios, hay que darse, entregarse, sacrificarse para poder seguir el camino del Señor. Ya cuando llevaron a Jesús de niño a presentarlo en el templo, Simeón profetizó que María tendría que suportar mucho dolor, cosa que luego se dio cuando dejó Nazaret para dar inicio a su vida pública y sobre todo en la cruz cuando pudo se testigo de todos los dolores de la pasión. Una vez que con Adán y Eva entró el pecado en el mundo, la manera escogida por Dios de llegar a la vida eterna es a través de darse, sacrificarse, es decir, la cruz.

Los psicólogos suelen dar consejos últiles a las familias para que se lleven bien, que haya aromonía y felicidad. Sin embargo, lo que podemos sacar como lección de la Biblia es que el único camino de crecimiento es el del dolor y la cruz. ¿Cómo puede ser santa la familia? Pues, ante todo logrará esta meta si cada miembro va superando el egoismo y demás vicios, si se sacrifica a favor de los demás, pues Jesús dice "el que me ama, guardará mis mandamientos y mi Padre lo amará y haremos morada en él".


sábado, 22 de diciembre de 2018

EL REY DAVID Y EL MESÍAS

IV DOMINGO DE ADVIENTO, CICLO C, 23 DE DICIEMBRE DE 2018,

No es posible insistir suficientemente en el hecho de que no basta tener una idea general y abstracta de quién es Jesús, o que es uno de tantos hombres sabios, como algunos rabinos, sufi, grandes sabios como Confucio u otros que han aparecido en la historia y han invitado a la gente a buscar la paz y el bien de la humanidad. Todo esto tiene su importancia, pero si reducimos a Jesucristo a esta categoría, no hemos captado prácticamente nada acerca de su verdadera identidad. Entonces, ¿cómo hemos de proceder para descubrir quien es de verdad Jesucristo? Debemos de seguir el mismos camino que San Pablo y los evangelistas, y en general los primeros cristianos. Ellos partieron de los hechos y realidades del Antiguo Testamento, con los que tenían una gran familiaridad. Esto precisamente, porque el Antiguo Testamento es ante todo promesa y preparación para la llegada de Jesús, el Cristo o Mesías e Hijo de Dios, que es como San Marcos da inicio a su evangelio. Deberíamos, pues de recoger las grandes instituciones del Antiguo Testamento que se cumplen en la persona de Jesús e incluso son superadas porque pese a que Jesús es profeta, es más que profeta, es sacerdote, pero es más que cualquier sacerdote de la antigua alianza; es rey  pero es más que cualquiera de los reyes, aunque la Biblia presenta a David como el más grande de los reyes. Jesús supera también a Salomón que la Biblia considera como el hombre sabio por antonomasia. Es más que el templo, pues el templo estaba destinado a desaparecer y fue destruido en el año 70. También con Jesús se establece la nueva y eterna alianza profetizada por el Profeta Jeremías (31,31-33).

Nuestra primera lectura de hoy nos presenta la profecía del profeta Miqueas unos 700 años antes de Cristo que profetisa que el Mesías, o ungido nacería en Belén, que no era un pueblo de ninguna importancia. Inmediatamente, la mención de Belén nos pone en relación con el Rey David. Sabemos que según las genealogías que tanto San Mateo como San Lucas nos entregan al inicio de sus evangelios que la figura de David es importante y fundamental, sobre todo como rey, que fue ungido por el profeta Samuel, conquistó Jerusalén y llevó allí con gran solemnidad el Arca de la Alianza y cumplió también la misión de sacerdote en cuanto que ofreció sacrificios a Dios en aquella ocasión. Cabe recordar que tanto los reyes como los sacerdotes eran ungidos, y que la palabra Xristós en griego significa "ungido" y corresponde con maschal en hebreo.

Para captar la importancia fundamental de la figura de David en la historia de la salvación, nos conviene repasar el texto emblemático de 2Samuel 7, 1-12. Se trata de la profecía de Natán "El Señor te anuncia que te edificará una casa. Y cuando tus días se hayan cumplido y te acuestes con tus padres,, afirmaré después de tí la descendencia que saldrá de tus entrañas y consolidaré el trono de su realiza...Yo será para él padre y él será para mí hijo". De ahí la importancia de las palabras del Arcángel Gabriel a María: El será grande y se llamará Hijo del Altísimo, y el Señor Dios le dará el torno de David su padre; reinará sobre la casa de Jacob por los siglos, y su reino no tendrá fin" (Lc 1,32-33). Los contemporáneos de Jesús entenderían perfectamente esa referencia a David en cuanto que se esperaba que el Mesías que iba a venir, sería precedido por Elías y  establecería el Reino de Dios como un nuevo David que había logrado establecer un gran reino en Israel y los territorios de alrededor. Los mismos apóstoles tenían bien asimilada esta concepción de manera que incluso en el episodio de la Ascensión de Jesús al cielo, le preguntaban: "Es ahora cuando vas a restablecer el reino de Isreal".

Por lo tanto, en esta Navidad, no nos debería de bastar la contemplación del Belén y del niño acostado entre la paja, sino ir más allá a descubrir su verdadera identidad como Hijo de Dios que en palabras de San Pablo, "Siendo de condición divina, no retuvo ávidamente el ser igual a Dios, sino que se despojó a sí mismo, tomando la condición de siervo, haciéndose semejante a los hombres y apareciendo en su porte como hombre; se humilló a sí mismo, obedeciendo hasta la muerte y muerte de cruz" (Fil 2, 6-8).


sábado, 15 de diciembre de 2018

DOMINGO DE ALEGRÍA

HOMILÍA PARA EL III DOMINGO DE ADVIENTO, , 16 DE DICIEMBRE DE 2018.

¿En un mundo marcado por tanto odio, conflictos, injusticias de todo tipo, es posible la alegría? Nuestra primer lectura proviene del libro del Profeta  Sofonías, que es uno de los profetas llamados menores por haber dejado un libro breve consistente en tan solo tres capítulos. Ejerció su ministerio profético en tiempos del Rey Josías, considerado por la Biblia como uno de los pocos reyes buenos. Este rey realizó una reforma religiosa en su reino de Judá. Sofonías es más o menos contemporáneo de Jeremías y ambos coinciden en el concepto claro que tienen del pecado como una ofensa seria a Dios. Como en general, todos los profetas, Sofonías advierte acerca de la venida del gran día del Señor, día terrible de juicio y condenación de los malos. Sin embargo, quedará un resto fiel que mantendrá la fidelidad a la ley de Dios. Nuestro pasaje de hoy comienza así: Regocijate, hija de Sion, grita de júbilo, Israel, alégrate y gózate de todo corazón Jerusalén. El Señor será rey de Israel en medio de tí y ya no temerás. Es cierto que el Señor ha de hacer justicia y condenar a los malvados, pero queda el resto fiel que experimentará su victoria y se alegrará". De manera similar en lugar del salmo, hoy tenemos un pasaje del Profeta Isaías que expresa una gran alegría por el hecho de que Dios es el Señor y que da la salvación Invita a dar gracias a Dios, cantar, vitorear: "qué grande es en medio de tí el Santo de Israel". San Pablo se dirige a los cristianos de Filipo invitándoles a "estar siempre alegres" y lo repite. "El Señor está cera. Nada os preocupe; sino que, en toda ocasión, en oración y súplica con acción de gracias, vuestra peticiones sean presentadas a Dios.

Se podría objetar: ¿Cómo se puede ordenar a ser alegres? ¿No es algo que va más allá de nuestra voluntad? El secreto es que se nos ha dado una vida nueva, superior por nuestra incorporación a Cristo y eso nos da nuevas fuerzas y nos hace capaces de cosa imponderables antes.  Si Jesús prometió estar presente con nosotros todos los días hasta el fin del mundo, y él mismo decía los fariseos que se quejaban porque sus seguidores no ayunan, ¿cómo pueden ayunar cuando el novio está con ellos? En la primera parte del libro de Sofonias, encontramos amenazas contra Jerusalén, contra los pueblos que vivían alrededor de Israel, pero si bien es cierto que el Día del Señor, el juicio, es algo tremendo, sin embargo tenemos la seguridad de que el Señor triunfará  e incluso ya ha triunfado con su resurrección. El mismo se sometió a grandes pruebas, lágrimas y sufrimientos indecibles llegando al extremo de la cruz, pero la cosa no termina allí. Llega el Domingo de la Resirrección  y poco a poco los apóstoles se dan cuenta de que Jesucristo ha resucitado de verdad, que la muerte no tiene más poder sobre él. San Pablo dice que los paganos no tienen esperanza, y si nuestra esperanza es solamente de este mundo, somos las personas más miserables. Pero dado que Jesús ha resucitado y alcanzado la victoria sobre el mal y la muerte, de verdad podemos y debemos alegrarnos.

De hecho, lo que celebraamos en todas las celebraciones ligúrgicas es el Misterio Pascual, es decir, el paso de Jesús a través del  dolor y la muerte en la cruz hasta la victoria gloriosa de la resurrección y la espernaza fundada que nosotros tenemos de ser llevados también de la mano del Señor a gozar de la vida verdadera que no termina con Él, con el Padre, el Espíritu Santo, los ángeles y los santos en el cielo. Esta es la realidad que no debemos de olvidar nunca, sobre todo cuando nos toca sufrir cualquier mal. San Pedro dice en su primer carta que el Señor "nos ha regenerado a una esperanza viva" y San Pablo puede decir "regocijo en mis tribulaciones". ¿Esto no parece una contradicción? Pues no, precisamente, porque en medio de las tribulaciones Jesucristo el Señor está con nosotros y nos asegura que tales tribulaciones son breves y el premio de la vida verdadera no termina nunca. Así también, la muerte es una Pascua, de la mano del Señor, pasamos por el trance de la muerte alimentados por los sacramentos de la Iglesia, sobre todo la Eucarístía como viático, es decir, pan para el camino. Si nos toca morir repentinamente, no podemos recibir los sacramentos ni la indulgencia plenaria que el sacerdote puede administrar con el crucifijo de manera que con eso evitaremos el purgatorio, entonces nos conviene estar siempre preparados y pertrechados para el encuentro con el Señor, Juez misericordioso de vivos y muertos.

En los días de Adviento, hemos escuchado la invitación tomada del Libro de Isaías de abrir un camino para el Señor que viene. Esto significa que debemos de disponer nuestros corazónes para que llegue a ellos el Señor de una manera nueva y superando obstáculos que pudieran darse en nuestra vida para esté realmente dedicada radicalmente a Él. Estos obstáculos pudieran ser "los afectos desordenados", como los llama San Ignacio de Loyola. El que no ama al Señor con todo el corazón, con todo el alma y con todas sus fuerzas" ama y se dedica a algún dios falso, que pudiera ser el placer, la fama, alguna aficción como el deporte, el consumismo que es un peligro en este tiempo de Navidad. Puede que tengamos el vicio de querer imponer nuestras ideas a otros y no escuchar ni apreciar loq ue tienen que aportar. Jesús nació en el silencio, en la soledad, sin contar con nada de este mundo sino el cariño de María, de San José, el asombro de los pastoers y el canto de los ángeles.

Termino con una cita de la Exhortación Apostólica del Papa San Pablo VI publicada el 9 de mayo de 1975 en la ocasión del Año Santo en curso aquel año precisamente sobre el tema de la alegría:

"12. Sería también necesario un esfuerzo paciente para aprender a gustar simplemente las múltiples alegrías humanas que el Creador pone en nuestro camino: la alegría exultante de la existencia y de la vida; la alegría del amor honesto y santificado; la alegría tranquilizadora de la naturaleza y del silencio; la alegría a veces austera del trabajo esmerado; la alegría y satisfacción del deber cumplido; la alegría transparente de la pureza, del servicio, del saber compartir; la alegría exigente del sacrificio. El cristiano podrá purificarlas, completarlas, sublimarlas: no puede despreciarlas. La alegría cristiana supone un hombre capaz de alegrías naturales. Frecuentemente, ha sido a partir de éstas como Cristo ha anunciado el Reino de los cielos.  (Gaudtet in Domino, 12).


viernes, 7 de diciembre de 2018

EL ADVIENTO, TIEMPO DE ALEGRÍA Y ESPERANZA

II DOMINGO DE ADVIENTO, 2 DE DICIEMBRE DE 2018,CICLO C.

