sábado, 17 de julio de 2021

LOS PROFETAS

HOMILÍA DEL XVI DOMINGO DE TIEMPO ORDINARIO, 18 DE JULIO DE 2021, Está claro que tanto la primera lectura, del Profeta Jeremías, como el salmo 22 el evangelio de hoy tratan del tema de los pastores, Veamos, en primer lugar cómo la Biblia vuelve una y otra vez sobre este tema de los pastores. No se trata normalmente de la gente pobre y sencilla que se dedica a criar ovejas, como es el caso de los pastores que recibieron la visita del Angel y escucharon el canto de los Ángeles en Belén en la ocasión del nacimiento de Jesús. Se trata de los que ejercen liderazgo en la comunidad y de manera especial en el Antiguo Testamento, los reyes. En realidad, desde el Primer Libro de Samuel hasta el segundo de Reyes y también las Crónicas, más bien los reyes son rechazados por Dios por su infidelidad a su misión. Incluso, el que es considerado el mejor de ellos, es decir, el Rey David, cayó en un pecado gravísimo. Se acostó con la esposa de uno de sus soldados, y luego para tapar la cosa mandó al esposo a una batalla y escribió una carta al jefe del ejército Joasb para que colocara al soldado, Urías, en el punto más peligroso y los compañeros se retiraran para que los enemigos lo mataran. Otros de ellos cayeron en la idolatría, sacrificando a sus hijos pasándolos por el fuego o instalando imágenes de dioses paganos en el mismo Templo de Jerusalén. Solo dos de ellos son presentados como fieles a los planes de Yahvé, es decir, Ezequías y Josías. Pasemos a la primera lectura, tomada del libro de Jeremías. Probablemente es el profeta más vituperado de todos. Vivió en un momento de gran crisis en Israel, a finales del siglo VII antes de Cristo y principios del siglo VI, cuando se dio el exilio a Babilonia del año 586/587 (hay una disputa entre los historiadores acerca de la fecha exacta y también en la época, el año empezaba en el mes de octubre de nuestro calendario). El último de los reyes antes de la destrucción del templo y de la ciudad de Jerusalén de parte de Nabucodonosor, Rey de Babilonia y su ejército , Sedequías. Existía dos "partidos" en Jerusalén, uno favorable a hacer las paces con el Rey de Babilonia y someterse a él y Jeremías favorecía esta opción. El otro ponía su confianza en una eventual intervención de Egipto para salvarlos. Para los profetas, incluyendo Jeremías, volver a Egipto o buscar su apoyo era una acto de traición contra Dios, pues él los había liberado de la mano del Faraón y había cumplido su promesa de entregarles una tierra de leche y miel. El Rey Sedequías no hizo caso de las advertencias de Jeremías, y Nabucodonosor y su ejército pusieron sitio sobre Jerusalén, de manera que se entiende lo que encontramos ennuestra primera lectura de hoy. El profeta despotrica contra los reyes declarándolos malos pastores: "Vosotros dispensasteis mis oveja, las expulsasteis, no las guardasteis, pues yo os tomará cuentas de la maldad de vuestras acciones, oráculo del Señor. Yo mismo reuniré el resto de de mis ovejas de todos los países donde las expulsé, las volverá a traer a sus dehesas, para que crezcan y se multipliquen. Les pondré pastores que las pastoreen, ya no temerán, ni se espantarán, y ninguna se perderá, oráculo del Señor". Además promete un pastor, vástago de David. Obviamente, esta profecía se cumple solamente en la persona de Jesucristo Nuestro Señor, que se presenta en el Evangelio de San Juan como el Buen Pastor". De igual manera en el Libro de Ezequiel, Dios promete que EL MISMO. pastoreará a sus ovejas. Pareciera que esta lectura de Jeremías se direge a los pastores que no cumplen su deber de liderazgo y guiá del Pueblo de Dios. ¿Qué han de hacer los pastores o cómo han de proceder?. El Salmo 22 nos da unas pistas, Han de proveer a los fieles todo lo necesario para alcanzar la salvación. Por ello, en primer lugar la Palabra de Dios. Podemos interpretar lo que señala el siguiente verso del salmo en este sentido: "en verdes pradreas me hace recostar, me conduce a fuentes tranquilas y repara mis fuerzas". Estas cosas las tendría que hacer un pastor natural que cuida sus ovejas. Aplicándolo al obispo y al sacerdote, estas metáforas se pueden interpretar como el pirmer deber del Pastor, alimentar a las ovejas y darles de beber que sería el pan de la Palbra de Dios, y por ende la Eucaristía, como los demás sacramentos como corresponde.Caundo el salmo presenta una mesa;Preparas una mesa enfrente de mis enemigs, me unges la cabeza con perfume y mi copa rebosa". S trata del Pan de Vida como señala Jesús en el c. 6 del Evangleio de San Juan.es el Buen Pastor. Los gobiernos nos están imponiendo una serie de mandamientos absurdos supuestamente para "protegernos" de un supuesto "virus" que nadie,ningún médico, científico ni mucho menos un Ministro de Estado, ha probado que existe. Todo mundo a pies juntos obedece y hace el ridíuclos tapando la cara con un trapo, o en vez de dar la mano a un amigo cuando lo encuentra tocar los codos. Todo esto porque tanto los gobernantes, como los Medios de Comunicación como el Estamento Médiico nos imponen tales mandamientos irracionales, o absurodos, y lo pueden hacer con un éxito de 100% ¿Por qué ellos son capaces de hacer valer sus reglas absurdas y la Iglesia, o sea los Obispos que son los sucesores de los apóstoles o sus ayudantes los sacerdotes no son capaces de convencer a la gente sobre la importancia de cumplir los mandamientos de la Ley de Dios? Estos estamentos, gobernantes, medios y médicos tienen éxito y la Iglesia tiene un fracaso monumental al intentar convencer a los católicos que cumplan la Ley de Dios? A mi parecer, esta pregunta se contesta con una sola palabra, o tal vez dos. La primera es MIEDO, miedo a la muerte. Ya lo dijo Goebbels, Ministro de la Propagana de Hitler, que se puede lograr que la gente obedezca y haga cualquier cosa que se les mande si se le mete miedo o pánico. La segunda palabra mencionada es MANIPULACIÓN. Una vez que una persona está alterada por el miedo es fácil la manipulación. El Diccionario de la Real Academia de la Lengua la define asï: Intervenir con medios hábiles y, a veces, arteros, en la política, en el mercado, en la información, etc., con distorsión de la verdad o la justicia, y al servicio de intereses particulares.Como es obvio, la Iglesia en ningún caso puede hacer esto ni lo ha hecho nunca. La principal motivación que utilizaba Jesús y que ha utilizado la Iglesia al intentar convencer a los católicos a cumplir la Ley de Dios es, con algunas variantes es: Que lo que Dios quiere es que todos alcancemos la salvación eterna y en eso consiste la felicidad que todos buscamos. Sin embargo, dada nuestra debilidad debido al pecado y al demonio, eso no es fácil o automático. Dios envió a su Hijo al mundo para enseñarnos a amarle a Él sobre todas las cosas y al prójimo como a nosotros mismos. No es una felicidad barata y fácil pero es la verdadera. Si fuera fácil, Jesús no hubiera muerto en la cruz por amor a nosotros para alcanzarlo. ¿Entonces, los obispo y los sacerdotes hemos fallado y no logramos comunicar este mensaje a los fieles? Parece que sí, al menos en buena medida. La cultura actual es pura basura y particularmente la juventud prefiere el goce inmediato, el placer sexual, los deportes, la música nefasta que a tantos atrae (no digo que toda la música sea mala) ¿Y los fieles han hecho caso? Lo primero que aprendemos es normalmente lo que creemos. Como la mayor parte de los católicos desconocen la Palabra de Dios y la doctrina de la Iglesia, y no se esfuerzan por aprenderlo y se dedican en gran medida a entretenerse en ver la televisión e Internet, ni se enteran, sobre todo que la gran mayoría de ellos no acuden a la iglesia más de un par de veces al año, mayormente cuando hay un entierro o posible una misa por algún difunto. Los padres son los principales responsables de la formación cristiana de los niños y adolescentes. Se suele hacer dos o tres años de catequesis cuando el niño tiene de 8 a 10 años. ¿Acaso lo que ha aprendido a esa edad es suficiente para que llegue a ser un católico como Dios manda? A mí me dijeoron unas madres de niños de la catequesis de la primera comunión que ellas son católica "a su manera"? ¿Se puede ser futbolista a su manera? Obviamente que no, y la fe es la que nos ha de dar la vida eterna, o sea el cielo o el infierno que no termina nunca? ¿Los pastores podrían hacer las cosas mejor? Obviamente que sí, pero si no colaboran los laicos por mejores sean los métodos no lograrán nada.

