sábado, 27 de marzo de 2021

DOMIGO DE RAMOS O LA PASIÓN DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO.

 HOMIÍA PARA DOMINGO DE RAMOS, 28 DE MARZO DE 2021.

Como es sabido la Semana Santa o Grande comienza con la conmemoración de la Entrada Solemne de Jesús en Jerusalén, acompañada por una gran multitud que cantaba Hosana al hijo de David. En los primeros siglos del cristianismo, no se celebraba la Semana Santa sino en el siglo II, existía una sola gran celebración del Misterio Pascual que era la Vigilia, que luego San Agustín conisderaba la madfre de todas las vigilia de todas las vigilias. Fuera del domingo, que también es la celebración del Misterio Pascual, no existía ninguna otra gran fiesta a lo largo del año. Existen grandes homilías de los Padres de la Iglesia de aquellos siglos que expresan la gran alegría de la comunidad cristiana en la celebración de aquella solemnidad. La vivíian como una prolepsis o adelanto de lo que sería la vuelta del Señor glorioso al final de los tiempos, Era una sola fiesta que recordaba y actualizaba tanto la Pasión como la muerte de Jesucristo en la cruz y sobre todo su maravillosa victoria sobre el demonio, el mal,el pecado y la muerte en la Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo. La Iglesia seguía la pauta presentada por San Juan que considera la cruz como gloria. San León Magno, Papa del 440 a 461 declaraba: Todos los misterios de Jescristo son gloria, pero gloria de las glorias es la cruz de Nuestro Señor Jesucristo. Ya en el silgo IV comenzando en Jersualén, prcisamente en los mismos lugares donde Jesús vivió los grandes misterios se extendieron las celebraciones a lo largo de toda la Semana Santa, empezando en la tarde del Sábado anterior a Domingo de Ramos con una procesión desde Betania, donde se encontraba Jesús en la casa de Lázaro, Marta y María, y así el resto de las celebraciones a lo largo de la semana en los lugares correspondientes. Caba señalar que era la época cuando se encontró la verdadera cruz.

En el segundo milenio, se dio un cambio en la vivencia de los misterios de manera que el énfasis pasó de la "gloria de la cruz" a los misterios de la Pasión. Este cambio coinicidió con la espiritualidad franciscano y también por la formación de la Hermandades que realizaban las diversas procesiones a lo largo de la Semana Santa y también en el Domingo de la Resurrección. En parte, este cambio se debio a que poco a poco la liturgia llegó a ser algo propio del clero. En cambio, los fieles laicos podían expresar su devoción a través de las procesiones por las calles, cosa que perdura en España y algunos países Hispanoamericanos, sobre todo en Andalucía y de manera especial en Sevilla. 

En el Domingo de Ramos, también llamado Domingo de la Pasión, toca la lectura de los relatos de la Pasión y muerte de Jesús según los evangelios sinópticos de San Mateo, Marcos y Lucas, mientras la Pasión según San Juan se lee el Viernes Santo. Este año nos toca la Pasión según San Marcos. Sabemos que los cuatro evangelios coiniciden en gran medida en sus relatos, pero cada evangelista resalta algunos aspectos y entrega datos que los otros no tienen. Quiero señalar algunos episodios que San Marcos resalta. Conviene señalar también que la Tradición conisdera que San Marcos acompañó a San Pedro en su predicación en Roma y dicen que era el íntérpete de Pedro. Recoge, pues el testimonio de San Pedro. 

El relato comienza una cena en casa de Simón el Leproso en Betania que era el pueblo de Lázaro, Marta y María. Vino una mujer que traía un frasco de alabastro con perfume puro de nardo, e mucho precio; quebró el frasco y lo derramó osbre su cabeza. Había algunos que se decían entre sí idignados "Para que´este des`pilfarro de perfume? Se podía haber vendido este perfume por más de trescientos denarios y habérse dado alos pobres". Jesús defendió el acto de la mujer diciendo que que hbía hecho una obra buena en él. Los pobres tebdréis siempre con vosotros y podreís hacerles bien cuanto queráis, pero a mí no me tendréis siempre. Dijo también que dondequiera que se predicara el Evangelio , se le reconocería este gesto, cosa que ciertamente se ha dado, pues lo estamos reconociendo ahora unos dos mil años más tarde. Sería un adelanto de la unción de la sepultura de Jesús. Parecía un derroche, pero podemos pensar en la infinita generosidad de Dios Padre al entregar a su Hijo Unigénito hasta el extremos de la muerte en la cruz para salvarnos a nosotros de las consecuencias del pecado, es decir, de la muerte eterna en el infierno. También es una invitación a entregar nuestra vida entera a Jesús y no con cuentagotas sino con semejante generosidad. El gesto indica el gran amor de esta mujer para Jesús, y se piensa que se trataría de Maria Magdalena que en otra parte del Evangelio se dice que Jesús la liberó de siete demonios. 

Otro episodio que se da sólo en San Marcos en el momento del arresto de Jesús: Estando Jesús preso, todos se escapan, incluyendo San Pedro que había dicho en la cena que aunque todos lo abandonara, él no. Hay un joven envuelto en un manto de lino y los soldados inatentan cogerlo por el manto, pero él los deja con el manto y se escapa desnudo. El joven tenía que haber sentido mucho miedo para escaparse así desnudo en el frío de la noche. Algunos comentaristas especulan sobre la identidad del joven. Tradicionalmente se pensaba que la Última Cena se celebró en la casa de la madre de San Marco y que él mismo sería el joven. Se llega a esta conclusión considerando que es un detalle que difícilmente otro recordaría. En todo caso, podemos descubrir los efectos del miedo en una situación como ésta. San Marcos no intenta encubrir el miedo que se apoderó sobre los apóstoles y posiblemente otros discipulos que estaban con Jesús en aquel momento. ¿Y qué haríamos nosotros en circunstancias similares? Lo del Covid nos revela el poder del miedo. Los gobienros y medios de comunicación con evidentes exageraciones sobre la supuesta y falsa gravedad de la "pandemia" que no lo era, pues la OMS cambió radicalmente su definición de lo que es una pandemia y la declaró cuando habia apenas 200 enfermos. Ya Goebbels, uno de los más estrechos colaboradores de Hitler y Ministro ode Propaganda observaba que una vez que se mete miedo en la gente, se puede manipularla de cualquier manera. Por otro lado, los mártires no solo no tenían miedo de entregar sus vidas por su fe en Jesucristo, sino algunos de ellos lo hicieorn cantando. Hay una hermosa película  que se titula Dios prohibido sobre la martirio de un grupo de seminaristas españoles en Barbastro, que tiene una escena del traslado de los seminaristas en un camión al lugar de sus suplicio cantando himnos. Igualmente, en la famosa película, de la época de la Revolución Francesa, con el martirio de todas las monas carmelitas de un monasterio, ambas episodios reales, cantaban el Veni Creator Spiritus mientras hacían cola para ser sometidas a la guillatina. La novela y la pelñicula se llaman Diálogos de los Carmelitas.  ¿Y nosotros, qué haríamos? 