¿Con lo que está cayendo en el mundo, es posible rescatar algo de alegría y esperanza? Nuestras lecturas litúrgicas de hoy nos indican que sí. La primera lectura tomada del libro de Baruc afirma: "Dios ha mandado abajarse a todos los montes elevados, a todas las colinas encumbradas, ha mandado que se llenen los barrancos hasta allanar el suelo, para que Israel camine con seguir dad, guiado por la gloria de Dios; ha mandado al bosque y a los árboles fragrantes hacer sombre a Israel. Porque Dios guiará a Israel entre fiestas, a la luz de su gloria, con su justicia y su misericordia". También el salmo 125 habla de un cambio de suerte para Sion, es decir, Jerusalén y "el Señor ha estado grande con nosotros, y estamos alegres. Nuestra segunda lectura, de la Carta de San Pablo a los Filipenses, la carta en la que más el apóstol manifiesta su alegría. Ora por ellos y expresa su amor hacia ellos: "Testigo es Dios de lo entrañablemente que os quiere en Cristo Jesús"... "Así llegaréis al Dios de Cristo limpios e irreprochables, cargados de frutos de justicia, por medio de Cristo Jesús a la gloria y alabanza de Dios".

Toda esta alegría está relacionada con la llegada de Jesús a nuestro mundo y nos invita a prepararnos con gran empeño para este gran acontecimiento. Segunda su segunda venida al final de los tiempos, a la que estaban dedicadas las lecturas del domingo pasado, el primer del Adviento en este año en el que estamos en el ciclo  C.  En el evangelio del domingo pasado, nos tocó un pasaje escatológico de evangelio de San Lucas que es el que nos tocará leer a lo largo de este nuevo año litúrgico. El Señor hablaba de "signos en el sol y la luna y en las estrellas, y en la tierra angustia de las gentes, enloquecidas por el estruendo del mar y el oleaje...Por otra parte, Jesús no revela cuando se va a dar el fin de los tiempos, de manera que si nos dice todas estas cosas, es que contienen una lección para nosotros ahora. Una y otra vez también nos habla de la necesidad urgente de la vigilancia, por ejemplo, en el caso de la Parábola de las Diez Vírgenes. Las que llegan tarde por no haber tenido aceite en las acluzas se quedan fuera y no hay modo de entrar en la fiesta de bodas que obviamente se refiere al cielo. No debemos de ser holgazanes, maltratando a los demás, como el mayordomo de otra parábola "porque a la hora que menos penséis, vendrá el hijo del hombre". ¿Como podemos acoger a Jes

En el evangelio de hoy San Lucas, en el caso del inicio de la vida pública de Jesús,  al igual que en la ocasión del nacimiento de San Juan Bautista y de Jesús, coloca su relato en el contexto histórico, cultural y político de la época, como era costumbre en el caso de los historiadores y biógrifos de la época. En el año quince del reinado del emperador Tiberio, siendo Poncio Pilato gobernador de Hudea, y Herodes virrey de Galilea,  su hermano Felipe virrey de Iturea y Traconitide, y Lisanio virrey de Abilene, bao el sumo sacerdocio de Anás y Caifás, vino la palabra de Dios sobre Juan, hijo de Zacarías, en el desierto".

Fijémonos que el evangelista comienza con el emperador, ya no Augusto quer lo era cuando Jesús nación sino Tiberio su sucesor. Prosigue con otros personajes menos importantes, virreyes o reyezuelos e gobernador Poncio Pilatogobernantes de territorios que fomaban parte de la Palestina de la época y los personajes de mayor relvevancia religiosa de la época, Anás y Caifás. Si Dios había previsto que su Palabra iba a manifestarse, importa notar que no se comunica a ninguno de estos personajes poderosos, sino a Juan conocido como el bautista y en el desierto. Juan no era más que hijo de Zaquarías, un sacerdote de bajo rango en el templo de Jerusalén. La bajada de la Palabra sosbre Juan se asemeja a lo que ya había sucedido an el Antiguo Testamento  tanto en el caso de los Jueces como de los profetas.

El evangelista resume el mensaje de Juan en estas palabras: Una voz grita en el desierto. Preparad el camino del Señor, allanad sus senderos: elevense los valles, desciendan los montes y colinas; que lo torcido se enderece, lo escabroso se iguale. Todos verán la salvación de Dios", palabras tomadas del Profeta Isaías,  y tambíén reflejadas en nuesra primera lectura de Baruc de hoy. En la antiguedad no contaban con autovías que incluyen túneles y puentes para facilitar el paso de los vehículos. Con frecuencia, un ejército tenía que hacer el camino al andar.

 El hecho de que Juan salió a predicar no en Jerusalén o en el templo, sino en el desierto es un hecho relevante. No es que el desierto no tenga una gran importancia en la Biblia como un ambiente adecuado para el encuentro con Dios, pero también era inhóspito y la vida en él era dura. No se trataba como nosotros podríamos imaginarnos, verlo desde la ventana de un hotel o casa de retiros cómodo previsto de todo lo necesrio para una vida tranquila y serena. Si  Dios quiso revelar su Palabra a Juan en el desierto, la gente tenía que salir al desierto para escucharla proclamada por Juan. En el caso nuestro, nuestro encuentro con el Señor exige una serie de sacrificos y esfuerzos que nos han de sacar de nuesta zona de confort, como hoy en día se dice. 

¿Cómo podemos abrir camino para el Señor en nuestra alma, si no es a través de la oración. Escribe San Efrén de Siria, Diácono y Doctor de la Iglesia: "Las virtudes se forma por la oración. La oración conserva la templanza. La oración suprime la ira. La oración previene los sentimientos de soberbia y envidia. La oración arrastra al alma al Espíritu y eleva al hombre al cielo". En estos días de Adviento podríamos estar como Marta, agitada y agotada por las tareas, pero para que el Señor pueda encontrar el camino allanado para entrar en nuestro corazón, necesitamos de silencio interior, trabajar con calma y paciencia. Hemos de buscar no nuestra propia satisfacción sino como agradar a los demás.

Pensemos, pues en alguna cosa concreta que podemos hacer en estos días de Adviento para que no pase en balde por nuestra alma la gracia que el Señor nos quiere regalar en este tiempo y en la Navidad ya  próxima. Hagamos algún propósito, no muchos o vagos sino algo concreto que nos ayudará a abrirle camino al Señor en este Adviento y Navidad.

viernes, 23 de noviembre de 2018

¿QUÉ SIGNIFICA EL HECHO DE QUE JESUCRISTO SEA REY DEL UNIVERSO?

HOMILÍA, SOLEMNIDAD DE JESUCRISTO, REY DEL UNIVERSO, 25 DE NOVIEMBRE DE 2018.

Llegamos al final del Año Litúrgico o Año de la Iglesia. En las procesiones litúrgicos la figura más importante va al final, por ejemplo, el papa o el obispo. En cierto sentido, obviamente no excluyendo las grandes celebraciones como la Navidad, la Pascua y Pentecostés, la fiesta de hoy es de gran importancia y viene al final del año, como una suerte de síntesis de todo lo que hemos celebrado desde el Adviento hasta hoy.

En primer lugar, deseo dar un repaso a nuestras lecturas bíblicas de la fiesta de hoy, que son de lujo, y luego intentar sacar las principales conclusiones que el hecho de que Jesucristo es Rey del Universo significa para todos nosotros. La palabra "universo" es completamente inclusivo de manera que incluye todos los aspectos de nuestra vida personal, familiar y comunitaria.

Nuestra primer lectura es del Libro de Daniel, y el domingo pasado hemos tenido ocasión de reflexionar acerca de este libro del Antiguo Testamento y la gran importancia que tenía tanto para los autores del Nuevo Testamento como para los primeros cristianos. Se trata del séptimo capítulo que nos presenta una visión del cielo y luego de ver como los reinos de este mundo fracasan y se acaban, Dios promete un reino eterno y tanto nosotros como los primeros cristianos nos damos perfecta cuenta de que este reino no puede pertenecer a nadie más que a Jesucristo: "Le dieron poder real y dominio; todos los puebles, naciones y lenguas lo respetarán. Su dominio es eterno y no pasa, su reino no tendrá fin". También el Salmo Responsorial: "El Señor reina, vestido de majestad". Recordemos que la primera profesión de fe de los cristianos, como la podemos descubrir en las cartas de San Pablo es Jesucristo es el Señor., en griego kyrios y en latín dominus, de donde viene dominio y dominar. Si Jesucristo, por ser la segunda persona de la Santísima Trinidad, es el Señor, no se puede colocar a nadie ni nada delante de Él.  Jesús decía: "El que ama a su padre o su madre no es digno de mi". No es que Jesús despreciaba las relaciones familiares pero él pudo decir esto por ser el Hijo de Dios qu se hizo hombre para liberarnos del pecado y de la muerte y llevarnos a la verdadera vida que anhelamos al buscar siempre la felicidad.

Pasamos a la segunda lectura, tomada del Libro del Apocalípsis.

En el elvangelio de hoy tenemos la conversación entre Pilato y Jesús tal y cómo la narra San Juan. Jesús reconoce que es rey, pero no del modo del mundo. No hace aladre de su  superioridad sino que se pone al servicio de todos nosotros hasta el extremo de entregar su vida en la cruz. Jesús es otro tppo de rey que ha venido no ser servido sino a dar su vida en rescate por muchos.

Ahora lanzamos la pregunta: ¿cómo debemos de reconcer a Jesucritos como nuestro Rey? Si Jesús se rebajó para conpartir nuestra vida en todo menos el pecado, hemos de entrar en amistad con él. ¿Acaso el que se quedó en el nivel del gardo 6o de primaria puede tener una relación de adulto con Jesús? Cualquiera que realiza su trabajo en una profesión no puede quedarse al nivel del 6o grado, pero ¿cuántos hay que habiendo recibido la Primera Comunión abandona la catequesis y tanto el niños como la familia están contentos pese a que no llega al otro sacramento de la iniciación cristiana. Tenemos que crecer y madurar en la fe, en el conocimiento de Jesús? ¿Cuánto tiempo por semana dedico a tal tarea? ¿Leyo la Biblia, de manera especial el Evangelio? ¿Soy de los que dicen "soy católico a mi manera? Si un uno que se dice ser  hincha del Real Madrid nunca constulta el peródico o la televisión para para saber como va el equipo, alguno pensaría que de verdad es seguidor de Madrid o más bien es un fanfarrón? ¡Y cuántos de declaran "católico no practicante"!!! ¿Te das cuenta de que aquí hay un contradicción y un engaño? Dice el Apóstol Santiago en su carta que la fe sin obras es una fe muerta, pero si apenas dedico algún tiempo a relaconarme con Jesús a orar a él, entonces cómo puede el ser mi Rey y Señor? Tendría que aprender su modo de ser, de pensar, de actuar e irlo asilando en mi vida? Si participo en la Santa Misa, cosa que no hace la mayoría de los que se dicen católicos, ¿cómo puedo tener una relación de amistad con él?

Luego en mi vida familiar, ¿cómo trato a los padres o hijos, o hermanos? Tiendo a manipularlos y ponerlos a mi servicio para mis fines. ¿Me doy cuenta de que el ser humano por la dignidad que tiene de crea hecha a imagen y semejanza de él no puede ser medio mío para alcanzar un fin? En realidad, no es cierto que tantos padres como hijos tienden a manipular? Con no poca frecuencia los padres desean cumplir los sueños que no han podido logar en su hijos, y de esa manera no buscan su verdadero bien, o los hijos usan a los padres por sus fines etc.

¿Cómo podemos contribuir a lograr que Jesucristo reine en la sociedad, una sociedad tan atea y alejada de Dios que intenta convertir  e vicio en virtud y vice versa?  Empecemos con nosotros mismos, sigamos con la familia y el ambiente de trabajo. ¿Alguno ha logrado comunicar a los compañeros de trabajo y otros amigos lo que significa haber encontrado en Jesús el sentido de la vida y la felicidad que eso implica?

