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SOLO DIOS BASTA

Como sacerdote, con este blog deseo compartir reflexiones acerca de la fe católica, la teología, la pastoral y temas relacionados. Se titula con la frase famosa de Santa Teresa que tiene más aplicación en nuestro mundo de hoy que nunca. As a priest I wish to share reflections on matters relating to the Catholic faith, theology, and related areas inspired by the famous words of St. Teresa of Avila: ONLY GOD IS SUFFICIENT.

sábado, 23 de enero de 2021

EL LIBRO DE JONÁS Y LA MISIÓN QUE DIOS LE ENTREGA.

 HOMILÍA DEL DOMINGO III DE TIEMPO ORDINARIO, CICLO II, 23 DE ENERO DE 2021.

Se trata de un libro muy breve, no más de cuatro páginas en la Biblia de Jerusalén, pero nos entrega un mensaje importante sobre Dios, cosa que descubrimos también en el Nuevo Testamento. Uno no tiene que tomar como históricos los datos que entrega acerca de Nineve y la conversión del Rey y toda la ciudad. Todo tiene un fin didáctico. Les invito a tomar la Biblia y leer el libro completo, que como digo, es muy breve. Sin embargo lo cita Jesús en el Evangelio para hacer ver como los ninevitas se convirtieron gracias a la predicación de Jonás, mientras rechazaron la predicación de Jesús que es obviamente mucho mayor que Jonas

Vamos a dar un poco de contexto de lo que relata el libro. Nineve era la capital del gran imperio que dominó todo el Medio Oriente incluso Egipto en los siglos VIII y VI. En el año 722 a.C conquistaron el Reino del Norte de Tierra Santa o Israel. También, como cuenta el libro de Isaías y el segundo libro de los Reyes cc. 18-19, el Rey de Asiria Senaquerib llevó un gran ejército a atacar a Jerusalén cuando reinaba allí Ezequías.  La Biblia cuenta que un ángel del Señor bajó del cielo e hirió a todo el ejército de Senaquerib de manera que tuvo que levantar su campamento y regresar a su país donde murió asesinado por sus hijos. 

En cuanto a cuando se escribió el Libro de Jonás, se considera que sería después de la vuelta del exilio posiblemente el siglo IV a. C. o III. A continuación doy a resumen de lo que cuenta para luego intentar descubrir su importancia para nosotros hoy en día. Jonás es presentado como profeta, pero no es que actúe como los otros profetas. No entrega oráculos sino lo que hay es un relato sobre, sus peripecias. Recibe una llamada de Dios para que vaya a predicar en Nineve : "Levántate y -vete a Nineve  que su maldad ha subido hasta mí" Suponemos que estaba en Jerusalén y en vez de ponerse en marcha hacia oriente donde que quedaba Nineve, se dirige a Occidente hacia Tarsis, que sería Tartesio en el sur de España, considerado por los israelitas como la zona más lejana cerca de lo que se llamaba "Las columnas de Hércules" o sea el fin del mundo para los contemporáneos. Jonás se dirige al puerto de Joppe en la costa de Israel y suba a un barco que dirigía a aquella región con una tripulación de hombres oriundos de varios lugares. 

Sube al barco, pero a poco rato surgió  una gran tormenta y cada uno de los marineros se dirige a su dios para que lo salve. Mientras tanto Jonás estaba en el fondo del barco. Lo llamaron y declaró que la tormenta se debió a que él desobedecía a su Dios y que la solución sería echarlo por el borde y llegaría la calma, cosa que hicieron y así sucedió. Para el hombre bíblico, el mar con su grande oleaje, con los animales marinos etc. era un lugar de caos controlado por el demonio. Jonás se habría dado cuenta de que Dios no iba a dejarse vencer por la poca obediencia de su profeta, pero Dios no se olvida de él. Manda un gran pez que lo traga y se queda en el vientre del pez durante tres días. Estando allí, Jonás dirige una oración a Dios pidiendo que lo salve. El pez se acerca a la playa y echa a Jonás allí, de manera que no tiene más opción que cumplir la misión que Dios lo había entregado. Se dirige a Nineve y llegando, se pone a predicar anunciando que si los ninivitas no se arrepentían de sus pecados, la ciudad sería destruida. Toda la gente, desde el rey y sus cortesanos e incluso los se vistieron de sayal y ayunaron. Se arrepintieron de sus pecados y fueron salvados. Pese a todo, Jonás no quedó satisfecho. Se puso a las afueras de la ciudad esperando ver la humarada de la destrucción y como no se dio, se quejó contra Dios. 

¿Qué podemos aprender de este breve libro que el mismo Jesús mencionó y que no pasaba olvidado por los cristianos de los primeros siglos? Vieron el episodio como una imagen de la muerte de Jesús y su sepultura durante tres días para luego resucitar. Se ve esta imagen en muchos de los sarcófagos por ejemplo en los Mueseos Vaticanos. Esto se llama  "Signum Ionae", o el siglo de Jonás. También se puede constatar una importante lección para los judíos de la época posterior a la vuelta de Babilonia. Eran muy cerrados y tenían la idea que Dios cuida a los judíos y los paganos no merecen más que desprecio porque no conocen la ley y son impuros, cosa que se constata en la mentalidad de los fariseos en los evangelios. Aquí la lección es que Dios es el creador del universo, también de los paganos y su Providencia los cuida. Para un judío sería absolutamente increíble que el Rey de Asiria y su corte juntamente con toda la población harían penitencia y se convertirían al verdadero Dios. Esto se dio con los cristianos, pues como con tanto dolor constató San Pablo, los conversos del judaísmo eran más bien pocos y la mayoría eran del mundo pagano. Dios es infinitamente misericordioso y quiere la salvación de todos los hombres. Aunque en el libro de Isaías en la tercera parte hay unos indicios de universalismo en cuanto que se habla de la reunión de los pueblos en Jerusalén donde adorarían el verdadero Dios en el templo. Con Jesús, eso cambió radicalmente, después de expulsar a los vendedores del templo dio a conocer el hecho de que el verdadero templo es él mismo, su cuerpo. De hecho, 40 años después fue destruido el templo por el ejército romano y nunca se ha construido. Ya cumplió su función y el nuevo culto es "en espíritu y verdad" y no necesita un templo hecho de piedras sino los seguidores de Jesús, o sea la Iglesia y cada creyente.  