Finalmente, quiero recordar otro episodio que se dio al pie de la cruz. Mientras Jesús estaba colgado dela cruz, gente incluyendo los sacerdotes se burlaban de él diciendo que bajara de la cruz si era el Hijo de Dios. Una vez muerto Jesús, el centurión, un oficial romano con cien soldados bajo su mando, que estaba frente a él que había expirado de esa manera, dijo "Verdaderamente este hombre era hijo de Dios". La comparación entre la actitud de miserable de los judíos y sacerdotes con este noble soldado pagano es impresionante. Los sacerdotes y fariseos conocían a la perfección la Sagrada Escritura pero su ceguera espiritual no les permetía descubrir el verdadero sentido de la misma. No tenían la pureza de corazón necesaria para ver a Dios. 

Les invito a buscar un tiempo tranquilo y sereno en estos días, particularmente en el Triduo Pascual y volver a leer pausadamente, con un espíritu de oración y contemplación esta versión de la Pasión y Muerte de Jesús de San Marcos, que seguramente recoge los recuerdos de San Pedro, o el de San Juan que hace lo mismo. La Palabra de Dios tiene de por sí una gran eficacia si nosotros nos acercamos con fe y con la convicción de que Jesús sufrió todo ese suplicio por nosotros, en lugar nuestro y para liberarnos del pecado, el mal y la muerte.


 

 


 


sábado, 20 de marzo de 2021

LA NUEVA ALIANZA.

HOMILÍA PARA EL V DOMINGO DE CUARESMA, CICLO B. 21 DE MARZO DE 2021.

Nuestro pasaje del Profeta Jeremías de hoy es uno de los más emblemáticos de todo el Antiguo Testamento. Se trata del c. 31 del libro y versículo. Mirad que llegan días -oráculo del Señor- en  que haré con la casa de Judá una alianza nueva. No como la que hice con vuestros padres, cuando los tomé de la mano para sacarlos de Egipto. En primer lugar, vamos a examinar las alianzas que Dios ha hecho con su pueblo a lo largo de todo el Antiguo Testamento para pasar luego a comentar nuestro evangelio de hoy del c. 12 de San Juan. 

Una alianza es un pacto o un contrato. Había varios tipos de alianza, sea entre un rey y su vasallo con las que se ponían de acuerdo y cada parte asumía unas obligaciones. Como se trataba de una alianza importante, en el cado de las que hizo Dios con su pueblo, se sellaban con un sacrificio. En primer lugar, se da la alianza con Noé después de superar la prueba del diluvio. Dios promete que no volverá a destruir la tierra con otro diluvio y el arco iris es signo de aquella alianza. Luego viene la alianza con Abrahán en la que Dios promete una prole numerosísima más que la arena de la playa o las estrellas del cielo y una tierra, es decir la Tierra Prometida. La alianza se sella con un sacrificio y los descendientes de Abrahán quedarían marcados por la circuncisión como siglo de su pertenencia a ese pueblo que Dios iba a crear con el Patriarca. Varios siglos más tarde, Moisés, luego de haber conducido al pueblo desde Egipto y haberlo liberado de la opresión del Faraón en el Monte Sinaí, se hace la alianza más grande. Dios le entrega a Moisés las tablas de la ley, los diez mandamientos y todas las demás leyes y normas que encontramos en los libros del Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio. Dios promete que va a ser su pueblo y ellos se comprometen a vivir según la Ley que con una manifestación extraordinaria de su predilección convierte a Israel en su pueblo, llamado a ser su instrumento para la salvación de todos los demás pueblos. Finalmente, está la alianza con David con la que Dios promete a través del Profeta Natán que su dinastía iba a perdurar a lo largo de los siglos. 

¿Por qué, pues, era necesaria una nueva alianza? La respuesta la encontramos en el libro de Jeremías. En primer  lugar porque eran infieles a la alianza principal con Moisés y la quebraron. De hecho, en buena medida, la historia de la Biblia es una de la fidelidad constante de Dios y la reiterada infidelidad del pueblo de Israel. Con Jeremías, promete: Meteré la ley en su pecho y la escribiré en sus corazones. Yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo. Como que las alianzas anteriores eran externas y no llegaban al corazón. 

La única solución que encontró Dios ante la constante infidelidad del pueblo y de haber hecho caso omiso de las promesas y alianzas de Dios era la de enviar a su propio hijo para salvarlos. Esto queda expresado en la Parábola de los Viñadores Malvados que mataron a los siervos y el dueño de la viña dice para sí "respetarán a mi hijo", cuando decide enviarlo. La nueva y eterna alianza, que se recoge en las palabras de la consagración de la Misa, supera todas las demás alianza porque es eterna y la realiza el mismo Hijo que se entrega a sí mismo en la cruz. Por eso no puede fallar. 

Veamos cómo se nos presenta la entrega de Jesucristo Hijo de Dios en nuestra segunda lectura de la Carta a los Hebreos y en el Evangelio de San Juan. El autor de la Carta afirma; Cristo en los días de su vida mortal, a gritos  y con lágrimas, presentó oraciones y súplicas al que podía salvarlo de la muerte cuando en su angustia fue escuchado. Aquí el autor se refiere a la agonía de Getsemaní. 

En el evangelio, Jesús y sus apóstoles se encuentran en el templo en la ocasión de una fiesta, No se dice cuál fiesta y hay unos pelegrinos de lengua griega que expresan su deseo de ver a Jesús a Felipe, el cual juntamente con Andrés va a decírselo a Jesús y él contesta; Ha llegado la hora en que sea glorificado el Hijo del hombre. Glorificar significa manifestar su grandeza, pero ¿cómo iba a ser glorificado Jesús? Jesús prosigue: Os aseguro que si el grano de trigo no cae en tierra y muere queda infecunda; pero si muere, da mucho fruto. La semilla, si no se siembra y muere puede perdurar hasta miles de años. Jesús tenía que arriesgar su vida, dándola, entregándola en la cruz para poder dar fruto. Esta es una ley que se ha dado a lo largo de la historia de la Iglesia y en realidad cuando se realiza cualquier hazaña que vale la pena. No hay amor sin dolor ni grandes empresas sin salirse de sí mismo, arriesgarse, sin tener un gran ideal y luchar denodadamente por lograrlo. Colón y sus compañeros se lanzaron al mar pensando que navegando hacia el poniente iban a llegar a la India y a las islas de las especias. Sus cálculos estaban equivocados porque no se daba cuenta del verdadero tamaño de la tierra, ni se daba cuenta de la existencia de todo un continente en el camino que luego llegó a llamarse América. San Francisco Javier, estando ya en la India, se lanzó a misionar en las islas de las especias, ahora Indonesia, luego a Japón para terminar su vida en una isla en la cosa de China. Ellos no pensaban ni se apocaban ante los obstáculos ni tenían miedo de salir de su "espacio seguro". Grandes hazañas exigen grandes sacrificios. Jesús dice que el grano de trigo no da fruto si no cae en la tierra y muere. Así sucede con las bellotas que luego producen los grandes robles. Los que se cierran en una concha no logran nada grande.  La hazaña más grande de la historia es la entrega de Jesús en la cruz. Como dice San Pablo, "no ahorró su vida" sino que la entregó para la salvación de todos nosotros, 