Reflexionemos profundamente en nuestra relación con Jesús, si de verdad existe o si apenas pensamos en él, si apenas lo conocemos, ni conocemos su ley divina que ha entregado a los apóstoles y  dejado por escrito en el Evangelio para que podamos estudiarla y vivirla. Si Jesucristo es Rey Universal, no queda ningún aspecto de nuestra vida, de la sociedad o del mundo en el que ha de dejar de reinar, y  nostors a someternos as su dulce soberanía.






sábado, 17 de noviembre de 2018

DANIEL Y EL REINO DE DIOS

HOMILÍA, DOMINGO XXXIII DE TIEMPO ORDINARIO, CICLO B, 17 DE NOVIEMBRE DE 2018.
El Libro de Daniel es uno de los libros del Antiguo Testamento que más influye en el Nuevo Testamento y sobre el que más reflexionaban los primeros cristianos. Los católicos de nuestros días, poco conocedores de la Biblia en general, probablemente tienen poca o casi ninguna familiaridad con este libro. Ciertamente, no es de fácil lectura, pero con una Biblia moderna que tiene notas explicativas se puede sacar mucho provecho de su lectura, por lo cual invito a mis oyentes a sacarlo y leerlo en estos días.

Nuestra primera lectura de hoy es un breve pasaje  sacado del final del libro. Me propongo hacer una explicación general del libro y su relación con el tema del Reino de Dios que es la síntesis de la predicación de Jesús, pues gran número de sus parábolas intentan explicarnos lo que es el Reino de Dios. Algunas partes del libro de Daniel se reconocen fácilmente, por ejemplo, el Cántico de las Criaturas que nos toca leer en las laudes de muchos domingos y fiestas. También se conoce el relato de la violación de Susana que es una historia realmente interesante e iluminativa. Se trata de un libro apocalíptico. Con este término, hoy en día nos viene a la mente inmediatamente la idea del fin de los tiempos, pero la palabra apocalipsis que proviene del griego significa recorrer el velo, por lo cual su traducción al latín es revelación. Se trata de un género literario que comienza con el Profeta Ezequiel que se caracteriza por muchas visiones y sueños, animanles raros con muchos cuernos y otras cosas por el estilo. . Ya en el siglo III antes de Cristo, se había terminado la era de los profetas y le sucedió la apocalíptica, siendo Daniel el ejemplo más claro en el Antiguo Testamento, y en el Nuevo Testamento el Apocalípsis de San Juan toma bastantes elementos del libro de Daniel.   Hay dichos del lenguaje común como "la escritura está sobre la pared" o "pies de barro", provienen de este libro, como veremos. En cuanto a la época en la que se escribió, sería alrededor del año 165 a. C., o sea es un libro tardío del Antiguo Testamento.

En toda la historia de Israel, el episodio más dramático y catastrófico que dejó una huella muy profundo en el pueblo, un poco como pasó en el año 1898 en España cuando Estados Unidos le declaró la guerra  y conquistó lo que quedaba del gran Imperio Español, y se llama el desastre. También existe la expresión "mas se perdió en Cuba". O más recientemente, se podría comparar con el efecto producidos en los estadounidenses por el ataque a las Torres Gemelas de Nueva York del 11 de septiembre de 2001, per mil veces más. El pueblo de Israel, pueblo escogido por Dios que les entregó esa tierra  encontró que el Rey de Babilonia Nabococonosodor destruyó la ciudad de Jerusalén, el teimplo y llevó al exilio en Babilonia todo el liderazgo del puebo, rey, nobles y sacerdotes. Daniel habria sido uno de esos exiliados. Él y otros jóvenes capaces e inteligentes habían sido escogidos para ser cortesanos del rey. Daniel tenía una gran capacidad para intepretar los sueños, así como José en el Libro del Genesis. Recordemos que en el Nuevo Testamento, San José recibió varios mensajes del Dios a través de un ángel en suelos. Otros episodios conocidos de este libro son el de los tres jóvenes en la cámara de fuego y Daniel en en el foso de los leones.

El rey tiene una visión de una estatua enorme que tiene la cabeza de oro, el pecho y los barzos de plata, el abdomen de bronce y  los pies de barro. Además,  Los sabios de Babilonia no son capaces de interpretar el sueño, pero Daniel sí lo puede hacer. Explica al rey que se trata de cuatro reinos, el primero de oro, que sería su propio reino de Babilonia, el segundo de plata, que sería en reino de los medos, y el tercero de bronce, que sería el de los persas, y el caurto de los griegos bajo Antioco Epífanes IV que era el tritano  que profanó el templo de la época en el que se escribió el libro de Daniel. Un pedazo de un monte sin ninguna intervención humana se despsrende y destruye la gran estatua conviertiéndolo en polvo. Tengamos en cuenta que Jesús proclama el Reino de Dios y volveremos a esto.

Otro rey, Baltasar, estaba celebrando un gran banquete con los grandes del reino. Decidieron llevar los vasos de otro que el Rey Nabocodonosor había llevado del templo de Jerusalén,  y de repente aparece una mano que escribe en la pared. El temor se apoderó del rey y esta vez también llamó a los astrólogos, magos y demás sabios de Babilonia, pero no fueron capaces de interpretar las palabras que la mano escribió en la pared del palacio. Otra vez, llaman a Daniel y el rey le ofreció abundantes regalos si era capaz de interpretar el mensaje. Daniel rebusó los regalos. "La escritura trazada es: Mene. Mené, Tequely Parsin. Las palabras misterioriosas se refieren a pesas utilizadas en Medio Orinete en la época. "Y esta es la intepretación de las palabras: Mené, Dios ha medido tu reino y le ha puesto fin Tequel, has sido pesado en la balanza y encontrado falto de peso. Parsin,tu reino ha sido dividido y entregado a los medos y los persas". Otra vez, se trata de reinos.

Pasemos al c. 7 que es el más importante para nuestro tema y la importancia del libro en el Nuevo Testmento y para los primeros cristianos. Esta vez, es el mismo Daniel que tiene el sueño. Se trata de cuatro bestias, la primera como un león con alas de águila, la segunda como un oso, la tercera como un leopardo con cuatro alas de ave en su dorso, y la cuarta bestia es horrosa con diez cuernos. Otra vez, se trata de los cuatro garndes reinos ya mencionados arriba. Enseguida viene la visión más importante del libro. Aparece el Anciano de los  días vestido de blanco y los cabellos puros como la lana y se sienta en un trono rodeado de llamaradas. Un río de fuego lo precede y es seguido y servido por miles de millares. Se sienta sobre el trono y se presentan los libros, pues se trata de los libros donde están apuntados todos los actos de los hombres. "Yo seguía contemplando en las visiones de la noche: Y he aqui que en las nubes del cielo venía como un Hijo de hombre. Se dirigió hacia el Anciando y fue llevado en su prsencia. A Él se le dio imperio , honor y rieno, y todos los puebos, naciones y lenguas le servieron" (vv. 13-14). 

Seguramente, los lectores del Antiguo Testamento veían a esta figura como el Mesias. Cuando Jesús es llevado ante el Sanhedrín, el Sumo Sacerdote le pregunta "¿Eres tú el Cristo, el Hijo del Bendito" ? y Jesús responde: "Sí, yo soy. Y veréis al Hijo del Hombre sentado a la diestra del Poder y venir entre las nubes del cielo", una cita directa del Libro de Daniel. El Sumo Sacerdote se rasga las vestiduras y acusa a Jesús de blasfemia. Recordemos que Jesús normalmente se refería a sí mismo como el Hijo del Hombre, que al mismo tiempo se refiere a esta pasaje de Daniel y a us condición humilde de serviente.

Cuando Juan el Bautista salió al desierto a predicar la penitencia y bautizar, las autoridades de Jerusalén enviaron a mensajeros para preguntarle quién era, si era el Mesías, Elías  el Profeta, cosa que también indica la gran expecatación mesiánica que existía en el pueblo en el tiempo de Jesús. Luego Jesús empezó a predicar la llegada del Reino de Dios y confirmar su proclamación con milagros extraordinarios y la expulsión de demonios, la gente pensaba que de verdad sería el inicio del estblecimiento de otro reino como el de David. De hecho, lo llamaban "hijo de David". No debemos de pensar que el Reino era algo meramente interior y espiritual. Si bien es cierto que Jesús tuvo mucha precaucación para evitar que se proclamara la idea de que iba a establecer el Reino como el de David, es decir, político y militar, pero eso no quita del hecho de que el reino tenía que ser concreto, cambiar radicalmente la mentalidad, el comportamiento, las actitudes de la gente, y tambiién que fuera un Reino Social, es decir, que las estructuras políticas y sociales tenían que estar inspirados en los principios del Reino, aunque Jesús afirmó que había que "dar al César lo que es del Céar y a Dios lo que es de Dios". Jesús, no vino con un plan político o económico o social, pero la aplicación de sus principios han de favorecer su dominio sobre todos los sectores de nuestra vida. "Me ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra", dijo al enviar a los discípulos a predicar y llevar su mensaje hasta los confines de la tierra al final del Evangelio de San Mateo.

sábado, 10 de noviembre de 2018

LA PARAD.OJA CRISTIANA: SOLO AL DAR LA VIDA RECIBIREMOS LA VIDA ETERNA

DOMINGO XXXII DE TIEMPO ORDINARIO, CICLO B,  11 DE NOVIEMBRE DE 2018

Nuestra primera lectura está situada en el 9o siglo antes de Cristo, en tiempo del Profeta Elías, de rey Acab y sus esposa pagana Belzebul que hacía.todo lo que estaba en su poder para causarle problemas al profeta. En la época se había dado una gran sequía, algo no infrecuente en Tierra Santa en la antigüedad. Elías se dirigía  a un pueblo llamado Sarepta. Al llegar, encuentra a una mujer que era viuda con su hijo.  En la Biblia, la viuda es la persona más desamparada. Si no tenía a familiares que le ayudaban, estaba en una verdadera crisis, pues la mujer no podía en la época dedicarse a un trabajo remunerativo fuera de la casa ni había un sistema de seguridad social. El profeta le pide un poco de agua y se la trae cuando le pide también un panecillo. Ella no tenía más remedio que decirle que no tenía más que un poco de harina y otro poco de aceite y que pensaba hacer un pan para que comiera ella con su hijo y que luego tendría que morir de hambre. En un tiempo y lugar en el que privaba la hospitalidad, esto debía de ser algo duro para ella, no poder convidar nada al huesped o forastero que iba de viaje. Elías insiste y le dice que le haga el pan y que luego comería ella, y su hijo. Tal respuesta no debía de darle mucha confianza, pues era obvio que no le quedaría nada para ella y su hijo, lo hizo. Resulta que no se terminó ni la harina ni el aceite hasta que volvió a llover en Israel.

En el evangelio de hoy, nos encontramos con otra viuda, esta vez delante del templo donde se encontraba el arca de las ofrendas para el templo. Antes, Jesús había denunciado a los escribas por haberse apoderado de los bienes de las viudas mientras se presentaban ante el pueblo con devotos y grandes maestros. Jesús va observado a la gente mientras coloca sus ofrendas en el arca y el evangelista dice que los ricos echaban mucho dinero. Llegó una pobre viuda y echo dos monedas, que serían las de menos valor. Jesús comenta a los apóstoles como los demás echaban lo que les sobraba y esta viuda echó lo último que le quedaba para vivir.

En ambos episodios, aparece un principio fundamental de la Biblia que se repite con frecuencia y expresado por San Francisco en su famoso cántico: es en dar que recibimos y lo que recibimos es lo más valioso de todo, la vida eterna. En la parábola de los talentos,al que recibió uno y lo escondió en la tierra devolviéndolo sin haber ganado nada es castigado y su  telento se da al que tiene 10, y es echado a las tinieblas exteriores "donde hay llanto y rechinar de dientes", es decir al infierno. Se trata de una de las paradojas más grandes del evangelio, que también San Pablo expresa: "cuando estoy débil, entonces estoy fuerte, porque el poder se manifiesta en la debilidad" o "Jesucristo, siendo rico, se hizo pobre para enriquecernos con su pobreza".

Si nosotros nos empeñamos a acaparar bienes, nos serán quitados, pero si los regalamos a los más necesitados, entonces alcanzaremos el bien más grande posible, que es la vida eterna. En el fondo, se trata del misterio de la cruz, "el que no toma su cruz cada dia y me sigue" no entrará en la vida eterna. El que tuvo una gran cosecha y decidió construir graneros nuevos y piensa para sí que tendrá biens para largo tiempo, escucha el mensaje de Dios esa misma noche: "Necio, esta misma noche se te pedíra tu vida y esas cosas de qué te servirán?".

