viernes, 23 de diciembre de 2016

Nochebuena

HOMILÍA DE LA MISA DE LA NOCHE DE NAVIDAD.

Nos hemos ruinido en esta noche en unio con´ con la Iglesia en todo el mundo para celebrar un acontecimiento que sabemos fue absolutamente central para la historia de la humanidad, aunque viendo los detalles externos que nos relata el Evangelio de San Lucas, pudiera parecer que no ha tenido tanta transcendencia. San Pablo, en su carta a los Gálatas (4,4), habla de la plenitud de los tiempos en el que culmina un largo periódo de espera. Más de setecientos años antes del gran acontecimiento que celebramos esta noche, el profeta Isaías había que las tinieblas que cubrían la tierra, y que en todas las épocas de la historia la cubrirían, daría paso a una gran luz. Habla varias veces de una gran alegría. ¿Es posible una gran alegría en medio de un mundo lleno de tanta miseria, mal y muerte?  Compara la alegría del nacimiento de un niño con la de la cosecha o la repartición del botin después de ganar una batalla. Probablemente esta imagen no nos suena familair proque no vivimos en el campo ni particpamos en batallas. "Un niño ha nacido para nosotros, se nos ha dado un hijo...será grande y el trono de David no tendra fin" etc. En nuestro mundo contemporáneo, la Navidad es de los pocos momentos cuando muchas personas ponen a un lado sus riñas y desacuerdos y de verdad desean a los demás gozo y verdadera alegría, cuando se desean una Feliz Navidad. Ojalá esta noche con la ayuda de esta selección de textos de la Palabra de Dios, pasemos de los deseos tal vez superficiales de felicidad y bienestar a un nivel mas profundo pensando en que la venida del Hijo de Dios en la forma de niño, con todos los detalles que hemos escuchado en el relato de San Lucas nos puede estremecer y ayudar a acoger la gracia de la verdadera alegría que ha de ser caracteristica del cristiano siempre, pero sobre todo en esta ocasión.

Que esta Navidad sea como el irrumpirse del sol en un cielo cubbierto de nubes negras con una luz que nos ilumine y convierta nuestros buenos deseos hacia los demás en un nuevo compromiso de seguir el camino trazado por Jesús empezando con  los detalles que podemos recoger en esta noche santa. Respasemos y detengmonos en los personajes que el evangelista nos presenta en la escena. En primer lugar, tenemos a María y Jose. Ellos habían pasado momentos difícles en el intento de comprender el plan maravilloso  de Dios que iba más allá de todo lo que se pudiera esperar. Podemos suponer que María tenía en su corazón  los mismos sentimientos que expresó en el Magnificat en el momento de econtrarse con su prima Isabel: sintiéndose pequeña y humilde ante lo que Dios en su infinita sabiduría iba realizando en ella. José al inicio no comprendia nada, pero una vez que el ángel le comunico en sueños el pland e Dios, obedeció enseguid, pue sla Biblia lo lo llama "hombre justo", es decir, siempre obediente y dispuestos a cumplir la voluntad de Dios postergando sus propios proyectos.

En segundo lugar, están los pastores en las colinas cercanas. En la época los pastores no tenían entre la gente la mejor percepción, pero precisamente a ellos Dios los escogió para recibir esta gran noticia del nacimiento del Mesías en una situacion de tanta pobreza, como se dice un poco antes, "no había lugar para ellos en la posada. Dice San Juan el el Prólogo de su evangelio: "Vino a los suyos, y los suyos no lo reconocieron, pero a cuantos lo reconocieron, les dio poder de ser hijos de Dios". Entre ellos se cuenta a los pastores que recibieron la gran noticia de un angel del Señor. Se cumple aquí tambien lo que decía Maria en el Magnificat: "Dispersó a los soberbios de corazón, y enalteció a los humildes". Ellos estaban acostumbrados a ser vigilantes y atentos en la noche al cuidar sus rebaños.  El mensaje del ángel a los pastores es de enorme importancia: "No tamáís, he aquí que os anuncio una gran alegría: Hoy en la ciudad de David ha nacido un Salvador, es Cristo el Señor. Ésta es la señal para vosotros, encontraréis a un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre".  Quiero resaltar la palabra HOY. Este hoy no se restringe a aquel momento cuando el ángel se dirigió a los pastores en Belén hace dos mil años. La palabra de Dios comunicada por el angel no está circunscrita a un momento o una circunstancia en la historia. A través de la celebración del misterio que de esta noche en la Liturgia, este hoy es ahora mismo. ¿Es posible que esta misma noche, ahora mismo en esta Santa Misa de Navidad, nazca de nuevo un Salvador, el único Salvador, Jesucristo Nuestro Señor para mí? ¿Es posible que nazca en mi corazon esta misma alegría de la que habla en angel a los pastores?  Pues sí, porque dijo Jesús que "no hay nada imposible para Dios".Pidamos al Señór con toda la sinceridad de la que somos capaces la esta noche esta gracia de la alegria que comunica el ángel a los pastores, a nosotros y a todos nuestros seres queridos.  

En tercer lugar, esta el coro de los ángeles: Se trata de un acontecimiento de tanta envergadura en la historia del mundo que el coro de los ángeles. Debido a que el gozo y la alegría se expresan mejor con el canto, suponemos que una de las principales de los ángeles y los santos en el cielo. También a lo largo de los siglos, los cristianos han compuesto una multitud de villancicos que expresan esta alegria recordando los múlitples detalles que los evangelios no "El que canta ora dos veces". "Gloria a Dios en el cielo y en la tierra paz a los hombres que él ama". El canto del Gloria en las misas dominicales y de las fiestas recoge y desarrolla este cantico de los ángeles en Belen. A lo largo del Adviento ,la Iglesia no ha mandado dejar de cantar el Gloria como señal de una cierta austeridad para ahora volver a cantarlo con una inmensa alegría.

Como hemos podido constatar, la liturgia de esta noche pone un gran énfasis en la alegria que llenó el corazón de todos los que estuvieron presentes en este acontecimiento único en la historia de la humanidad, que se realizó en un lugar tan retirado y con conocimiento de tan pocas personas. Ahora el Señor, a través de la liturgia de la Iglesia quiere comunicarnos a todos una participación  en esta alegría del nacimiento de Jesucristo Neustro Señor y Salvador. ¿Seremos capaces de dejarnos tocar por esta gracia y quitar de nuestro corazón todo lo que puede oler a odio, venganza, envidia, desazón y dejar que el Señor lo llene de paz y de alegría?  
 
               

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