Ninguna obra buena se puede realizar sin sacrificarnos, sin salir de la concha de nuestro egoísmo y proponernos grandes ideales. Hoy en día, los padres tienden a querer ahorrar a los hijos líos y sufrimientos, que no tengan su sufrir tanto como han tenido que hacer ellos. Se quiere seguridad y no libertad y grandes ideales. Los amos del mundo, los oligarcas o élites que manejan el mundo de hoy saben metiendo miedo a la gente creando una falsa crisis sanitaria los van a poder manipular y controlar.  ¿Acaso se puede vivir en este valle de lágrimas sin sufrimiento, dolor y muerte? Obviamente, se debería de tener un cuidado y una responsabilidad respecto a la salud, pero en no pocas ocasiones debido al miedo de una muerte temprana, nos exponemos a grandes males, a convertirnos en esclavos de los magnates que tienen planes nefastos para la humanidad entera. Por primera vez en la historia del cristianismo, los obispos han cerrado las iglesias y dejado a los fieles sin misa durante meses. ¿No se dan cuenta de que el intento de tanta seguridad es una mentira? Los gobiernos satánicos, que todos ellos lo son han aprovechado para declarar la fe no esencial mientras han asegurado muchas cosas menos importantes las permitían. Se declaró una falsa pandemia cuando apenas 200 personas habían muerto en mundo entero. 

Los católicos son los peores evangelizadores. ¿Por qué? Por miedo al qué dirán, y por qué han tragado la mentira de que la religión es algo privado que se tiene que callar. O sea, miedo a que otros nos critiquen. ¿Cómo hubiera sido posible propagar la fe en los primeros siglos con esta actitud y con este miedo?

El profeta Jeremías se atrevió a proclamar a la gente de su tiempo el mensaje duro y muy difícil de tragar y sufrió persecución de la gente de su propio pueblo, y de Jerusalén.  De hecho, aunque sentía el deseo de no comunicar la Palabra de Dios por todo el sufrimiento que le provocaba, no pudo porque la sentía .como un fuego en su corazón  Jesús fue constantemente criticado y rechazado por las autoridades del judaísmo, los escribas, fariseos y la casta sacerdotal, pero no tuvo miedo de enfrentarse con ellos. Así San Pablo, que fue perseguido y dado de palos por los judíos, expulsado de sinagogas. No pensemos que podemos ser verdaderos cristianos con miedo a la enfermedad y la muerte, o con miedo al qué dirán. 


sábado, 13 de marzo de 2021

ENCUENTRO DE JESÚS CON NICODEMO E N LA NOCHE.

 HOMILÍA DEL IV DOMINGO DE CUARESMA, 14 DE MARZO 2021.

Este domingo nuestro evangelio es del tercer capítulo de San Juan. SE trata de un evangelio en el que el simbolismo es muy importante. Comienza: Había entre los fariseos un hombre llamado Nicodemo, magistrado de los judíos. Fue a visitar a Jesús de noche. Además de expresar el hecho de que en realidad fue de noche, indica también que estaba en las tinieblas, pues el simbolismo de la luz y las tinieblas se resalta en este evangelio. En el primero  capítulo leemos v. 4-5: En ella estaba la vida y la vida era la luz de los hombres, y la luz brilla en las tinieblas y las tinieblas no lo vencieron. Se trata del logos, normalmente traducida como la Palabra o el Verbo, pero tiene un significado más amplio incluyendo orden y racionalidad. Jesús es el logos que estaba en el cielo junto con el Padre y era Dios. EL concepto de logos se relaciona con otro concepto favorito de Juan que es la vida. Ambas son características de Dios. Entre nuestros cinco sentidos el de la vista es la más fuerte e influyente. Si nos encontramos en la oscuridad, chocamos con las paredes y no podemos conocer lo que hay a nuestro alrededor. También, hay varios tipos de luz (no me refiero a los colores de la luz que se encuentran en el espectro), Existe la luz de la razón, es decir, el modo específico de conocer del hombre que es por raciocinio. Tiene dos aspectos, uno siendo la deducción, de un principio general podemos sacar conclusiones. SE procede con la ayuda de los silogismos. También, está la inducción con la que observando diversas incidencias podemos establecer una ley general. Se trata de un modo de conocer con la razón que es laborioso. Santo Tomás de Aquino explica que en el cielo adquiriremos  un nuevo modo de conocer que llama lumen gloriae, o luz de la gloria. San Juan también afirma que Dios es luz y no hay en él tiniebla ninguna. También tenemos la luz de la fe (lumen fidei) gracias a la cual podemos conocer lo que Dios ha revelado o sea lo que se expresa en el Creo, que no somos capaces de deducir con nuestra razón. 

Para San Juan y la Biblia en general, la vida es característica  de Dios y nos la comparte, pero obviamente no plenamente, con nosotros. Es la participación en la naturaleza divina, como expresa San Pedro en su segunda carta, o la gracia como la llama San Pablo. Se nos da en el bautismo. En todo caso, queda claro que Nicodemo no tenía una idea clara sobre la verdadera identidad de Jesús y por eso estaba en la tiniebla y fue de noche a ver a Jesús. Su ida de la noche indicaría también miedo de ser descubierto por sus compañeros fariseos que, como sabemos, intentaban cuestionar a Jesús y su misión. Nicodemo tenía una buena disposición queriendo resolver sus dudas y no sacar conclusiones falsas. Se daba cuenta de que Jesús venía de Dios porque nadie puede realizar las obras que tú realizas si Dios no está con él, refiriéndose la los milagros de Jesús. 

Jesús responde a Nicodemos: En verdad, en verdad te digo: el que no nazca de lo alto no puede ver el Reino de Dios. Aquí Jesús se refiere al bautismo que es un nuevo nacimiento proviene de lo alto, es decir, del cielo desde donde Jesús ha bajado para que participemos en la vida divina. Nicodemo no entiende cómo se puede dar tal nuevo nacimiento y expresa la imposibilidad de volver a entrar en el vientre materno y volver a nacer. Es común en el evangelio de San Juan que los interlocutores de Jesús no entiendan lo que dice y les tiene que dar una explicación más completa que es el caso aquí. Se trata de un nuevo nacimiento del agua y del Espíritu Santo. Dado que estamos en la Cuaresma que desde los primeros siglos de la Iglesia era un periodo de intensa preparación para el bautismo que se impartía en la Vigilia Pascual, juntamente con la Confirmación y la Eucaristía.  Además, el bautismo se llamaba en griego photismós o iluminación.