Dios Padre y Jesucristo Nuestro Señor sn muy exigentes con nosotros, aunque siempre recibimos la gracia necesaria para hacer el bien y evitar el mal. ¿Por qué? Si Jesús no invita a seguirlo y a imitarlo, y constatamos la infinite generosidad, paciencia, bondad y misericordia que manifestó con los pecadores, e incluso con los apóstoles que no comprendían casi nada de lo que les decía, nos ama tant y el amor es la cosa más difícil y exigente en el mundo. No quiere una parte o un aspecto de nuestra vida, la quiere entera. Aprendamos, pues a ser generosos, y no medir lo que vamos a dar a Dios con cuentagotas.

sábado, 3 de noviembre de 2018

ESCUCHA, ISRAEL

HOMILÍA, DOMINGO XXXI DE TIEMPO ORDINARIO, CICLO B, 4 DE NOVIEMBRE DE 2018.

En nuestro evangelio de hoy, un escriba pregunta a Jesús ¿Qué es el mandamiento primero de todos?  Jesús responde citando el Shemá de Israel que se encuentra en el c. 6 del Libro del Deuteronomio. ?Shemá, Israel" que significa "Escucha, Israel". Se trata de la oración más importante del pueblo de Israel, que repetían en la mañana al levantarse y en la noche al acostarse. Fijémonos en el mandato de escuchar. El Dios de Israel como también el Dios del cristiano es un Dios que nos habla, que se comunica con nosotros y lo primero que nos manda es que le escuchemos. Ciertamente, su palabra se recoge en la Biblia, y ¿que tipo de familiaridad tenemos con la Biblia? Al final de cada una de las lecturas en la misa repetimos Palabra de Dios. ¿Realmente, creemos de verdad que a través de esta lectura Dios nos habla?

Luego de habernos mandado a escuchar, viene la profesión de fe: "El Señor es tu Dios". En el Credo repetimos lo mismo: Creo en Dios Padre todopoderoso, Creador del cielo  y la tierra". ¿Qué queremos decir al afirmar que Dios es el Señor? Que Él es absoluto y no depende de nadie, que está a otro nivel, infinitamente superior al nuestro. Además, el Credo nos dice que el todopoderoso y creador del cielo y la tierra, o sea su poder no tiene límites. Nos conviene desentrañar lo que significa el hecho de que Dio sea creador del universo, palabra que significa todo lo que existe. Obviamente, Dios tiene un plan providencial y maravilloso para todo su creación, que a su vez es manifestación de su bondad, de su infinita generosidad El Libro del Génesis en su primer capítulo cuenta cómo Dios creó todos los seres en siete días. No debemos de imaginarnos de que se trata de siete días de 24 horas. Según la narración del Génesis, Dios crea al hombre en el séptimo día, indicando que es una criatura especial muy diferente de todas las demás, pues lo creo a su imagen y semejanza. Con tantos seres en los cielos, en la tierra e incluso tanta complejidad dentro de nuestros cuerpos sobre todo el cerebro, es obvio que existen unas leyes que gobiernan la maravillosa creación de Dios.

Ahora bien,, si existen las leyes de la física y de la biología, no ha de extrañarnos que existen leyes para que el hombre que es el único ser que tiene libre albedrio y es capaza de pecar Dios quiso que existieran leyes para gobernar su comportamiento y asegurar que iba a alcanzar el fin que tiene previsto para él, es decir, la comunión con Él en la vida eterna. Por eso, el shemá prosigue expresando lo que Dios pide de nosotros: "Amarás a tu Dios, con todo el corazón, con toda el alma y con todas tus fuerzas. ¿Cómo tenemos que amar a Dios? Si escuchar se traduce del latín como "oboedire" que significa obedecer, entonces se trata de obedecer a Dios, o sea su ley. Dice San Juan en su Evangelio "El que me ama , guardará mis mandamientos y mi Padre te amará y vendremos a él y haremos morada en él.  Hy en día el homrbe ama pensar que es libre, autónomo y no depende de nadie más a sí mismo. Lo que dice Jesús y Moisés en el Libro del Deuteronomio es completamente contrario a lo que se piensa en nuestra época.  Sí dice se dice que tenemos que amar a Dios con todo el corazón, es decir, con todo nuestro ser, incluyendo los sentimientos, aunque no sean lo más esencial. Con todo el alma: se trata de la parte espiritual dentro de nosotros, que se expresa de manera especial a través de la inteligencia y la voluntad.

San Ignacio invitaba a sus lectores a "encontrara a Dios en todas las cosas". Es cierto, que si Dios es el creador del universo, habrá dejado su huella en toda su creación. Además, gobierna el mundo cn su providencia. Esto no quiere decir que aprueba el mal que hace el hombre, sino que convierte el mal en bien y al final se va a realizar todo el proyecto de Dios. Dios no es extraño a ninguna de nuestras actividades diarias. Si nos ponemos a ver un partido de fútbol en la TV, eso tiene que ver también con Dios. Nos da la oportunidad de guzar de algo que r representa un producto de la creatividad humana que es imagen de la creatividad de Dios. Si nos reunimos para una cena en una gran fiesta como una boda o la Navidad, eso tambén tiene que ver con la providencia de Dios y podemos amarle a través de esa actividad. La Biblia nos presenta el cielo como un banquete, de manera que al celebrar tal banquete en la tierra, estamos adelantando de alguna manera ese banquete eterno del cielo que nos ha prearado Dios. Si Dios en el Libro del Génesis mandó a Adán y Eva a incrementar, multiplicarse y dominar la tierra sea dando luz a nuevo hijos de Dios, y colaborando con él en la creación a través de nuestro trabajo, también eso es algo que podemos y debemos hacer por amor a Dios.

San Pablo decía de Dios: "En el vivimos, nos movemos y tenemos la existencia", no es de extrañar que todos nuestras acciones pueden y deben de unirnos a Dios, deben ser oportunidades de amar a Dios cumpliendo su voluntad. Nada de nuestra vida es extraño a Él y cumpliendo su voluntad en las actividades diarias que nos corresponden podemos cumplir ese primer mandamiento que nos dio primer a través de Moisés y reafirmado por Jesús de "amar al Señor con todo el corazón, con toda el alma y con todas nuestras fuerzas, y al prójimo como a nosotros mismos".

sábado, 27 de octubre de 2018

EL VERDADERO EXILIO QUE ES EL PECADO

HOMILÍA, DOMINGO XXX DEL TIEMPO ORDINARIO CICLO C, 28 DE OCTUBRE DE 2018.

Se podría decir que el Antiguo Testamento está colgado de dos bisagras, el primero el éxodo de la opresión del Faraón en Egipto y, en segundo lugar el exilio babilónico. La palabra éxodo significa salida. Se trata de la liberación del pueblo de parte de Dios y luego de la alianza hecha en Sinaí la eventual entrada en la Tierra Prometida. Es interesante que en la versión de San Lucas de la Transfiguración se dice que Moisés y Elías hablaban con Jesús sobre el éxodo que iba a realizar en Jerusalén. Esto se refiere a la liberación ya no de un pueblo para entregarle un país en Medio Oriente, sino la liberación de toda la humanidad del pecado y de la muerte por la muerte de Jesús en la cruz y su gloriosa resurrección. También en el Libro de Isaías en su segunda parte (cc. 40-55) se considera la vuelta del exilio de Babilonia como un segundo éxodo.

En nuestra primera lectura del profeta Jeremías, que fue testigo del exilio a Babilonia y él mismo acabó sus días en Egipto, muy en contra de su voluntad, se refiere a una vuelta del exilio. Esta vez se trata del exilio de las tribus del Norte realizada por el Imperio Asirio en el año 721: "Gritad de alegría por Jacob, regocijaos por el mejor de los pueblos; El Señor ha salvado a su pueblo, el resto de Israel.

San Agustín decía que vivimos por el pecado en una "tierra de disimilitud", es decir, cómo Dios nos ha creado a su imagen y semejanza, el pecado ha afeado esta imagen y semejanza. También podemos constatar que después del pecado de Adán y Eva fueron expulsados del Jardín de Edén, es decir, el lugar donde vivían en armonía y amistad con Dios, en armonía entre ellos mismos y la creación de Dios. Cabe señalar también que él cuerpo de Jesús, después de su muerte en la cruz, fue llevado a ser sepultado en un jardín, del que era dueño José de Aramatea. Este hecho se podría interpretar como una vuelta del exilio. En todo caso, la misión del Mesías como la concebían los judíos implicaba la reunión de los dispersos debido a los exilios bajo él como cabeza de la nueva humanidad reconciliada con Dios y superado el pecado y sus consecuencias. Necesriamente, Dios iba a remediar el desastre provocado por el pecado.

Nuestro evangelio de hoy nos relata el caso de la curación del ciego Bartimeo en Jericó. El hecho de que el evangelista nos dice su nombre es interesante. En otras curaciones no se entrega el nombre del beneficiario del milagro. Se ve que se trataba de una persona conocida luego en la comunidad cristiana. Es ciego y cojO y se dedica a mendigar, pues, poco o nada más podía hacer. No era capaz de valerse por sí mismo. Obviamente, se trata de un acontecimiento real que se dio, pero podemos y debemos encontrar también un significado simbólico referente a todos nosotros pecadores incapaces de salvarnos a nosotros mismos. El ciego está privado de la luz del día  y no puedE guiarse por sí mismo. Al cojo se le dificulta la movilidad y la combinación de los dos estados hace la vida mucho más difícil. San Juan en su Primera Carta dice: "Dios es luz y no hay en él tiniebla alguna" y Jesús dice "yo soy la luz del mundo". En la Transfiguración, los tres apóstoles descubren la verdadera identida de Jesús como bañado de luz. En la antiguedad, el baustismo se llamaba photismós o iluminación. Jesús también es el camino, la verdad y la vida, y en cuanto que Bartmeo supera la cojera ya es capaz de seguir a Jesús el verdadero camino.

Así pues, como Adán y Eva entraron en un exilio por su pecado y fueron expulsado del jardín, como el Pueblo de Israel estaba en el exilio en Egipto, y luego en Asiria y Babilionia, nosotros también hemos de ver nuestro paso por este mundo marcado por el pecado como un exilio y una peregrinación hacia la verdadera patria que el el cielo a donde Jesús nos convoca. Y lo hace a través de la Iglesia. La palabra ekklesía significa ser llamados fuera de, ek significando fuera de, y kaleo es el verbo llamar. Primero por el bautismo fuimos llamados a salir de la tierra de la desimilitud que es el pecado y peregrinar en la Iglesia en este mundo hasa llegar de la mano de Jesús a la Iglesia Celestial donde todo es luz, alegría, gozo sin fin, y se acaban todas las angustias y dolores.

 

sábado, 20 de octubre de 2018

EL SACRIFICIO VICARIO PARA LA SALVACIÓN DE LOS HOMBRES

HOMILÍA, DOMINGO XXIX DE TIEMPO ORDINARIO, CICLO B, 21 DE OCTUBRE DE 2018.

 Seguramente que muchos conocen la historia de San Maximiliano Kolbe era un sacerdote Franciscano polaco que murió en Auzchiz en el año 1944. Había sido  misionero en Japón y fundó una asociación dedicada a María Imaculada y publicaba un semanal católica de gran divulgación. Fue detenido y metido en el más famoso campamento de concentración de los Nazi. En una ocasión, algunos de los presos lograron escaparse y los Nazi como venganza y para dar una lección a los que quedaban decidieron que iba a matar o más bien dejar morir de hambre a uno de cada diez en la fila. Al pasar por la fila de presos, resulta que el Nazi indicó a un señor que era uno de cada díez. Este protestó que tenía mujer e hijos. Entonces, este hombre, que posiblemente el otro ni conocía y menos que era sacerdote católico, se presentó y dijo le tomaría su lugar. A los Nazis no les importaba.  Así entregó su vida para salvar al otro. Esto se llama sacrificio sustituroio o vicario, y obviamente San Maximiliano lo hizo como imitación de Jesucristo, que "por nosotros y por nuestra salvación bajó del cielo y por otra del Espíriut Santo nación de María la Virgen, sufrió bajó Poncio Pilato fue crucificado...." como indica el Credo que vamos a recitar en unos momentos.

Nuestras tres lecuras de este domingo trata de este tema. E primer lugar, tenemos un famoso pasaje de la segunda parte del Libro del Profeta Isaías, que juntamente con otros tres pasajes se denominan Cantos del Siervo de Yahvé. Se trata de un personaje misterioso que viene de parte de Dios y es sometido a todo tipo de vejaciones a favor del pueblo para liberarlo de sus pecados. Obviamente, los primeros cristianos reconocieron que aquí en profeta se refiere al suplicio y la muerte de Jesús a favor nuestro y en nuestros pecados. "Mi siervo justificará a muchos, porque cargó con los crímenes de ellos". Dijo Jesús en la Última Cena: "Nadie tiene mayor amor que el que da la vida por un amigo". San Pablo abunda también en este tema cuando afirma que Jesucristo murió por nosotros "cuando todavía estábamos en el pecado".