Publicado por Thomas J. Hennigan en 5:49 No hay comentarios:

sábado, 16 de enero de 2021

LA VOCACIÓN PROFÉTICA

 HOMILÍA PARA EL II DOMINGO DE TIEMPO ORDINARIO, CICLO B, 17 DE ENERO DE 2021.

Hoy damos inicio al perìodo litúrgico que se denomina Tiempo Ordinario o Tiempo durante el año. No es que se diga ordinario en el sentido que sea de poca importancia, sino que no incluye las grandes fiestas como la Navidad y la Pascua y el Adviento y la Cuaresma que nos ayudan a vivirlas con más fervor. En cuanto a las lecturas de la Sagrada Escritura en este año, seguimos el Evangelio de San Marco con una interrupción en el verano en la que  nos tocará el c. 6 de San Juan que trata de la multiplicación de los panes y la doctrina sobre la Eucaristía tal y como nos la presente San Juan que es de gran importancia. Obviamente, se interrumpa el ciclo a partir del Miércoles de Ceniza y se retoma después de los 50 días de la Pascua que culminan con la gran fiesta de Pentocestés, la venida del Espíritu Santo y el nacimiento de la Iglesia. También, la primera lectura tomada del Antiguo Testamento suele estar relacionada con el pasaje del evangelio que corresponde a cada domingo, que es una lectura seguida de cada uno de los tres evangelios sinópticos de Mateo, Marcos y Lucas. Hoy, por ejemplo, nos toca reflexionar sobre la vocación del Profeta Samuel en el primer libro llamado tambien de él, y la vocación de los primeros discípulos luego del bautismo de Jesús y que San Jaun Bautisto hubiera indicado a sus discípulos que Jesús es el Cordero de Dios. 

Los relatos de las vocaciones tanto de los Patriarcas, los profetas como los apóstoles tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento tienen una gran importancia. Comienzan con el relato de la vocación de Abrahán a quien Dios llama en su tierra, Ur de los Caldeos, que era una ciudad importante en el Golfo Pérsico. Dios lo llama y lo manda salir de su tierra y la casa de sus parientes e ir a donde Él le iba a indicar y le prometió una prole numeros y una tierra, aunque él y su esposa Sara eran ancianos. Leguo viene la vocación de Jacob, su nieto, seguido por José y sus peripecias hasta llegar a ser Gran Vizir del Faraón. Luego viene Moisés, cuya historia no hace falta contar porque es muy conocido. Como sabemos él no llegó a liderar al pueblo, luego de los 40 años en el desierto hasta la Tierra Prometido sino Josué. Esto se dio alrededor del año 1200 a. C. Siguió un período cuyo historia se cuenta en el Libro de los Jueces, líderes caristmáticos que Dios escogió para defender al pueblo en peligro por ataques de pueblos extrajeros de manera especial los Filestinos. Así llegamos al contexto de nuestra primera lectura de hoy y la vocación del Profeta Samuel, el último de los líderes de este período que ungió tanto a Saúl y a David como reyes poniendo fin al periódo de los Jueces.

Veamos, pues el contexto de nuestra primera lectura. Era hijo de Elcaná y Ana. Ésta es una figura importante en el Antiguo Testamento. Ella era estéril y cada año iba con el esposo al Templo de Siló (todavía no existía el Templo de Jerusalén) y pedía ardientemente a Dios que le diera un hijo. Estando una vez rezando a Dios de esta manera, la vio Elí que era el sacerdote que regía el templo, y él se le acercó, creyendo que estaba borracha, y le decía: ¿Hasta cuando te va a durar la borrachera? Ve a que se te pase el efecto del vino. Ciertamente, como diríamos hoy en día, el sacerdote Elí no tenía mucha sensibilidad pastoral. Ella negó que estuviera borracha ni había tomado vino sino su lamento se debía a la congoja y la aflicción de no haber podido tener un hijo. Elí le dijo "Vete en paz. Que el Dios de Israel te conceda lo que le has pedido". Posteriormente, quedó embarazada y el año siguiente no acompañó a la familia al templo queriendo esperar hasta que se destetara al niño. Entonces pensaba subir al templo y dedicar al niño a Dios dejándolo en allí. Había perdido con toda su alma la gracia de tener a un hijo y a sus pocos años había decidido entregarlo al Señor en el templo. Así fue, llevó al niño al templo y lo dejó con Elí para que estuviera al servicio del Señor allí desde su tierna edad. 

También, elí tenía dos hijos y la Biblia dice de ellos que eran "desalmados y no respetaban al Señor  ni las obligaciones de los sacerdotes con la gente(1Sam 12-13). quitando la carne de los sacrificios de los que los habian ofrecido para tenerlas ellos.. Ellos se aprovechaban de la gente y realizaban los sacrificios con corrupción. Dios bendijo a Ana dándole tres hijos y dos hijas. 

Así llegamos al relato de la vocación de Samuel que es nuestra primera lectura de hoy. Tendría unos doce años. La Biblia dice que en aquella época las revelaciones de parte de Dios a favor de su pueblo eran raras. Samuel estaba durmiendo en el templo cuando escuchó una voz y, pensando que lo llamaba Elí, que era como su padrino. La voz llamaba "Samuel, Samuel". Acudió a Elí pensando que lo llamaba pero le mandaba volver a acostarse  porque no lo había llamado. Esto mismo se repitió. Ya por tercera vez, sucedió lo mismo. Esta vez, Elí se dio cuenta de que el Señor lo llamaba y lo mandó volver a acostrarse y si se repetía la vez respondiera: "Habla, Señor, que tu siervo escucha". El Señor le contó a Samuel el plan que tenía para castigar a Eli y su familia por el mal que habían hecho. Posteriormente,se dio una batalla entre Israel y los filisteos e Israel sufrió una gran derrota de manera que hasta el Arca de la Alianza que se guardaba en el templo y que habían llevado a la batalla pensando que con su presencia allí, se salvaría Israel, pero los filisteos se apoderaron del Arca. Se trataba de una suerte de cofre que contenía las tablas de la ley entregadas por Dios a Moisés en el Monte de Sinaí y unos restos del maná, el alimento que Dios entregó a Israel en el desierto. Los hijos de Elí murieron en la batalla de manera Dios cumplió la amenaza de castigar a Elí y su familia por las barbaridades cometidas con el pueblo cuando acudía al templo a ofrecer sus sacrificios. 