Nuestro pasaje de hoy comienza con el episodio que se dio con que según constatamos en el  Libro de los Números, cuando se presentaron unas serpientes en el desierto y Moisés mandó que se hiciera una serpiente de bronce  y se levantara de manera que cuando la gente levantaban los ojos para verla quedaban curadas de las mordidas de la serpiente. Jesús procede: Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así tiene que ser levantado el Hijo del hombre, Jesús, tomando píe de la visión del cielo del c. 7 del Libro de Daniel, se refiere a sí mismo como Hijo del hombre, título más común en los demás que en San Juan. Se trata, pues del hecho de que Jesús fue levantado en la cruz y así para que todo el que crea tenga por él vida eterna. 

A continuación viene una de las frases más importantes de toda la Biblia: Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único para que todo él que crea en él no perezca sino que tenga vida eterna. Así Dios realizaría su plan de salvación para el hombre que se había desviado desde el inicio de la historia con el pecado de Adán y Eva. Esto se da debido a la fe que es una opción radical por Jesucristo Hijo de Dios que vino al mundo para salvarnos. El que hace tal opción no es juzgado .es decir, condenado y el que no cree es juzgado porque no ha creído en el Nombre del Hijo de Dios. Creer no es una mera recitación del Credo sino un cambio de vida y del propio comportamiento. Como Jesucristo es la luz que vino al mundo, nadie puede excusarse diciendo que no la ve, pues es evidente, como la luz física. El que no opta por Jesús se condena a sí mismo y ha amado "las tinieblas más que la luz, porque sus obras eran malas. No bastan las buenas intenciones, sino que tienen que manifestarse en las obras, 

Se trata, pues de un mensaje muy oportuno para estos días de la Cuaresma. Ante todo, examinarnos seriamente para salir de las tinieblas, pues somos expertos en racionalizar y encontrar excusas para nuestra mediocridad y tibieza. Jesús no vino a hacernos buena gente, sino hacer un cambio radical en nuestra vida o como dice San Pablo caminar en la novedad de vida.


sábado, 6 de marzo de 2021

LOS DIEZ MANDAMIENTOS: VOLVER A LOS FUNDAMENTOS DE NUESTRA VIDA CRISTIANA EN LA CUARESMA.

HOMILÍA, TERCER DOMINGO DE CUARESMA CICLO B, 7 DE MARZO DE 2021

La Iglesia en la Cuaresma nos conduce no solo a reflexionar, ponderar y hacer buenos propósitos, que siempre tenemos y con mayor frecuencia se quedan en eso. Nos invita hoy a volver a lo más básico o fundamental en nuestra vida, por ellos, nos presenta los diez mandamientos en este tercer domingo de Cuaresma. Se encuentran en el c. 20 del Libro del Éxodo. Ciertamente, en el tiempo disponible para una breve homilía no podemos entrar en profundidad en ellos. El mejor modo de hacer eso es entrar en el Catecismo y repasar el tratamiento excelente e iluminador que nos entrega allí. Hoy en día, cuando se trata de la vivencia de la fe, asistir a Misa y otros actos que colocan a Dios en primer lugar en nuestra vida, con no poca frecuencia sacamos la excusa de no tener tiempo, que estamos muy ocupados. Se me ocurre preguntar si esa excusa valdrá cuando nos presentemos ante Jesucristo, Juez de vivos y muerto en nuestro juicio particular. ¿Somos capaces de recitar los diez mandamientos? ¿Nadie da lo que no tiene, ni cumple en su vida lo que desconoce? ¿Será posible que nos presentemos ante Jesucristo que se entregó por nosotros y por nuestra salvación hasta la última gota de su sangre, con la excusa de que estábamos ocupados y no pudimos cumplir lo que Dios Padre entregó a Moisés en las dos tablas de la ley en el Monte Sinaí?  

Hagamos, pues un breve repaso de los diez mandamientos:

Yo soy el Señor, tu Dios, que te saqué de Egipto, de la esclavitud. No tendrás otros dioses frente a mí. 

El primer mandamiento es el más importante de todos. Dios es el principio y fin de todo el universo y nos ha creado a nosotros a su imagen y semejanza. Es más, con nuestro bautismo nos ha incorporado a Jesucristo su Hijo, y nos ha hecho partícipes de la naturaleza divina. Solo a él debemos de rendir culto, adorar, obedecer sus leyes que son una manifestación de su amor y para nuestro bien. En la época de la Biblia, los paganos representaban sus dioses como estatuas, como cuando los israelitas adoraron la estatua del becerro de oro. Hoy en día, no hacemos estatuas de dioses paganos, pero ¿tenemos nuestro ídolo? Aquello, que más nos interesa, a lo que le damos suprema importancia es nuestro ídolo. Puede ser el poder, aunque la ejerzamos tan solo en nuestra casa o lugar de trabajo; puede ser el dinero y lo que el dinero puede comprar; puede ser el placer o la buena fama. 

No pronunciarás el nombre del Señor, tu Dios, en falso.

No solo se trata de pronunciar el nombre de Dios o de Jesucristo Nuestro Señor sin respeto, sino también de manipular a Dios, intentar convertirlo en instrumento para nuestros propios fines. Dios es absoluto y hemos de respetar su nombre. 

Santificar el Sábado.

Para nosotros cristianos se trata del domingo, EL DÍA DEL SEÑOR, el día en que Jesucristo resucitó de la muerte e inauguró la nueva vida, una nueva dimensión de la realidad. También, se le llama el octavo día, es decir,  los siete días de la semana representan nuestra vida en este mundo, y con la resurrección del Señor se inaugura un nuevo mundo. Cuando yo era niño, el domingo era realmente un día especial en el que casi todo el mundo acudía a la Iglesia, vestido con su mejor ropa para participar en la Santa Eucaristía. Comíamos mejor el domingo. Salíamos a pasear el domingo en la tarde. Se jugaba deportes etc. Hoy en día, en gran medida, el domingo se ha convertido en otro día como el sábado, aunque en España menos porque las grandes superficies o centros comerciales no abren. Dios, Nuestro Señor nos ha dado el domingo como una anticipación de lo que va a ser el cielo. ¿Lo vivimos así?

Honra a tu padre y tu madre.