Procuremos, pues, profundizar en este tema y ver como se puede entender que uno inocente puede dar su vida en rescate o para liberar a otros. Primero, Jesucristo es completamente inocente y no le corresponde ningún castigo. En segundo lugar, tenemos que darnos cuenta de lo que es el pecado y la gravedad que tiene. Nuestro mundo está convencido de que el pecado es algo normal y intenta convencerse de que no existe o si existe, hay muy pocos pecados de verdad. Quedaría la pederastia  pocos más. Lejos de ser algo normal, o incluso glamuroso, el pecado es la mayor desgracia que podemos sufrir o cometer. En el  caso del pecado grave o mortal se trata de privarnos de la verdadera felicidad que todos anhelamos y que consiste en la comunión eterna con Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo en lo que llamamos el cielo. Tercero, resulta que el pecado es de tal gravedad que nosotros no somos capaces de redimirnos de él y sus consecuencias. A lo largo de los siglos los teológos católicos han propuesto varias maneras o analogías que nos ayudan a comprender lo que es el pecado.

Dice el Profeta Ezequiel y otros que los pecados de los padres repercuten en los hijos. Esto puede manifestarse en su abstenerse de educar al hijo correctamente para que aprenda lo que es bueno y lo que es malo. Pueden darle mal ejemplo y por el escándalo él podría iniciarse en el delito Los isrealitas antiguos apreciaban mucho la solidariedad o la comunión de todos en el pecado. Sabemos que existe el pecado original, de manera que el pecado de Adán pudo afectar a todos sus hijos. Es como un virus que ha contagiado a todos. También veían cómo los pecados de los padres repercutían en los hijos. Hoy en día priva el individualismo.

Nuestra segunda lecura está tomada de la Carta de los Hebreos, que hace un par de semanas veíamos que se trata de un discurso o un tratado más que una carta. Dice: "No tenemos un sumo sacerdote incapaz de compaderse de nuestras debilidades sino que ha sido probado en todo exactamente como nosotros menos en el pecado". Aquí la palabra clave es "compadecerse", es decir sufrir con. Jesús, siendo Dios comparte nuestras debilidades y flaquezas aunque no es pecador como nosotros. El es el Sumo Sacerdote que se sacrificó a sí mismo en la cruz para liberarnos a nosotros del pecado y de sus efectos, sobre todo la condena al infierno. Este autor debió de ser sacerdote porque manifiesta una enorme familiaridad con el templo y los sacrificios que allí se realizaban. De hecho, todo el sentido de matar y luego quemar un animal está en que sustituye al oferente. Éste quiere alcanzar la expiación de sus pecados y ofrece un animal a Dios que simboliza su arrepentimiento. Los judíos tienen la fiesta de Yom Kippur o de la Expiación que se celebra en esta época del año, es decir, en octubre. En aquel día, el Sumo Sacerdote entraba en la parte interior del templo, llamada la Más Santa o Santo de los Santos, pasando por el velo y ofrecía tanto la sangre del toro ya sacrificado y el incienso. Entre otros ritos, el Sumo Sacerdote imponía las manos sobre el chivo expiatorio y éste era conducido "al desierto", en realidad hacia un alcantilado fuera de la ciudad y echado para abajo allí. Esto simbolizaba que los pecados del pueblo arrepentido eran cargados sobre el animal y sacados fuera de manera que el chivo no pudiera nunca volver a la ciudad.

Al final de nuestro pasaje del Evangelio para hoy Jesús dice: Porque el HIjo del hombre no ha venido a que los sirvan, sino a servir y dar su vida en rescate por todos. Todos sabemos cómo los que secuestran a personas exigen un dinero de rescate para poder liberar a la víctima. Este proceso también se llama redención. Jesús es el Cordero Inmaculado que quita el pecado del mundo, que lo carga sobre sus propios hombros en la cruz entregando hasta las últimas gotas de sus sangre a favor nuestro. Los Padres de la Iglesia pensaban que el pecado del hombre era una cosa tan tremenda que había dejado un daño tan enorme que tenía que remediarse. Dado que Dios es justo y misericordioso, no se puede eliminar la justicia y para remediar el mal que había hecho el pecado se necesitaba el sacrifico de Jesús en la cruz para que nosotros no acabemos en el infierno.

¿Como conclusión, qué con qué deberíamos quedarnos al leer y reflexionar sobre estas tres lecturas de este domingo? En primer lugar, creo que conviene que nos demos cuenta de la gravedad del pecado, pues San Pablo escribía: Dios no salvó a su propio Hijo, sino que lo entregó por nosotros" o "Me amó y se entregó por mí". Esto se llama el Misterio de la Redención, o el rescate pagado por Jesucristo para evitar que nosotros acebemos en el infierno. No es poca cosas.



sábado, 13 de octubre de 2018

LA VERDADERA SABIDURÍA

HOMILÍA, DOMINGO XXVIII DE TIEMPO ORDINARIO, 14 DE OCTUMBRE DE 2018.

"Y la preferí (la sabiduría)a cetros y tronos y en nada tuve a la riqueza en comaración de ella".  Palabras tomadas de nuestra primera lectura de hoy del Libro de la Sabiduría. Buena parte de la Bibla consiste en un grupo de libros que nosotros denominamos sapienciales, que tradicionalmente se atribuyen al Rey Solomón, aunque este libro proviene de Alejandría en Egipto y fue escrito en griego alrededor del año 50 a. C., siendo, pues el úlitmo libro del Antiguo Testamento. Si El Rey Saolomón era el representante ¿Por qué la Biblia le da tanta importancia a la sabiduría y por qué tiene tanto valor, e incluso los hombres sabios de los países paganos como los de Egipto y Grecia? El Libro de los Proverbios declara: "El temor de Dios es el principio de la sabiduría y los necios desprecian la sabiduría y la instrucción" (1,7).  En  el Salmo 14 encontramos lo siguiente: Dice el necio en su corazón, no hay Dios" cfr. 1-3). Por lo tanto, la sabiduría a la que refiere la Biblia es religiosa y lo que podríamos llamar piedad o devoción, dedicación y entrega al cumplimiento de la voluntad de Dios. La sabiduría conicide con la sensatez, es decir, vivir la vida dando prioridad a lo que de verdad vale, es decir la vida eterna. Volveremos a esto en unos momentos cuando comentemos el evangelio de hoy llamado del Joven Rico. Hágamos, pues, un examen de conciencia para descubrir si de verdad somos sabio o necios.

¿En nuestro mundo de hoy, existen muchas personas sabias, sensatas  prudentes? Ciertamente que existen personas muy capaces en el campo de los negocios, de las inversiones en bolsa y llegan a ser riquísimas, pero dao que por más dinero y propiedades que acumulan, nada de eso les servirá cuando llegue el momento de su muerte ni lo pueden llevar a la tumba. Hay gente tan insensata y necia que incluso mandan que se congele su cuerpo en la esperanza de que en el futuro se descubra un método de resucitación de manera que esperan volver a la vida otra vez. En este negocio, los listos no son los omerciante que mandan conegelar su cuerpo cuando hayan muerto sino comerciantes que ofrecen este servicio ridículo para el consuelo vano de los clientes. Además, ¿hoy en día, quién piensa en o habla del temor de Dios? Existe un concepto de una misericordia falsa según el cual Dios perdonará a todos sin que se arrepientan? Ésta es otra necedad como la que le está relacionada, la de opinar que no existe el infierno, pues según esto Dios es demasiado misericordioso como para haber creado algo tan horroso como el infierno. Sin embargo, estos necios se olvidan o no quieren reconocer que Jesús habló clarmente del infierno y decía que muchos van a él hasta catorce veces en el Evangelio.

Según nuestra lectura, dice el Rey Solomón, que según la Biblia era la persona más rica de su época, peor "Ni a la piedra más preciosa la comparé porque todo el oro a su lado es un puñado de arena y barro parece la plata. La amé más que la salud y la belleza". ¡Cuántos son los que se levantan temprano para ir a un gimnasio o salir en la calle a correr para tener un cuerpo esblelto, pues hoy en día la delgadez y la juventud es lo más cotizado"!  Al final, ya de viejos y decrépitos se sienten como un peso a los demás y el sistema de salud, que ha gastado el dinero del contribuyente en abortos y operaciones de cambio de sexo, ahora los anima a mandarse matar por una inyección, pues siempre habrá médicos que querrán lucrar tanto del aborto como de la eutanasia. ¿Y qué dice Jesús de toda esta necedad, que obviamente proviene del pecado? ¿Qué aprovecha al hombre ganar todo el mundo se echa a perder su alma? (Mt 16,26).  Es decir, si acaba en el infierno.  Y todo esto lo llaman calidad de vida.

Vemos lo que según Jesús constituye la verdadera calidad de vida. En nuestro evangelio de hoy, nos encontramos con el caso de uno que se supone es joven que se encuentra con Jesús y le pregunta qué tiene que hacer para alcanzar la vida eterna. Jesús responde citando varios de los mandamientos de la ley de Dios y el joven responde que todo eso lo ha cumplido desde pequeño. Ciertamente, no era una persona insensata y se daba cuenta de que algo le faltaba.: "Una cosa te falta: anda, vende lo que tienes, dale el dinero a los pobres, así tendrás un tesoro en el cielo, y luego sígueme". El evangelista cuenta que frunció el señoy se marchó pesaroso, porue era muy rico". Luego Jesús comenta a los discípulos lo difícil es para los ricos entrar en el reino de Dios. El obstáculo no es necesariamente tener riquezas, sino tener apego a ellas o a cualquier otra cosa que no sea Dios y el siguimiento de Jesús. No es que Jesús quiera que todos los que tengan riquezas las vendan y den el dinero a los pobres. Las riquezas pueden ser un medio para hacer el bien a otros, por ejemplo, creando puestos de trabajo y tratando luego a los empleados con dignidad. Los que reciben el talento de los negocios deberían de utilizarlo para bien de los demás, y desprenderse de las comodidades que tales riquezas le pueden proporcionar. Ciertamente esto es algo más difícil que lograr que vivir con estrechez, pero igual la persona a quien le falta lo necesario puede tener apego a la riqueza que no posee, sino que su corazón puede estar quemado por las ganas de tener riqueza mundano, más que la verdadra riqueza que consiste en la sabiduría, es decir, sopesar todas las cosas a escoger lo que nos lleva a la verdadera vida que es la vida eterna o el cielo.

San Antonio Abad estuvo un domingo en la Iglesia y escuchó este pasaje del Evangelio. Sus padres habían fallecido y tenía una hermana. Decidió seguir lo que dijo Jesús al joven rico y vender todo lo que había heredado de sus padres, unos campos y luego encargar el cuidado de su hermana a unas vírgenes y salir de su casa a vivir como ermitaño en el desierto. No todo mundo está obligado a seguir este ejemplo, pues también los deberes familiares forman parte de la voluntad de Dios y no conviene entregar todo a los pobres dejando desamparados a los que dependen de uno. Tampoco eso es caridad.

Probablemente ninguno de nosotros es rico, pero de igual manera podríamos ser necios,  vida eterna. Al joven le faltaba generosidad aunque tenía buenos deseos, le faltaba generosidad para dar el último paso del desprendimiento de los bienes materiales pasajeros para alcanzar los bienes verdaderos, un tesoro en el cielo. Recordemos cómo Jesús en la parábola del tesoro en el campo y la de la perla preciosa nos invita al mismo tio de generosidad y a la verdadera sabiduria que nos lleva a sopesar al auténtico valor de las cosas y lo que nos lleva a la vida eterna con la que nada en este mundo puede compararse. San Pablo, citando al profeta Isaías escribía a los Corintios: " Ojo no ha visto, ni oído escuchado, ni el corazón ha alcanzado las cosas que Dios ha preparado para aquellos que lo aman". (1 Co 2,9)

sábado, 6 de octubre de 2018

EL MISTERIO DE LA ENCARNACIÓN Y LA REDENCIÓN

HOMILÍA, DOMINGO XXVII DE TIEMPO ORDINARIO, 7 DE OCTUBRE DE 2018.

