sábado, 28 de marzo de 2015

DOMINGO DE LA PASIÓN O DOMINGO DE RAMOS

DOMINGO DE LA PASIÓN DE DE RAMOS.

Introducción

Al empezar la Semana Santa en este domingo nos toca escuchar la versión de la Pasión del Señor del Evangelio de San Marcos que corresponde al ciclo B, mientras los los otros dos años se leen la Pasión según los otros dos evangelios sinópticos y el Viernes Santo la Pasión según San Juan. Según algún autor los evangelios son un relato de la Pasión con una larga introducción. En cierto sentido es una observación correcta y en general el Misterio Pascual de la muerte y Resurrección de Jesús proyecta su sombra sobre el resto de los evangelios. Al estar de pie para escuchar el largo relato podríamos pensar que es algo ya bastante conocido, pero cada evangelista, pese a manejar los mismos datos fundamentales, tiene sus matices propios. Hoy vamos a fijarnos en cinco aspectos característicos del Evangelio de San Marcos de la Pasión.

1. San Marcos da inicio a su relato con una cena en la casa de Simón el Leproso. Allí se presenta una mujer con una jarra de alabastro lleno de un perfume muy costoso y lo vierte sobre la cabeza de Jesús. En aquella época los perfumes eran muy caros y eran traídos de países lejanos. Por ello, algunos de los presentes se escandalizan acerca de tal gasto, preguntando por qué no se había dado el dinero a los pobres. Sin embargo, Jesús defiende a la mujer y la generosidad de su gesto, diciendo que los pobres los tienen siempre con ellos, pero a Él no, y que los ha hecho la mujer se recordará siempre y en todas partes del mundo donde se predicaría el Evangelio, pues se trataba de una anticipación de la unción de su cuerpo para la sepultura. Jesús era plenamente consciente de su destino y que en aquella fiesta de la Pascua se cumpliría el plan de su Padre de su entrega total simbolizada por gesto de la mujer con el perfume. De hecho, el hecho de que acabamos de escuchar esto en el Evangelio de San Marcos confirma que lo que dijo Jesús se está cumpliendo. No se trata, pues, de un acto completamente razonable, sino más bien la mujer derrocha el perfume como manifestación de un gran amor. De la misma manera todo lo que Jesús hace en esta última semana de su vida parece extravagante y podríamos preguntarnos si realmente era necesario llegar a un extremo tal como morir en la cruz. Se trata no de la lógica humana sino de la del amor de Dios.

2. Al final de la Última Cena, en la que es fácil imaginarnos el ambiente de tristeza y expectación, pues Jesús sabía perfectamente lo que le iba a suceder y los apóstoles no tenían conciencia de la trascendencia de la hora que estaban viviendo. Jesús había realizado el gesto de tomar el pan y el vino y repartirlo entre ellos mandándoles a hacer lo mismo siempre en memoria de Él. Judas había partido para cumplir su pérfida traición. San Marcos escribe: “Y habiendo cantado un himno, salieron hacia el monte de los Olivos” (14,26). No parecería el momento oportuno para cantar considerando que Jesús sabía perfectamente la suerte que le esperaba al cruzar la ciudad y salir de ella hacia el Monte de los Olivos donde se encuentra Getsemaní. ¿Por qué canta Jesús? No podríamos imaginarnos o inventar este hecho. En la misa cantamos a pesar del hecho de que estamos conmemorando lo que sucedió en aquella noche tremenda y el día siguiente de Viernes Santo. Aquí se expresa la confianza del triunfo definitivo del amor, del bien sobre la terribles tinieblas de aquellas horas. En la misa, después de la consagración aclamamos: “Anunciamos tu muerte, proclamamos tu resurrección, ven, Señor Jesús. La historia de Jesús no termina con la muerte sino que pasa por la resurrección y llega a su su segunda venida que esperamos.

3. Luego de ser preso Jesús y que los apóstoles se escaparan San Marcos comenta lacónicamente “se escaparon todos” y relata un episodio curioso. Había allí en la zona un joven que seguía a Jesús cubierto tan solo con una sábana, en griego sindona, que es la misma palabra que se utilizaba para el vestido que se colocaba sobre el cuerpo de los bautizados. Los guardias cogen el vestido y se escapa desnudo. Algunos exegetas opinan que se trataba del mismo San Marcos, pues la tradición nos indica que su madre fue la dueña de la casa donde Jesús celebró la Última Cena. Sea esto así o no, podemos ver aquí que seguir a Jesús es peligroso, porque su camino llega a la cruz. En la Iglesia antigua luego de un largo período de preparación el candidato para el bautismo era inmerso en el agua, lavándose simbólicamente todos sus pecados y luego era ungido, como símbolo de su participación en la triple misión de Jesús como Profeta, Sacerdote y Rey. El joven se escapa desnudo, lo cual significaría  en el caso del bautismo la entrada del neófito en la nueva vida, así como Adán y Eva antes de su caída en el pecado original en el paraíso. Gracias a nuestro bautismo también nosotros ingresamos simbólicamente en el nuevo Edén, el nuevo paraíso.

4. Enseguida después de la muerte de Jesús, Marcos nos informa que la cortina que dividía la parte interior del templo de Jerusalén, el Santo de los Santos, donde sólo una vez al año en la ocasión de la Fiesta de la Expiación el Sumo Sacerdote podía entrar para ofrecer el incienso. Ahora en cambio, con la muerte de Jesús, se abren las puertas de los más íntimo de Dios para que podamos entrar en pleno comunión con Él a través de Jesús.

5. El quinto episodio que quiero comentar en el relato de la Pasión según San Marco, es que después de la muerte de Jesús en la cruz, el centurión, es decir, el capitán del pelotón de los soldados que habían realizado el trabajo de la crucifixión de Jesús y los otros dos que fueron ajusticiados con Él, exclama: “Verdaderamente este hombre era Hijo de Dios”. Antes de ese momento San Marco presenta a las autoridades judías y a los mismos soldados “blasfemando” y burlándose de Jesús, diciendo que había salvado a otros,pero no puede salvarse a si mismo. Ahora de manera inesperada aparecen estas palabras de un oficial del ejército de los Romanos que expresan una verdad fundamental. Luego de haber asistido todo el drama de la muerte de Jesús y de haber contemplado la actitud de Jesús, este hombre pagano expresa esta verdad fundamental acerca de la identidad de Jesús. De hecho, en el mismo primer versículo del Evangelio de San Marcos, el evangelista expresa su objetivo fundamental al escribir: “La Buena Noticia (euangelion) de Jesús (nombre que significa Yahvé salva), hijo de Dios”. En el centro del evangelio, en el c. 8,29, tenemos la confesión de fe de San Pedro, el momento culminante y primera profesión de fe en quien es de verdad Jesús. A partir de ese momento siguen tres predicciones de la Pasión, muerte y resurrección de Jesús, y ahora en el momento de la muerte de Jesús este oficial militar romano proclama la misma verdad que San Pedro. Es más, San Marcos había planteado constantemente a lo largo de su evangelio la pregunta que afloraba en la mente de la  gente al contemplar las obras maravillosas que realizaba Jesús y escuchar  su mensaje, “¿quién es Jesús?”. La respuesta viene tanto de San Pedro, representando al Pueblo de Israel como de este soldado pagano representando a los gentiles, es decir todos nosotros.

Conclusión


Ojalá que estos cinco episodios que hemos recogido de San Marcos nos acompañen a lo largo de estos días de Semana Santa y también nosotros demos un paso nuevo en el conocimiento de Jesús y todo lo que significa para nuestras vidas.


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