Nuestros padres han colaborado con Dios para darnos la vida y obviamente, hemos de tratarlos de manera especial, con honor. La Iglesia ha reconocido que este mandamiento se extiende a todos los que ejercen autoridad sobre nosotros. Ciertamente los padres tiene primacía en esto porque ellos han hecho tanto por nosotros. Se han sacrificado de muchas maneras por nosotros. Los niños cuando vienen a confesarse, suelen confesar este pecado por no obedecer a los padres, incluso gritarlos. Los padres deberían de enseñar bien el respeto que los hijos han de darles, y tampoco ellos han de gritar a los hios. Si lo hacen, no han de extrañarse de que los los hijos no los traten con honor y respecto. Es cierto que todo ser humano es imperfecto y a veces excede en el modo de tratar a los hijos, Unos y otros deberían de disculparse cuando no han cumplido lo que Dios manifiesta en este mandamiento.

No matarás

En realidad, por nuestra misma naturaleza racional debería de ser obvio que está prohibido matar a otra persona. Algunos piensan que este mandamiento se extiende a los animales, pero no es así. Es cierto que no se debe de maltratar a los animales, pero no se puede elevar al animal al nivel del hombre, porque luego rebajaremos a los hombres al nivel de los animales. En casos de delitos de extrema gravedad, los encargados de la justicia, así como también en caso de defensa propia está permitido matar, a un delincuente o un agresor, pero en este último caso, se debería de intentar evitar matar sino parar al agresor de manera que sin quitarle la vida se pueda evitar que cometa su agresión. Tradicionalmente, la Iglesia ha incluido en este mandamiento actos de violencia como la ira, las riñas y peleas, la revancha etc.

No cometerás adulterio.

Este mandamiento defiende el correcto uso de la potencia sexual que sirve en primer lugar para la propagación de la especie, y para este fin Dios ha establecido que lo acompañe el placer sexual y solo se puede realizar dentro del matrimonio, El niño necesita todo tipo de cuidado y amor de sus padres a lo largo de muchos años. Por ello, la lujuria es un pecado grave sea que se realice a través de la pornografía la masturbación, la fornicación, la sodomía y otros modos que no coinciden con el plan de Dios. También la unión sexual sirve como unión de los cónyuges para que sean "una sola carne", como dice el Libro del Génesis y el mismo Jesucristo. Se trata de un valor tan grande y muy relacionado con el amor, que su cumplimiento requiere un esfuerzo notable de autocontrol, pues la pasión es fuerte como resultado al pecado original y sus consecuencias. 

No robarás.

También este mandamiento parece lógico, pero no es que sea siempre fácil su cumplimiento. No pocas personas que se permiten apoderarse de los bienes ajenos. De hecho, las pertinencias de otro son una extensión de su persona y apropiarse de ellas es un acto de  violencia. Las pertenencias de uno no son solamente los bienes físicos sino también lo que se llama la propiedad intelectual. Esto incluye cosas como fotocopiar, vídeos y libros indebidamente. Incluye estafas y otros delitos financieros. 

No darás testimonio falso contra tu prójimo.

Como está formulado este mandamiento, se refiere en primer lugar de testimonio en un tribunal. Jurar en falso es un pecado muy grave porque se llama a Dios como testigo de la veracidad de lo que declaramos. Deberíamos también de evitar los juramentos frívolos. Probablemente se trata de uno de los pecados más comunes. A veces la gente dice en confesión que han dicho "mentiras piadosas", pero esto es una contradicción. Los padres y abuelos deberían de tener cuidado de dar buen ejemplo a los niños para que no adquieran el hábito de la mentira. A nadie le gusta que mientan, Por ello, hemos de aplicar al menos la regla de oro que consiste en hacer a los demás lo que queremos que nos hagan. Deberíamos de formar el hábito de no mentir o engañar jamás. Eso no quiere decir que uno tiene que revelar secretos y comunicar lo que no corresponde. Por ejemplo, no debemos dar a conocer los fallos o pecados de otros, y si nos preguntan deberiamos evitar entregar la información que perjudique al otro. 

Vamos a unir el noveno y décimo mandamiento: No codiciar la esposa o los bienes del prójimo.

Recordemos cómo Jesús señaló que el que desea a la esposa de otro comete adulterio con ella. El novneo mandamiento prohíbe todo tipo de deseo impuro relacionada con el sexto mandamiento. También nos pide practicar el pudor y la modestia. Lamentablemente, hoy en día se ha ido perdiendo la delicadeza en relación a la castidad. El pudor, bien entendido y la modestia formarn parte de los aspectos que protegen la castidad y la dignidad de las personas. El Compendio del Catecismo  dife "El pudro libera del difundido erotismo y mantiene alejado de cuanto favorece la cuiosidad morbosa. Requiere también una puriificaciónd el ambiente social, mediante la lucha constant contra la permisividad de las costumbres, basada en un erróneo concepto de la lilbertad humana"

El décimo mandamiento nos exige una actitud de respeto para los demás y evitar la avaricia o la  envida por los bienes del prójimo. Hemos de desprendernos del deseo de poseer lo que es superfluo, entregándonos a la divina providencia. 

Nuestro tiempo para merecer y cumplir la ley de Dios es solo en esta vida. ¿Una vez muertos se acabará la oportunidad de salvarnos? Y dentro de este tiempo, nuestra Cuaresma de 2021 es una ocasión muy importante, porque no podemos esperar que vayamos a tener otra Cuaresma, ni siquiera otro día de vida. ¿No seamos como el Rico Epulón en la Parábola que estando en el infierno se dio cuenta de como había echado a perder su vida y omitido hacer algo a favor del pobre Lázaro, y pedía a Abrahán enviar a Lázaro a advertir a sus hermanos para que no llegaran al lugar de suplicio que es el infierno? La respuesta que se le dio fue que  "tienen a Moisés y los Profetas. Si no los escuchan, ni siquiera harán caso aunque regresara un muerto.


 




 




sábado, 27 de febrero de 2021

LA TRANSFIGURACIÓN.

 HOMILÍA PARA EL SEGUNDO DOMINGO DE CUARESMA, CICLO B, 28 DE FEBRERO 2021.

