sábado, 28 de enero de 2017

LA FELICIDAD SEGÚN JESÚS: LAS BIENAVENTURANZAS.

HOMILÍA, CUATRO DOMINGO DE TIEMPO ORDINARIO, CICLO A, 29 DE ENERO DE 2017.

Creo que sería difícil encontrar una persona que no considera importante o fundamental la búsqueda de la felicidad. Thomas Jefferson, autor de laDeclaración de Independencia de Estados Unidos,  consideraba la búsqueda de la felicidad después de la vida y la libertad como derecho fundamental de cada persona. En nuestro tiempo este anhelo universal  de felicidad del hombre es la ocasión para la creación de muchas verdaderas industrias o negocios, como es el caso de la industria del turismo, el deporte, que no deja de ser otra industria, los bailes, discotecas, teatros y salas de concierto, los programas de televisión  y una larga lista de actividades que no es el caso de mencionar, están dedicados a ayudar al hombre a alcanzar alguna cuota de felicidad. En las librerías, no falta nunca unos estantes bien fornidos de libros de la así llamada autoayuda que no son más que recetas  para alcanzar la tan anhelada felicidad, recetas que se supone les han servido a sus autores a alcanzarla, al menos en parte. En buena medida, todo el interés que existe y que se manifiesta en caulquier periódico, revista o serie de programas de radio o televisión así como en miles de sitios web de Internet, y por la salud es otro aspecto de esta búsqueda incansable del hombre de hoy, y en realidad de todos los tiempos de la felicidad. Por otra parte, a pesar de tanto empeño en esta búsqueda, el hombre contemporáneo se dedica a actividades muy perjudiciales y contradictorias a este búsqueda de la felicidad, como por ejemplo, las diversas adicciones, sea el alcohol, los narcóticos, la nicotina, los juegos de azar y otras más modernas como la adicción a la compra, al Internet y al uso de los móviles y un largo etcetera. Hoy en día también, los psicólogos, más allá de intentar ayudar a la gente a superar los trastornos tradiconales que tanto la hace sufrir,  han introducido una nueva rama de su ciencia, si es que la psicología se puede considerar una ciencia, y y la llaman la psicología positiva. Intenta entregar a las personas caminos para alcanzar lo que se entiende hoy en día por felicidad, que sería un bienestar emocional basada en la superación de las carestias comunes en el pasado como la falta de dinero, unas buenas relaciones familiares y sociales, herramientas para superar los conflictos, en fin, un concepto de felicidad basada en el equilibrio de las emociones y la superación de las realidades externas e internas que provocan sufrimiento, que para muchos es el gran mal del hombre. Se trata de un concepto de la felicidad muy lejano al clásico respresentado por Aristóteles, que consideraba que la felicidad consiste en la práctica de la virtud, entendida como excelencia en la vivencia de la moral y la vida social.  

Si la felicidad es una realidad tan deseada por todos los hombres que no nos equivocamos en pensar que Dios en su revelación recogida en la Biblia habrá dicho algo improtante acerca de ella. La Biblia contieneun buen número de libro que se proponen ayudar al hombre bíblico a vivir bien, de acuerdo con su natualeza de ser creado a imagen y semejanza de Dios y llamado a la comunión con Él. En el Antiguo Testamento, se llaman libros sapienciales, es decir, que tratan de la sabiduría, de la inevitable suerte del hombre de tener qjue sufrir, pese a que intenta con todo sus fuerzas a hacer el bien, como es el caso de Job, y así otros como el primer salmo que reza: "Feliz el hombre aquel que  no va al consejo de los impíos, ni en la senda de los pecadores se detiene, ni en elbanco delos burlones se sienta, mas se complace en la ley del Selor, y su ley susurra día y noche. Es como un árbol plantado junto a corrientes de agua, que da a su tiempo el fruto y jamás se amustia su follaje, todo lo que hace sale bien". )vv 1-3). También Jesús trata de la felicidad y el modo de alcanzarla en las Bienaventuranzas con las que San Mateo, nuestro evangelista este año, abre el Sermón de la Montaña de Jesús.

