SIN
EL CONTROL DE LA SEXUALIDAD, UNA CIVLIZACIÓN ESTÁ ABOCADA A LA
EXTINCIÓN.
El
Beato Pablo VI, en su famosa Encíclica Humanae Vitae, escribe:
Nos
queremos en esta ocasión llamar la atención de los educadores y de
todos aquellos que tienen incumbencia de responsabilidad, en orden al
bien común de la convivencia humana, sobre la necesidad de crear un
clima favorable a la educación de la castidad, es decir, al triunfo
de la libertad sobre el libertinaje, mediante el respeto del orden
moral.
Todo
lo que en los medios modernos de comunicación social conduce a la
excitación de los sentidos, al desenfreno de las costumbres, como
cualquier forma de pornografía y de espectáculos licenciosos, debe
suscitar la franca y unánime reacción de todas las personas,
solícitas del progreso de la civilización y de la defensa de los
supremos bienes del espíritu humano. En vano se trataría de buscar
justificación a estas depravaciones con el pretexto de exigencias
artísticas o científicas [25],
o aduciendo como argumento la libertad concedida en este campo por
las autoridades públicas. (22)
En
otro párrafo de la misma Carta Encíclica, afirma:
Consideren,
antes que nada, el camino fácil y amplio que se abriría a la
infidelidad conyugal y a la degradación general de la moralidad. No
se necesita mucha experiencia para conocer la debilidad humana y para
comprender que los hombres, especialmente los jóvenes, tan
vulnerables en este punto tienen necesidad de aliento para ser fieles
a la ley moral y no se les debe ofrecer cualquier medio fácil para
burlar su observancia. Podría también temerse que el hombre,
habituándose al uso de las prácticas anticonceptivas, acabase por
perder el respeto a la mujer y, sin preocuparse más de su equilibrio
físico y psicológico, llegase a considerarla como simple
instrumento de goce egoísta y no como a compañera, respetada y
amada.
Es
de todos conocido que al publicarse esta encíclica, un gran número
de teólogos, sacerdotes e incluso obispos disintieron de esta
doctrina, que ha sido la que la Iglesia siempre ha enseñado. Después
de casi 50 años de la publicación de esta encíclica emblemática
del Papa Pablo VI, podemos decir que todo lo que temía en Papa en
estos párrafos e incluso más ha sucedido. Hoy en día, gracias al
uso prácticamente universal de los anticonceptivos, es raro encontrar
una pareja que se presente en una parroquia no haya practicado el
sexo antes del matrimonio, o que no lleven hasta años conviviendo en
una unión de
facto. Reduciendo
los varios argumentos falaces de los teólogos y pastoralistas que
rechazaron la doctrina católica reafirmada en esta carta de Pablo VI
a sus líneas fundamentales, podemos decir que ellos han dicho a los
fieles católicos: “El Papa y con él toda la tradición de la
Iglesia a lo largo de los siglos están equivocados”. Ustedes no
les hagan caso. Más bien, hagan caso a nosotros que hemos estudiado
el tema y pueden tranquilamente hacer uso de los anticonceptivos
cuando lo juzguen necesario, siguiendo su conciencia”. Esta frase
“sigue tu conciencia” llegó a ser una frase talismán.
La
encíclica fue publicada precisamente en el año 1968 que resultó
ser un año fundamental en el desarrollo de la vida cultural de
Occidente. En Estados Unidos se produjeron unas enormes marchas
violentas en contra de la guerra en Vietnam. En Europa, en primer
lugar en Francia, en
mayo y junio de aquel año,
una rebelión de estudiantes, que logró el apoyo de muchos
trabajadores sacudía profundamente los cimientos del país hasta el
punto que el entonces Presidente, Charles De Gaul temía
que las protestas se convirtieran en una insurrección. Se trataba de
protestas en contra de la sociedad del consumo. Lo que empezó en
Francia se extendió a muchos otros países europeos, y también a
México, donde se iban a celebrar las Olimpiadas de aquel año, y
donde el gobierno mató a centenares de estudiantes. Muchos
consideran que en aquel año se lanzó al mundo la revolución
sexual, aunque ya antes con el movimiento de los hippy
el amor libre, se había anticipado al menos en parte.