San Marcos introduce este episodio extraordinario diciendo que se da seis días después. Así relaciona la Transfiguración con el episodio anterior que está en el mismo centro de su evangelio, es decir, la confesión de fe de San Pedro en Cesarea Filipo. De hecho, toda la primera parte del evengelio plantea la pregunda ¿Quién es Jesús de Nazaret? Tanto su doctrina que expresa su autoridad no como la de los escribas que siempre empezaban su presentación de sus enseñanza refiriéndose a tal o caul rabino que dijo tal cosa. Jesús enseñaba con su propia autoridad y eso impresionaba a la gente. Las curaciones, la expulsión de los demonios y otros milagros como calmar la tormenta en el lago provocaron asombro en el alma de los apóstolés y se preguntaban ellos también ¿Quién es? Ahora bien, San Marcos no tiene ninguna duda sobre la ideentidad de Jesús, pues empieza su Evangelio con la afirmación Buena nueva de Jesús, Mesías Hijo de Dios. Obviamente, los apóstoles como también los lectores del evangelio tenían que ir descubriendo ésta, la verdadera identidad e Jesús. Queda expresada en su nombre Jesús, que signifiica Yahvé salva, o sea Jesucristo es el SALVADOR. Además, es el Mesías, palabra que en hebreo significa ungido y traducido al griego es Cristós. Sabemos que en la época en la que Jesús dio inicio a su ministerio público, que también coincidía con el bautismo de Juan en el Jordán, entre los judíos existia una gran expectación. La gente pensaba que algo importante iba a suceder, una intervención definitiva de Dios a favor del pueblo. De hecho, cuando llegaron los represtentantes del Sanhedrín a interrogar a Juan sobre quién era, le preguntaron si él era el Mesías, o el profeta y Jaun les dijo que no, que era una voz gritando en el desierto que tenía la misión de allanar el camino del Señor, afirmación que seguramente los del Sanhedrín entendían que se trataba del cumplimiento de lo que el Profeta Isaías había anunciado. Como hemos constatado en un par de domingos anteriores San Marcos al presentar a Jesús como Hijo de Dios también expresaba su verdadera identidad, un título incluso mayor que el de Mesías.

 Ahora bien, el episodio de la Transfiguración es el inicio de la segunda parte del Evangelio de San Marcos, en la que Jesús no solo predica a las multitudes en los pueblos de Galilea, sino que se dedica con más intensidad a dar a entender a los apóstoles su verdadera identida, pero con una modalidad muy difíicil de captar para ellos. Sí era el Salvador, Mesías e Hijo de Dios, pero su misión se llevaría acabo a través de su entrega de parte de las autoridades para ser crucificado y luego resucitar al tercer día. Hay tres predicciones de este hecho, pero los apóstoles no captaban nada. Ellos, como el resto del pueblo estaban convencidos de que el Mesías sería un Rey al estilo de David que establecería un reino político, que libraría al pueblo del dominio de los romanos. Israel sería el instrumento de Dios para reunir a los pueblos en Jerusalén y establecer el verdadero culto allí. De ahí la importancia de la Transfiguración para que los tres apóstoles pudieran de alguna manera vislumbrar la verdadera naturaleza de Jesús como Hijo de Dios, confirmada con la voz del Padre. Si bien es cierto que el Libro de Isaías contiene cuatro Cantos del Siervo de Dios que sufre vicariamente y se entrega por el bien del Pueblo, no pudieran combinar estas profecías con las otras de la gloria del Mesías. 

El esplendor de la luz en el rostro de Jesús y en su ropaje recuerdan al Hijo del Hombre en el Libro de Daniel. La Transfiguración se da también en una montaña alta, pues las grandes teofanías del Antiguo Testamento, particularmente la de Moisés en Sinaí, como la de Elías en el mismo monte, llamado también Horeb. La montaña en la Biblia es un lugar priveligiado para la manifestación de Dios. Al subir una montaña, uno se aleja del bullicio de la ciudad y todos los asuntos que se realizan en ella. La presencia de Moisés y Elías hablando con Jesús significa el cumplimiento del Antiguo Testamento y de la promesa hecha por Dios al Profeta Jeremías (31.31) de una nueva alianza. Moisés representa la Ley entregada en Sinaí y Elías la profecía. Jesús lleva a su cumplimiento ambos aspectos de la revelación veterotestamentaria .

La propuesta de San Pedro de hacer tres tiendas hace referencia a la Fiesta de las Tiendas, que era la fiesta de la cosecha y una ocasión de gran alegría cuando la gente iba al campo alojándose en tiendas, y posteriormente hacían tiendas en la ciudad. Indica la gran alegría que sentían los tres apóstoles. Los tres discípulos eran testigos de la gloria de Jesucristo el Señor como una anticipación de lo que les esperaba una vez que se hubiera cumplido la pasión, la cruz y la resurrección. En la versión de San Lucas se dice que Moisés y Elías hablaban con Jesús sobre su Éxodo que se iba a dar en Jersualén, o sea la cruz y la resurrección.

Escuchan las palabras del Padre desde una nube, también algo característico de las teofanías del Antiguo Testamento. Este es mi Hijo amado, escuchadle. En el Prólogo del Evangelio el evangelista proclama solemnemente el Logos existía desde el principio, que estaba junto a Dios, que era Dios y se hizo carne. De ahí también la importancia de la escucha de la Palabra. Nos recuerda también el salmo 94 con el que normalmente se da inicio a la Liturgia de las Horas cada día: Ojalá escuchéis la voz del Señor, , no endurezcaís vuestro corazón como en Meribá,...". 

El relato termina con la orden de Jesús a los discípulos de mantener secreto la experiencia "hasta el HIjo del Hombre hubiera resucitado de entre los muertos. Ellos cumlpieron esta mandato, pero entre sí discutían qué signifcaría aquello de resucitar de entre los muertos. Obviamente, no entendían y esto lo podemos constatar posteriormente en el relato de la Pasión. 

 

 

 

  



sábado, 20 de febrero de 2021

LAS TRES GRANDES DISCIPLINAS DE LA CUARESMA

 HOMILÍA DEL PRIMER DOMINGO DE CUARESMA, 21 DE FEBRERO DE 2021.

La Cuaresma es parte muy importante de nuestro Año Litúrgica, la Iglesia nos propone un esfuerzo especial en la oración, el ayuno y la limosna, también llamada la misericordia. Por ello, en este primero domingo de la Cuaresma de este año, vamos a comentar estos tres aspectos de la disciplina cuaresmal. 

1) La oración. 

No es necesario extendernos en una explicación de la importancia de la oración en la vida cristiana. Todos los santos, y de manera especial los místicos la han practicado intensamente y han escrito obras importantes sobre el tema. Voy a sugerir unas cosas prácticas que podríamos hacer en estos días de la Cuaresma para mejorar nuestra oración. 

El mismo Jesús dedicó no solo los 40 días que pasó en el desierto en oración, sino también los evangelios nos indican que a veces pasaba la noche entero en oración en un monte, sobre todo en los momentos claves de su vida como eran la elección de los apóstoles, o en Getsemaní en el momento de su pasión y  muerte. Dijo también "orad siempre sin desfallecer", una exhortación que repitió San Pablo. El mismo apóstol en el c. 8 de su Carta a los  Romanos dice que no sabemos orar como conviene, pero el Espíritu Santo viene en ayuda de nuestra flaqueza. Por ello, pienso que lo primero que podemos hacer ahora que estamos iniciando la Cuaresma de este año es proponernos con gran sinceridad mejorar nuestra oración, poner en ella un gran empeño en estos días. Ciertamente el Espíritu Santo no vendrá en nuestra ayuda si no no hacemos un propósito serio y responsable de mejorar nuestra vida de oración. 