Fiel a su costumbre de decir con toda claridad la verdad y no dorar la píldora, la receta de Jesús para la felicidad nos puede sorprender bastante. Comienza diciendo: "Felices los pobres en espñiritu". Esto no excluye a los pobres que son pordioseros, los que no tienen de que comer o satisfacer sus necedades básicas, sino también otro tipo de pobre que posiblemente no le falta dinero. En el Antiguo Testamento, el pobre es el que está como agachado, totalmente dependiente de Dios y de lo que Dios le ofrece. No tiene otra seguridad. Su confianza está exlusivamente puesta en Dios. Este grupo de personas, que formaba parte del resto fiel del que hablan los profetas, se denominan anawin. Para ellos, Dios es su "fuerza, su luz y su salvación". Basan su felicidad en el cumplimiento de la voluntad de Dios. A ellos les pertenece el Reino de los Cielos, porque se dejan gobernar por Dios y su voluntad.

¿Cómo puede afirma Jesús que los que lloran son felices? El que sufre o llora en este mundo y no se da cuenta de que, en palabras de San Pablo "la figura de este mundo pasa", podria desesperarse porque no ve otra perspectiva, pues el dolor y en general el sufrimiento es inevitable en este mundo que para muchos es "un valle de lágrimas". El cristiano vive de la gran esperanza de la promesa de Dios hecha realidad por la muerte y la resurrección de Jesús. En el Libro del Apocalipsis leemos: Luego vi un cielo nuevo y una tierra nueva --porque el primer cielo y la primera tierra deaparecieron, y el mar no existe ya...Y oí una fuerte voz que decía en el trono: "Esta es la morada de Dios con los hombres. pondrá su morada entre ellos y elos serán su pueblo y él, Dios con ellos, será su Dios" (Apoc 21. 1.3). En el mismo sentido,  Jesús concluye sus bienaventuranzas con otra afirmación paradójica: "Bienaventurados los perseguidos por la cas de la jsticia, porque de ellos es el Reino de los cielos" y los que son injuriados, perseguidos y víctimas de mentias, "porque  grande será vuestra recompensa en el cielo ". En estos tiempos  muchos miles y millones de cristianos están siendo perseguidos. La promesa de Jesús en estas bienaventuranzas es su consuelo.

Dado que el tiempo no da para comentar los ocho bienaventuranzas, no quiero dejar de mencionar esta: "Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos experimentarán la misericordia". En realidad,  esta es la síntesis y la cumbre de todas las bienaventuranzas, pues nuestra felicidad proviene precisamente del nivel de nuestra identificación con Jesucristo, Hijo de Dios. Toda la Biblia revela a Dios como compasivo y misericordioso. Es lo opuesto  de un dios deísta, lejano y despreocupado de su criatura el hombre que ha hecho a su imagen y semejanza, y que quiere que llegue a ser "hijo en el Hijo". El Papa San Juan Pablo II afirmaba que la misericordia de Dios es la expresión más exquisita de su amor, y San Juan en su primera carta afirma que "Dios es amor". Más adelante en el Sermón de la Montaña, Jesús exhorta a sus oyentes a "ser perfectos como vuestro Padre Celestial es perfecto", frase que en San Lucas se transforma en "ser misericordiosos como vuesto Padre Celestial". Basándose en la Sagrada Escritura, la Iglesia ha formulado las Obras Temporales y Espirituales de Misericordia para ayudarnos a cumplir lo que Jesús nos porponeenesta bienaventuranza.

Puede que nos parezcan exageradas estas propuestas de Jesús, pero no debemos de olvidar que Dios no nos pide nada que sea imposible y, por el contrario nos ofrece la gracia de cumplir sus mandamientos y su voluntad en nuestra vida. Esta es el misterio de la "gracia asombrosa".  