A
continuación voy a dar uno antecedentes históricos de la revolución
sexual. Ya
en los años 20 del siglo pasado se dieron las primeras
manifestaciones de lo que posteriormente se llamó revolución
sexual. Algunos
argumentan que la revolución sexual, comprendido principalmente como
la aceptación de parte de la sociedad en general de la práctica del
sexo fuera del matrimonio monógama se iba gestando ya antes de la
introducción de la píldora anticonceptiva en los años 60. Parece
que en parte al menos las estadísticas avalan esta tesis. Prueba de
que ya en el año 1956 se hablaba de la revolución sexual la da la
obra del sociólogo de Harvard Pitrimin Solokin La
revolución sexual americana, en
la que escribe:
“La revolución sexual es tan importante como el trastrono político o económico más dramático. Está cambiando la vida de hombres y mujeres más radicalmente que cualquier otra revolución de nuestro tiempo… Cualquier cambio notable en el comportamiento respecto al matrimonio, cualquier aumento de la promiscuidad y las relaciones sexuales, contiene en sí consecuencias muy importantes. Una revolución sexual afecta drásticamente la vida de millones de personas, perturba profundamente la comunidad, e influye decisivamente el futuro de la sociedad” (http://billmuehlenberg.com/2009/07/14/more-bad-consequences-of-the-sexual-revolution) En la misma web se aportan unos datos que parecerían escalofriantes en otra época, pero corresponden a lo que muchas autoridades sanitarias en el mundo occidental proponen a la juventud. En el Reino Unido, el folleto del Servicio Nacional de Salud recomienda a los adolescentes, llamado Placer afirma que los adolescentes tienen derecho a una vida sexual caliente y asegura que “el sexo o la masturbación dos veces a la semana”, juntamente con el consumo de fruta y verduras es bueno para la salud. El folleto se titula “un orgasmo al día mantiene lejos al médico”. Esta frase se deriva de otra tradicional que dice lo mismo acerca de una manzana al día. Los expertos en el sexo hacen caso omiso del alarmante aumento del la promiscuidad entre los adolescentes, los embarazos del aumento de las enfermedades sexualmente transmitidas entre los adolescentes. No les importantan estas realidades a las élites sexuales que aconsejan a los adolescentes el desenfreno sexual. Ni hablar de la necesidad del autocontrol, la templanza y la necesidad de no entregarse al deseo de la gratificación instantánea.
El periódico dominical más leído en Inglaterra, The Sunday Times, recomienda a los padres que eviten intentar convencer a sus hijos acerca dela diferencia entre el bien y el mal al hablar con ellos del sexo. No deberían de insistir en valores para que los adolescentes puedan formar sus propias opiniones, de acuerdo con el folleto gubernamental. Esto parece ser un caso del zorro encargado del gallinero o de los locos encargados del asilo.
Este tipo de pseudo educación sexual que hace caso omiso de la formación del carácter, de la necesidad de enseñar a los jóvenes el respeto mutuo y el respeto por el propio cuerpo, que excluye cualquier tipo de formación moral en el caso del sexo ya lleva décadas y ha producido verdaderas tragedias en todas partes. No es de extrañar, pues, que en los países así dichos desarrollados de Occidente, que en realidad están en un estado de decadencia muy avanzado, según un estudio del prestigioso Pew Institute de Washington, un notable porcentaje de la población considera que el aborto no es siquiera una cuestión moral, o no tiene nada que ver con la moral. ¿Entonces de qué tratará la moral según este porcentaje notable de la población que ha imbuido estos falsos criterios?