Podemos encontrar ciertos paralelismos entre todo este episodio y la situación que actualmente vive el mundo y la Iglesia. Ha habido algunos que consideran que el Covid es un castigo de Dios como tradiconamente en la Iglesia se interpretaban las plagas, o al menos algunas de ellas, y eso incluso de parte de personas santas. A mi parecer, no es cierta esta interpretación por el coronavirus pareciera ser el resutlado de unos experimientos con material genético con la intención de lograr la muerte de un notable porecentaje de la población mundial o crear una arma biológica. El famoso fundador de la Empresa Microsoft que es conocido como genetista y promoter de males como el aborto, eutanasia etc. ha expresado su esperanza de que se vaya a eliminar alrededor de 1.5 mil millones de personas porque también es Maltusiano y piensa que la tierra no cuenta con suficientes recursos para sostentar la población actual. Otro motivo por provocar esta crisis sería la finalidad de obligar a la población a vacunarse y de esa manera ganera billones de dólares para las grandes empresas farmceuticas. Ni una ni otra tien que ver a mi juicio con un plan de Dios de castigar a la humanidad por los males que está cometiendo. Ciertamente, la Biblia considera grandes males que sufrió el Pueblo de Israel como la destrucción de Jerusalén y el Templo y la deportación de gran parte del pueblo a Babilonia como castigo de Dios. Hoy en día no contamos con profetas autorizados, como era el caso de Jeremías y Ezequiel para hacer una interpretación similar. 

En todo caso, es cierto que en el mundo occidential, anteriormente cristiano y ahora neopagano, existe entre los oligarcos que nos gobiernan muchos males que ciertamente claman a Dios por su castigo. Hay una plaga de pederastia  y en general trata de personas de manera que cada año son robados millones de niños que nunca se encuentran. Los grandes magnates, los famosos de Hollywood y los políticos estarían haciendo estas barbaridades.

 En cuanto a la Iglesia, está claro que pasa por una gran crisis. Todos conocemos los casos de abuso sexual de menores de parte de sacerdotes y cómo el tema fue mal manejado por obispos e incluso la Santa Sede. Desde los años 60 del siglo pasado cuando se celebró el Concilio Vaticano II el porcentaje de católicos que acuden a la misa dominical ha desplomado y ahora más con el cierre de las Iglesias decretado por los gobiernos satánicos que nos gobiernan y aceptado o incluso empeorados por no pocos obispos y conferencias episcopales. Casi nadie se confiesa, por lo ual hemos de suponer que consideran que están libres de pecado o que el pecado es poca cosa.  Existe la revolución sexual según la cual los pecados contra el sexto mandamiento como son la pornografía, la masturbación, la fornicación y los actos homosexuales son normales. Incluso hay obispos, como es el caso de la Conferencia Episcopal Alemana que  llevan adelante una campaña para que la Iglesia cambie su doctrina y acepte tales actos no como pecados graves o abominaciones sino como normales. Es decir, en vez de que la Iglesia salga a evangelizar, a enseñar lo que Jesucristo le entregó y ha manetenido a lo largo de 2000 años, ahora ha de adecuarse a la mentalidad de la época actual. También hay escándalos financieros, de manera que debido a estos y otros problemas difícilmente la Iglesia puede dar el testimonio que está llamada a dar en un mundo cada vez más regido por el poder de Satanás. 

¿Qué podemos hacer ante tal situación? Se cristiano nunca ha sido fácil ni Jesucristo nos dejó un camino fácil en el que necesariamente entra mucho sufrimiento, siendo hoy en día la cosa más rechazada. Tenemos que darnos cuenta de que la doctrina y el ejemplo que nos ha dejado Jesucristo y a lo largo de los siglos han vivido los santos, es el único camino que nos lleva a la felicidad que todos anhelamos. Sabemos que este camino se fundamenta en el amor a Dios y al prójimo y que todos tenemos la tendencia hacia el mal. No nos contentemos con condenar a los malos que nos gobiernan o los estafadores etc., sino no olvidar que cada uno de nosotros tiene en su interior una mezcla de bien y mal y que es más fácil dejarnos lleva por el mal que hacer el bien. Es cierto que Dios es misericordioso, pero si no nos convertirmos, cosa que no hizo el sacerdote Elí en el primer libro de Samuel, y sus hijos pereceremos en el infierno. Mientras vivimos en este mundo toadavía hay la oportunidad de converitirnos, arrepentirnos y ayudar a otros a hacer lo mismo. Examinémonos y hagamos que 2021 sea un año en el que prevalezca el bien dentro de nosotros y se vaya ganando la batalle contra el mal.

 




Publicado por Thomas J. Hennigan en 9:00 No hay comentarios:

sábado, 9 de enero de 2021

EL BAUTISMO DEL SEÑOR

 HOMILÍA DEL BAUTISMO DEL SEÑOR, 10 DE ENERO DE 2021,

En primer lugar, hemos podido notar la importancia del papel de San Juan Bautista como precursor desde que empezamos las liturgias de Adviento.  Él es el último de los profetas y cumple las profecías sobre todo de Isaías. San Lucas en su Evangelio, presenta de forma paralela tanto la anunciación de su nacimiento a su padre Zaquearías en el mismo tiempo. Luego viene la anunciación del mismo Arcángel Gabriel a María que va a ser madre del Mesías, de El Salvador e Hijo de Dios por obra del Espíritu Santo. Hay un gran paralelismo entre el relato del nacimiento del Bautista y el de Jesús, como también la circuncisión de ambos. Luego pasamos a la misión de Juan, primero cumpliendo las profecías en el desierto incluso con su modo de vestir y lo que come. Da origen a un gran movimiento del bautismo en el Jordán como arrepentimiento por los pecados, de manera que Juan es precursor no solamente en su nacimiento sino en su misión del bautismo. En la época había una gran expectación acerca de la llegada del Mesías. Por ello, las autoridades de los judíos, el Sanedrín, enviaron mensajeros a Juan para preguntarle quién era, si era el Mesías o el Profeta (esto se refiere a una promesa hecha por Moisés acerca de la futura venida de un profeta como él mismo). Juan les aseguró que no era ni uno ni otro, sino "una voz clamando en el desierto" proclamando la necesidad de abrir el camino al Señor, obviamente a través del arrepentimiento expresado por el bautismo. Después de él, vendrían uno mucho más grande al que no es digno de atar la correa de sus  las sandalias. 