            

sábado, 21 de enero de 2017

INICIO DEL MINISTERIO PÚBLICO DE JESÚS SEGÚN SAN MATEO

HOMILÍA, III DOMING DE TIEMPO ORDINARIO, CICLO A, 22 DE ENERO DE 2017.

A lo largo de este año, nos toca escuchar una lectura contínua del Evangelio y hoy se comienza  con el traslado de Jesús de Judea a Galilea, con la noticia de la muerte de San Juan Bautista. Dado que San Mateo escribía su evangelio para cristianos de origen judía, con no poca frecuencia nos indica con citas del Antiguo Testamento cómo Jesús va cumpliendo lo previsto en las profecías antiguas. Así es hoy también. Nuestra primera lectura del libro de Isaías, que cita San Mateo, se lee también en tiempo de Adviento. Está situada alrededor del año 721. a. C. cuando el Imperio de Asiria, que como todo gran imperio aplastaba los pequeños países o los sometía su hegemonía, conquistó el reino del NOrte de Israel, cuya capital estaba en Samaría. La política de Asiria consistía en llevar parte de la población de un país conquistado a otra parte del imperio y trasladar a otra población a ese lugar. Así es cómo llevaron a Samaría a muchos paganos. Así es como empieza nuestra primera lectura del Profeta Isaías hoy: "El Señor humilló la tierra de Zabulón y la tierra de Naftalí". La Biblia cuenta que al ingresar en la Tierra Prometida, bajo Josué, la tierra fue asignada a las doce tribus, y el territorio alrededor del Lago de Galilea le tocó a la tribu de Neftalí y un poco más al sur, la tierra de Zabulón. precisamente la zona de Galilea donde Jesús daba inicio a su ministerio. Debido a esta desgracia, permitida por Dios como castigo de los pecados del los israelitas, la zona había caído en la tiniebla, por el dominio de los paganos. Dios promete que va a brillar una gran luz. "Sobre los que vivía en una tierra tenebrosa, brilló una gran luz". Se trata de una ocasión de gran alegría y el profeta la describe como la distribucuón del botín cuando se ha ganado una batalla o  la liberación del pueblo de un gran yugo de la esclavitud. El pueblo que vivía en las tenieblas ha visto una gran luz". El cumplimiento de las profecías así como los milagro portentosos, también previstos por los profetas eran para los primeros cristianos pruebas evidentes de la autenticidad de la misión de Jesús como Mesías. Ellos también experimentaban en sus propias vidas esta liberación y esta gran luz al llegar a la fe en Jesucristo, Hijo de Dios y Salvador.

El tema de la luz y las tinieblas es recurrente en los Evangelios y en todo el Nuevo Testamento. ¿Qué significa? A nosotros que contamos con la luz  eléctrica no nos impresionan tanto las tinieblas. En aquella épioca, una vez que se ponía el sol, se contaba tan solo con unas candelas, o si uno contaba con más recursos, con unas lámparas de aceite, para poder ver el la noche. Por ello, se acostaban temprano y se levantaban al salir el sol. Además, pensaban que una multitud de demonios habitaban en lugares oscuros entre las rocas etc. y tenían que andar con mucho cuidado para que no se metiera algún demonio en su cuerpo, el el brazo u otro miembro. La noche no era momento para viajar, dado que fácilmente se podía tropezar y caer, además, del hecho de que los que asaltaban en los caminos hacían sus fechorías en la noche. En cambio, de día uno puede realizar con faciliadad las tareas necesarias para la vida, y en un país como Israel donde hay mucho sol, como también en España, se aprecian los días de sol. No es de extrañar que los egipcios y otros consideraban que el sol era un dios, pues de su luz depende toda vida. Sin luz y agua no hay plantas, y el hombre no puede sobrevivivir.