Aunque la primera lectura del Libro del Génesis trata del matrimonio y el Evangelio también sobre todo acerca del divorcio que Jesús rechaza absolutamente como contrario al plan original de Dios, quiero fijarme en la segunda lectura de la Carta a los Hebreos con un enfoque general sobre el Misterio de la Encarnación y la  Redención.

La Carta a los Hebreos es uno de los escritos tardíos del Nuevo Testmento, probablemente proveniente de los años 80 del primer siglo. Más que una carta, parece ser un sermón o un discurso. El tema fundamental es el de Jesucristo como Sumo Sacerdote de la Nueva Alianza. Sabemos que el sacerdocio tenía una importancia muy grande juntamente y en relación con el Templo en el Antiguo Tesatmento. Se trata de una de las tres instituciones fundamentales del Pueblo del Antiguo Alianaza, juntamente con la profecía y la realeza. La palabra "sacerdos" en latín se deriva de "dar lo sagrado", es decir, realizar los sacrificios en el templo y ser mediador entre Dios y el pueblo. Resulta que los primeros cristianos no tenían un buena buena impresión de los sacerdotes judíos que procedían de la secta de los Saduceos, y fueron los que más se empeñaron en que Pilato condenara a Jesús a la muerte de cruz. Otra secta judía, los esenios, que se habían retirado al desierto para vivir una vida de tipo monástica rechaaban el templo y el sacerdocio. La Carta a los Hebreos rescata el verdadero sentido del sacerdocio enseñando cómo Jesús cumple todo lo previsto en el Antiguo Testamento y es de verdad Sumo y Eterno Sacerdote de la Nueva Alianza. También, parece que la carta se dirige a unos cristianos procedentes del judaísmo que añoraban todo el sistema de culto del templo y cabe señalar que en el año 70, el Emperador Romano Tito había destruido el templo debido a una revuelta de los judíos que duró cuatro años. Ni el templo, ni el sacerdocio antiguo existían ya.

La carta comienza con un prólogo sobre la excelencia de Jesús, Hijo de Dios encarnado. "De una manera fragmentaria y de muchos modos habló Dios en el pasado a nuestros Padres por medio de los Profetas; en estos últimos tiempos nos ha hablado por meido del Hijo a quien instituyó como heredero de todo, por quien también hizo los mundos, el cual, siendo resplandor de su gloria e impronta de su esencia, y el que sostiene todo con su palabra poderosa, después de llevar a cabo la puriificación de los pecados se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas, con una superioridad sobre los ángeles tanto mayor cuanto más les supera en el nombre que ha heredado" (1,1-4).  Aquí encontramos una de las afirmaciónes más claras de la verdadera identidad de Jesús como Hijo de Dios que ya se sienta a la diestra del Padre que existen en todo el Nuevo Testamento.

Examinemos, pues en primer lugar el Misterio de la Encarnación y luego el de la Redención. Estamos acostumbrado a expresar en el Credo: "Creo en un solo Señor Jesucristo, Hijo de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos, luz de lus, verdadero Dios de verdadero Dios,...por nosotros los hombres , bajo del cielo y se hizo hombre". Conviene que reflexionemos sobre este misterio. El Beato John Henry Newman, gran teólogo y predicador inglés del siglo XIX, converso del Anglicanismo, decía que "el misterio de la Encarnación es la idea conducente del cristianismo", es decir, que todos los demás misterios de la fe cuelgan de este misterio central del hecho de que Jesucristo, la segunda persona de la Santísima Trinidad se hizo hombre y luego murió en la cruz, resucitó de entre los muertos, assendió al cielo etc. Es muy fácil repetir estas palabras, pero nos conviene  reflexionar para captar mejor el gran misterio que hay detrás de ellas. Dios, como Padre, Hijo y Espíritu Santo, es absoluto, eterno, todopoderoso, inmutable, infinitamente sabio, y vive una vida plena y eterna sin ninguna necesidad de nada. ¿Entonces, por qué decidió hacerse uno de nosotros y someterse a un tipo de vida muy inferior, restringido por los límites del espacio y el tiempo? El Credo nos dice que lo hizo  "por nosotros y por nuestra salvación". Es decir, por amor al hombre que necesitaba ser salvado de sus pecados, como hemos visto hace un par de semanas cuando hablamos del Pecado Original y todas sus consecuencias. Los Padres de la Iglesia lo imaginaban como un naufragio. En la época, los barcos eran de madera y si naufragaban los ocupantes quedaban tirados en el mar, y quedarían tablas de madera del barco flotando en el mar. Así, por el bautismo, Dios no habria pasado una tabla de esas para sacarnos del abismo y llevarnos consigo.

¿Y por qué tuvo que hacerse hombre para realizar este rescate? También los Padres estaban convencidos de que el pecado había sido algo absolutamente catastrófico y que sólo Dios mismo pudo salvar al hombre de él. Además, la historia nos enseña que por más que se progrese en lo material, la ciencia etc. no se logra eliminar el pecado, sino más bien aumenta. Ellos decían, que si Jesucristo no era Dios, nos somos salvados y estamos todavía en el naufragio. Por eso, San Pablo, habla de la encarnación, palabra que significa "hacerse carne", era de parte de Jesús un "vaciarse" de su propia naturaleza o ponerla al lado, no que haya dejado de ser Dios, pero "se despojó de la gloria porpia de la divinidad, incluso más, llegando al extremo de la muerte en la cruz.

Así enlazamos con nuestro pasaje de hoy. Dice que Jesucristo fue hecho infeiror a los ángeles. En días receientes, hemos celebrado la Fiesta de los Arcángeles Miguel, Rafael y Gabriel, y la de los Ángeles Custodios. Hemos visto que ellos son mucho más perfectos que nosotros, que tienen una inteligencia muchísimo superior a la nuestra, siendo completamente espirituales, no están sujetos como nosotros a las limitaciones que nos ponen nuestro cuerpo. No están limitados al espacio y el tiempo. Jesús, pues, fue coronado de gloria por haberse sometido a la muerte a favor nuestra: "Convenía, en verdad, que Aquel por quien es todo y para es quien todo es todo, llevara muchos hijos a la gloria, perfeccionando miendiante el sufrimiento al que iba a guiarlos a la salvación". Jesucristo, por quien todo fue hecho, algo que también San Juan afirma en el Prólogo de su Evangelio, es Cabeza de toda la humanidad, y debido a que se sometió al sufrimiento en la cruz, nos conduce a todos a la salvación. No nos olvidemos de la idea de estar a punto de ahogarnos en el mar.

Luego escribe el autor: "Pues tanto el santificador como los santificados tienen todos el mismo origen" así dice que no se avergonzó de llamalres hermanos". Por el bautismos hemos sido hechos Hijos de Dios porque hemos sido injertados en Jescristo, Hijo Unigénito de Dios y por eso somos hermanos de Cristo.

Ahora bien: ¿Cómo se relaciona todo esto con el resto de los misterios de la fe, pues hemos visto que el Misterio de la Encarnación, o del hecho de que Jescristo Dios se haya hecho hombre, enlaza con el resto de los misterios de la fe? Todo el Misterio de la Fe es sacramental. La palabra sacramento  significa "un signo visible de una realidad invisible". El mismo Jesús en su cuerpo es ese signo visible.  Esto significa que empezando con Jesús, Dios como que se hace visible y palpable en Él. Dice que "a Dios nadie lo ha visto jamás", pero dice a Felipe en la ültima cena: "Tanto tiempo estoy con vosotros y no sabéis que yo estoy en el Padre y el Padre en mí". No solamente nos habla ya por los profetas, como en el Antiguo Testamento, sino por su mismo Hijo que es su Palabra, todo lo que ha querido y podido expresar. Ya no es lejano sino cercano.

El siguiente paso es, cómo pudo Jesús hacerse presente y actuar más allá de los 33 años vivió en este mundo. Primero escogió a los apóstoles, y luego de haber resucitado de entre los muertos y alcanzado la victoria definitiva sobre el mal, el pecado y la muerte, sobre ello como fundamento y por el envío del Espíritu Santo fundó su Iglesia que es su Cuerpo y su Esposa. Así como Jesús es signo visible, también lo es la Iglesia,como  signo comunitario.

La Iglesia conserva en primer lugar la Palabra de Dios, tanto de manera oral que se llama la Tradición Apostólica, es decir, la misma doctrina predicada por los apóstoles que les entregó Jesús, gracias a la acción del Espíritu Santo que es el alma de la Iglesia, como en la Sagrada Biblia que Dios nos entregó a través de la Iglesia, y los siete sacramentos,. Este es lo que llama el depósito de la fe.

Jesús no sólo nos enseñó la doctrina de la fe, sino también la moral, pues hay una unión íntima entre la fe y la moral, porque ésta es consecuencia de lo que creemos y lo que somos. Así como hay un orden en el universo creado por Dios, hay también un orden moral, por lo cual en parte la moral católica se deriva de lo que se llama la ley natural, que en gran medida se encuentra resumida en los Diez Mandamientos, y demás preceptos que Jesús nos entrega en el Evangelio.

San Pablo y otros autores comparan todo el plan maravillo de Dios a un templo con sus varios aspectos arquitécticos y su belleza.

Resumiendo, podemos decir, que es importante reflexionar sobre lo que significan las palabras que en cada misa repetimos sobre el Misterio de la Encarnación o cómo Jesucristo Hijo de Dios se hizo uno de nosotros, y luego cómo nos rescató o salvó del naufragio que es el pecado, y siendo hermano nuestro nos quiere llevar de la mano a la verdadera felicidad que nosotros mismo anhelamos. La gente hoy en dia, mayormente piensa en vivir el momento, sobre todo la juventud, pasarlo bien. ¿Y qué harán cuando ya no pueden andar de parranda, bailar etc? Sólo en Jesucristo encontramos el verdader sentido de la vida, porque "en Él y por El fueorn creadas todas las cosas".

sábado, 29 de septiembre de 2018

EL ESCÁNDALO

HOMILÍA DEL DOMINGO XXVI DE TIEMPO ORDINARIO, CICLO B, 30 DE SEPTIEMBRE DE 2018.

Algunas de las palabras más duras y contundentes de Jesús en todo el Evangelio están en nuestro pasaje de hoy y tratan del "escándalo de los pequeños". Primero, ¿en qué consiste el escándalo? Según la palabra original griega "skandalon", se trata de una piedra de tropiezo que uno puede encontrar en el camino y le hace caer". Sabemos que en la Iglesia primitiva lo que más atraía a los paganos era la vida santa, entregada, caritativa de los cristianos. Así es cómo muchos paganos se convirtieron en cristianos. No basta la predicación con la palabra, tiene que estar avalada por el ejemplo. Hoy en día, probablemente más que en otras épocas, se rechaza la hipocresía. Debido, pues a esta importancia del testimonio para propagar el cristianismo, se puede ver lo nefasto que es el escándalo, que tiende a ser un obstáculo para los que no son católicos en el momento de considerar si convertirse y en general una gran rémora a la misón evangelizadora de la Iglesia. 

En la politica, los escándalos están a la orden del día. Si no es malverisón de fondos, es el intento del político de pretender que tiene títulos universitarios que no tiene, o si los tiene son el producto de fraude y plagio. En la Iglesia, el gran escándalo de las úlitmas décadas ha sido el de la pederastia entre algunos miembros del clero. En nuestro mundo de la revolucíón sexual, éste parece ser la única transgresión que todavía se condena. Además, como la Iglesia condena el uso de los anticonceptivos, la masturbación, el sexo homosexual, las fantasías sexuales, el adultero, la pornografía, en todo tipo de lujuría. Ahora bien, si resulta que un cierto porcentaje de los sacerdotes han caído en el pecado de abusar sexualmente a menores, eso le da al mundo secularista una confirmación de su idea de que el sexo no es más que una forma de recreación, un placer que ha de estar a disposición de adultos que consienten en cualquier momento, un poco como tomar un helado. Atacan el celibato sacerdotal pues es una afrenta para este mundo obsesionado con el sexo, la crisis de la pederastia les confirma en su convicción de que en realidad la castidad es imposible y los que la profesan no la cumplen. 

Jesús dice que el que escanaliza "a uno de estos pequeños", será mejor que se le cuelga una piedra de molino y se le echa al mar. Los pequeños no son necesariamente los niños o adolescentes, aunque también. Se trata de personas con una fe débil que en vez de fortalecerla con ciertos actos y modos de operar atacan esta fe débil. San Pablo trata del tema del escándalo en su Primera Carta a los Corintios cuando habla de un problema que tenían sus primeros cristianos, el de comer carde sacrificado a ídolos. San Pablo delcara que dado que los ídolos no son nada, èl no tiene problema con comer tal carte. Luego añade que si comer carne fuera a escandalizar a otro de conciencia débil, dejaría de cmer carte para siempre. Tanto San Pablo como Jesús son buenos pastores que se preoucpan por la conciencia de sus ovejas y no permiten bajo ningún pretaxto causarles escándalos. 