Como sabemos, hasta ese momento Jesús proseguía su trabajo de carpintero en Nazaret, pero podemos suponer que el Padre le indicó que ya era el momento de dar inicio a su ministerio y por ello abandonó Nazaret y se fue al Jordán donde la gente iba a ser bautizada por él. Hoy en día, probablemente suponemos que se trata de otro misterio que no nos llama mucho la atención por estar habituado a leerlo en el Evangelio o escucharlo en la liturgia, pero para los primeros cristianos no era así. Ellos, a partir de la resurrección y la venida del Espíritu Santo estaban totalmente convencidos de que Jesús era el verdadero Mesías prometido por los profetas, pero eso de ponerse en fila con los pecadores identificados con ellos debió de ser algo difícil de tragar. Fue necesario, pues reflexionar y encontrar el verdadero sentido de este hecho y que con el bautismo en el Jordán de parte de Juan se dio inicio al Ministerio de Jesús.

Los cuatro evangelios nos entregan su relato sobre el bautismo de Jesús. Hoy nos toca la versión de San Marcos que es más breve que los otros sinópticos. No recoge la frase "he aquí en Cordero de Dios", que repetimos en cada misa. Probablemente muchos católicos pensaría que la frase "Cordero de Dios" se refiere a que Jesús es manso y pacífico según lo que normalmente entendemos acerca de un cordero. Un judío contemporáneo de Jesús captaría perfectamente la referencia al "cordero de Dios", relacionándolo con el sacrificio del cordero pascual en el relato de la salida del pueblo de Egipto. Un sacrificio es un acto de entrega de un animal o cereal a Dios en representación de nuestra propia ofrenda de la vida,

En primer lugar, hemos podido notar la importancia del papel de San Juan Bautista como precursor desde que empezamos las liturgias de Adviento.  Él es el último de los profetas y cumple las profecías sobre todo de Isaías. San Lucas en su Evangelio, presenta de forma paralela tanto la anunciación de su nacimiento a su padre Zaquearías en el mismo tiempo. Luego viene la anunciación del mismo Arcángel Gabriel a María que va a ser madre del Mesías, de El Salvador e Hijo de Dios por obra del Espíritu Santo. Hay un gran paralelismo entre el relato del nacimiento del Bautista y el de Jesús, como también la circuncisión de ambos. Luego pasamos a la misión de Juan, primero cumpliendo las profecías en el desierto incluso con su modo de vestir y lo que come. Da origen a un gran movimiento del bautismo en el Jordán como arrepentimiento por los pecados, de manera que Juan es precursor no solamente en su nacimiento sino en su misión del bautismo. En la época había una gran expectación acerca de la llegada del Mesías. Por ello, las autoridades de los judíos, el Sanedrín, enviaron mensajeros a Juan para preguntarle quién era, si era el Mesías o el Profeta (esto se refiere a una promesa hecha por Moisés acerca de la futura venida de un profeta como él mismo). Juan les aseguró que no era ni uno ni otro, sino "una voz clamando en el desierto" proclamando la necesidad de abrir el camino al Señor, obviamente a través del arrepentimiento expresado por el bautismo. Después de él, vendrían uno mucho más grande al que no es digno de atar las sandalias. 

Como sabemos, hasta ese momento Jesús proseguía su trabajo de carpintero en Nazaret, pero podemos suponer que el Padre le indicó que ya era el momento de dar inicio a su ministerio y por ello abandonó Nazaret y se fue al Jordán donde la gente iba a ser bautizada por él. Hoy en día, probablemente suponemos que se trata de otro misterio que no nos llama mucho la atención por estar habituado a leerlo en el Evangelio o escucharlo en la liturgia, pero para los primeros cristianos no era así. Ellos, a partir de la resurrección y la venida del Espíritu Santo estaban totalmente convencidos de que Jesús era el verdadero Mesías prometido por los profetas, pero eso de ponerse en fila con los pecadores identificados con ellos debió de ser algo difícil de tragar. Fue necesario, pues reflexionar y encontrar el verdadero sentido de este hecho y que con el bautismo en el Jordán de parte de Juan se dio inicio al Ministerio de Jesús.

Los cuatro evangelios nos entregan su relato sobre el bautismo de Jesús. Hoy nos toca la versión de San Marcos que es más breve que los otros sinópticos. No recoge la frase "he aquí en Cordero de Dios", que repetimos en cada misa. Probablemente muchos católicos pensaría que la frase "Cordero de Dios" se refiere a que Jesús es manso y pacífico según lo que normalmente entendemos acerca de un cordero. Un judío contemporáneo de Jesús captaría perfectamente la referencia al "cordero de Dios", relacionándolo con el sacrificio del cordero pascual en el relato de la salida del pueblo de Egipto. Un sacrificio es un acto de entrega de un animal o cereal a Dios en representando la ofrenda a Dios de la propia persona oferente. 

El hecho de que Jesús se presenta a ser bautizado en medio de la multitud de pecadores nos indica su gran solidaridad con el hombre que ha caído con Adán, y el importante hecho de que Jesús como Hijo de Dios no solamente nos manda u ordena a cumplir los mandamientos, sino que se rebaja hasta nuestro nivel y se hace hombre en todo menos el pecado.  Esto es algo inaudito y nadie hubiera  esperado que Dios lo hiciera, En el Antiguo Testamento, hizo alianzas con su pueblo, pero aquí comparte toda la fragilidad nuestra hasta ser condenado en la cruz para liberarnos del pecado y la muerte. 

Se trata de una obra de las tres divinas personas. El Padre tiene la iniciativa y manda a su hijo al mundo que ejecuta el gran plan, pero baja sobre él el Espíritu Santo en la forma de una paloma y es el que guía a Jesús a lo largo de su ministerio. En cuanto a la Iglesia, Jesús, en la última cena prometió al Espíritu Santo de manera que el Espíritu cumpliría la misma misión en el caso de la Iglesia que con Jesús. 

