sábado, 11 de noviembre de 2017

ESTAR PREPARADOS PARA LA VUELTA DEL SEÑOR

HOMILÍA DEL DOMINGO XXII, CICLO A, DE NOVIEMBRE DE 20O1.

¿Qué significa ser sabio? Nuesra primera lectura de hoy del Libro de la Sabiduría, el último libro del Antiguo Testamento, nos habla de la sabiduría y cuánto deberíamos apreciarla. Buscarla y encontrarla es algo realmente valioso, pero ¿en que consiste la sabiduría? La sabiduría es el arte de vivir bien, de vivir conscientes de lo que verdaderamente vale en la vida. San Pablo, antes de su encuentro con Jesús resucitado en el camino a Damasco, seguramente pensaba que vivía bien, que cumplía lo que Dios quería de él en la práctica de su fanatismo y sus ganas de meter en la cárcel a los cristianos porque no obraban según sus criterios. Ese encuentro extrarodiaraio con Jesús resucitado en la gloria del cielo lo cambió radicalmente. Como dice a los felipenses, lo que consideraba importante y digno de ser apreciado y buscado con todo su empeño, ahora lo considero basura, deshechos, nada. Se revolucionó su mente, todo su ser. En la segunda lecrtura hemos escuchado un pasaje de su Primera Carta a los Tesalonicenses, que es su primera carta y el primer escrito de todo el Nuevo Testamento, que se remonta más o menos al año 50, es decir, unos 20 años del gran acontecimiento que constituía el centro de toda la vida, de la predicación, aquello por lo  que se sacrificaba cada día y que proclamaba a quien quisiera escuchas este gran noticia. Asegura a los tesaloniscenses que los que han fallecido en medio de ellos no están sin esperanza. Si Jesucristo murió y resucitó, se ha inaugurado una nueva vida, una nueva dimensión de la realidad y todos tenemos una gran esperanza. Es cierto que Pablo utiliza imágenes que se llaman apocalípticas, cuando habla encontrar a  Jesús cuando vuelva en el aire. Es que el impacto del encuentro de Pablo con Jesús rescitado en el camino de Damasco era tan extraordinariamente impactante que a lo largo del resto de su vida, Pablo pensaba que el fin del mundo y la vuelta del Señor sería pronto, en el lapso de su vida. No se dio así, y nosotros casi dos mil años más tarde estamos esperando que se dé. La pregunta es que si realmente estamos convecidos de que se va a cumplir lo que Jesús promete y lo que ya se ha inaugurado en nuestra vida con nuestro bautismo. Si, como dice el Apóstel en su Primera Carta a los Corintios, nuestra esperanza en Cristo se reduce a este mundo, somos las personas más miserables. Ciertamente, no tenemos la verdadera sabiduría de la que nos habla el Libro de la Sabiduría. 

Ya estamos a las puertas del final de nuestro Año Litúrgico y del año del calendario. Ahora la Iglesia nos propone unas reflexiones tomadas de la parte final  del relato de la vida pública de Jesús, que trata precisamente de la urgencia de la vigilancia,  de la realidad de la vuelta del Señor, como también profesamos en el Credo, que Jesucristo volverá para juzgar a vivos y muertos.  Ahora pasemos a nuestro evangelio de hoy que trata de la Parábola de las Diez Vírgenes. Jesús en su parábola se basa en las costumbres de la celebración de una boda en su tiempo. Primero, el novio saldría de su casa e iría a la casa de la familia de la novia y se realizaria una suerte de procesión de vuelta a la casa de la familai del novio, todo de noche. Obviamente, en una época sin luz eléctrica como la nuestra, un pueblo quedaba en la oscuridad y pocos por no decir casi nadie saldría de noche. Las diez vírgenes serían acompañantes del novio. Por alguna razón, el novio demoró más de los esperado, y la parábola dice que las doncellas se durmieron. En un momento, tal vez el menos esperado, se escuchó una fuerte voz que decía "Viene el novio". Las vírgenes sensatas tenían aceite de más para sus lámparas y las otras, las necias no. Éstas pidieron que las otras se lo compartieran pero no accedieron a la petición. Mientras las necias se fueron a comprar el aceite, ingres´´o el novio en la casa y quedó cerrada la puerta. Ya no se permite entrar a nadie. 

¿Cuál es el simbolismo del aceite?  Significa toda la preparación necesaria para estar listos para poder llegar a comparitr la vida nueva y eterna con el Señor en el paraíso. Si el Señor desde dentro dice a las necias "no os conozco", pues en primer lugar nosotros necesitamos una gran familiariad con él, a través de la oración, la práctica de los Sacramentos como son la Misa y le Confesión, también obviamente, se necesitan las buenas obras, o la obras físicas y espirituales de misericordia. Tal vez nos parece que las doncellas sensatas al no dar de su aceite a las otras son egoistas y poco generosas. Dado que lo que simboliza el aceite es la relación personal e íntimo con el Señor, las buenas obras, la misericordia el perdón etc. está claro que si a lo largo de nuestra vida no las hemos adquirido, nadie nos puede pasar parte de lo que él tiene a nosotros. No podemos esperar que otros vayan a merecer nuestra salvación, cuando nosotros hemos sido negligentes y hemos caído en el pecado de la presunción que es "la expectación necia de alcanzar la salvación sin practicar los medios necesarios para ello". 

Así como en la vida social se considera insensata una persona que no cuida su aspecto, su salud, que no busca un trabajo para poder proveer las necesidades de la vida, también es necio quien va por la vida sin pensar en lo que verdaderamente cuenta, lo que debería de ser nuestra primera prioridad, es decir, hacer acopio de buenas obras, de cultivar una relación de amistad con Jesús Nuestro  Señor a través de la oración, de un esfuerzo por conocer mejor nuestra fe leyendo algún que otro libro, intentando conocer la Palabra de Dios en la Santa Biblia. Dedico algún tiempo cada día a estas cosas? Nadie ama lo que no conoce. Hoy en día casi todo el mundo tiene la excusa de no tener tiempo. ¿No será que dedicamos nuestro tiempo a muchas cosas que no son tan importantes y nos olivdamos de lo que es verdaderamente importante? A veces he paseado por el barrio en la tarde y he observado que casi no hay casa en la que no está encendida un televisor. Supongo que al menos una persona lo está viendo. ¿Por qué, pues nos olvidamos de los más importante y llenamos nuestra vida con actividades, no malas o inútiles perso sí secundarias?  Jesús tiene este dicho sabio que no debemos olvidar<. ¿Qué aprovecha al hombre ganar todo el mundo si pierde su vida? Pidamosle la gracia de la verdadera sabiduría para que no nos encuentre sesprovenidos de aceite, de buenas obras cuando llegue y nos llame.

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