sábado, 4 de abril de 2020

LA PASIÓN SEGÚN SAN MATEO

HOMILÍA DE DOMINGO DE RAMOS, 5 DE ABRIL DE 2020,

La celebración de hoy tiene su origen en el siglo IV en Jerusalén. En la tarde del sábado se hacia una procesión desde Betania hasta Jerusalén como inicio de las celebraciones que se realizaban en los mismos lugares donde se dieron los principales episodios de la Pasción de Jesús. Tenemos noticias de como se realizaba esta Semana Santa en el siglo IV gracias a la monja Egeria que hizo una peregración probablemente desde Galicia hasta Tierra Santa y Egipto y cuenta sus experiencias y las diversas celebraciones litúrgicas de la Pascua en su diario. Hoy la Solemnidad de hoy se llama o Domingo de Ramos que recuerda la entrada triunfal de Jesús en la Ciudad Santa de Jerusalén acompañado por una multitud que cantaba y celebraba con ramos de olivos. También se llama Domingo de la Pasión, pues nos toca cada año la lectura de la Pasión de uno de los tres Evangelios Sinópticos, este año el de San Mateo. Por ello, vamos a comentar brevemente algunos aspectos que resalta San Mateo en su relato.

Podemos comparar la Pasión de Jesús con lo que cuenta San Lucas al inicio de la Parábola del Hijo Pródigo, cuando dice que el hijo se marchó a un país lejano. Así, Jesús que no tenía nada de pecado ni pudo tenerlo, cargó sobre sí nuestros pecados en este viaje doloroso de la Pasión de Jesús y su muerte en la cruz. Comentaré algunos de los episodios que nos pueden ayudar a profundizar en lo tremendo que es el pecado y el dolor tremendo que significó par Jesús este viaje a un país lejano. San Pablo en su Carta a los Filipenses, en nuestra segunda lectura, nos resume lo que significa ese viaje: "Cristo, a pesar de su condición divina no hizo alarde de su catergoria de Dios, al contrario, se despojño de su rango y tomó la condición de esclavo.... se rebajó hasta someterse a la muerte y una muerte de cruz...",

San Mateo comienza su relato con el episodio del encuentro de Judas con los Sacerdotes en el que se pone de acuerdo para entregarles a Jesús a cambio de 30 monedas de plata. La traición de un amigo siemrpe se ha considerado como el acto más vil concebible. Dante en su Divina Comedia coloca a los traidores en el fondo de la fosa que se imagina como el infierno, con Satanás y Judas el más cercano al demonio. El había sido traicionado por sus conciudadanos de Florencia y tuve que salir al exilio. El que hay experimentado una traición de un amigo puede comprender de alguna manera el dolor que debía de sentir Jesús por la traición de Judas. No es que los sacerdotes lo hayan buscado y ofrecido el dinero, sino que él se acercó a ellos para preguntarles cuánto estaban dispuestos a darle para entregar a Jesús. San Juan menciona que él era el encargado del fondo común y que se llevaba parte del dinero que se colocaba en él. O sea, lo que lo movió a un acto tan vil fue el amor al dinero. Es más, a la mesa de la Ùltima Cena, Judas, estando presente, le pregunta a Jesús "¿acaso soy yo, Señor'?  como si no lo supiera y para despistar a los demás. En la cultura de entonces, el compartir la mesa, y de manera especial en la ocasión de la Pascua, era una gran señal de comunión y fraternidad, y más compartir el pedazo de pan que Jesús pasó a Judas.

Pasemos a la oración de Jesús en el huerto. Jesús escogió a Padro, Santiago y Juan para acompañarlo más de cerca en ese momento extremadamente doloroso, como había hecho en la ocasión de la Tranfiguración. Les decía."Me muero de tristeza: quedaos aquí y  velad conmigo". Jesús se separa un poco y con todas sus fuerzas eleva su oración al Padre pidiendo si fuera posible hacer pasar el cáliz de dolor que significaba toda la Pasión y la Cruz: " Padre mío, si es posible que pase y se aleje de mí ese cáliz, Pero no se haga lo que yo quiero, sino lo que tú quieres".