Nosotros hemos sido bautizados "en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo", y así incorporados a su Cuerpo la Iglesia para también llegar a ser hijos de Dios, hijos en el Hijo. Esta fiesta nos lleva al final de nuestra celebración de la Navidad este año. Ojalá, nos ayude a querer seguir las huellas de Jesús y dejarnos guiar por el Espíritu Santo como él.


Publicado por Thomas J. Hennigan en 3:26 No hay comentarios:

sábado, 26 de diciembre de 2020

LA SAGRADA FAMILIA

 HOMILÍA FIESTA DE LA SAGRADA FAMILIA, 27 DE DICIEMBRE DE 2020. 

¿Qué es lo que hace que sea una familia santa o sagrada? La palabra significa ser consagrado a Dios. Ya en el Libro del Levítico Dios dice: Sed santos como yo  el Señor tu Dios es santo. Veamos, pues cómo esto se realiza en el caso de la Sagrada Familia. 

En primer lugar, vemos que San Mateo afirma que José era un hombre justo. Esto significa santo, dedicado a cumplir en todo momento la ley de Dios. Primero, José descubre que María está en cinta. Se le ocurre que pudiera ser víctima de una violación. No es que haya pensado que María no haya sido virtuosa y fiel, pero en la cultura de entonces, eso la dejaría muy mal y  no se podría proceder con el casamiento programado. Obviamente, eso le provocaba mucha angustia y había decidido separarse de manera privada. Las lenguas del pueblo habría supuesto que María era culpable de adulterio lo cual tenía la pena de apedreamiento como vemos en el episodio del Evangelio de San Juan de la mujer pillada en adulterio fragrante. En este momento, José tiene un sueño en el que le habla un ángel que le manda no tener miedo (mensaje que Dio siempre comunica a los que ha escogido para una misión especial o profética). El ángel le dice que acoja a María porque el niño que lleva ha sido concebido por obra del Espíritu Santo. Este ese el primer episodio que el Evangelio nos presenta a José como hombre justo o santo. 

Luego después del viaje a Belén, el nacimiento de Jesús en una gruta, y obviamente la preocupación que un nacimiento así provocaba en medio de un viaje a donde suponemos no se encontraban familiares o amigos que pudieran ayudarles, viene la orden de Herodes de matar a los niños de dos años o menos debido a la venida de los Magos para encontrar al Rey de los Judíos. Similar a su antecesor José en el Libro del Génesis, recibe otro mensaje del ángel a través de un sueño que lo manda levantarse y tomar al niño y su madre a Egipto. Recordemos cómo el Patriarca fue vendido como esclavo por sus hermanos y llevado a Egipto. Acabó como esclavo y mayordomo de la casa de Pútifar, pero la esposa de ésta quiso seducirlo, pero rechazó sus avances y ella lo acusó de haber hecho lo mismo que ella había intentado de manera que José acabó en la cárcel. De ahí fue liberado llegando a ser mayordomo del Faraón gracias a su capacidad de interpretar el sueño del Faraón, pues ya en la casa de su padre solía tener sueños, cosa que provocó la envida de sus hermanos. Así, pues por caminos providenciales tanto Jesús como el pueblo de Israel llegaron a Egipto. Además, no pudieron

Luego, cuando el niño tenía doce años, estando en Jerusalén para la fiesta de la Pascua, Jesús se quedó en Jerusalén, pensando José y María que estaba con unos familiares en el viaje de regreso. no volver a Belén porque el hijo de Herodes gobernaba allí y también era malo. Regresaron, pues a Nazaret. Después de tres días de angustia lo encontraron en el Templo discutiendo con los escribas. Cuando María le preguntó por qué había hecho eso, Jesús le dio la respuesta desconcertante ¿No sabíais que tenía que hacer en los asuntos de mi Padre?

Las pruebas y dificultades ya se ven en el caso Abrahán y la respuesta a los planes  incomprensibles de Dios cuando su hijo Isaac concebido milagrosamente cuando él y su esposa Sara eran ya ancianos, siendo él el hijo de la promesa, pues Dios prometió a Abrahán una prole tan numerosa como las estrellas del cielo o la arena del mar. Resulta que luego le manda sacrificar a su hijo Isaac, y se dispone a cumplir el mandato de Dios cuando un ángel intervino para pararlo en el último momento. 

De estos y otros episodios de la Biblia, descubrimos que el camino de la santidad consiste en el cumplimiento de la voluntad de Dios. Esta es la condición para que una familia sea santa. Con frecuencia los padres tienen planes para sus hijos e hijas, y resulta que uno de ellos se siente llamado a seguir a Jesucristo en la vocación al sacerdocio o la vida religiosa. A mí me contó una religiosa en Perú que el principal obstáculo para las vocaciones a su congregación es la oposición de los padres que no quieren aceptar que Dios esté llamando a su hija a servirle en la vida a religiosa.  Esos padres no están dando la medida de generosidad y entrega al camino de Dios, como vemos en el caso de San José y María Santísimo y Abrahán. 

Publicado por Thomas J. Hennigan en 3:24 No hay comentarios:

sábado, 19 de diciembre de 2020

EL SEÑOR ESTÁ CERCA.

 HOMILÍA PARA EL IV DOMINGO DE ADVIENTO, CICLO II, 20 DE DICIEMBRE DE 2020

Hemos llegado casi al final del tiempo de Adviento. La liturgia lo divide en dos períodos, desde el primer domingo hasta el 17 de diciembre o la última semana. Como hemos observado, Adviento significa llegada o venida, pero se trata de una preparación para tres venidas. La primera es la venida del Señor que nació en Belén de la Sma. Virgen María y se cumplen las muchas profecías que encontramos en la Biblia y de manera especial en el Libro de Isaías. Luego nuestra liturgia nos presenta la segunda venida de Jesús como Rey y Juez de vivos y muertos al final de los tiempos. Así como el resto fiel de Israel esperaba con ansia la primera venida en la carne, así nosotros tenemos que disponernos a esperar con alegría la segunda venido vigilando y orando, también nos corresponde disponernos a celebrar la venida que se va a realizar este año con la celebración del nacimiento de Jesús en Belén. La liturgia nos presenta una mera memoria, un mero cumpleaños como solemos celebrar nosotros, sino una actualización de los misterios, pues Dios no está restringido en el tiempo y todas celebraciones litúrgicas nos hacen presente esta venida de Jesús en Belén para que nos dispongamos a acoger las gracias que nos ofrece aquí y ahora este año en nuestra peregrinación hasta la meta definitiva del encuentro con el Señor en el cielo. 