San Juan de Damasco, Doctor de la Iglesia, gran teólogo que pasó la  mayor parte de su vida en el siglo XVII en un monasterio cerca de Jerusalén, nos entrega la que es probablemente la definición más conocida de la oración: Elevar la mente y el corazón a Dios. Esto lo podemos hacer en cualquier momento a lo largo del día. Es cierto que nos agobian los deberes y obligaciones que tenemos que cumplir a lo largo del día y hay que cumplirlos. Sin embargo,no es tan difícil el elevar la mente y el corazón a Dios al levantarnos en la mañana, agradecerle al Señor por habernos dado un nuevo día, pedirle lo que nos conviene, A lo largo del día, hay muchos momentos muertos o perdidos que podemos rescatar para hacer oraciones breves que se llaman jaculatorias. ¿Como podemos cumplir el principal mandamiento que nos dio Jesús, amarás al Señor con todo tu corazón, con toda tu alama, con todas tuse fuerzas y el prójimo como a ti mismo, si ni siquiera nos acordamos de Dios, de Jesús a lo largo del día? 

Luego, está la Santa Misa que contiene varios tipos de oración, en general inspirados en la Palabra de Dios e incluyen peticiones, acción de gracia y alabanza además de súplicas por la Iglesia, el Papa, los Obispos, los difuntos etc. Un gran peligro para nuestra oración es la rutina sobre todo cuando se trata de repetir las mismas oraciones que es el caso de varias de las oraciones que contiene la Santa Misa.  

Además de la Santa Misa, la Iglesia tiene su propia oración que se llama La liturgia de las horas o el Oficio Divino. Se basa en gran medida en los Salmos que siempre han sido considerados como oraciones privilegiadas por formar pare de la Sagrada Escritura o la Palabra de Dios. También tenemos el Salmo Responsorial de la Misa como respuesta a la primera lectura. Si nos fijamos en él, tendremos una ocasión de familiarizarnos con los salmos. Los Padres de la Iglesia lo alababan con gran elocuencia. Incluyen todos los tipos de oración y podemos hacerlos nuestros en los diversas circunstancias de la vida como en los momentos de alegría o tristeza y angustia, pues Jesús lo hizo en la cruz cuando dijo "Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado", palabras con las cuales comienza el salmo 23? 

La Iglesia a través de sus fieles tiene la obligación y la necesidad de orar, cumpliendo también el mandato de Jesús de orar siempre sin desfallecer, y lo hace a diversas horas a lo largo del día. Los monjes, monjas, sacerdotes y diáconos tenemos la obligación de cumplir esta oración, sea en la mañana, a media mañana, a mediodía o media tarde, en la tarde y en la noche antes de descansar. También se  invita a los mismos fieles católicos a celebrar la Liturgia de las Horas, o las horas principales que son las laudes y vísperas, sea en la Iglesia parroquial o en sus casas. En no pocas parroquias, he observado que se celebra las laudes o vísperas juntamente con la misa, o antes de la misma. Antes del Concilio Vaticano II, se hacía en latín. Ahora es mucho más fácil, incluso descargando una aplicación al teléfono móvil gratis, mientras los cuatro volúmenes oficiales cuestan unos 120 euros y obviamente la utilización de la aplicación facilita la oración en nuestra vida ajetreada actual. 

Hablando del teléfono móvil como instrumento que nos puede ayudar a rezar, se encuentra diversas versiones del Vía Crucis en él, pues se trata de una oración tradicional de la Cuaresma. No digamos el Rosario que es la oración más querida por los católicos, También, existen aplicaciones con cantos, las oraciones más comunes del católico, por ejemplo antes de las comidas, al salir de la casa, al visitar al Señor en el Sacramento de la Eucaristía en una iglesia o una capilla etc, como también la Biblia. Se podría decir que nunca ha sido tan fácil la oración, También deberíamos de orar por las buenas personas que nos facilitan todas estas oraciones que han gastado su tiempo al cumplir esta obra de amor a sus hermanos en la fe católica. 

2, El ayuno.

Tanto el Antiguo Testamento como el mismo Jesús tratan con frecuencia el tema del ayuno. Dado que la alimentación es algo esencial en nuestra vida sin la cual no podemos sobrevivir, así como el sexo sirve en el plan de Dios para la propagación de la especie, Dios ha permitido que proporcionen un cierto placer. Ahora bien, la abstinencia o reducción de nuestro consumo de alimentos ofrecida a Dios tiene grandes ventajas, como un acto de culto a Dios, como un modo de formar nuestra voluntad. Lamentablemente, en la Iglesia actual, se ha perdido en buena medida el ayuno. Quedan tan solo dos días de ayuno obligatorio al año, Miércoles de Ceniza y Viernes Santo. San Pablo recomienda a los esposos abstinencia de la unión sexual como una ayuda a la oración, de común acuerdo obviamente. También la Biblia insiste en que el mero cumplimiento externo y ritual del ayuno no basta, Recomienda el control de nuestras malas tendencias, actos de caridad y solidaridad etc. como agradables a Dios. Jesús insiste en el hecho de que no es lo que entran en la boca lo que mancha el hombre sino  los vicios que comete.  Acciones como el control de la lengua, evitar el chismorreo, evitar la envidia y otros vicios. Sería bueno que fuéramos a revisar los siente pecados capitales como son la soberbia, la avaricia, la lujuria (hoy en día existe una verdadera pandemia de la pornografía), la ira, glotonería y la pereza, También, nos sería muy útil repasar las obras de misericordia. Se encuentran en el Catecismo y se podría hacer una búsqueda en Internet para familiarizarnos con ellas y examinarnos, 

3) La Limosna.

Algunas personas piensan que no es apropiado hacer una colecta de dinero durante la Santa Misa, pero el dinero es un símbolo de lo que nos hace posible adquirir los bienes necesarios para la vida, en cierto sentido la sustancia de la vida. Por ello, ha sido siempre parte de la Misa. San Pablo realizaba una colecta entre sus Iglesias para los cristianos pobres de Jerusalén y viajó personalmente a la Ciudad Santa para entregarla. También San Justino, filósofo y mártir laico en Roma del año 163 A.D, en su Primera Apología hace una descripción  de la celebración de la Misa en su  época en Roma e incluía una colecta para bien de los más necesitados de la comunidad. También, ha existido el diezmo a lo largo de los siglos. Lo realizan todavía comunidades protestantes, mientras los católicos son lose que menos contribuyen a la Iglesia. Hay muchos modos de cumplir el deber de la limosna y podríamos hacer un esfuerzo especial en la Cuaresma, privándonos de algunos cosas superfluas para dar limosna. 

