sábado, 31 de julio de 2021

LA EUCARISTÍA ALIMENTO PARA LA VIDA ETERNA

 

SOLO DIOS BASTA, SOLO JESUCRISTO BASTA-
En el c. 1 del Libro del Génesis, el autor afirma que Dios, después de haber creado todas las cosas que Dios vio que todo lo que había creado era bueno, también si seguimos la versión griega, podemos decir que todo era hermoso. Existe un tipo de protestantismo que se llama Puritanismo. Los que se escaparon de Inglaterra y se establecieron en la parte de América que llamamos Nueva Inglaterra porque no se les permitía seguir su particular especie de protestantismo en Inglaterra y se suele llamarlos "puritanos". El puritano suele ver el mundo como malo y negativo, uno que no suele apreciar o gozarse de las cosas buenas del mundo o que hay algo radicalmente malo en el mundo Los puritanos realizan sus reuniones en unas salas que no tienen cuadros, estatuas, las paredes pintadas en fresco etc, cosa típica de una iglesia católica. Las Iglesias Ortodoxas también suelen tener sus iconos y mosaicos hermosos.  Estas iglesias católicas y ortodoxas tienden a querer de alguna manera hacer presente el cielo en la tierra. A eso ayuda el canto solemne, los elementos simbólicos de los sacramentos que se celebran. Los puritanos no tienen más que la predicación y el ministro suele ser llamado Predicador. La Iglesia católica no considera el mundo malo sino por el contrario bello y que de alguna manera refleja la hermosura que nos imaginamos que ha de existir en el cielo. Si la liturgia se celebra bien, sobre todo con buenos cantos, y con la participación gozosa de los fieles, tiende a elevar la mente y el corazón a Dios, Por lo tanto, deberíamos de salir de la celebración de la Santa Misa con alegría.

Si bien es cierto, como dice la Salve Regina "gimiendo y llorando en este valle de lágrimas", no todo en nuestra vida es eso. Muchos aspectos de nuestra vida, sin negar que existen momentos de dolor y sufrimiento, nos dan la ocasión de gozar y sentir una alegría. Así cuando éramos niños, probablemente recordaremos como celebrábamos la Navidad, como nuestros padres dentro de sus posibilidades se esforzaban por hacernos regalos, hacer que la comida fuera especial y tradicional. Recordamos con gran alegría la Navidad, u otras fiestas como los cumpleaños etc. Sin embargo, el gran día terminaba y nos quedaban con ganas de más, El famoso predicador estadounidense, Mons. Robert Barron, Obispo Auxiliar de Los Ángeles, cuenta que  vive cerca del mar y va a pasear en la playa. Hay una parte de la playa separada donde los perros pueden correr, jugar con una pelota etc. Comenta cómo parece que tales momentos serían el máximo de felicidad que puede alcanzar el perro, pues no es capaz de más y no tiene anhelos de más. En cambio, nosotros, pese a poder gozar de ocasiones como una gran película, un drama, un concierto etc. sabemos que termina y aunque tengamos ganas de más, tenemos que volver a las actividades diarias. Esas grandes celebraciones u ocasiones no nos satisfacen plenamente. Nos quedan ganas de más. San Agustín en el inicio de sus Confesiones expresa esto de manera magistral: "Nos has hecho para ti, Señor,  y nuestro corazón está inquieta mientras no alcanza en ti´", También Jesús decía "¿Qué aprovecha el hombre ganar todo el mundo, si pierde su vida".. Todo lo que hay en este mundo es pasajero. En más de una ocasión la Biblia compara nuestra vida en este mundo a paja que arrebata el viento. Nada es duradera y nada nos satisface plenamente en este mundo.

En estos domingos estamos reflexionando sobre el c. 6 del Evangelio de San Juan. Hoy llegamos a la parte donde Jesús ha cruzado el lago y la gente se había adelantado por el hecho de haber comido pan en abundancia. Dice: "Os aseguro, me buscáis no porque habéis visto signos, sino porque comisteis pan hasta saciaros. Trabajad, no por el alimento que perece, sino por el alimento que perdura para la vida eterna, el que os dará el Hijo del hombre, pues a éste lo ha sellado el Padre Dios".  Estos beneficiarios del milagro de Jesús de la multiplicación de los panes buscaron a Jesús por pensar que el milagro podría replicarse y les recuerda que no anhelan lo que verdaderamente vale o lo que hay que buscar más allá de cualquier bien que se puede alcanzar en esta vida.