La celebraciones tradicionales, como la corona de Adviento en la que hoy encendemos la cuarto vela, que simboliza el aumento de de luz que representa a Jesucristo, luz de l mundo, Sol de Justicia que los pastores vieron en Belén acompañadas por el canto de los ángeles. Los días de Adviento han sido días de espera y alegría con la seguridad de que el Señor viene que quiere que nos dispongamos para acogerlo en nuestros corazones. Los aspectos externos, tradicionales como el Belén en las Iglesias y en las casas, las estrellas y demás aspectos tradicionales como el canto de los villancicos etc.  que se manifiestan en la Navidad también nos han de ayudar a llenarnos de alegría y de esperanza. El mundo secular ha reducido la Navidad a un celebración familiar y para los niños. El Adviento también ha sido un tiempo de oración y penitencia. Se nos invita al encuentro de Jesús en la confesión para disponernos más a acoger a Jesús en nuestro corazón. 

Este año ha sido en muchos aspectos un año horrible para millones de personas de manera que ha habido un gran aumento de hambre en el mundo, muchos sufrimientos impuestos a todas las personas, incluso a las personas sanas con la excusa del "virus". Muchos de nuestros ancianos han fallecido debido a esta enfermedad y las medidas draconianas impuestas por los gobiernos con una gran dosis de hipocresía. Nos han impuestos tales medidas, mientras ellos no se han sometido a ellas. Ha prevalecido la mentira y la manipulación, la privación de la libertad y derechos fundamentales. Se ha ido estableciendo una dictadura en todos los países, mientras han ido facilitando los abortos, en España con extrema hipocresía están imponiendo una ley de eutanasia, o como se decía antes "matanza por misericordia", falsa misericordia. La gente es sumamente manipulable con el miedo. En algunos países han cerrado las Iglesias, hasta prohibido el canto en las Iglesias o de los villancicos en la calle, El remedio ha sido muchísimo peor que el mal. No permitamos que nos priven de la celebración de la Navidad, pues Dios siempre nos da abundancia de su gracia en la ocasión de la celebración de las grandes fiestas de la Iglesia, pues los mismo ángeles no pudieron dejar de cantar en Belén.

Hoy hemos escuchado el Evangelio de la Anunciación del Arcángel Gabriel de la gran noticia de la llegada del Mesías, Hijo de Dios, Salvador, esperado por el Pueblo de Israel a lo largo de los tiempos y pregonado por los profetas.  El ángel saluda a María con las palabras "Dios de salve, llena de gracia. El Señor está contigo", palabras recogidas el Ave María, una de las oraciones más repetidas de todas sobre todo en el Santo Rosario. Este saludo es mucho más que un saludo de cortesía. "Dios de salve", solo Dios nos puede salvar y en ese momento central de la historia su Hijo va a hacerse hombre en el seno de María. A ella le tocó escuchar el mensaje más grande y extraordinaria de toda la historia. San Pablo habla de la plenitud de los tiempos. 

El ángel procede, "llena de gracia". La palabra gracia, ha llegado a ser una de las palabras más llenas de sentido de la teología y fundamento del hecho de que María fue concebido sin pecado original. Se trata del plan de Dios de hacernos partícipes de la naturaleza divina y en primer lugar María que cuenta con más gracia y bendición de Dios que cualquier otra criatura. Se trata del anuncio del nacimiento de Jesús con el que se cumple la promesa hecha a David, en la primera lectura. Sin embargo, el que va a nacer no va a ser solamente hijo de David, sino Hijo de Dios y su concepción se da por obra del Espíritu Santo. No es de extrañar, pues, que María con toda su humildad, hace la pregunta sobre cómo se iba a cumplir esa gran promesa. Una vez asegurada de que eso es lo que Dios quería, ella responde con la bien conocida expresión "Aquí está la esclava del Señor. Hágase a mí según tu palabra". Como decían los Santos Padres "la obediencia de María desató el nudo hecho por Eva", pues ya en el siglo II María fue denominada la Nueva Eva, según podemos recoger de los escritos de San Justino y San Ireneo.

Aunque estamos padeciendo dolores o sufrimientos por los motivos que sean, no dejemos pasar esta Navidad sin recoger las gracias que el Señor nos tiene preparadas y nos quiere regalar. Esta generosidad de Dios está dirigida a todos y la hemos de compartir con los más posibles. Procuremos que ninguno a nuestro alrededor pierda esta ocasión de compartir esta gran alegría que el ánngel anuncó a los pasores en la noche de Belén. Dentro de nuestras posibildidades, no dejemos de ofrecer algo a Caritas para que alivie a los más necesitados que son mucho más este año. No dejemos de consolar a los afligidos, a los que han perdido seres queridos a lo largo de este año complicado que hemos vivido. Dios se ha hecho hombre hace dos mil años en Belén, pero su presencia en nuestro mundo no terminó con sus 33 años vividos en Tierra Santa, sino se extiende a través de la Iglesia, su Cuerpo. de manera especial a través de la Eucaristía, y de cada uno de nosotros que estamos llamados a reconocerlo en los más "pequeños" o necesitados. 


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sábado, 12 de diciembre de 2020

DOMINGO DE ALEGRÍA

HOMILÍA DEL TERCER DOMINGO DE ADVIENTO, CICLO II, 13 DE DICIEMBRE DE 2020. 

Tradicionalmente, este domingo se ha llamado "Domingo de Alegría". Por ello, me voy a fijar en este tema que se basa en nuestra segunda lectura de hoy tomada de la Carta de San Pablo a los Tesalonicenses 5,16 a 24. El pasaje consiste en una serie de frases breves empezando con la exhortación: Estad siempre alegres. El tema de la alegría es recurrente a lo largo del Antiguo Testamento, En primer lugar están las alegrías de la vida. Cosas como el amor entre marido y mujer, la posibilidad de olvidar sus dolores y sufrimientos, según el archipesimista  Qoholet. Las grandes fiestas son ocasiones de compartir la alegría incluyendo  el vino consumido con moderación en las grandes fiestas. También la buena salud trae consigo la alegría como una buena palabra, aunque Dios rechaza las alegrías de los malvados. El culto comunitario provoca alegría al celebrar la Alianza de Dios con su pueblo. Fiestas como la Pascua y la vendimia son ocasiones de compartir la alegría. También la fidelidad a la Palabra de Dios provoca alegría en el corazón. La esperanza de la llegada del Mesías provoca alegría y se expresa en los cantos y salmos. 