En palabras de Edmund Burke, un gran parlamentario británico del siglo XVIII, : ” “La sociedad no puede sobrevivir si no se coloca en alguna parte un poder controlador sobre la voluntad y el apetito, y mientras hay menos en el interior, más tendrá que haber en el exterior. Está ordenado en la constitución eterna de la realidad que hombres de una mente intemperada no puedes ser libes”
Podríamos
preguntarnos cómo se ha llegado a tal nivel de insensatez y locura.
Un hito importante en este proceso lo constituye la actividad de
Alfred Kinsey, nacido
en 1894 en New Jersey y muerto en 1956, que dejó una huella profunda
en todo lo relacionado al sexo, sobre todo con sus estudio sobre la
sexualidad del hombre y de la mujer. Nació en una familia
protestante metodista, pero renunció al cristianismo para
convertirse en ateo ferviente. Recibió un Doctorado en Ciencias de
la Universidad de Harvard en 1919 y se dedicó al estudio de la
zoología, llegando a ser profesor auxiliar de la Universidad de
Indiana. Uno podría preguntarse cómo uno que se especializaba en
zoología se hubiera dedicado al estudio del comportamiento sexual
humano. A petición de mujeres de la Universidad de Indiana se formó
un Instituto que
ayudara a mujeres casadas o con intención de casarse y se encargó a
Kinsey esta labor. Descubrió que no había mucha investigación
hecha acerca del tema, de manera que él y su equipo realizaron hasta
18,000 entrevistas cara a cara sobre el tema. Su investigación fue
financiado en parte por la Fundación Rockerfeller. Sus conclusiones
y sus métodos de investigación fueron cuestionados, pero a pesar de
eso y de tipo de patrón que utilizó, llegaron a ser prácticamente
dogma no cuestionado a durante varias décadas.
Según
Wikipedia, la síntesis de los resultados adquiridos por Kinsey en
sus investigaciones es la siguiente:
-
El 37% de los hombres entrevistados experimentaron alguna vez un orgasmo homosexual a partir de la adolescencia.
-
El 13% de los varones sintieron deseos homosexuales, sin que se produjera por ello contacto físico alguno.
-
El 25% de ellos tuvieron experiencias homosexuales no incidentales entre las edades de 16 a 55 años.
-
El 18% mantuvieron igual número de relaciones heterosexuales que homosexuales durante un período mínimo de 3 años, entre las edades de 16 a 55 años.
-
El 10% tuvo una conducta estrictamente homosexual durante un período de 3 años como mínimo y entre las edades ya reseñadas.
-
Sólo un 4% manifestaba una conducta estrictamente homosexual durante toda su vida y ya manifiesta durante la adolescencia.
-
La
homosexualidad existía a todos los niveles sociales y
ocupacionales.
Su
trabajo sobre la sexualidad femenina, publicado en 1953, arroja los
siguientes resultados, igualmente recogidos por Wikipedia:
-
Sólo un 3% de las mujeres habían sido predominantemente homosexuales durante un período de 3 años como mínimo.
-
Las
mujeres, en contraste con los hombres, no solían ser promiscuas
y tenían sus relaciones homosexuales sólo con 1 o 2 compañeras
en el 71% de los casos
Los
resultados de las investigaciones cuestionables de Kinsey fueron la
base de una cantidad enorme de programas de educación sexual para
niños y adolescentes a lo largo de todas las décadas desde cuando
los publicó, y como se puede constatar del ejemplo que he citado
arriba de Inglaterra, en muchos países, no solamente Estados Unidos.
Lejos
de ser datos científicos, los resultados de los estudios
fraudulentos de Kinsey son más bien expresión de su propia
ideología que intenta pasar como comportamiento normal de la
población norteamericana del año 1940. Lo que intentaba, y en gran
medida logró, fue el rechazo de la ética judeocristiana tradicional
y la aceptación de parte de muchos académicos y posteriormente los
agentes de los medios de comunicación de una agenda de normalización
de comportamiento sexual inaceptable.