La luz es un medio por el cual se nos manifiesta la realidad. Gracias a ella entramos en contacto directa con nuestro mundo de alrededor. También existe la luz del entendimiento o la razón, gracias a la cual podemos comprender nuestro mundo y razonar, es decir, sacar conclusiones de unas premisas de acuerdo con las leyes de la lógica, que es cómo funiona nuestra mente. La Biblia nos dice que Dios es luz, y no hay en Él tiniebla alguna, significa que simbólicamente las tinieblas se refieran al mal que provoca miedo  y angustia en el hombre, mientras así como la vidia proviene de la luz del sol, paralelamente todo bien proviene de Dios. Existe también lo que se llama "la luz de la gloria" (lumen gloriae). En el cielo, nos encontraremos con a nueva realidad maravillosa y misteriosa que va mucho más allá de la fuerza y la capacidad de nuestra pobre y fatigosa razón. Por ello, Dios nos dará esa  nueva luz por la cual podremos captar lo que "ojo no ha visto, ni oído escuchado" entre aquello que Dios tiene reservado para los santos. En todo caso, a través de nuestra incorporación a Jesucristo en el bautismo, se comienza ya en esta vida esta nueva realidad, y somos "iluminados" (en la antiguedad el bautismo se llamaba iluminación, o photismós  en griego). De momento en este mundo contamos tan solo con una luz ténue que también se puede perder debido a la posibilidad de caer en el pecado y dejar de "caminar en la novedad de vida", como dice San Pablo. Pues, el inicio de la predicación de Jesús  en Galilea  significa la llegada de esta gran luz prevista por Isaías unos sietecientos años añtes.

A  nosotros no nos es fácil reconocer nuestros vicios y malos hábitos, de manera que sin duda todos tenemos   no pocas tinieblas dentro. Al inicio de la misa realizamos la Liturgia Penitencial y reconocemos que hemos pecado de palabra, obra y omisión y nos golpeamos el pecho. Este gesto no es algo que no tenga que ver con la realidad de nuestra vida. Si al examinar nuestra conciencia, no encontramos pecados graves, es una gracia de Dios, pero eso no quita que tengamos al enemigo dentro, como una suerte de quinta columna o caballo de Troya. No cabe duda de que somos los peores jueces de nuestra propia causa y que somos expertos en condenar a los demás por sus errores y pecados. Jesús lo dice bein en el Evangelio cuando dice que tenemos que quitas la viga de nuestros propios ojos para poder ver la paja que hay en el del otro. Nadie, por su propia voluntad, sin la gracia de Dios, puede  evitar definitivamente el pecado por largo tiempo. Esto se debe a que hemos quedado heridos por el pecado original que sí se ha quitado con el bautismo, pero queda esta debilidad que se llama concupiscencia. Esta tendencia consiste en nuestra incapacidad de someter las fuerzas de las pasiones y los instintos al dominio de la razón ilumnada por la fe, y tenemos una tendencia al mal  que hay que controlar. Eistein decía que había dos cosas que le llamaban poderosamente la atención: el orden del universo y la capacidad de autoengañarse el hombre. Lo vemos claramente en el caso del alcohólico que no reconoce que tiene un problema con la bebida. Preguntémonos hoy al inicio de esta año 2017, cuáles son las tinieblas que hay en mi vida. Todos los santos y maestros espirituales insisten en la importancia del conocimiento propio, y no creamos que es fácil porque no nos gusta reconocer los vicios que tenemos. Que el Señor no dé su luz para acoger su gracia y caminar en la luz por el camino él nos ha marcado en el Evangelio. Tenemos una nueva oportunidad para hacerlo al inicoi de este nuevo año.          