En el Nuevo Testamento, no falta gran alegría como en el caso del encuentro de María con su prima Isabel, expresada en el Magníficat. El nacimiento de Jesús es una ocasión de gran alegría que se manifiesta de manera especial con la aparición del coro de los ángeles cantando "Gloria a Dios en el cielo y paz en la tierra a los hombres de buena voluntad". El reino de Dios ya está presente en Jesús. Él es el Esposo  y mientras está presente, los discípulos no están obligados a ayunar. Los milagros provocan alegría, pues son anticipación de la victoria de Jesús sobre el mal y la muerte. Los ángeles del cielo se alegran sobre la conversión de un pecador, Constatamos en los Hechos de los Apóstoles la alegría que provoca la conversión en el bautismo que es la vida nueva. El amor de Jesús provoca una gran alegría. La gran fuente de alegría para los discípulos es el encuentro con Jesús resucitado y así es para nosotros sobre todo en el Domingo de Pascua cuando tradicionalmente los cristianos se saludan con Jesucristo ha resucitado y se contesta Verdaderamente Cristo ha resucitado. San Pablo nos invita y exhorta a la alegría no solo en nuestra lectura de hoy sino en otros muchos lugares. Insiste en estar siempre alegres,  pero ¿cómo podemos estar siempre alegres? Incluso dice en otro lugar regocijo en mis tribulaciones. Esto lo puede decir porque tiene la plena certeza de la victoria de Jesucristo y que los sufrimientos de esta vida se terminan y llegaremos a gozar de la presencia de Dios, de Jesucristo, de los ángeles y santos en el cielo. 

El Apóstol prosigue: Orad en todo momento. En la antigüedad los cristianos tomaban en serio esta exhortación y los Padres del Desierto en el siglo IV procuraban aplicarla al pie de la letra. Ellos se dedicaban a unas labores repetitivas, como hacer canastas, que dejaban la mente lista para elevar la mente y el corazón a Dios. Grandes teólogos como Orígenes y San Agustín afirmaban que este mandato se cumple dedicando toda nuestra vida y actividad al cumplimiento de la voluntad de Dios. La unión con Dios y el cumplimiento de su voluntad son fuentes de alegría también.

Dad gracias a Dios, pues esta es la voluntad de Dios respecto a vosotros como cristianos. La acción de gracias es un aspecto importante de la oración. Constatamos que Jesús, dio gracias a Dios al multiplicar los panes y peces y en la Última Cena, pues se trataba de una costumbre muy arraigada entre los judíos. Eran conscientes de que los alimentos eran un don de Dios, lo mismo la alegría de la fiesta que compartían. La misma Eucaristía es acción de gracias. No olvidemos, pues de dar gracias a Dios al dar inicio a nuestra cena de Navidad. Jesús se quejó de los licorosos que curó que no regresaron para dar gracias a Dios. 

En nuestro mundo actual, parece que estaría prohibido la alegría y el gozo cuando en la Biblia es un tema fundamental a lo largo de toda ella. Ahora, con las restricciones del coronavirus han prohibido hasta el canto. Todas las medidas absurdas que no están imponiendo  se basan en el miedo que todo el día los medios de comunicación están propagando. Tales medidas no tienen fundamento médico ni científico y sirven para imponer un control dictatorial a la población. Son inhumanos. He sabido que en Bélgica han mandado a la Policía a controlar cuántas personas hay en la cena de Navidad. Resulta que hay menos muertos por cualquier causa en los países incluyendo España este año que los años anteriores y que hay más probabilidad de morir de un accidente de tráfico al ir y volver del trabajo que morir de coronavirus. Además, ¿cómo es posible que ya no haya muertos por la gripe estacional, que ocurre cada año sobre todo en el caso de los ancianos.  Dios nos quiere libres, nos quiere alegres y capaces de compartir la Navidad con nuestros seres queridos y también contribuyendo para que los más necesitados puedan celebrar la fiesta porque es más dichoso dar que recibir un dicho del mismo Jesús. No dejemos que los aguafiestas nos priven de la gran celebración del Nacimiento de Jesucristo Nuestro Señor en Belén. ¿Cómo sería el mundo si no hubiera venido a enseñarnos a gozar de las cosas grandes que Dios ha hecho a favor de todos nosotros, 



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sábado, 5 de diciembre de 2020

CONFIANZA EN LA PROMESA DEL SEÑOR

 HOMILÍA, SEGUNDO DOMINGO DE ADVIENTO, 6 DE DICIEMBRE DE 2020. 

Como sabemos, el Adviento es un tiempo de esperanza y alegría recordando la larga espera del pueblo de Israel a lo largo de los siglos para la venida del Señor, la esperanza ya cercana de María Santísima y San José a lo largo de los meses antes del nacimiento del Niño Jesús, y por ende nuestra doble esperanza para el cumplimiento de las promesas del Señor sobre la segunda venida gloriosa cuando se manifestará el triunfo de Dios sobre el mal, la muerte, u por ende, nuestra celebración de la Navidad de este año que ha de ser un adelante de la alegría de este triunfo. Me voy a fijar tanto en la primera lectura del Libro de Isaías y la segunda de la Segunda Carta de San Pedro, con la esperanza que nos llenen de confianza en el cumplimiento de las promesas del Señor. 