En primer lugar, hemos de darnos cuenta de que el escándalo es un pecado grave en sí sobre todo cuando se exponen a los débiles, de manera especial a los pequeños a unos malos ejemplos que les pueden hacer perder la fe o malformar su conciencia. Un sacerdote, un obispo, un religioso no sólo han de practicar la virtud y seguir el ejemplo de Jesús, no sólo por la profesión que han hecho que les exige un tipo de comportamiento de mayor rigor que los demás fieles. Los fieles esperan de ellos tal comportamiento ejemplar, si no ¿cómo van a ser convencidos de lo que predican los obsipos y sacerdotes? 

Jesús procede a dar un ejemplo más radical: "si tu mano es motivo de escándalo, córtetela; "si tu ojo es motivo de escándalo, arráncalo..." Jesús considera que es mejor entrar en el cielo manco o tuerto que ir al infieron cn dos ojos o la mano entera. De estas frases de Jesús, podemos deducir dos cosas: Primero, el escándalo es un pecado grave que nos puede mandar al infierno, y en segundo lugar, hemos de tomar medidas drásticas para evitar caer en el escándalo de otros llegando al exremo de cortanos el brazo o arrancarnos el ojo. Esta es una manera práctica de hacernos caer en la cuenta de la gravedad del asunto.  

Jesús quiere que evitemos llegar al infierno a todo coste. ¿Y nosotros? Aquí Jesús habla del escándalo a los débiles, pero tambén hay otros vicios que nos pueden llevar al infierno. En primer lugar, tenemos que creer que el cielo y el infierno existen. Hay muchos que tratan de convencer se de que Dios es tan bueno o bonachón que no es capaz de enviar a nadie al infierno, que es pura misericordia. Es lógico que a los buenos se les premie y a los malos se les castigue. Sería bonito que no existieran cárceles, pero no es realista. Si nuestra alma es inmortal y si al final de esta vida no acabamos como un poco de polvo, hemos de convencernos de que nuestro comportamiento en este mundo nos dará como premio el cielo o como castigo el infierno. Del cielo dice San Pablo, citanado a su ves la Profeta Isaías, "ojo no ha visto, ni oido ha escuchado las cosas que Dios ha preparado para aquellos que lo aman". Recordemos los momentos de felicidad que hemos gozado en esta vida e imaginemos que serán no solo momentos sino una eternidad y de un goce infinitamente mayor de loq ue podemos imaginarnos. Por eso, Dios metio en nuestra alma el deseo de la felicidad. 

Segurmente, hemos leido o conocido caso de sufrimiento tremendo, provocado a veces por las adicciones como la droga, la depresión, la frustración, además de las penas físicas, como el que proviende del fuego. Según enseña la Iglesia hay dos tipos de pena en el infierno, una llamada de daño y pena de sentido. Esta trata del dolor que provoca el darse cuenta del fracaso total y absoluto de nuestra vida por haber rechazado a Dios nuestro fin último. Se trata de una inmensa frustración al verse privado de la visión beatífica o todo el amor, el gozo que Dios ha preparado para aquellos que lo aman y han sido fieles en su vida. La pena de sentido se considera ser como la de fuego, siendo un tipo de fuergo físico pero distinto del que conocemos en esta vida. No sería solamente el dolor del arrepentimiento de la conciencia por darse cuenta del fracaso de nuestra vida. Además, la eternidad del infierno es producto de gran dolor. El refrán dice que "no hay mal que dure cien años", pero en el caso del infierno no solo dura cien años sino ad aeterna et ultra.

Hemos visto cómo Jesús realiza una condena tremenda en contra de los que escandalizan a los débiles y cómo insiste que cualquier sufrimiento sería poco con tan de no llegar al infierno. Primero tenemos que ser conscientes de lo que es el cielo y el infierno. Claro, no es tan fácil esta tarea porque no podemos imaginarnos lo que Dios nos tiene preparado en el cielo o lo horrorosos que son las penas del infierno. Pidamos al Señor que nos dé la gracia de no vivir nuestra vida con frivolidad sino dándonos cuenta de lo que significa ser responsable y sí alcanzar el premio del cielo y evitar las penas del infierno.

sábado, 22 de septiembre de 2018

EL PECADO ORIGINAL Y SUS CONSECUENCIAS

HOMILÍA, XXV DOMINGO DE TIEMPO ORDINARIO, CICLO B, 23 DE SEPTIEMBRE DE 2018.

Nuestra primera lectura de hoy,  tomada del Libro de la Sabiduría, manifiesta la maldad del malvado que  no aguanta el hecho de que el justo hace el bien: "acechemos al justo, que nos resulta incómodo: se opone a nuestras acciones, nos reprende nuestros pecados..."¿De donde procede tal maldad? El malvado reconoce que no se porta bien, pero no está dispuesto a corregirse sino más bien dañar al que hace el bien y al que considera una afrenta en su contra. El gran escritor católico  inglés G. K. Chesterton consideraba que el dogma del Pecado Original es el más fácil de demostrar. No se necesita mucho esfuerzo para convencerse de que existe mucho mal en el mundo, y la historia nos demuestra que siempre ha sido así. Si, según el Libro del Génesis, Dios vio que todo lo que había hecho era bueno, ¿de ayuda del dogma del Pecado Original. Esta doctrina está avalada por muchos textos de la Sagrada Escritura, en primer lugar,  el tercer capítulo del Libro del Génesis. Ya Dios había creado al homrbe a su imagen y semejanza y lo había colocado en un jardín hermoso, donde podria vivir en comunnión con Él y en armonía mutua. Sin embargo, le había indicados ciertos límites, pues era criatura de Dios y un ser limitado. Adán y Eva cayeron ante la tentación del demonio representado por la serpiente y comieron el fruto prohibido. Dios los castigó y los echó del jardín maravilloso y les impuso muchas penalidades como el trabajo duro. Pues, así entró el pecado en el mundo. En los siguientes capítulos del mismo libro, se relata la multiplicación del pecado, primero con el asesinato de Abel de parte de Caín,  hasta que en el c. 6 se presenta a Dios lamentándose por haber creado al hombre porque no habia hecho más que pecar. Por ello, decide volver a empezar con Noé y el Arca, salvados del diluvio que fue un castigo por tanto pecado. Siguieron pecando y así construyeron la Torre de Babel, que era símbolo de su orgullo y la idea de poder alcanzar al cielo por sus propios medios. Esta vez, el castigo era su dispersión y la confusión de las lenguas.

Si nos ponemos a leer el resto de la Biblia, constataremos que en gran medida se trata de la contínua caída del hombre en el pecado y la paciencia infinita de Dios que una y otra vez lo salva. La doctrina del Pecado Original la desarrolla con más profundidad San Pablo especialmente en el c. 5 de su Carta a los Romanos. Explica cómo el primer pecado llegó a contagiar a todos los hombres pero que la redención, el rescate de Jesús también tiene valor universal. El primer pecado introdujo como un virus en la humanidad de manera que todos nacemos con este virus. Se trata no de un pecado personal e individual, sino de la carencia de unión y amistad con Dios que era lo que desde el inicio había previsto, como se constata a través de la historia de Adán y Evan en el paraíso. Esta tara con la que todos hemos nacido se supera con el bautismo, por el que somos incorporados en el Cuerpo de Cristo y hechos hijos de Dios en unión con Él, de manera que las tres divinas personas llegan a inhabitar en nuestra alma.

Según la doctrina católica, expresada de manera más clara y concisa por el Concilio de Trento, no es que nos hayamos corrumpido totalmente, cosa que afirma Lutero. que sería manifestación de falta de confianza en el poder de Dios de liberarnos del pecado y sus consecuencias. Nacimos con una cierta debilidad y flaqueza espiritual que se llama en términos teológicos concupiscencia. Queda una suerte de desorden en nuestro interior, de manera que no somos capaces de ordenal las fuerzas instinctivas y pasionales bajo la luz de la razón y la fe si no por la gracia de Dios. Nuestro etendimiento ha quedado oscurecido, nuestra voluntad debilidata y nuestras pasiones nos inclinan al mal, de manera que nos resulta más fácil hacer el mal que el bien o no hacer el bien. Ademas, sin el poder de la gracia, no somos capaces de mantenernos libres del pecado por largo tiempo.

Así se puede comprender lo que nos dice el Libro de la Sabiduría en nuestra primera lectura. El Apóstol Santiago en su carta nos erxplica la misma situación: "¿Donde hay envidas y rivalidades, hay desorden y toda clase de males". Luego procede a pregunta: "De donde procedien las guerras y contiendas entre vosotros? ¿No es en vuestras pasiones que luchan en vuestros miembros? Codiciaís y no teneís; matáis, ardéis en envidia y  no alcanzáis nada, os combatís y os hacéis la guerra".

En nuestro pasaje evangélico de hoy, después de la confesión de fe de San Pedro y que Jesús comienza a intentar hacerles ver a los apóstoles el tipo de messianismo que él va a vivir, es decir, el sufrimiento, el dolor hasta la cruz, pero seguida de la resurrección a los tres días, no acaban de entender. Mientras Jesus piensa y habla de los aspectos más dolorosos de su misión, ellos se entretienen en una discusión sobre cuál de ellos era el más importante. Caían en el mismo vicio en el que cayeron Adán y Eva, es decir la soberbia. Luego dice Jesus que el que quiera ser el más grande que sea el servidor de todos, y acercó a  un niño y lo puso en medio de ellos y dijo: "El que acoge a un niño como  éste en mi nmbre , me acoge a mí; y el que me acoge a mí no me acoge a mí, sino al que me ha enviado". A diferencia de nuestro tiempo en el que un niño suele ser rodeado de unos cinco adultos que lo admiran y le dan besos etc,. en tiempos de Jesús, los niños no eran valorados así, aunque no es que los padres no los hubieran amado, como manifiestan algunos de los casos de milagros de Jesús como la resurrección de la hija de Jairo. Hoy en día, en no pocas casas, mandan los niños, o el niño porque muchos no tienen más que uno, si es que tienen alguno. El niño no tenía un gran concepto de su importancia, pues sabía cuál era su sitio. Asñi era cuando yo era niño.

En el siglo XVIII, filósofos como el francés Rousseau y otros propagaron la idea del salvaje noble, según la cual el hombre originalmente era un ser perfecto, nombre y los evidentes defectos que ahora padece se deben a la sociedad que lo ha estropeado. La doctrina bíblica, que es la de la Iglesia, tiene una visión mucho más realista de la maldad que padece el hombre y que a lo largo de toda la historia ha padecido. Otras ideologías como la comunista considera que el mal proviene del capitalismo y que una vez que se termine con la propiedad privada, todo mundo se comportará con virtud y generosidad. El problema que tienen tales ideologías es que chocan con la realidad que es dura no les da un rotundo mentís. Hay padres que piensan que lo que corresponde es tratar a los hijos como si fueran amigos, y esta tontería hace mucho daño al mismo niñ. Otros en base a la ideología de la democracia, es decir, que todo grupo humano tiene que ser democrático, consideran que la familia tiene que ser democrática. No nos olvidemos de la doctrina del Pecado Original y sus consecuencias que se resumen con el término concupiscnecia que he explicado arriba y procuremos ir ganando terreno al mal que todos tenemos dentro de nosotros. En vez de despotricar en contra del mal que hay en otros, que no  podemos directamente arreglar, empecemos por intentar cada día arrancar de nuestros corazónes el mal que tienen y así haremos el mundo un poquito mejor.



 

sábado, 15 de septiembre de 2018

PROFESIÓN DE FE DE PEDRO Y FE CON OBRAS SEGÚN SANTIAGO

HOMILÍA, 16 DE SEPTEIMBRE DE 2018, XXIV DOMINGO DE TIEMPO ORDINARIO, CICLO B.