sábado, 10 de julio de 2021

LA MISIÓN APOSTÓLICA Y SUS ASPECTOS CONCRETOS

HOMILÍA DEL XV DOMINGO DE TIEMPO ORDINARIO, 11 DE JULIO DE 2021. Hoy nos toca el relato de la vocación de los apóstoles según San Marcos. De hecho, es un episodio importante en todos los evangelios como en el Antiguo Testamento, lo es la vocación de los profetas. Su importancia se manifiesta incluso más en los evangelios  de San Lucas y San Juan. En San Lucas, Jesús, como en todos los grandes acontecimientos de su vida, pasa toda la noche en oración antes de nombrar a sus apóstoles. La palabra "apóstol" significa "enviado". En todas las listas aparece Pedro en primer lugar. San Marcos pone en primer lugar el hecho de que Jesús les diera autoridad sobre los "espíritus inmundos", es decir los demonios.. Tal vez, nosotros no le damos mucha importancia a la expulsión de los demonios, pero si examinamos con atención descubrimos que es un aspecto fundamental del ministerio de Jesús. Jesús proclama el Reino o Reinado de Dios en la tierra como el tema principal de su predicación. Jesús es Rey y tiene dominio sobre todo el universo, como dice en su aparición en el monte de Galilea después de la resurrección: "Me ha sido dado todo pode en el cielo y en la tierra" los envía a predicar y a bautizar con a seguridad de que Él estará con nosotros todos los días hasta el fin del mundo. El Reinado de Jesús como Rey del Universo se extiende a toda la realidad e incluso a los demonios. Muchos piensan hoy en día que Satanás y los demás demonios no existen, que nosotros gracias a los progresos de la ciencia, de manera especial en este caso la psiquiatría, SE ha superado esta idea "medieval" que no es más que un mito", o sea no existen los demonios ni el infierno. Nuestra generación ha progresado y no se rebaja a creer en tales ideas. Entonces, si las cosas son así, ¿por qué Jesús pone en primer lugar la autoridad sobre los "espíritus inmundos" que entrega a los apóstoles en primer lugar, y no la predicación del Evangelio por ejemplo? ¿Por qué Jesús mismo tuvo que enfrentarse con el demonio en el desierto antes de dar inicio a su ministerio? Al intentar responder a estas preguntas, conviene darnos cuenta que la ciencia no es un conocimiento universal que abarca todas las realidades, y que existe también la pseudo-ciencia. Desde hace un año y medio, cuando se lanzó el Coronavirus, hemos escuchado hasta la sacidedad la apelación a la "ciencia" para justificar un sin fin de estupideces como la imposición de las mascarillas con multas cuando la verdadera ciencia demuestra claramente, que no son solamente inútiles sino perjudiciales para la salud de las personas y tapar la cara tiende a deshumanizar a las personas. Lo mismo el así llamado "distanciamiento social", un concepto jamás conocido antes de la aparición del fraude "covid" en 2020. La verdadera ciencia indica que contradice la misma naturaleza humana que es esencialmente social, y por ello perjudicial para las personas etc. etc. Digoo "fraude" porque hasta la fecha, pese a que existe un protocolo científica para aislar, purificar y caracterizar un virus, nadie lo ha hecho hasta la fecha, y las supuestas pruebas según su inventor, no sirven para diagnostica una enfermeda. Los demonios ciertamente existen, así como el infierno y sin ellos tendríamos que rechazar buena parte de la Palabra de Dios. El infierno aparece 14 veces en los evangelios. La psiquiatría bien estudiada y aplicada no está en ningún caso en pugna con la existencia del demonio y el exorcismo. Como sabemos, la palabra exorcismo significa lo mismo que la expulsión del demonio de una persona. Cada obispo diocesano puede,si le parece oportuno, nombrar a un sacerdote que cumpla el ministerio del exorcismo. Existe el Ritual de los Exorcismos, y una versión actualizada ha sido publicada no hace muchos años. Los exorcistas a nivel mundial realizan un encuentro cada año en Roma con el fin de compartir experiencias y ayudarse mutuamente a cumplir su misión que es parte de la misión de la Iglesia, tal y como hemos escuchado en el evangelio de hoy. ¿Por qué el exorcista tiene que ser un sacerdote? También un laico podría orar  y pedir a Dios la liberación de una personas afligida con la posesión del demonio, pero propiamente no hace un exorcismo. Jesús manifestó su poder, el que comunicó a los apóstoles sobre los demonios y el sacerdote es representante de Jesús si es  nombrado por su obispo, puede ejercer este poder de expulsar los demonios, obviamente en nombre del mismo Jesucristo, que cuando lo hacía manifestaba su poder, cosa que llamaba la atención de todos los presentes. Jesús no simplemente oraba para que el demonio saliera de la persona. si  que lo mandaba e inmediatamente se liberaba a la persona. El Exorcismo es un Sacramental de la Iglesia y por ello un acto litúrgico con su rito aprobado por la Iglesia. Un sacramental es un objeto o una acción con cierta similitud con las sacramentos para pedir al Señor