Ya que estamos en los primeros día de la Cuaresma de este año, aprovechemos y seamos sinceros en acoger la gracia que Dios nos ofrece en este tiempo oportuno para mejorar nuestra vida cristiana. Los depostistas se juntan antes de la temporada de partidos para hacer un entrenamiento intenso.  Si ellos lo hacen porque es su deber y su profesíón, nosotros debemos hacerlo porque se trata de nuestra salvación eterna. ¿Hay algo más importante en nuestra vida que nuestro destino eterno, el cielo o el infierno? 



 


sábado, 13 de febrero de 2021

EL SEXTO DOMINGO DE TIEMPO ORDINARIO, CICLO B, 14 DE FEBRERO DE 2021

 EL LIBR0 DEL LEVÍTICO Y JESÚS ANTE LA LEPRA.

En tiempos de Jesús, la lepra era cualquier tipo de enfermedad de la piel, o sea no una enfermedad tan específica como lo es hoy en día. Las normas establecidas en la Ley del Antiguo Testamento se encuentran en el Libro del Levítico, el tercero de los cinco primeros libros que llamamos Pentateuco, o sea un volumen de cinco libros. La palabra levítico proviene de la Tribu de Leví, uno de los doce hijos de Jacob. All ingresrar en la Tierra Prometida,a  los levitas no les tocó una parte en la repartición de la tierra proque se misión era el cuidado de todos los aspectos del culto. Durante los 40 años que el pueblo pasó vagando por el desierto, la Biblia nos cuenta que tenían una tienda especial en la que realizaban el culto, y luego de haberse establecido en la Tierra, ocuparon unos templos, el más conocido siendo el de Silo, donde más tarde el sacerdote Elí y el profeta Samuel serían al pueblo. Es un libro poco conocido entre los católicos porque no es que salga mucho en nuestra liturgia. La verdad es que no es un libro fácil de seguir porque contiene contiene un gran número de normas sobre la necesidad de la pureza ritual y demás reglas que se encuentran en el Código de la Santidad (en realidad, hay tres códigos de leyes en el Pentateuco, el primero está en el Libro del Éxodo, el segundo siendo éste de la Santidad y el tercero el de Deuteronomio que significa "segunda ley"). 

El concepto de santidad es muy importante y etimológicamente significa separación. Todo lo que tiene relación con Dios es santo,  el mismo Dios es santo, es decir, está a otro niveo separado de nosotrosl. De ahí la importancia del gran número de normas de pureza ritual, auque también tiene que ver con normas de tipo moral. Entre el hombre y Dios hay un abismo, como dice el Libro de Isaías: "Tan alto está el cielo sobre la a tierra, así de altos son mis caminos sobre los vuestros". Los leprosos eran considerados como impuros por ello no solo separados del culto o la liturgia sino también obligados a vivir fuera de los pueblos y al ver llegar a una persona a gritar impuro al ver que se acercaba alguna persona. Esto no nos ha de parecer extaño en estos días de coronavirus cuando confinan incluso a personas sanas, cosa jamás hecha, ni obviemente se manda hacer tal cosa aquí en el libro del Levítico. Contacto con sangre o con un cadáver también provocaba impureza ritual, de manera que una persona que había tocado sangre o un cadáver era considerado impuro y mientras no cumplía unos ritos y fuera certificado por un sacerdote no podía participar en el culto. En el Evangelio tenemos, por ejemplo, en la parábola del Buen Samaritano en el que el que fue atracado y quedó mal herido, hemos de suponer que había sangrado. Pasaron un sacerdote y un levita  (un ayudante de los sacerdotes en el culto del Templo) y se fueron sin socorrer al malherido. Eso lo vemos muy mal nosotros, pero en su caso, si hubieran tocado el cuerpo de la víctima y manchado las manos de sangre quedarían excluido del culto. En todo caso, constatamos que la actitud de Jesús es radicalmente contrario a la del sacerdote y el levita, o por ende el Samaritano. Es verdad que los samaritanos seguían el Pentateuco y por ello estaban obligados a cumplir las leyes rituales y tenían su propio templo. Sin embargo, Jesús lo presenta como movido y compasivo poniend por delante la caridad  el cuidado del necesitado a las normas. 

Esa misma actitud la manifestó el encontrarse con el leproso de nuestro pasaje evangélico de hoy. Toma la iniciativa y él mismo se acerca al leproso. Lo normal, como hemos visto arriba, era que el leproso gritaría impuro.  Jesús siente lástima y toca al leproso, otra cosa inaudito en la época y ciertamente provocaría escándalo entre los fariseos si estuvieran presentes. Jesús resumió su actitud en la frase "el Sábado es para el hombre, no el hombre para el Sábado". Como sabemos los judíos tenían un sin fin de leyes acerca del descanso en el sábado que en vez de procurar un descanso para la gente, eran una carga pesada.  El leproso expresa su confianza en Jesús y dice:"Si quieres, puedes limpiarme",y Jesús responde "Quiero, queda limpio", El domingo pasado hemos visto cómo en el Evangelio de San Marcos constatamos que Jesús realiza unos milagros extrarordinarios con la mayor facilidad, en esta ocasión con unas palabras. Se trata, pues de una manifestación de su divinidad. 

    San Marcos indica que la lepra se le quitó inmediatamente. Esta palabra la utiliza con frecuencia  al comentar los milagros de Jesús. Otra característica que se nota en el Evangelio de San Marcos, es lo que llaman los estudiosos el secreto mesiánico, En este caso, Jesús despide al hombre y le manda no contar el milagro a nadie, cosa que humanamente sería muy difícil para cualquiera. Eso sí, le manda acudir al sacerdote para que certificara que ya no tenía la lepra. Pudo haber habido un doblre motivo para este modo de proceder de Jesús. En la época, y de manera especial en Galileo, existía una gran esperanza mesiánico que incluía una liberación político del yugo del poder de los romanos. Se había dado ya varias revueltas de galileos. Jesús quería evitar a todo coste una politización de su misión. 

Cabe señalar también que la lepra con su separación de los que la sufrían de la comunidad y del culto de Israel, sea en el templo o en la sinagoga es una imagen de lo que realiza el pecado. Cada bautizado ha ingresado en la novedad de vida, como dice San Pablo, y es justificado o ha pasado de estar excluido de la presencia de Dios, no porque Dios no lo quiera sino por su pecado. Por algo los pecados graves se llaman mortales, es decir, que matan la vida de gracia en el alma, y nos priva de la vida divina. Jesús es el Médico de las almas, y en nuestro caso nos sana, nos limpia y no devuelve la participación en la naturaleza divina porque en la Iglesia actúa a través de los sacramentos, y en este caso del Sacramento de la Penitencia o la Reconciliación. 

Así pues, una vez más, constatamos la gran compasión de Jesús y como inmediatamente cura al leproso, que a su vez ha manifestado su necesidad de ser limpiado, cosa que ha de ser el penitente al acudir al ministro de la Iglesia, el sacerdote, que cumple su misión en nombre del mismo Jesucristo Nuestro Señor y Nuestro Médico.