Las investigaciones fraudulentas de Kinsey promovían y justificaban
la pederastia. Se dedicó como parte de su investigación a la
realización de experimentos sexuales con niños. Sus conclusiones
perversas llegaron a forma parte de la filosofía sexual de los más
conocidos propagadores de la pornografía como, por ejemplo, Hugh
Hefner, fundador y dueño de la revista pornográfica Playboy.
En su primer ejemplar, ." Nosotros creemos, … que estamos
cumpliendo con una necesidad publicitaria solo un poco menos
importante que aquella que hace poco se ha encargado de publicar El
Informe Kinsey”. Sin
la aceptación de parte del mundo académico y científico de la
ciencia fraudulenta de Kinsey, podríamos preguntarnos si Hefner y
demás vendedores de pornografía hubieran tener el éxito enorme que
han tenido?
La
pseudo ciencia de Kinsey no murió con él en el año 1953, sino que
ha sido perpetuada por el Insituto Kinesy establecido en la
Universidad de Indiana y se ha extendido a otras universidades y de
esa manera sigue dando cobertura académica a la normalización de la
perversión sexual, e incuso a la pedofilia, y obviamente la
industria pornográfica.
(Para
más información sobre Kinsey y su fraude sexual se puede ver: Dr.
Judith A. Reisman Edward W. Eichel Dr. John H. Court & Dr. J.
Gordon Muir, Editors, Kinsey
Sex and Fraud, The Indoctrination of People, Lochinvar-Huntington, La
Fayette, Lousiania, 1990. El libro se puede consultar en
http://www.drjudithreisman.com/archives/Kinsey_Sex_and_Fraud.pdf).
Ahora
quiero referirme a otro estudio muy importante realizado por un
etnólogo inglés en el año 1934, J.D. Unwin (2895-1936). Con esta
entrada, más que abundar en la contribución de Kinsey a la
revolución sexual reinante y sus consecuencias nefastas, quiero
señalar lo que Unwin descubrió con su propia investigación,
publicada en su libro, Sex
and Culture.
El
autor analiza hast 80
culturas primitivas y 16civilizadas
e incluso contrariamente a lo que él esperaba encontrar, pues en más
bien un liberal freudiano, descubrió que las
culturas que imponían un estricto control sobre la sexualidad y en
concreto
la continencia prenupcial especialmente
de las mujeres, y en general el matrimonio monogámico tendente a
promover y favorecer la familia, libera energías culturales. Es
decir, una sociedad que prioriza la gratificación del instinto
sexual a través de aceptación de diversas formas de promiscuidad
como el sexo extramatrimonial, la homosexualidad etc. en poco tiempo
se autodestruye. Aldous Huxley, en su obra Ethics
and means,
Chatto
& Windus, pp. 311-12, resume
la tesis de Unwin:
“Las
conclusiones de Unwin, que están basadas en una gran riqueza de
evidencia cuidadosamente organizada, se pueden resumir de esta
manera. Todas las sociedades humanas se encuentran en una u otra de
estas cuatro condiciones culturales: zoísta, deísta, manista,
racionalista. De estas sociedades la zoista maniffiesta la menor
cantidad de energía mental y social, la raconalista la que más. La
condición cultural de una sociedad sube en proporción exacta a los
controles que impone en la oportunidad sexual pre-nupcial y
post-nupcial.”
Los
hay que niegan los resultados de la investigación de Unwin, pero hay
que señalar que procedió con mucha precaución e intentó presentar
por un lado los resultados de sus investigaciones de la manea más
objetiva posible, más allá de sus propias conclusiones. No iba
buscando probar una tesis que ya tenía, sino que le sorprendían los
resultados que iba encontrando y eran conrarios a sus propias
convicciones de tipo freudiano. En pocas palabras, el control de los
instintos sexuales y su expresión responsable dentro del contexto
del matrimonio y la familia libera energías para que se pueda
producir unas sociedades florecientes.