favores espirituales o materiales. Los sacramentales no son meros actos u oraciones privadas de un fiel o un ministro, sino que piden a Dios gracias "en virtud de la intercesión de la Iglesia", En el caso del exorcismo, se utiliza el crucifijo y agua bendita que en sí son sacramentales. Estos espantan a los demonios, cosas que los mismos exorcistas testimonian. A diferencia de Jesús en su ministerio, los exorcismos no necesariamente logran la expulsión del demonio inmediatamente. Puede requerir varias celebraciones del rito y mucha oración. Santa Teresa de Jesús cuenta que el agua bendita espanta el demonio y conviene que la tengamos en nuestras casas y persignarnos antes de salir de casa y regresar. Jesús da indicaciones a los apóstoles sobre cómo han de comportarse al llegar a un pueblo o una casa. Los detalles no nos atañen a nosotros hoy en día, pero sí debemos tener en cuenta el sentido profundo de los mismos. Es decir, no hay que preocuparse excesivamente por las necesidades sobre donde vamos a alojar o comer en el caso de una misión, ni qué tenemos que llevar. Las circunstancias de hoy son diferentes,  de las de tiempo de Jesús, pero la plena confianza que nos ha de dar el hecho de ser enviados por Él nos ha de dar confianza. Si la gente de un pueblo rechaza el mensaje del Reino, dice Jesús que hay que sacudir hasta el polvo de los pies. También dice que le irá mejor en el juicio final a Sodoma y Gomorra que a este pueblo. Esto es tremendo. Ya sabemos lo que pasó con estas dos ciudades y cómo se empeñaron en seguir con sus pecados. Sí Dios es misericordioso pero no la puede aplicar a los que no se arrepienten que era el caso de los de Sodoma y Gomorra. Hoy .en día hay biblistas, hasta obispos y cardenales que intentan reinterpretar el episodio de Sodoma y Gomorra como si se tratara de una falta de hospitalidad. Es lógico que la pena tiene que adecuarse al pecado cometido. ¿Acaso una falta de hospitalidad exigiría una pena como la destrucción de las dos ciudades? Pues, no. San Pablo escribe a los Romanos sobre el el pecado que ha llegado a llamarse "sodomía":"Pues sus mujeres inviertiron las relaciones naturale spor otrs contra la naturaleza, .... Igualmente los hombres abandonaron el uso natural de la mujer,  se  abrazaron en deseos los unos por los otros, cometiendo la infamia de hombre con hombre, recibiendo en sí mismo el pago merecido de su extravío".  Pese a lo que quieren entender los promotores de la homo herejía, para San Pablo, ´más clara el agua. Finalmente, Jesús autoriza a los apóstoles a ungir a los enfermos con aceite, en señal de curación, Tal curación no es meramente física sino ante todo espiritual. Da fuerza y gracia al enfermo para enfrentarse con los peligros que implican la debilidad física y espiritual. Es un sacramento para enfermos e incluya a los ancianos que sufren achaques de salud. Tiene que ser una enfermedad con cierto peligro de muerte. A veces, en las parroquias cuando se celebra este sacramento, uno constata que acuden personas que no parecen ser enfermos con algún peligro de muerte, ni son ancianos con la debilidad y fragilidad que eso implica. Pues no es un sacramento que cualquiera puede recibir porque se celebra en la parroquia. Para eso está ante todo la Eucaristía, que también tiene sus condiciones para poder recibirla dignamente, como son estar libre de pecados graves y ayunar mínimo una hora. El que recibe la Sagrada Comunión indignamente, es decir, en estado de pecado mortal o grave, comete otro pecado grave que es el sacrilegio. Recordar esto no es un intento de asustar a los fieles. En cuanto a los pecados veniales, pueden ser perdonados de varias maneras como son la misma recepción fervorosa de la Eucaristía, la oración, la penitencia y otros sacrificios. Para que haya un pecado grave debería de haber estas tres condiciones; materia grave, pleno conocimiento y pleno consentimiento. También, si uno tiene duda, pues que acuda a la confesión para que el sacerdote le ayude a discernir. Tampoco hemos de caer en escrúpulos. En el caso de los enfermos, si no son capaces de confesarse debido a la enfermedad, el Sacramento de los Enfermos puede perdonar  los pecados. He notado que muy pocos buscan al sacerdote para que vaya a dar los sacramentos a las personas con peligro de muerte.  Quieren que se les lleva a un hospital, pero se olvidan de la importancia del poder de los sacramentos para reconciliarnos con Dios y darnos fuerza para enfrentarnos con el peligro de la muerte. El criistiano no ha de temer la muerte, pues en el bautismo fue incorporado con Jesucristo y cuenta con su ayuda y compañía en cualquier circunstancia. Como hemos en este pasaje del Evangelio de San Marcos que hemos escuchado hoy se refiera a la misióon que Jesús entregó a los apóstoles en aquella ocasión. Hemos intentado ver cómo se pueden aplicar estas indicaciones de Jesús a la situación nuestra hoy en dí.

sábado, 3 de julio de 2021

TODOS SOMOS PROFETAS.