sábado, 14 de enero de 2017

LA VOLUNTAD DE DIOS

HOMILÍA II DOMINGO DE TIEMPO ORDINARIO, CICLO A, 15 DE ENERO DE 2017

Hoy quiero fijarme en nuestra segunda lectura, tomada de la Primera Carta de San Pablo a Los Cristianos de Corinto, dado que a lo largo de los siguientes domingos vamos a estar leyendo una serie de extractos de esta importante carta de San Pablo. Después de su encuentro con el Señor resucitado,  Pablo se retiró a Arabia, probablemente parte de lo que es ahora Jordania durante tres años. Luego cuenta que viajó a Jerusalén y estuvo predicando en Tierra Santa, pero al parecer su mensaje provocaba rechazo y un cierto miedo a que fuera a provocar persecución. Entonces, se retiró, o lo obligaron a retirarse a su ciudad natal de Tarso, que se encuentra en la costa oriental de lo que es ahora Turquía, no lejos de Siria. Pasado algún tiempo, llegó Bernabé a Tarso y lo llevó consigo a Antioquía. Después de un tiempo más la comunidad descidió enviar a Pablo y Bernabé a misionar, primero en Chipre y en el sur de lo que es ahora Turquía. Chipre era la tierra natal de Bernabé. Pensaría que dado que Bernabé era de allí, el evangelo tendría mejor acogida. La misión no fue un exito total. Posteriomente, se lanzaron a otra misión y ahora decidieron concentrarse en las comunidades judías de la dispersión, de manera que Pablo dedicó mucho tiempo y esfuerzo al intento de convencer a los judíos y a sus líderes en las sinagogas que Jesús era el Mesías esperado por el pueblo de Israel. Así que, dedicó mucho tiempo a discusiones con los judíos acerca de los tetos mesiánicos de los profetas, en el intento de convencerles de que lo que Dios había revelado en tales textos se cumplía en Jesús. Encontró mucha oposición y a veces lo apaleaban y lo expulsaban se su pueblo. Luego, llegó a Atenas, y estando paseando por la ciudad, se encontró con un templo dedicado al dios desconocido. Tramó un buen discurso y lo presentó a los filósofos, pero una vez que empezó a contarles cómo Jesús había resucitado le dijeron que lo escucharían otro día. No les interesaba el tema de la resurrección de los cuerpos, pues eran platónicos y esta doctrina contradecía la  de Platón sobre el cuerpo como cárcel del alma. Cosechó, pues, otro fracaso.

Pablo se fue de Atenas hasta Corinto, que no está lejos. Era una ciudad cosmopolita, con un puerto importante y allí los romanos habían llevado a muchos colonos, veteranos de guerras. Allí recibió una revelación de Dios que le aseguraba que Él había preparado para sí allí en Corinto un gran pueblo. Se quedó allí más de dos años y formó la primera comunidad cristiana con la ayuda de Aquila y Priscila que era judíos expulsados de Roma con quienes se hizo amigo. Podemos suponer que la comunidad cristiana de Corinto, como las demás comunidades fundadas por Pablo y sus colaboradores con contaría con más de unas 50 o 60 personas. Se reunían en casas, pero casas de los más acaudalados, pero no tan grandes que pudieran caber en ellas muchas más personas. Pablo se había ido a otra parte a fundar otra comunidad y los cristianos de Corinto le enviaron una carta con una serie de consultas sobre problemas que había surgido entre ellos. Uno era la existencia de facciones en la comunidad, otro si era permitido a los cristianos comer carne sacrificada a los ídolos, otro sobre el modo de celebrar la Eucaristía, y finalmente sobre la resurrección de los muertos. Los siguientes domingos iremos escuchando pasajes relacionados con estos temas, pero en este momento vamos a comentar  un poco el breve pasaje que nos toca hoy.