Unwin
afirma:
“La
evidencia es que en el pasado una clase ha subido a una posición de
dominio político debido a su gran energía y que en el período de
su asenso, sus reglas sexuales simepre han sido estrictas. Ha
mantenido su energía y domindado la socieda mientras sus reglas
sexuals han exigido contintencia tanto pre-nupcial como post-nupcial…
No conozco excepción alguna a estas reglas”
Debido
al hecho de que la familia es la base de toda sociedad, la monogamia
hereterosexual es el mejor modo de lograr una sociedad floreciente.
Sin embargo, todas las sociedades, una vez logrado el éxito o el
progreso com se dice hoy en día, han aflojado sus reglas acerca del
control de la sexualidad. Entonces
los individuos han empezado a anteponer sus deseos y placer personal
por delante del bien común y de ahí a provenido la decadencia de
tal sociedad. Las sociedades se debilitaban y desaparecían debido al
caos interno o a la conquista de invasores con más energía social.
Unwin
concluye:
“Estas
sociedades vivían en ambientes geográficos diferentes; pertenecian
a diferentes raíces raciales; pero la historia de sus costumbres
maritales es la misma. Al principio cada sociedad tienía las mismas
ideas respecto a la regulación sexual. Entonces sucedieron las
mismas luchas; los mismos sentmientos se expresaban;los mismos
cambios se realizaron; los mismos resultados se producían. Cada
sociedad reducía su oportunidad sexual a un minimo y manifestaba
gran energía social, y florecía enormemente. Posteriormente
extendía su oportunidadsexual; su enegía se reducía, y
desaparecía. La única característica de todo el fenómeno es su
constante monotonía”
El
libro de Unwin, aunque ya está agotada la edición, se puede
encontrar aquí en varios formatos digitales
https://archive.org/stream/b20442580#page/24/mode/2up
También
hay unos comentarios interesantes en esta web de la que copio algunos
dators comparativos sobre el caso de Estados Unidos
https://ethikapolitika.org/2014/08/19/civilizations-sex/
En
2010 51% de los estadounidenses estaban casados; en 1960 72% eran
casados; en 2010 40.7% de los nacimientos eran de madres solteras; en
las elecciones en Estados Unidos de 2012 39% de los votantes no eran
casados; en 1972 el porcentaje de los mismo era de24% Según una
encuesta del Instituto Pew, 40% de los jóvenes estadounidenses
consideran el matrimonio como obsoleto. Los resultados negativos de tales datos no tardarán en llegar.
Hay que señalar también que la situación de los católicos respecto a estas estatísticas no difiere de la del resto de la población. Esto indica que los católicos están lejos de ser "sal de la terra y luz del mundo". En análisis de este fenómeno y de cómo se ha llegado a esta situación sería materia de otro estudio. Lo cierto las élites sociales y mediáticas ve a la Iglesia como el ultimo bastión a ser abatido en esta marcha de la revolución social. Incluso una parte no despreciable de la jerarquía de la Iglesia parece estar por la labor de reinterpretar la moral cristiana y hacerla más aceptable tanto a las élites como a las masas descristianizadas que pululan en nuetro mundo occidental.
¿Qué se puede esperar en esta situación de clara decandencia y de debilitamiento de la Iglesia antes un fenómeno de probable descomposiciónn social y de la autodestrucción de la cultura occidental, en cuya creación la misma Iglesia ha tenido un papel fundamental? Obviamente no podemos prever el futuro, pero hay que constatar que estamos en un momento decisivo, cuando al tiempo que se debilita la civilización occidental y su matriz que es el cristianismo, el islam está enn una época de resurgimiento y no es poco probable que logre apoderarse de la Europa sin fe, y sin voluntad de defender los ideales cristianos, que logre lo que no ha logrdo en sus casi 1400 años de existencia, es decir, apoderarse de Europa por via de la alta natalidad y la baja natalidad de los Europeos.
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