HOMILÍA DEL DOMINGO XIV DE TIEMPO ORDINARIO, 4 DE JULIO DE 2021. Si por nuestro bautismo, todos somos profetas, conviene tener una idea clara de lo que es un profeta según la Biblia. Hoy nos ha tocado un pasaje del segundo capítulo del libro del Profeta Ezequiel. Se trata de su llamada profética. No olvidemos que los todos los profetas tienen una experiencia de su llamada, también los apóstoles. El mismo Jesús en nuestro evangelio de hoy, declara que ningún profeta es acogido en su propio pueblo, pues Jesús dijo eso en Nazaret cuando los de su pueblo empezaron a protestar porque les extrañaba que él, que ellos pensaban que lo conocían, y resulta que se puso a predicar, a echar demonios a curar a los enfermos. Además, nuestro evangelista San Marcos comenta que no pudo hacer milagros allí por la falta de fe de la gente. Ellos decían en pocas palabras que él era hijo de María y JOsé y su familia vivía allí en Nazaret, o sea, era un Don Nadie. El profeta Ezequiel fue llevado al exilio en Babilonia en la ocasión de la primera deportación en el añoo 593 a.C. Era sacerdote, de una familia sacerdotal. Recibió su llamada profética en la ribera del Río Kebar en Babilonia. De manera similar el profeta Jeremías (c. 1)recibió su vocación cuando todavía era un muchacho y Dios lo encargo ser profeta a las naciones, así como Isaías en el templo de Jerusalén cuando tuvo una visión del cielo (c. 6). Primero, Ezequiel dice que "el espíritu entró en mí". Algo que se dio en el pasado en el caso de los Jueces como Sansón, Gedeón etc. Prosigue: "me puao en pie". En la Biblia y también en los primeros tiempos de la Iglesia, el modo correcto de orar y estar en la presencia de Dios era estr de pie, es decir, que uno presta la máxima atención y manifiesta respeto en este caso por Dios que le habla. De hecho, la palabra "profeta" tanto en griego como en latín significa "hablar de parte de Dios". Obviamente, para poder comunicar la Palabara de Dios, primero tiene que ser dirigida al profeta y luego la tiene que proclamar. Isaías y Jeremías lo hacían más bien en el templo. Dios prosigue con su mensaje: "HIjo de Adán, yo te envío a los israelitas, a su pueblo rebelede que se ha rebelado contra mí". No lo envía a los ciudadanos de Babilonia, sino a su propia gente que estaba en el exilio con él. Además lo llama rebelde. ¿El profeta de hoy en día, qué encuentra si intenta proclamar la Palabra de Dios a sus contemporáneos. A diferencia de los primeros tiempos de la Iglesia y de los misioneros que fueron a América a evanagelizar, la gente de hoy ha rebelado contra Dios de muchas maneras y odia a la Iglesia. Considera que su mensaje está superado, que no tiene ninguna resonancia en esta época cuando lo que manda es la ciencia, y muchas veces la pseudo ciencia. Ha rechazado los mandamientos de la ley de Dios, de manera especial el sexto mandamiento y piensa que la Iglesia quiere imponer una moral superada propia de otros tiempos. Incluso hay hasta obispos y sacerdotes que se han tragado este mensaje. Así la mayoria de los obispos alemanes llevan adelante un plan para cambiar radicalmente la moral católica y parece que les da igual que la moral católica corresponde no solo a la Revelación Divina expresada en la Biblia y en la Tradición Apsotólica sino a la misma ley natural. Basta leer lo que San Pablo escribe sobre la homosexualidad y otras barbaridades comunes entre los paganos de su época en el c. 1 de la Carta a los Romanos. A muuchos católicos les parece totalmente fuera de lugar en nuestro mundo no solo la moral sexual de la Iglesia, como por ejemplo lo que la Iglesia enseña sobre el uso de los anticonceptivos, que han provocado un bajón impresionante la natalidad. No es poco común ver a la típica familia de católicos españoles con un solo hijo. Luego, la Iglesia rechaza el divorcio condenado por las mismas palabras de Jesucristo. Les da igual lo que sufren los hijos como resultado de un divorcio, en no pocas ocasiones porque uno y otra se han enamorado de otra persona. Lo que tenemos es una generación rebelde que rechaza tajantemente la Ley de Dios. Curiosamente, esa misma gente obedece a pies juntos los mandatos de los gobienros o más bien los Maestros de Títere que son los que controlan los gobiernos, cuando mandan el uso de las mascarilla, sin examinar si realmente sirven de algo, o más bien son no solo inútiles sino perjudiciales para la salud, por privar a la persona que tapa así la cara se se deshumaniza. Les da igual que les puede provocar a largo plazo cáncer y otros males. Obedecen las estúpidas y anti-humanas normas de lo que se llama "distanciamiento social", obviamente contrario a la naturaleza humana que es social. También queda proibida la sonrisa que es una de las expresiones típicas y únicas del ser human, Ni los ángeles, por no tener cuerpo, ni los animales pueden sonreir. La sonrisa expresa alegría de manera especial cuando se encuentra uno con un amigo o otra persona te hace algun favor y expresa agradecimiento, Luego han eliminado el saludo con el apretón de manos, y han introducido es rídiculo gesto de tocarse los codos. Otra vez, la mano es un miembro que tiene una importancia fundamental en la humanidad. Si bien es cierto que los monos tienen manos, pero no son tan importantes como la mano en el caso del hombre. Gracias a la mano, el hombre ha venido cumpliendo el mandato de Dios de multiplicarse, dominar la tierra y hacer que produzca sus frutos. Eso lo tiene que hacer con las manos. Con la mano el hombre ha hecho las más extrardinarias obras de arte etc. Si Dios nos ha creado, nos ha proporcionado con todo lo necesario para cumplir su plan para el hombre, y también que que goce de la libertad, pues como decía Jesús "la verdad os hará libres". EL cumplimiento de la Ley de Dios no es una privación de la libertad, sino una protección contra la esclavitud que es el plan de Satanás, al que se somete la grandísima mayor de la humanidad obediciendo las órdenes nefastas de los maestros de títere que son los instrumentos de Saatanás para controlar al hombre y privarle de la dignidad que Dios le ha dado. Los Maestros de Títere han convencido a la gente aborregada que tiene el cerebro lavado por tanto ver la TV que les lava el coco. No pensemos que todo esto no corresponde a un gran plan cocinada desde hace décadas. La propaganda (otra palabra para decir mentira), también llamada "operación psicológica" se ha desarrolladdo de manera vertingoso desde finales de la Primera Guerra Mundial de manera especial de parte de un tal Barnet,sobrino de Sigmund Freud. Servía como instrumento de la publicidad para convencer a las masas a comprar cosas que no necesitan. Ahora se ha desarrollado tanto que es capaz de lograr que se inyecten con unos venenos peligrosos que ha han matado a decenas de miles de personas y dejado heridas a otras centenares de miles con la posibilidad de que todos ellos, unos 2000 millones pudieran morir en los próximos dos años. No lo digo yo sino lo dice un Virólogo francés que tiene Premio Nobel. Tres sacerdotes de donde yo vivo expresaron su deseo de recibir la inyección sin al parecer haber hecho ningún análisis de lo nefastas que son esas inyecciones. Yo he intentado convencer a varios para que no se inyectaran con ese veneno, pero no me han hecho caso. El año pasado en EEUU, realizaron una encuesta entre los católicos que les preguntaba si creen en la Presencia Real de Jesucristo en la Eucaristía, si el pan y el vino se convierten realmente en el Cuerpo y la Sangre de Jesucristo. Solo 30% de ellos manifestaron su fe en este dogma fundamental de la fe católica. Sin embargo, la mayoría de estas personas han puesto su confianza en las inyecciones que han matado a miles de personas y están anhelando poderlas recibir si no lo han hechos ya. Todos somos profetas por el bautismo, pero ¿cómo vamos a cumplir esta misión considerando la situación en la que vivimos y de la mentalidad de la gente con los que convivimos? Hemos de preguntarnos cómo lo hicieron las primeras generaciones de cristianos? Para saber esto contamos con los hechos de los apóstoles y Dios envía a su profeta Ezequiel no a otro lado del mundo sino a la gente con la que vivía Babilonia, los israelitas. Primero, tenemos que intentar comprender esta mentalidad que predomina hoy en día. Segundo, tenemos que preguntarnos, qué haría Jesucristo o San Pablo en tal situación. ¿Qué tendremos que hacer una vez que la gente comienza a morir en millones a nuestro alrededor? Primero, lo que no debemos hacer: no decirles "ya te dije" etc. Procurar ser compasivo, paciente y caritativa con ellos, Lo único que tenemos que ofrecer es la Palabra de Dios, el ejemplo de Jesucristo y los santos. No aumentar el dolor de los que se dan cuenta de que se han equivocado. Comunicar la misericordia de Dios, que aunque se hayan equivocado, Dios no abandona nunca a nadie. Algunos van a decir: ¿Pero cómo es que Dios permite la muerte de tantas persona? La verdad es que no podemos echar la culpa a Dios por nuestros propios fallos, El nos dio la libertad. ¿Acaso normalmente va a hacer algún milagro para arreglar los errores que hemos libremente cometido? Hay que invitarles a acudir a la confesión, a aprovechar el tiempo que Dios nos regala a todos para entrr en una verdadera u auténtica relación con Jesucristo Nuestro Señor, que es el único que nos salva.