La carta comienza con un saludo, que era tradicional en la correspondencia epistolar de la época. Pudiera parecer que eso no pasa de ser algo convencional, pero hay más. La carta comienza con el nombre de Pablo, Paulos, en griego. Era un nombre romano, pero sabemos que en el camino a Damasco Jesús resucitado desde el cielo lo llamó "Saulo", que era su nombre judío, el nombre de Saùl, el primer rey de Israel. Pablo era también de la misma tribu que Saúl. Había asumido este nombre romano, pues se dedicaba a viajar por el Imperio propagando el cristianismo. Él había adquerido una excelente formación en la Biblia a los pies del gran rabino Gamaliel en Jerusalén. Prosige: "llamado apóstol de Cristo Jesús". Él no se presenta como uno que viene con su propia autoridad, sino como llamado para una misión. Su vida y su misión pertenecen a otro, a Cristo Jesús. La palabra Xristós en griego sigifinica ungido o maschal en hebreo, Mesías. Sabemos que el nombre Jesús, que el el mimso que Josué, que el ángel comunicó a María en la annciación, significa Yahvé salva. La identidad fundamental de Pablo, como apóstol, palabra que significa enviado, del verbo apostellein  queda expresada por su relación con Jesús. A los Gálatas les dice "Ya no vivo yo, sino Cristo vive en mí" (2,20). Así también, la identidad de todo cristiano queda establecida por su relación, su incorporación con Jesucristo que se ha realizado en el bautismo.

 Pablo se declara apóstol por la voluntad de Dios. Tambièn nuestro salmo responsorial de hoy nos lleva a repetir "He aquí, Señor, yo vengo a hacer tu voluntad". Si para San Pablo, toda su vida, su ministerio, su misión corresponde a la voluntad de Dios claramente manifestada en su conversión en el camino a Damasco, entonces nosotros debemos de tomar en serio la voluntad de Dios en neustra vida. También la Carta a los Hebreos, citando este salmo manifiesta que la actitud de Jesús al entrar en este mundo fue precisamente su deseo de cumplir en todo la voluntad de su Padre. A lo largo de los evangelios, y sobre todo en su oración en el huerto de Gensemaní Jesús repite este leit motif: "No he venido a hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió" (Jn 6,38). Lo mismo dígase de la Santísima Virgen María cuando el ángel le reveló la misión que Dios le encomendaba. Ella responde clarmente "hágase en mí según tu palabra", y esta misma actitud regía toda su vida, como la de todos los santos. Es prácticamente imposible exagerar la importancia del cumplimiento de la voluntad de Dios en la vida de cada uno de los cristianos, de nosotros. La voluntad de Dios se manifiesta en la ley de Dios que nos enseña la Iglesia, en el cumplimiento de los deberes concretas de cada momento de nuestras vidas. En algunos aspectos es igual para todos, como por ejemplo el cumplimiento de los mandamientos, pero también varía según las circunstancias concretas de la vida de cada uno. ¿Cómo podemos alcanzar la santidad, la felicidad? Pues, la respuesta es muy sencilla, cumpliendo en cada momento la voluntad de Dios según nuestros compromisos y estado de vida. No será igual para una persona casada con hijos que para una  religiosa o un sacerdote, para una persona viuda etc. No puede estar  más allá de nuestras fuerzas cumplir la voluntad de Dios en cada momento. Si pensáramos eso, estaríamos cayendo en una suerte de blasfemia contra Dios y acusándole de imponernos deberes que nos son imposibles de sobrellevar. Estaríamos acusando a Dios de ser un embaucador.

Pablo prosigue a mencionar los destinatarios de su carta: "la Iglesia de Dios que está en Corinto". La palabra Iglesia, en griego ekklesía  proviene de la preposición ek y del verbo kalein que significa llamar. Por lo tanto, los miembros de la Iglesia somos "llamados de", obviamente  del mundo y consagrados a Dios por Jesucristo. En otras ocasiones, Pablo recuerda a sus cristianos ell tipo de vida que vivían antes de ser llamados a formar parte de la Iglesia, de llegar a ser hijos de Dios en su Hijo Jesucristo. Tiene que haber una diferencia radical entre el cristianos, llamado desde el mundo con toda la maldad, los vicios que lo caracterizan a ser miembro vivo del Cuerpo de Cristo. Es más, la Iglesia es de Dios. Nadie puede inventar la Iglesia o de ella otra cosa que no sea lo que eDios a querido y manifestado en Jesucristo Nuestro Señor.  