Hoy en nuestra lectura continuada del Evangelio de San Marcos, llegamos a un pasaje fundamental y se trata de la profesión de fe de San Pedro en Jesús como Mesías. A lo largo de los catítulos anteriores se estaba planteando la pregunta sobre la identidad de Jesús, pues la gente viendo su poder extraorindario manifestado tanto en las curaciones de los enfermos como en la expulsión de los demonios, preguntaba ¿quién es? o ¿quién es éste? Ahora, Jesús, habiendo salido fuera del territorio de Israel, a Cesarea de Filipo que se encuentra al norte de Galilea en Líbano, pregunta a los apóstoles ¿quién dice la gente que es el Hijo del Hombre? El título "hijo del hombre" lo utiliza Jesús posiblemente con mayor frecuencia que otros. Los estudiosos comentan que Jesús evita diractamente a referirse a sí mismo como Mesías. En el Evangelio de San Marcos, existe lo que se suele llamar "el secreto mesiánico", o sea el motivo que tenía Jesús para no referirse a sí mismo como Mesías. Pues, al realizar un gran milagro, solía decirle a la gente que no se lo dijera a nadia. El motivo era porque en la menalidad de la gente y con cierto fundamento basado en una cierta lectura de los textos bíblicos, ellos esperaban que el Mesías fuera un rey guerrrero y político como el Rey David y por lo tanto reestablecería el Reino de David, expulsando a los romanos. La misión de Jesús no era polícica o militar, pero eso no quiere decir que no fuera el verdadero Mesías.

El término "mesías", en griego "Xristós" y en hebreo "maschal", significa ungido. En la Biblia, principalmente los sacerdotes y los reyes eran ungidos. Así Aarón, el hermano de Moisés que era el sacerdote del pueblo en el desierto después de la salida de Egipto,  fue ungido, así como todos los reyes hasta que con el exilio babilónico se acabó la monarquía en Israel. Según la Biblia, el Mesías tendría que establecer el verdadero culto y reunir a los dispersos bajo el único estandarte de Yahvé. San Pedro, es el primero, movido por Dios que reconoce a Jesús como Mesías, pero también se equivoca. Una vez que Jesús comienza a explicar a los apóstoles que el Mesías tendría que sufrir, ser entregado a los gentiles, San Pedro rechaza esta idea y Jesus incluso lo llama Satanás, como tentador que no está en el camino de Dios. Más adelante, en la pasión constatamos que Pedro no logró liberarse de la idea equivodo del Mesías político y guerrero y cuando constató que Jesús se había dejado entregar a los judíos entró en crisis y llegó a negar que lo connociera ante una esclava. Seguramente, Pedro, que había dicho a Jesús en la ülitma Cena que iría a morir con él, sentía una gran desilusicón. Si Jesús hubiera sido un gran rey herico que entrara triunfalmente en Jerusalén, sin duda hubiera entregado su vida por él, pero se quedó totalmente dessconcertado en caunto que Jesús no puso ninguna resistencia cuando lo prendioron en el Jardín de Getsemaní Pedro expresó su fe en Jesús como Mesías, pero era una fe inicial que necesitaba ser probada y que luego al final del Evangleio de San Juan, Pedro ante Jesús resucitado renueva su fe y recibe la misión de apacentar las ovejas de Jesús.

Nuestra segunda lectura está tomada de la Carta de Santiago. Ya San Pablo, tanto en la Carta a los Gálatas como la que envió a los Romanos había debatido mucho sobre la necesidad de la fe y no las obras de la ley para poder salvarse. Es decir, algunos cristianos contemporáneos de San Pablo se aferraban a la fidelidad a la ley judía como hacían los fariesos como medio necesario para la salvación. San Pablo, sin despreciar el valor de la ley antigua, la ve como un pedagogo a quien se le ha encmendado la educación de un niño y que una vez completado su tarea y al llegar el niño a la adultez, ya no necesita el pedagogo. Santiago, que es muy práctico, insiste en que la fe sola sin que se manifieste en las obras, en nuestro comportamiento, no nos salvará. No basta una fe teórica sino que tiene que llegar a perfecionarse en las obras de caridad. Santiago pone el ejemplo de una persona que necesita ayuda para poder vestirse. Pues el que dice tener fe y no ayuda al hermano en necesidad. Dice "muéstrame tu fe sin obras y yo te mostaré mi fe a través de las obras. No es que San Pablo deje de insistir en que la fe tiene que manifestars a través de las orbas cuando habla de la "fe que se realiza en la caridad".

Es muy fácil recitar el Creo y decir que soy católico, pero si luego digo que "soy catolico no practicante", ¿no estaré cayendo en una contradicción". Si tanto San Pablo, como Santiago y el mismo Jesús que dice "no el que dice Señor, Señor, entrará en el Reino de Dios, sino el que cumple la voluntad de mi Padre que está en el cielo", insisten en que no basta una fe teórica, entonces el que se dice católico "no practicante" está cayendo en una contradicción. La fe católica consiste en todo lo que nos ha enseñado Jesucristo Nuestro Señor que queda expresado en la Santa Biblia y en la doctrina de la Iglesia, resumida en el Catecismo de la Iglecia Católica. En éste se nos explica qué es lo que hemos de creer resumido en el Credo, cómo hemos de vivir esa fe a través de la liturgia y los sacramentos, las exigencias morales que implica que se resumen en los diez mandamientos y luego en cuarto lugar, cómo hemos de orar. Si esta vida es una peregrinación hasta la verdader vida que es el cielo que no termina y al declararnos católicos no practicantes etamos diciendo que en realidad nos interesa poco o casi nada nuestro destino después de la muerte, el cielo o el infierno. San Agustín dijo en una ocasión: "Dios que te ha creado sin tí, no te va a salvar sin tí". ¿Por qué Dios no nos va a salvar automáticamente¿ Pues, porque no ha creado seres libres que con nuestro libre albedrío podemos hacer de él bueno uso cumpliendo la ley de Dios o mal uso despreciándo o haciéndole caso omiso. 

sábado, 8 de septiembre de 2018

SORDERA FÍSICA Y SORDERA ESPIRITUAL

HOMILÍA DOMING XXIII DE TIEMPO ORDINARIO, CICLO B, 9 DE SEPTIEMBRE DE 2018.

A lo largo de la mayor parte de los domingos fuera de la Cuaresma y la Pascua, hemos estado siguiendo paso a paso el Evangelio de San Marcos,  que según los biblistas sería el primero de los cuatro evangelio aunque es probable que hubiera habido una versión anterior del de San Mateo en la lengua de Jesús, arameo. San Marcos comienza con una declaración de lo que quiere lograr con su evangelio cuando escribe al inicio: Evangelio (o buena noticia), de Jesús, Cristo o Mesías, Hijo de Dios. Ya estamos en el septímo capítulo y podemos ver cómo ha procedido nuestro evangelista. Jesús comienza su miniserio de predicación con este frase: "El Reino de Dios está cerca, arrepentíos y creed el Evangelio". Jesús va proclamando la llegada del reino o reinado de Dios. ¿Qué significa este concepto y cómo lo van acercando Jesús? Se trata de la soberanía de Dios, mejor expresada con las palabras que repetimos cada vez que rezamos el Padre Nuestro: "Venga tu reino. Hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo". San Pablo dice que Jesucristo es "todo en todos" y esto se manifiesta a través del cumplimiento de la voluntad de Dios en la tierra como en el cielo. En el cielo, tantos los ángeles como los santos están en la presencia de Dios cara a cara. Experimentan su amor, su gloria y encuentran la plena felicidad y alegría en la unión íntima con Jesucristo, Hijo de Dios que ha nacido  y vivido en medio de nostoros hasta el extremo de entregarse en la cruz por amor a nosotros para que nosotros podamos llegar a participar, incohadamente en este mundo, y plenamente en el futuro, en la vida misma de Dios como Padre, Hijo y Espíritu Santo. Todavía estamos lejos de la meta y vivimos en un mundo marcado por el pecado, pero Jesús es el camino, la verdad y la vida, y sí podemos experimentar ya la soberanía de este gran Dios que es amor.

Luego San Marcos va relatando los primerso pasos de la predicación de Jesús,sus milagros y la expulsión del demonio, que es cómo se va haciendo presente el reinado de Dios. Jesús se expresa también en parábolas que dejan un margen para que los oyentes puedan libremente hacer el esfuerzo de comprender lo que Jesús les dice. Escoge a los doce apóstoles, un acto fundamental en el proceso de la fundación de la Iglesia. En nuestro pasaje de hoy, vemos que Jesús ha salido de las fronteras de Israel y ha ido a Tiro y Sidón que están al norte de Galilea en Líbano. También ha ido a una zona llamada la Decápolis al oeste de Galilea. Se trata de diez ciudades de origen griega, pero seguramente que un buen prcentaje de sus habitantes eran judíos. Allí encuentra a un sordomundo que itenta expesarse para llamar la atención de Jesús. Éste lo lleva aparte de la multitud y realiza dos gestos, primero mete sus dedos en los oídos del sordomudo y luego toca su lengua con la mano que ya tenía saliva. Hay que tener en cuenta que se trata de un hecho histórico real, pero más allá de esto tenemos que encontrar un sentido más profundo y simbólico en genral en las curaciones que realiza Jesús y en este episodio concreto. El sordo no es capaz de captar los sonidos ni por ende de hablar de manera que los demás lo puedan comprender. El episodio me recuerdo de la película sobre la niña sordomuda y ciego, >Hellen Keller del sur de Estados Unidos en el siglo XIX. Era  una niña bien inteligente, pero incapaz de comunicarse y hacía muy complicada la vida de la familia y de todos a su alrededor. Podemos comprender la tremenda frustración que sentía por dentro con unas privaciones tan extraordinarias. La familia contrata a un mujer joven irlandsza para que se encargue de ella y logre educarla. La película revela la extrarordinaria paciencia y bondad de la maestra que poco a poco logró que se comunicara a través del tacto, y poder escribir las palabras en la palma de su mano. La historia de Hellen termina en que ella llega a ser profesora de una universidad y a escribir varios libros, llevando una vida plena.

En el caso de nuestro sordomudo del evangelio, y también simbólicamente de nosotros, se trata de una incapacidad de captar, de realmente escuchar la Palabra de Dios que se nos comunica en la Biblia y en la Misa. San Pablo dice a los romanos que "la fe viene por el oído" (fides ex auditu). Jesús le abre los oídos al sordomudo. Nuesro mundo de hoy está lleno de propaganda y de ruido. Desde que la gente se levanta en la mañana "está conectada" y le llegan miles y millones de plabras a los oídos que es imposible que procese o siquera se acuerdo dela grandísima mayoría de tales palabras. La publicidad le invita a comprar tal o cual cosa, que haga un viaje al Caribe u otro lugar exótico, le cuenta lo que dicen los políticos, cómo van los deportes etc. Al inciio de la Oración de la Iglesia cada día se suele comenzar con el Salmo 94, que se llama Invittorio y uno de sus versículos dice: "Ojalá escuchéis su voz..." Es fundamental para nosotros llegar a escuchar la voz del Señor y saber qué es lo que nos está pidiendo. Pero escuchar a otro es complicado y dificil y lo hacemos poco. Los psicólogos utilizan un método útil e interesante para ayudar a sus clientes que se llama la escucha activa. Ponen todo su atención en lo que el cliente les cuenta e intentan manifestar interés y sintonía. Luego, una vez qu ela persona ha terminado, el psicólogo resume y repite lo que ha captado de manera que el cliente se da cuenta de que lo ha entendido y tiene una oportunidad para corregir algo que no ha captado bien. Jesús grió la palabra "efta" que significa "ábrase". Captar lo que Dios nos comunica a tavés de su Palabra no es fácil. Como el psicólogo, tenemos que hacer un gran esfuerzo de atención y bloqueo de cualquier otra preocupación. 

Si realmente creemos lo que vamos a profesar en el Credo dentro de unos momentos, ¿cómo es que dedicamos tan poco tiempo y esfuerzo por conocer la Palabra de Dios, leerla, meditarla e intentar llevarla a la práctica en nuestras vidas? ¿Hace cuaánto tiempo, he tomado la Biblia y empezado a leer alguno de los libros, sea del Antiguo o del Nuevo Testamento? ¿Una semana? ¿Un mes? ¿Un año¿ ¿Varios años? ¿Hace cuanto que he encendido la tele y me he sentado a verla? El domingo antepasado hemos escuchado la profesión de fe de San Pedro cuando dijo a Jesús en nombre de los demás apóstoles ¿A quién iremos, tú tienes palabras de vida eterna? Esas palabras están recogidas en la Biblia y no nos esforzamos en conocerlas y dejar que transformen nuestra vida.