sábado, 26 de junio de 2021

MILAGRO DE LA RESURRECCIÓN DE LA HIJA DE JAIRO

HOMILÍA DEL DOMINGO XIII DE TIEMPO ORDINARIO, CICLO B, 27 DE JUNIO DE 2021 Hoy proseguimos con el Evangelio de San Marcos, que nos corresponde este año. Tenemos dos episodios. Primero, e Jefe de la Sinagoga suplica a Jesús que acuda a su casa porque su hija está gravemente enferma y a punto de morir. Jesús accede a la petición y se pone en camino juntamente con el Jefe de la Sinagoga y una multitud. Se acerca a Jesús una mujer que sufría flujos de sangre a lo largo de 12 años y ningún médico era capaz de curarla pese a haber gastado mucho dinero en el intento. Tocó el manto de Jesús en medio de la gente. El se dio cuenta, y pregunta quién lo ha tocado, Los apóstoles no creen que alguien lo haya tocado sino que se trataba de algo normal en la presencia de tanta gente. La mujer se presenta y cuenta su historia y queda sanada. Obviamente, el Jefe de la Sinagoga se preocupaba porque se perdía tiempo y sentía que había un peligro de muerte inminente de su hija. En tal situación, cualquiera de nosotros sentiría lo mismo, pero la realidad es que Jesús tenía pleno control de la situación. Finalmente llegan a la casa del Jefe, pero la gente le dice que no moleste al Maestro, que ya ha muerto la niña. Jesús les pide tener confianza, que la niña no está muerta sino que duerme. En realidad, en la Biblia no es poco común referirse a la muerte como un estar dormido. Lo importante en aquel momento era poner la plena confianza en Jesús. Por eso dice al padre"No temas, basta que tengas fe". Podemos suponer qué pensaría el padre: si no hubiera sido por lo importuna que era la mujer con la fluja de sangre, pues ya llevaba doce años con él, y no existía peligro inminente de muerte. Jesús hace camino entre la gente juntamente con Pedro, Santiago y Juan, los discípulos de mayor confianza, que podemos imaginar que lo consideraban raro al declarar que la niña tan solo dormía. Jesús está en perfecto control de la situación. Jesús entra en la casa con los tres discípulos y los padres de la niña. La cogió de la mano y le dice en su lengua, el arameo, "talita qum" que significa "Niña, levántate.". Solo tres veces aparece una frase en arameo en el evangelio de San Marcos, lo cual significa la importancia que tenían esas palabras porque las conservaron en arameo, pues el Evangelio está escrito en griego. Otra vez fue cuando Jesús le dice a un sordomudo "efeta" o "ábrase" y en la cruz cuando dice Eloí, Eloí lama sabactani o ¿Dios mío, Dios mío, por qué me has abandonado". "La niña se puso en pie inmediatamente y echó a andar, tenía doce años". A San Mateo no le pasan por alto tales detalles. Primero "inmediatamente" (en griego "euthus", Se trata de una palabra muy recurrente en el evangelio de San Marcos. En este caso, importa señalar este detalle porque resalta más lo asombroso del milagro. Jesús da la orden y se realiza el milagro sin demora indicando su poder divino, máxime cuando se trata de un milagro tan extraordinario como es resucitar a un muerto. Dicie también que "echó a andar", pues se resalta la inmediatez del milagro. Luego en el caso de la fiebre de la suegra de San Pedro, y su curación de parte de Jesús, San Marcos menciona una vez más que se levantó inmediatamente y se puso a servir a los huéspedes. No sobra ninguna palabra en los evangelios y en estos casos, San Marcos llama nuestra atención sobre el poder divino de Jesús en estos milagros. No olvidemos que . San Marcos comienza su relato con estas palabras: "La buena nueva (euvangelion) de Jesús, Cristo (o Mesías) Hijo de Dios. A lo largo de su evangelio, San Marcos va probando que Jesús es el Salvador (el nombre Jesús se traduce del hebreo "Yavhé salva"). Es el Mesías (maschal en hebreo) que se traduce al griego Xristos) e igualmente importante o más, es Hijo de Dios. Algunos exegetas comparan el Evangelio de San Marcos con el de San Juan y concluyen que San Marcos presenta una cristología "baja", a diferencia de San Juan que desde el segundo versículo afirma que Jesús como "logos" estaba con el Padre desde el inicio y es Dios. A San Marcos no le falta nada porque desde el inicio él proclama a Jesús como Hijo de Dios, y eso queda patente con la ayuda de los milagros, el de devolver la vida a la niña siendo uno de los más extraordinarios. No olvidemos que San Pablo afirma que: Jesucristo es el mismo, ayer , hoy y siempre. .

sábado, 19 de junio de 2021

EL MISTERIO DE JESUCRISTO, SIEMPRE NUEVO, SIEMPRE ANTIGUO, INSONDABLE.