El apóstol afirma que los miembros de la Iglesia en Corinto están "consagrados" en Cristo Jesús. También con frecuencia llama a sus cristianos santos. La palabra santo en el Antiguo Testamento signfica separado, pues en cuanto que Dios es transcendente, está separado del mndo y todo lo  que está unido a Dios  y en relación con Él  es santo.

Pablo afirma: Esta es la voluntad de Dios, vuestra santificación. (1Tes 4, 3). Tal santificación se realiza por formar parte de la Iglesia, que a su vez es propiedad exclusiva de Dios, y para formar parte de ella, tenemos que ser llamados fuera del mundo y todo lo que signfica. La voluntad de s Padre era la ley suprema para Jesús, y sabemos cuánto le costó humanamente acogerla cuando se trataba del supremo suplicio de la cruz. Que al inico de este año, atendiendo a Jesús y a San Pablo aprendamos a cumplir con cabalidad la voluntad de Dios en todo momento y circunstancia, como tantas veces repetimos cuando rezamos el Padre Nuestro. Hágase tu voluntad en la tierra como el en cielo.                

         

sábado, 7 de enero de 2017

EL BAUTISMO DE JESÚS

HOMILIA, FIESTA DEL BAUSTISMO DE JESÚS8 DE ENERO DE 2017.

El domingo que sigue la Solemnidad de la Epifanía, celebramos el bautismo de Jesús. En el siglo IV, el día 6 de enero, la Epifanía se realizaba bautismos, como también el l Vigilia Pascual y en Pentecostés. Saltamos, pues de la contemplación de Jesús como niño en la Navidad a Jesús ya de 30 años de edad, después de todo ese intervalo del que San Mateo no nos entrega ninguna noticia, a este gran misterio de su bautismo en el rio Jordán.

A diferencia de los evangelios de San Marcos y San Lucas, Juan batizaba más o menos en el mismo lugar desde donde Josué cruzó el mismo río con el pueblo de Israel y bastante cerca del Monte Nebo desde el  Mosés pudo contemplar la tierra prometida, aunque sin entrar en ella. Se trataba de la ribera oriental del Jordán, y para llegar allí, los judíos de Jerusalen y de Galilea tenía que cruzar el río, asi como unos 1200 años el pueblo lo hio bajo el liderazgo Josué. Se trata, pues, del paso de la tierra de las tinieblas, de Egipto a la tierra prometida. Así también lo consideraban los cristianos de los primeros siglos. Ellos entraban en la pila de bautismo desde occidente, que simbolizaba las tinieblas, la opresión bajo el Faraón, y los faraones de nuestro mundo, hacia la verdadera tierra prometida. Luego en la celebración  de la Eucaristía en la misma Vigilia Pascual, se les daba de beber leche y miel como signo de su entrada en la Tierra Prometida. También, el baustismo se hacía con los catecumenos desnudo recordando el estado de Adan y Eva en el Jardin de Edén. El pecado los hio perder la inocencia y se taparon con hojas de higuera. También en los iconos más antiguos representan a Jesús salidendo del Jordan desnudo por, pues El no fue afectado por el pecado original.

 San Mateo tiene a Juan el Bautista resistiéndose a la petición de Jesús de ser bautizado. Podemos suponer que los cristianos de la comunidad de San Mateo se extrañaban del hecho de que Jesús se presentara como un judío cualquiera que pedia el bautismo como señal del perdon de los pecados, cuando obviamente Jesús, el Hijo de Dios no tenía pecados. Jesús responde a Juan diciendo que lo deje suceder que "conviene que se cumpla toda justicia". Juan proclamaba un mensaje de un juicio duro y fulminante  para los pecadores. En cambio, Jesus al hablar de "toda justicia" entiende que Dios no quiere la muerte del pecador sino que se arrepieta y viva. Recordemos la parabola de la oveja perdida que manifiesta con tanta fuera las ganas que Dios tiene de recuperar la oveja perdida, no de que se pierda o sea  condenada.  