Jesús deseaba hacer que sus oyentes cayeran en la cuenta de que el pan que les dio no era "el verdadero pan de vida, es decir, la Eucaristía, un alimento que dura y da la fuerza necesaria para alcanzar la vida eterna. Ellos le dijeron que Moisés les dio pan del cielo, el maná en el desierto a sus antepasados en el desierto,que fue Dios quien se lo dio e igualmente murieron. Es decir, el pan del desierto, o el maná como el pan multiplicado por Jesús en el desierto apuntaban al verdadero pan de vida que solo El iba a dar.

Creo que aquí Jesús y la Iglesia a lo largo de estos  cuatro domingos en los que nos toca reflexionar sobre la Eucaristía quieren que nos examinemos sobre cómo participamos en la Eucaristía, La misa se divide en dos grandes partes: La Liturgia de la Palabra y la de la Eucaristía, ¿De verdad, ponemos atención a las lecturas que se proclaman en la Misa? En el domingo son tres. Si nos toca leer una lectura nos preparamos para este oficio? . Si toda la Biblia se refiere a Jesucristo, pongo algún interés en irla conociendo. No olvidemos la famosa frase de San Jerónimo: "ignorancia de la Sagrada Escritura es ignorancia de Cristo? No basta más o menos cumplir. ¿No me conviene conseguir algún tipo de comentario de las lecturas de la Misa del domingo? Curiosamente, los católicos de la Edad Media, muchos de los cuales no sabían leer ni escribir, pero tenían un conocimiento de la Biblia que los católicos de hoy. Es cierto que no es fácil porque se trata de textos que se remontan a 2000 a 3000  años y de una cultura muy diferente a la nuestra. Nosotros los sacerdotes somos Ministros de la Palabra (la palabra ministro significa "servidor"), Tendríamos que preguntarnos si estamos cumpliendo bien este servicio. A mi parecer, si intentáramos cumplir este deber como corresponde tendríamos que gastar más tiempo tanto en la preparación de las homilías como en entregarlas durante la Santa Misa, debido a la común ignorancia de la Sagrada Escritura del católico del siglo XXI. Entonces, surgiría otro problema,y se trata de las quejas interminables contra "la misa larga". ¿Y los adictos al fútbol que tienen que llegar al estadio alrededor de los horas antes del partido se quejan por la larga espera? En los primeros siglos de la Iglesia, con no poca frecuencia, las homilías eran de una hora y eso que no había banco en las Iglesias, No se sentaba la gente, sino que se quedaban de pie, Es cierto que los grandes predicadores como San Juan Crisóstomo y San Agustín tenían una gran formación en la retórica y no tenían que competir con la televisión que entretiene a la gente mañana, tarde y noche y les lava el cerebro, pero de eso no se quejan.
Otro problema es la distracción. Se nos va vagando la mente, y hoy en día si es que se llega antes a la iglesia, la gente se pone a charlar, Lo mismo enseguida al terminar la misa, ¿Acaso la iglesia es un lugar para charlar? ¿No hay otros lugares que se presentan a esto como son los bares o la calle, o la propia casa?  Conversar con una persona querido requiere un esfuerzo de atención. Si amamos a Dios con todo nuestro ser, toda nuestra alma, no haremos un esfuerzo para atender a su Palabra e intentar captar el mensaje que nos entrega este domingo? ¿Atendemos a las oraciones que el sacerdote lee del Misal? Me da la´impresión de que se repitan las palabras del Padre Nuestro, por ejemplo, sin pensar en lo que decimos, pues son las mismas palabras entregadas a los apóstoles cuando ellos le preguntaron cómo tenían que orar. Entre todos, creo que podemos hacer un esfuerzo por vivir la Santa Misa mejor. Para empezar, podríamos leer y reflexionar sobre lo que Jesús dice en en el c. 6 del Evangelio de San Juan y luego en la Misa poner más atención a las lecturas y oraciones, y no olvidarnos de darle gracias al SEñor, pues la misma palabra Eucaristia significa "dar gracias bien". No somos capaces de hacer esto por nuestro propio esfuerzo, pero el Señor viene en nuestra ayuda y podemos darle gracias a Dios Padre en unión con Jesús por todo lo que ha hecho y sigue haciendo.  Santo Tomás de Aquino decía que le Eucaristía es prenda de la  vida futura o un adelanto de lo que Dios nos tiene preparado. Procuremos vivir con la mayor intensidad estos momentos en los que participamos en la Eucaristía. 
I

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