"Nos apremia el amor de Cristo". El verbo en el griego original sinexo significa  mantener junto, obligar. La traducción apremia es buena. ¿Por qué nos apremia el amor de Cristo? Porque uno (Jescristo) ha muerto por todos. San Pablo jamás  se cansa de recordar el hecho de la muerte de Cristo "por nosotros" y su resurrección También este misterio se llama el Misterio Pascual, es decir, el hecho de que Jesús pasó (Pascua significa paso) a través de la muerte en la cruz a la gloria de la resurrección. ¿Cómo nos "apremia"? Es una realidad que se nos impone, y no nos puede dejar indiferentes.Jesús se sometió a la ignominia de la muerte por nosotros, a favor nuestro. Nos involucra profundamente porque solo gracias a su sacrificio en la cruz nosotros podemos liberarnos de la muerte eterna que nos corresponde por nuestros pecados, empezando con el pecado original que soltó una avalancha de pecados como una bola de nieve que se va aumentando al bajar de una montaña.. Es algo que no podemos escapar, ni el hecho del pecado ni el hecho de que Jesús cargó con nuestros pecados en la cruz. San Pablo escribía a los mismos corintios en su primera carta que el contenido de sus predicación es Jesucristo y Él crucificado y que les  ha manifestado esta realidad al anunciarles el Evangelio. El apóstol sentía una gran urgencia y obligación de presentarles esta verdad fundamental. Decía "ay de mí si no anuncio el Evangelio" o la Buena Noticia. Si el amor de Cristo nos apremia, necesariamente hemos de responder generosamente a este "misterio". Otra palabra que San Pablo quiere, significando el hecho de que esta realidad de nuestra salvación quedaba escondida, sobre todo a los conversos del paganismo, a lo largo de los siglos y ya se manifestaba con la predicación de la Buena Noticia. Urge, pues, una respuesta de parte nuestra. No podemos decir, como los filósofos del Areópago de Atenas "esto lo escucharemos otro día", refiriéndose al misterio de la resurrección de la carne. Siendo ellos platónicos,  menospreciaban el cuerpo y no les cabía en la mente la idea de que el cuerpo resucitaría y  perdurará en la vida futura. El platónico creía en la inmortalidad del alma, pero no del cuerpo. . El apóstol insiste que Jesucristo murió "por todos", y por lo tanto nadie puede pensar o decir que a él no le atañe. Recordemos lo que dijo Jesús en su discurso a los apóstoles en la Última Cena "nadie tiene más amor que el que da la vida por su amigo". Nadie puede decir que no le interesa el amor, y si Jesucristo se sometió, siguiendo la voluntad de su Padre, al a muerte horrorosa en la cruz para liberarlo de la muerte eterna que es el infierno, lo que hizo nos atañe y nos apremia, Esto debido a  que quién es: el único que nos puede salvar. San Pablo concluye, pues "Cristo murió por todos, para que los que viven no vivan para sí, sino para el que murió y resucitó por ellos", Obviamente, el verbo "vivir" no se refiere solamente la vida física en este mundo, sino la verdadera vida  o vida eterna a la que Jesús ha alcanzado en la resurrección precisamente para que nosotros podamos compartir con Él esa vida nueva a la que hemos sido iniciados por el bautismo. El Apóstol utiliza la frase "caminar en la novedad de vida" a los romanos al explicar el bautismo y  lo que alcanzamos por él. San Juan utiliza mucho el concepto de "vida" o "vida eterna" y San Pedro en su Segunda Carta afirma que participamos en la naturaleza divina, la Vida pertenece a Dios según el Antiguo Testamento y también a Jesús que decía "Yo soy el camino, la verdad y la VIDA. No se trata de "vivir para sí" que obviamente se refiere a una vida egoísta que se olvida de Dios y del prójimo. Esto queda claramente expresado en la respuesta de Jesús al escriba cuando le preguntaba cuál era el principal de todos los mandamientos: "Amarás al Señor tu Dios, con todo tu ser, con toda tu alma, con todas tus fuerzas, y al prójimo como a tí mismo".No se trata de dejar de alcanzar el bien propio sino evitar colocarlo por encima de cualquier otro bien.  San Pablo indica que el cristiano ha abandonado el modo de juzgar a otros "según la carne", El concepto de la "carne" (sarx) en griego es muy recurrente en las cartas del apóstol, apareciendo hasta 60 veces. Por un lado, suele referirse a los vicios relacionados con la pureza o el sexto mandamiento, como la fornicación etc. pero no siempre. También, puede estar refiriéndose a vicios como la soberbia, el maltrato de otros, juicios temerarios etc. En nuestro contexto, se trata de expresiones de la soberbia, la envidia y otros vicios que tienden al menosprecio del otro. ¿Y juzgar a Cristo según la carne", Pues se trata de un tipo de juicio que solo toma en cuenta aspectos secundarios como por ejemplo que Jesús era de Nazaret, sin tener en cuenta sus grandes cualidades, su entrega de sí mismo en la cruz etc. Los judíos y los paganos tenían unas ideas completamente equivocados acerc de Jesús, el Talmud considerando que era hijo ilegítimo de María y un soldado romano. Claro, el judío o pagano pudiera no tener el modo de juzgar tal afirmación. El cristiano que conoce el Evangelio y quién es Jesús de verdad no acepta tales juicios erróneos. Estaría juzgando "según la carne" y no "según el Espíritu". Es el Espíritu Santo el que nos revela quién es Jesús y lo va haciendo poco a poco a través del aumento de la fe, la esperanza y la caridad. Hay  un dicho en latín que reza: "Quidquid recipitur, ad modum recipientis recipitur", lo recibido se recibe según las características del que recibe. Cada quien juzga según sus conocimientos y prejuicios previos. "El que es de Cristo es una criatura nueva". Ya he señalado que San Pablo considera que esta nueva creación se da con el bautismo. Una criatura es una realidad creada por Dios, en el caso de la creación del universo, es "ex nihilo" sin que haya habido nada antes. Nuestra alma es creada por Dios una vez que se da la concepción. Es espiritual y Dios no utiliza nada para crearla.El que no es cristiano y no tiene fe,no es una criatura nueva. La fe en Jesucristo produce un cambio tan radical que se parece a una nueva creación. La diferencia es tan grande que es así. Somos convertidos en hijos de Dios en el Hijo, Jesucristo. Esta realidad se llama también gracia santificante que nos transforma y eleva a un nivel imposible de alcanzar porque obviamente nadie puede llegar a ser hijo de Dios ni participar en la naturaleza divina sin una intervención especial de Dios, pero implica la fe seguida de la esperanza y la caridad, Nuestro pasaje termina con la frase: "Lo antiguo ha pasado, lo nuevo ha comenzado". Jesucristo es todo novedad, El misterio de la Encarnación, el que Dios Hijo se haya hecho carne, uno de nosotros no es algo que podemos declarar antiguo o pasado, sino siempre nueva porque es un misterio insondable y no podemos decir, "ya lo conozco". Ojalá esta misa dominical nos abra la mente y el corazón para descubrir algo más del misterio de Jesucristo como lo hacía San Pablo a lo largo de su vida

sábado, 12 de junio de 2021

LA VIDA PRESENTE Y LA FUTURA.