Jesus salio del río al otro lado y el evangelio dice que "el cielo se abrió". Esto no se refiere a algún fenómeno meteorológico. Más bien los judios se lamentaban de la falta de profetas a lo largo de varios siglos. Durante unos cinco siglos Dios mandó a los profetas a Israel para comunicar a su pueblo su mensaje de arrepentimiento y el verdadero sentido de la Alianza, pero no le habían hecho caso. De manera que para ellos el cielo estaba cerrado, en cuanto que Dios no les manifestaba ya su voluntad a través de los profetas. Ahora, con el bautismo de Jesús y el inico de su ministerio público, otra vez se abre el cielo y Dios habla a su pueblo.

Luego, baja la paloma del cielo. Una vez más, no es que se está refiendo principalmente a la aparicionde un ave, sino más bien tenemos que buscar en el Antiguo Testamento el signifcado de este hecho. Rcordemos que en el diluvio, cuando empezaba a bajar el nivel del agua, Noé soltó una paloma. La paloma simboliza la paz.   En el inicio del relato de la creación del mundo en el libro del Génesis, se dice que el Espíritu estaba aleteando sobre las aguas del caos. El diluvio significaba un nuevo inicio  y Dios promete que no volverá a destruir el mundo con otro diluvio, siendo el arco iris signo de esta pomesa de Dios. El Espíritu Santo había bajado sobre Maria en la Anunciación para que pudiera nacer Jesus, Hijo de Dios. Ésta sería una unción interior invisible. Ahora vuelve a bajar para guiarlo en toda su ministerio, en el esfuerzo de ganar a los hombres para Dios a través de su bondad, su amor al hombre, pues no vino para condenar al mundo sino para que se salve por Èl. La tercera venida del Espíritu Santo se da en Pentecostés cuando el nacimiento de la Iglesia, Cuerop de Cristo que tiene que llevar adelante la misión de Jesús hasta que vuelva en la gloria de su venida al final de la historia.

En tercer lugar, tenemos la voz del Padre que expresa su aprobación y complacencia en su Hijo. A Dios nadie lo ha visto jamás, pero debido a que cualquier hijo no solamente se asemeja a su padre en lo físico, sino de manera especial en sus valores, también Jesús es la imagen viva de Dios Padre. Todo lo que dice y hace es una manifestación del amor, de la misericordia, de la bondad de Dios Padre. "El que ha visto a mi, ha visto al Padre".

Con esta Fiesta del Bautismo del Señor, la Iglesia clausura la celebración anual de la Navidad. También es una oportunidad para reflexionar sobre el sentido de nuestro propio bautismo. Las personas que han sido bautizados de adultos, como en la antiguedad era el caso de la mayoría, consideran que el día de su bautismo ha sido el día más grande e importante de su vida, y tienen razón. Ciertamente, conviene agradecer a Dios el don de la vida cuando celebramos nuestro cumpleaños, pero el nacimiento a la vida nueva en Cristo es incluso un acontecimiento de mayor relevancia. Con el bautismo hemos ingresado en el dinamismo que nos ha de llevar al final a gozar de la verdadera felicidad que no termina en el cielo. Cuántos hay que viven en la superficialidad y la frivolidad sin siquiera pensar en qué sentido tiene la vida. Los animales tienen tipo de vida inferior a nosotros y todo lo que hacen está programado por el instinto, de manera que dado que no tienen ni la ingeligencia o la razón ni la libertad, y no pueden darse cuenta de lo que signfiica su vida, pero el hombre si. Que por descuido y dejarnos llevar por los engaños del mundo que nos quiere presentar una felicidad falsa y barato, no dejemos que se nos pase la vida sin darnos cuenta de lo que en realidad significa el don de la vida y  el don de fe, gracias al cual podemos y debemos encontrar el sentido que Dios ha querido dar a neustra vida por nuestra unión con Jesucristo que comienza con el bautismo.