sábado, 12 de agosto de 2017

JESÚS CALMA LA TORMENTA

HOMILÍA, DOMINGO XIX DE TIEMPO ORDINARIO, CICLO A, 13 DE AGOSTO DE 2017.

Nuestra primera lectura de hoy está tomada del Primer Libro de los Reyes, de la parte que se llama el ciclo de Elías. Recordemos que Elías, representando a los profetas,  habalaba con Jesús en la escena de la Transfiguración que celebramos el domingo pasado. Es una figura fundamental en el Antiguo Testamento. El nombre Elías signfica Yavé es Dios. Así pues, Elías es el profeta de la grandeza, del poder de Yahvé, del único Dios. Antes del episodio que hemos escuchado hoy, se había enfrentado con Acab, el Rey de Israel, que se había desviado del culto del verdadero Dios y movido por su esposa pagana Jezsabel, había apoyado el paganismo. También Jezabel había traido al país a muchos falsos profetas. Elías se enfrentó con ellos en el Monte Carmelo y había movido a la gente a matar a 400 de ellos. Podemos suponer que pensaba que se había logrado una gran victoria para el culto del verdadero Dios, pero Jezabel, al enterarse del hecho se puso a perseguir a Elías, que se escapó al desierto en el sur. Allí se desanimó o como se dice hoy se deprimió y reflexionando sobre lo que había hecho y su situación elevó su oración a Dios, pidiendo que le quitaara la vida, que no era mejor que sus antepasados. Su celo por el verdadero Dios se había convertido al fanatismo y ahora parecía que estaba al final de su camino. Dios mandó un ángel  para animarlo y le dio pan y agua mandándole seguir delante en su camino por el desierto hasta llegar al Monte Horeb, que es otro nombre para el Monte Sinaí, donde Moisés se había encontrado cara a cara con Dios y había recibido las tablas de la ley.

Decía que Elías era "hombre de Dios", su ser, su misma existencia no tenía otro sentido que afirmar que Yahvé era el verdadero Dios y empeñarse a favor de él y en contra de los dioses falsos. Esto era lo que lo caracterizaba. Otros son"hombes de negocios", del deporte, de las finanzas,  hombre de la empresa, del partido, o de familia, o del medio ambiente;   en fin, cada quien se caracteriza por aquello que más busca y se empeña en conseguir en la vida.  ¿Yo a quien o a qué me dedico con todo mi ser. Si es otra cosa que no sea Dios, Jesucristo mal estoy. Pues Jesús dijo: ¿Qué aprovecha al hombre ganar todo el mundo si pierde su vida?  Santa Teresa resume esta verdad al decir "Sólo Dios basta". Este es el sentido de la parábola del tesoro escondido en el campo, o la perla preciosa que hemos escuchado en el evangelio de hace unos domingos atrás.

Elías llega a la montaña. y encontró que Dios no estaba ni el viento impetuoso, ni en el terremoto  ni el el fuego. Dios no está en el ruido de nuestro mundo. Elías lo encontró en la briza suave de la mañana, es decir, en el silencio. Sann Ignacio de Antioquía, mártir en Roma en el año 107 A.D. escribía que "Dios habla desde el silencio". Silencio significa atención, acabar con el barullo que llevamos dentro y que nos rodea.  Hoy en día, todos los jóvenes, y no tan jóvenes suelen estar conectados a algún  aparato. En los asensosres hay música "de asensor" ¿Donde hay silencio y quién aguanta un poco de silencio? Pues, sólo en el silencio y en una briza suave se manifstó Dos a Elías.

Pasemos a nuestro evangelio de hoy. Después de la multiplicación  de los panes y peces, los apóstoles están en una barca curzando el lago sin Jesús y de repente surge una gran tormenta y se asustan. De repente, Jesús aparece caminando sobre las aguas. La barca, ya desde el Arca de Noé, simboliza la Iglesia. Se encuentra en medio de las olas del mundo en una tormenta. Hoy en día, posiblemente la tormenta que padecemos es mayor, porque antiguamente, sólo los filósofos y literatos siquiera se enteraban de las nuevas ideas filosóficas que se iban concinando  y disputando entre las élites intelectuales. Hoy en día todo se ventila en la televisión y en el Internet, de manera que que cada quien tiene una opinión sobre cualquier cosa sin haberse dedicado a estudiarla. Hoy en día, muchos católicos practicantes opinan que la Iglesia debería de acabar con la tradición del celibato de los sacerdotos ¿Han estudiado los motivos bíblicos, teólogicos, espirituales y el mismo ejemplo de Jesucristo sobre el tema para poder formar una opinión madura y responsable? Claro que no. Otros piensan que la Iglesia se equivoca al insistir en que no se puede utilizar anticonceptivos, que no se puede tener relaciones sexuales fuera de un matrimonio válido, o que la atracción de un hombre a otro es "normal", y qu ela Iglesia tiene que "ponerse al día". ¿Han estudiado seriamente los argumentos que tiene la Iglesia para no poder cambiar su doctrina? Claro que no. Hay hasta obispos y cardenales que piensan que hay ue reinterpretar la ley de Dios según la mentalidad de cada época. Entonces, uno podría preguntar por qué Dios se molestó en revelarse y su ley si en cada época se puede cambiar y adecuar a  la mentalidad dominante. La gran mayoría de los que se dicen católicos ni siquiera saben lo que significa serlo ni quieren tomar la molestia de aprenderlo tampoco. En España en porcentaje de las parejas que se casan por la Iglesia ha bajado del 60% al 20% en apenas diez años. Simplemente muchos ni se casan, y otros lo hacen en el Ayuntamiento. O sea, no son católicos y han caido en una apostasía práctica?

¿Todo esto da motivo para desanimarse, y como los apóstoles gritar por miedo a que la barca de la Iglesia se vaya a hundir en medio de este mundo secularizado que se  ha.olvidado de Dios. Las promesas de Jesús no fallan, y aunque en la Iglesia haya menos auténticos católicos, sigue siendo la única Iglesia de Cristo y está para evitar que nos hundamos en el sin sentido del nihilismo que se extiende hoy en día por doquier.

Recordemos, pues, pues, que para lograr el encuentro con Dios, como Elías, hay que caminar por el desierto del silencio, del desprendimiento de todo lo que no es Él. ¿Y por qué es tan importante el encuentro con Dios, con Jesús en medio de la persecución o la tormenta o simplemente porque estamos desanimados y no encontramos el camino? Pues, se trata del sentido mismo de nuestra vida? ¿No parece de importancia fundamental descubrir por qué Dios me  ha creado, qué tengo que lograr en este mundo, por qué tendré que morir, qué sentido tiene todo esto? El filósofo griego pagano Sócrates decía que "una vida no examinado no vale la pena vivirla?          




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