HOMILÍA PARA EL DOMINGO XI,13 DE JUNIO DE 2021 Hoy voy a partir de la segunda carta de San Pablo a los Corintios. En primer lugar, conviene señalar que, contrariamente a lo que podemos imaginar, en los primeros tiempos de la Iglesia, no todo iba viento en popa. Según los estudiosos de la Biblia, en realidad San Pablo habría escrito hasta cuatro cartas a los corintios. Una habría sido anterior a la primera y esta sería una combinación de dos. Corinto era un puerto y con mucho ir y venir, y el apóstol tuvo que enfrentarse con muchos problemas en la comunidad. De hecho, le enviaron, antes de escribir la primera carta, unas preguntas cuyas respuestas forman el grueso de la carta. Las cartas de San Pablo se distribuían entre las comunidades y se leían en la comunidad y en la celebración de la Eucaristía además de pasajes del Antiguo Testamento. Nuestro pasaje de hoy toca un tema muy querido por el apóstol que tiene que ver con el retorno del Señor. Trata el mismo tema en sus cartas a los cristianos de la ciudad griega de Tesalónica, donde algunos mal entendieron a San Pablo pensando que si la vuelta del Señor se iba a dar cualquier día no tenía sentido ponerse a trabajar para poder comer. San Pablo escribe a los corintios que "mientras sea el cuerpo nuestro domicilio, estamos desterrados lejos del Señor". No es que San Pablo comparta el poco aprecio del cuerpo que caracterizaba la filosofía de Platón y sus seguidores. Para él, el cielo consiste "estar con el Señor". En este mundo, estamos " desterrados y lejos del Señor". Y "caminamos sin verlo, guiados por la fe". Tampoco podemos concluir que San Pablo no le dé gran importancia a la fe, pues tanto en su carta a los Gálatas como la dirigida a los Romanos, explicar largamente la importancia de la fe, para nuestra salvación o "justificación", que significa haber superado el pecado que no nos deja andar rectamente en presencia del Señor. La vida nueva, que es una participación en la vida de Jesús resucitado la alcanzamos gracias al bautismo. Sin embargo, la fe no es la meta final, pues como dice aquí el apóstol "caminamos sin verlo guiados por la fe". Así estamos en camino y peregrinos todavía lejos de la patria. De hecho, una de las características de la fe es la oscuridad. Es cierto que existe lo que se llama "la luz de la fe", pero  es una luz tenue y provisoria. Obviamente, la visión es un modo de conocer más perfecto que la fe. La fe depende del testimonio de los apóstoles en nuestro caso, y no es un encuentro perfecto, cara a cara con el Señor. La fe la completa en primer lugar la esperanza, o como dice aquí San Pablo "Y es tal nuestra confianza que preferimos desterrarnos del cuerpo y vivir junto al Señor". La esperanza es la virtud que nos dispone a alcanzar un bien futuro y difícil o ardua. La confianza proviene del hecho de que es Dios el que nos promete ese bien que sería imposible de alcanzar para nosotros. Desterrarnos implica pasar por el trance de la muerte, que a partir del pecado original es doloroso porque implica una cierta oscuridad, Sin embargo, el apóstol dice que tal exilio o separación de esta vida que conocemos es mejor y conviene anhelarla precisamente porque es lo que nos va a acercarnos al Señor, la meta de nuestra peregrinación. Además, ya sabemos que el destierro del cuerpo no es definitivo, como San Pablo explica largamente en su primera carta a los corintios. Nuestra unión actual con Cristo por la fe está destinada a llegar a su plenitud con nuestra participación en la resurrección del Señor. Si no hubiera esa esperanza y esa realidad, San Pablo dice que seríamos las personas más miserables, y que su misión de anunciar esa gran noticia que es el Evangelio sería una estafa, un fraude. Por eso, lo que nos corresponde en esta vida es "agradar al Señor"., es decir, cumplir su voluntad, alcanzar una relación personal de amor y de entrega a Dios Padre, por Jesucristo Nuestro Señor por la acción del Espíritu Santo y nuestra propia colaboración, pues, como decía San Agustín "Dios nos creó  sin nuestra colaboración, pero no nos salvará sin que colaboremos con. Antes de alcanzar la meta de "estar con el Señor" tendremos que  comparecer ante el tribunal de Cristo para recibir el premio o castigo por lo que hayamos hecho mientras teníamos este cuerpo. Hoy en día, entre muchos católicos existe lo que se llama el pecado de la presunción que consiste en la esperanza necia de alcanzar la salvación sin cumplir los requisitos establecidos para ello por el Señor. Sí, hoy en día existen muchos necios. Ciertamente Dios es misericordioso pero se necesita nuestra colaboración. El hijo pródigo tuvo que arrepentirse, ponerse en camino y pedir perdón a su padre por todo lo malo que había hecho. San Pedro dice en su primera carta que el preció de nuestra redención no fue ni oro ni plata sino la sangre preciosa de Nuestro Señor Jesucristo. Si realmente queremos algo, nos ponemos a trabajar seriamente en alcanzarlo. Preguntémonos hoy ¿qué es lo que más quiero? Si lo quiero de verdad me pondré a buscarlo con gran ahínco y sacrificio. Si lo que uno quiere es tener dinero y lo que puede comprar, tendrá que ver cómo lo va a juntar y tiene que darle prioridad. Algunos dicen que lo más importante para ellos es la familia, para otros la buena fama y el aprecio de los demás. Para otros es el poder, el dominio sobre los demás. Hemos visto como los políticos, que se supone son servidores públicos se han convertido en dictadores e impusieron cargas pesadas sobre todo a las personas más pobres o la clase media provocando la quiebra de cententares de miles de pequeños negocios y el paro para millones de personas mientras ellos se aumentaron sus propios sueldos. ¿Si Jesucristo es de verdad lo más importante  en mi vida, cómo se manifiesta eso cada día? ¿Se manifiesta a través de la oración y la caridad cristiana, realmente saliendo de mi egoísmo para ayudar a los más necesitados? ¿Me pongo  a controlar la lengua para no hacer daño al prójimo con ella? En fin, hagamos un examen de conciencia y no seamos unos necios que piensan que la salvación es fácil de alncazar. 2

sábado, 5 de junio de 2021

LA SANGRE DE LA NUEVA ALIANZA.

 HOMILÍA PARA LA SOLEMNIDAD DEL CUERPO Y LA SANGRE DEL SEÑOR, 6 DE JUNIO DE 2021. 

Nuestra primera lectura de hoy está tomada del c. 24 del LIbro del Éxodo. Moisés ha recibido las tablas de la Ley de Yahvé en el Monte Sinaí. Se trata de un pacto sagrada entre Dios y su puebloy tal pacto implica unas exigencias o estipulaciones que el pueblo ha de asumir. Luego la alianza se sella con un sacrificio, Dice nuestro  texto que "Moisé puso por escrito todas las palabras del Señor 

Nuestra primera lectura de hoy está tomada del c. 24 del Libro del Éxodo. Moisés ha recibido las tablas de la Ley de Yahvé en el Monte Sinaí. Se trata de un pacto sagrada entre Dios y su pueblo y tal pacto implica unas exigencias o estipulaciones que el pueblo ha de asumir. Luego la alianza se sella con un sacrificio, Dice nuestro  texto que "Moisés puso por escrito todas las palabras del Señor. Puso la mitad de la sangre en vasijas y la otra mitad la derramó sobre el altar, Luego tomó el documento de la Alianza y la leyó en voz alta ante el pueblo, y éste se comprometió a cumplir todo lo mandado por el Señor. Roció la sangre de la alianza sobre el pueblo diciendo”, Ésta es la sangre de la alianza que hace el Señor con vosotros, sobre todos estos mandatos.