Nuestra primera lectura de hoy es el inicio de la segunda parte del libro de Isaías y proviene de otro profeta de nombre desconocido que los estudiosos de la Biblia suelen llamar Deutero Isaías o Segundo Isaías. El gran profeta Isaías visión en el siglo VIII durante la hegemonía del Imperio de Asirio, cuya capital se encontraba en Nínive que se encuentra en lo que es ahora Irak, mientras este profeta vivió en el exilio que se dio entre los años 587 y 538 a. C. Esta última fecha corresponde a la conquista de Babilonia, que había conquistado Jerusalén, destruido la ciudad y el Templo y llevado miles de los habitantes, sobre todo las personas más importantes e influyentes como exilios a Babilonia. La caída del imperio de los caldeos con su capital en Babilonia se dio de la mano del Rey Ciro de los Persas, lo que es más o menos hoy en día Irán.  Ya antes de la destrucción de Jerusalén y del Templo, Dios, a través del Profeta Jeremías había previsto un largo periodo de exilio, pero también la vuelta del los exilios a su tierra. Se trataba del castigo de Dios de parte de los reyes, sacerdotes y falso profetas. Era el desastre más grande sufrido por el Pueblo de Israel, pues expulsados de su tierra y destruida la nación, resultó ser una prueba enorme que no lograban entender. Sin embargo, Dios les envió este nuevo profeta con un mensaje de esperanza. Hoy nos toca reflexionar sobre los primeros versículos de su libro que va desde el capítulo 40 a 55 del Libro de Isaías. Comienza con la invitación alentadora: "Consolad, consolad a mi pueblo, dice vuestro Dios; hablad al corazón de Jerusalén, gritadle: que se ha cumplido su servicio, y está pagado su crimen, pues de la mano del Señor ha recibido doble paga por sus pecados". 

Dios libera a su pueblo. Babilonia está bastante lejos de Jerusalén y Dios invita a la gente a preparar un camino: En el desierto preparadle un camino al Señor; allanad en la estepa una calzada para nuestro Dios; que los valles se levanten, que los montes y colinas se abajen, que lo torcido se enderece y lo escabroso se iguale. Se revelará la gloria del Señor. Podemos ver este camino no tanto como un camino físico por el desierto, sino como un camino interior dentro del alma de cada uno para disponernos a  acoger al Señor que viene de nuevo en esta Navidad. Constatamos el gran gozo y alegría que las palabras del profeta expresan. En nuestro mundo actual, con tanto mal que constatamos, más que otros años en este año con todos los líos provocados por la supuesta pandemia y las acciones de los gobernantes del mundo entero que actúan más bien como hijos de Satanás. Estando en una época de grandes avances en la ciencia, no han sido capaces de proporcionar un verdadero remedio para este mal que han llamado Cov 19. Han impuesto un régimen de confinamiento de toda la población, pues en ningún caso en la historia se ha confinado a los sanos. Tanto aquí en España como en otros países, mientras los políticos mandaron prohibir que más de 6 personas pudieran comer en un restaurante, ellos mismos han participado en banquetes de más de 100 personas, o mientras prohibieron los viajes, ellos han ido de vacaciones etc. No es de extrañar, pues que cuando los reyes y otros gobernantes de Israel, Dios los haya castigado. Ahora, el profeta indica que ya han cumplido el castigo y podrán volver a Jerusalén. Recordemos que "Dios es comprensivo y misericordia, lento a la ira y rico en piedad". 

Pasemos ahora a nuestra segunda lectura donde San Pedro nos recuerda: El Señor no tarda en cumplir su promesa, como creen algunos. Lo que ocurre es que tiene mucha paciencia con vosotros, porque no quiere que nadie perezca, sino que todos se conviertan. El día del Señor llegará como un ladrón.Com o también Jesús había profetizado los grandes acontemimientos que van a acompañar "el día del Señor" o la segunda venida del Señor, que será preceido por terremotos, guerras y otras catástrofes, San Pedro hace referencia a lo que se va a producir en aquel momento. Sin embargo, nos exhorta a esperar con paciencia la llegada de los cielos nuevos y la tierra nueva, y que el Señor nos encuentre en paz, inmaculados e irreprochables. ¿Y cómo podemos alcanzar la paz, la confianza en la presencia del Señor y que nada nos turbe, como decía Santa Teresa de Jesús: Nada de turbe, nada. Nada te espante. Todo se pasa. Dios no se muda. La paciencia todo lo alcanza. Quien a Dios tiene, nada le falta. Solo Dios basta. Eleva el pensamiento, al cielo sube,por nada te acongojes, Nada te turbe.A Jesucristo siguec on pecho grande, y, venga lo que venga,Nada te espante.¿Ves la gloria del mundo? Es gloria vana; nada tiene de estable, Todo se pasa.Aspira a lo celeste,que siempre dura; fiel y rico en promesas,Dios no se muda. Ámala cual merece Bondad inmensa;pero no hay amor fino Sin la paciencia. Confianza y fe viva mantenga el alma, que quien cree y espera. Todo lo alcanza. Del infierno acosado aunque se viere, burlará sus furores. Quien a Dios tiene.Vénganle desamparos, cruces, desgracias; siendo Dios su tesoro, Nada le falta.. Id, pues, bienes del mundo;id, dichas vanas,aunque todo lo pierda. Sólo Dios basta.

¿Qué podemos hacer, pues para disponernos de la mejor manera para acoger de nuevo  y con mayor esperanza y amor  en esta Navidad?  Para muchos este año 2020 ha sido muy duro, algunos de los ancianos acogidos en residencias  han muerto por falta de cuidado, sus familias no han podido siquiera participan en sus exequias etc. Otros han perdido su puesto de trabajo o sus negocios han quebrado o van a quebrar, otro se han enfermado por otros males y no han sido atendidos debidamente y un largo etcetera. Recordemos lo que decía el Profeta Jeremías "Maldito el hombre que pone su confianza en el hombre"  (17,5), queriendo decir que el único que merece nuestra plena confianza es el Señor. Y San Pedro escribía en nustra primera lectura de hoy: "No perdáis de vista una cosa: para el Señor un día es como mil años y mil años como  un día. Él es el único que merece nuestra confianza". 




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Thomas J. Hennigan
Coto de Bornos, Cádis, Spain
Nacido en Irlanda. Ordenado sacerdote en Roma en 1981. He servido en Irlanda, Estados Unidos, España, Australia, Argentina y Chile. He trabajado en la formación en seminarios,en la docencia, en parroquias. Profesor de teología, latín, griego bíblico en el Seminario Mayor San Carlos y San Marcelo, Trujillo. Perú. Pertenezco a la Diócesis de Asidonia-Jérez en España. Born in Ireland. Ordained in Rome in 1981. I have worked in formation in seminaries, teaching theology, and in parishes.At present I teach theology,Latin, Biblical Greek, e historia del arte cristiano en el Seminario San Carlos y San Marcelo, Trujillo, Peru
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