sábado, 29 de julio de 2017

LA VERDADERA SABIDURÍA.

HOMILÍA DEL DOMINGO XVII DE TIEMPO ORDINARIO, CICLO A, 30 DE JULIO DE 2017.

Nuestra primera lectura de este domingo está tomada del Primer Libro de los Reyes. El Rey Salamón, hijo de David, en la Biblia es el hombre sabio por antonomasia. Se demuestra su sabiduría, por ejemplo, en el episodio bien conocido de las dos mujeres que acuden al rey porque las dos habían dado a lus a hijo, y estando acosadas las dos juntamente con los bebés, una de ellas  por un error, se acostó encima del niño y quedó muerto. Ella coge al niño muerto y lo coloca al lado de la otra y coge el niños vivo de la otra y lo coloca al a lado suyo. Al desperarse la otra, se dio cuenta de que el niño muerto no era suyo y ambas acuden al rey por la otra insisitía que el niño vivo era suyo. El rey pide una espada y pretende que va a cortar al niño en dos, y con eso la que engañaba descubrió el pastel y reconoció  que el niño no era de ella.

En el episodio de hoy  el rey sabio  se enuentra  en un lugar llamado Gamboa y tiene un sueño en el que Dios le dice que le pida lo que más quiere y promete darselo. Salamón pidió sabiduria para poder goberarn el Pueblo de Dios y el mismo Dios lo felicita por no haber pedido otra cosa como la vida de sus enemigos o larga vida para él. Preguntémonos nosotros sinceramente que si Dios nos pregutara qué es lo que más queremos y qué responderíamos. Claro, podríamos prentender ser más piadosos de lo que somos, pero con toda sinceridad la pregunta se riefiere a o que más buscamos y anhelamos, auqello  acerca del cual pensamos y nos preocupa y angustia. Si decimos que es la gloria de Dios y la vida eterna, entonces pregutémonos cuántas veces al día pensamos en estas cosas y que´concretamente hacemos para alcanzarlos. Ni Dios puede daros la vida eterna y la felicidad plena y perfecta que no termina, si nosotros realmente no queremos estas cosas, si no las buscamos máñana tarde y noche. Eso no quiere decir que tenemos que estar pensando en estas cosas todo el día, sino que sean de verdad el fin o objetivo último de todo lo que hacemos. Si de verdad buscamos con todos nuestro ser la vida eterna y la gloria de Dios, nos preocupamos por tener una idea clara acerca de aquell en lo que consisten. ¿Cómo podemos decir sinceramente que buscamos el Reino de Dios y su justicia, como dice Jesús, si no nos preocupamos por conocer a Jesús, por entrar en una relación personal con Él y cumplir su voluntad. Si no lo hacemos, seremos como los que dicen !" Señor, Señor", pero no hacen la voluntad de Dios, es decir, las palabras son baratas, u abras son amores, no buenas razones, en palabras del refrán.

Pasemos ahora a nuestro pasaje evangélico de hoy en el que San Mateo presenta, como en los dos domigos anteriores, tres parábolas más que intentan dar a conocer de manera concreta y accesible a cualquiera no importa su nivel de educación, en qué consiste el Reino o reinado de Dios. Normalmente, la primera lectura, tomada del Antiguo Testamento presenta el mismo tema que el evangelio, y así es hoy. En primer lugar, tenemos el caso de un buscador de tesoros que encuentra un tesoro de inmeso valor en un campo. Va enseguida y compra el campo para poder tener ese tesoro, y el del mercader de perlas que encuentra una perla peciosa de mayor valor que todo el resto de sus perlas. Sin pensarlo dos veces se va a vender todas las perlas que tenía  para poder comprar esa perla que vale más que todas ellas. Hay que decir que en tiempos bíblicos, la perlas eran un producto muy valiosa, más que el oro, porque se tenían que traer desde lejos, desde Oriente. Con estas historietas, Jesús intenta convencer a sus oyentes que el Reino de Dos se asemaja a esta situación del tesoro escondido en el campo o la perla preciosa. Es algo tan extraordinariamente importante que para poderlo tener, hay que deshacerse de todo lo demás.

Si el Reino o reinado de Dios vale tanto, y hay que deshacerse de lo más valioso que tenemos para poderlo tener o entrar en é, conviene preguntarnos, qué quiere decir Jesús con este concepto que es el gran tema de su pedicación. Cuando Pilato preguntó a Jesús si es Rey, respondió que sí pero su rieno no es de este mundo, y además dijo que para eso había venido al mundo, de manera que el Reino es la razón de de la vida y la misión de Jesús, y para conquistarlo tuvo que entregarse a la muerte en la cruz. ¿Entonces, en qué consiste? Si volvemos a los primeros capítulos del Libro del Génesis, vemos cómo Dios creó el mundo de la nada, separando cada cosa de las demás  y colocando al hombre en la cúspide de todo lo que que había creado. Había un orden perfecto en el universo, simbolizado por la imagen del Jardín de Edén, la armonía y la comunión del hombre con Dios, entre sí y con la misma natualeza. Además, se dice que estaban desnudos y eso no presentaba ningún problema para ellos, y como despuñes de dejarse engatusar por la serpiente que representaba el demonio, descubrieron la lujuría y se taparon con hojas de higuera. Ese orden maravilloso se perdió por el deseo del hombre de ser como Dios y poder decidir para sí mismo que es bueno y qué es malo, rechazando así su condición de criatura totalmente dependiente de Dios y creando un desosrden el el universo. Enntonces, Dios quiso reestablecer ese orden entre Él y el hombre, y en todo el universo. Lo hizo a través de la vida, la misión, a muerte de Jesús en la cruz y su resurrección, que es lo que quier decir Jesús con las dos peticiones del Padre Nuestro: "venga tu Reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.  El -Reino de Dios trata del orden que Dios ha establecido en el universo, con Jesucristo como el Rey, el que como escribe San Pablo a los Filipenses: "Para que al nombre de Jesús, toda rodilla se dobe en los cielos y en la tiera y en los abismos,  toda lengua confiese que Cristo Jesús es el Señor para gloria de Dios Padre" (2,10-11). También, al final del Evangelio de San Mateo, Jesús resucitado dice: "Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes bautizádolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Sato, y enseñándoles a guardar todo lo que les he mandado.. Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mund? (28,18-20). Por tanto, nada se escapa del dominio de Jesús como Señor y Rey, también el mundo económico y político, aunque este mandato nada tiene que ver con una teocracia, al estilo de Islam.

Como hemos visto en la primera lectura, Dios le concedió a Salamón el don de la sabiduría para poder gobernar al pueblo de Israel. E Libro de los Proverbios, uno de los libros bíblicos llamados sapienciales, comienza con la afirmación: "El principio de la sabiduría es el temor de Dios" (1,7) y Santo Tomás de Aquino afirma que "es propio del sabio ordenar" (sapientis est ordenare). Por lo tanto, se  puede ver aquí dos aspectos importantes de la sabiduría, el temor de Dios, como también Santo Tomás distingue, se trata del temor filial, el el termor servil, el propio del esclavo, sino del hijo. Hemos visto cómo el Reino de Dios o de Jesucristo, que en el Padre Nuestro pedimos a Dios que venga, es el nuevo orden que vino a establecer Jesús, debido a que en el principio el hombre había roto tal orden por el Pecado Original y posteriormente por todos los demás pecados. Por eso, se dice también que Jesús "reina desde la cruz" y cómo dice la letra de una canción que se puede cantar en la misa: "Tu reino es vida; tu reino es verdad; tu reino es justicia: tu reino es  paz. !Venga tu Reino, Señor" ,

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