Conviene que nos demos cuenta de la importancia de los sacrificios y el derramamiento de la sangre tanto sobre el altar como sobre el pueblo. En nuestro mundo actual, no estamos acostumbrado de ver animales matados y su sangre derramada. De hecho, suele haber mucha preocupación sobre el modo en el que se matan los animales. Curiosamente, un gran porcentaje de la gente, mientras se preocupa por el modo de matar los animales para luego comer su carne, no les preocupa la masacre de millones de niños no nacidos con unos métodos horrorosos. En la Biblia, la sangre simboliza la vida y la ofrenda del animal simboliza la entrega del pueblo a Dios. En el sacrificio de comunión, la parte con más grasa se quema y así se ofrece a Dios, mientras el resto es comido por los que ofrecen el sacrificio expresando su comunión con Dios.

Se sacrificaba una gran cantidad de animales en el templo y se decía que antes de llegar a ver el templo se podía oler los sacrificios. También, al parecer, el templo tenía tierras donde se criaban los animales y se piensa que existía un terreno de este tipo en Belén donde los pastores cuidaban sus ovejas y cabras cuando les apareció el ángel y el coro angélico. Esas ovejas llegaría a ser posteriormente sacrificadas en el templo.

Nuestra segunda lectura está tomada de la Carta a los Hebreos. Antes se pensaba que esta carta provenía de la mano de San Pablo, pero hoy los estudiosos consideran que es de otro que ciertamente tenía un notable conocimiento de cómo se realizaban los sacrificios en el templo, aunque cuando se escribió la carta es probable que ya no existía el templo, pues en el año 70 d C fue destruido por los romanos.

El autor presenta a Jesucristo sumo sacerdote de los bienes definitivos. Los sacrificios de la antigua alianza quedan superadas y en su lugar existe el sacrificio definitivo que se ofreció una vez para siempre en la cruz. No usa sangre de machos cabríos ni de becerros, sino la suya propia y así ha entrado en le santuario una vez para siempre consiguiendo la liberación eterna. Es que la sangre de animales, de machos cabríos y becerros no vale para alcanzar la reconciliación del pecador con Dios sino la sangre de Cristo que en virtud del Espíritu eterno, se ha ofrecido a Dios como sacrificio sin mancha, podrá purificar nuestra conciencia de las obras muertas, llevándonos al culto del Dios vivo,

Sin duda, estas palabras traerían a la memoria de un judío del primer siglo la Fiesta de la Expiación o Yom Kipur que se celebra en el mes de octubre de nuestro calendario. El sumo sacerdote entraba en la parte más santa del templo, para incensarla solo aquella vez. Era la sala interior del templo llamada el Santo de los Santos y estaba separada de la otras sala por una cortina pesada. Recordemos como en el momento de la muerte de Jesús en la cruz, esta cortina se quebró significando una nueva era en el que todos nosotros entramos en la presencia Dios la sangre derramada de Jesucristo en la cruz y anticipada en la Última Cena, la compartimos. Ya en el Antiguo Testamento se habla de un nuevo tipo de culto razonable. Jesús le decía a la samaritana: “Pero llega la hora (ya estamos en ella) en que los adoradores verdaderos adrarán al Padre en espíritu y en verdad, porque así quiere el Padre que sean los que lo adoren. (Jn 4, 23). Ya Dios a través del Profeta Jeremías (31,34) promete una nueva alianza escrita en el corazón del pueblo. Jesucristo es el mediador de esta nueva alianza, pues ha habido una una muerte que ha redimido de los pecados cometidos durante la primera alianza, y así los llamados pueden recibir la promesa de la herencia eterna.

Esta nueva y eterna alianza se estableció con la sangre de Jesucristo, Hijo de Dios en la cruz y se perpetúa en el sacrificio de la Eucaristía que es una actualización de la entrega de Jesucristo en la cruz, y se realiza no ya de forma cruenta, sino lo renueva el sacerdote que actúa in persona Christi y nomine Ecclesiae. En la persona de Cristo y en nombre de la Iglesia. Por el sacramento del orden el sacerdote y el obispo (éste siendo sumo sacerdote) actúan en el lugar de Cristo. No se trata de un mero ministerio, una memoria de lo que hizo Jesús, sino por el sacerdote representa a Jesucristo Cabeza de la Iglesia. La doctrina de la Eucaristía como sacramento y sacrificio se remonta a los primerísimos tiempos de la Iglesia como podemos constatar en la Primera Carta de San Pablo a los Corintios y el c. 6 del Evangelio de San. Todos los Padres de la Iglesia mantienen esta doctrina fundamental sin fisura. En la Edad Media, se dieron las primeras dudas acerca del cambio o transformación del pan y del vino en el cuerpo y la sangre de Cristo, pero fueron rechazadas. Los Protestantes introdujeron la idea de la Eucaristía como símbolo de la presencia de Jesucristo y rechazaron la doctrina del Sacrificio de la Misa. El Concilio de Trento en el siglo XVI reiteró esta doctrina que era lo que la Iglesia había creído siempre. Se introdujo el concepto de transubstanciación , mientras los Padres utilizaba la palabra transformación o metamorfosis, significando lo mismo.

En el siglo XIII, se introdujo la Fiesta del Cuerpo y la Sangre de Jesucristo gracias a una revelación. Abrir este enlace para más detalles sobre el origen de esta fiesta. En la Iglesia Antigua, no existía la costumbre de la adoración del Smo. Sacramento ni las procesiones que conocemos ahora, pues éstas se tratan de unos felices desarrollos de la piedad eucarística en la Edad Media. El Concilio de Trento se alegró de estas costumbres.

Hemos visto cómo hay antecedentes en el Antiguo Testamento expresados en nuestra primera lectura del Libro del Éxodo y cómo Jesucristo como sumo sacerdote de la nueva alianza inaugura la nueva alianza anunciada por el Profeta Jeremías, y también cómo la adoración en espíritu y en verdad se menciona en el Evangelio de San Juan. También hemos visto como el sacerdote representa a Jesucristo sumo sacerdote de la nueva alianza y la misa es la actualización del sacrificio de Jesucristo en la cruz anticipada por él mismo en la Última Cena. Que esta solemnidad este año sea una ocasión para renovar nuestro amor a Jesús presente en la Eucaristía. Oremos en este día por los católicos que se declaran no practicantes y no participan en el don más grande y extraordinario que Jesús no ha legado para que se despierten de su sueño espiritual y no desprecien un don tan maravilloso, pues si Jesús antes de subir al cielo dijo yo estaré con vosotros todos los días hasta el fin del mundo, no podemos gozar de su presencia si no confesamos nuestros pecados y si no participamos en la Santa Misa como dijo Jesús en misma última cena Haced esto en memoria mía.