Mientras Jesús pasaba ese momento tremendo, ¿qué hacían los apóstoles? Dormir. Y se dirige a Pedro, que unas cuantas horas antes le había asegurado que si todos lo abandonaban, el no lo haría.

Ya superada la prueba y habiendo aceptado plenamente la suerte permitido para Él por el Padre, dice Jesús a los apóstoles "Levantaos, vamos! Ya está cerca el qe me entrega". "Todavía estaba hablando, cuando apareció Judas, uno de los Doce, acompaldo de un tropel de gente, con espadas y palos, mandado por los sumos sacerdtoes y los ancianos del pueblo. E traidor les había dado esta contraseña. "Alque yo bese, ése es; detenedlo". Cabe señalar que el Evangelista repite el hecho de que Judas era "uno de los Doce", para enfatizar la vileza de sus actos. Obviamente, los que acaompañaban al traidor no conocían a Jesús y Judas les había dado la señal de que iba a dar un beso a Jesús. El beso es un signo de amor y estima y el traidor lo utilizar para realizar un acto totalmente reprobable y vil.

Los apóstoles, sobrecogidos por el miedo, se escaparon mientras la chusma llevó a Jesús a la casa de Anás, el suegro de Caifás, el sumo sacerdote aquel año. San Marcos entrega algún otro detalle sobre la escapada de los apóstoles cuando cuenta que había un joven cubierto con una sábano y cogieron la sábano y el chico se escapó desnudo. Los exegetas piensan que ese joven debia de ser el mismo Marcos, y se piensa que la Última Cena se celebró en la casa de su madre, pues un detalle de este tipo probablemente lo recogía el mismo Marco.

En cuanto a Pedro, debió de haberse acercado a la casa del sumo sacerdote más tarde y como sabemos, negó que siquiera conociera a Jesús, no ante el sumo sacerdote o el gobernador, sino ante una esclava. De esta manera vemos por un lado, el contraste de las declaraciones de Pedro un par de horas antes en la cena con su comportamiento, y cómo el miedo se había apoderado de él y los demás apóstoles. En todo caso, hay una gran diferencia entre Pedro y Judas. Éste al darse cuenta de lo horroro de su traición, se llenó de desesperanza y se ahorcó, mientras Pedro, según cuenta San Lucas se arrepentió y lloró amargamente, de manera que podemos estar seguros de que si Judas se hubiera arrepentido, Jesús lo hubiera perdonado. No son pocos los que, luego de haber cometido un pecado gravísimo, llegan a pensar que ni Dios los puede perdonar.

Poco a poco Jesús va entrando en este país lejano para Él que es el pecado, ya la traición de Judas y de Pedro, se encuentra con los sacerdotes y sus colaboradores. Se presenta una serie de testigos que mienten y se contradicen.Probablemente, les habían ofrecido dinero para que mintieran.  Recordemos que el demonio es el Padre de la mentira. Jesús ya se habia enfrentado con él y lo había echado fuera. !Cuántos inocentes han sido condenado por falsos testigos que se perjuran y lo han hecho a lo largo de los siglos!

Luego, Jesús es presentado ante Pilato representante del poder romano. Los romanos han pasado a la historia como los grandes arquitectos del Derecho, pero Pilato por miedo a que los sacerdotes lo denunciaran ante autoridades superiores hizo caso omiso de la juscticia. Sabía que Jesús era inocente y que no representaba ningún peligro para los romanos. Sin embargo, prevaricó y entregó a Jesús a los verdugos, prefiriendo salvar a la vida de Barrabás, uno que hoy llamaríamos terrorista.

En estos días en los que forzosamente estamos obligados a confinarnos en nuestras casas, ¿qué cosa más provechosa para nuestras almas que tomar la Biblia y vovler a leer pausadamente, intentando imaginar cada escena para que nos demos cuenta del amor infinito de Dios al liberarnos a nosotros del castigo merecido por nuestros pecados, y cargar sobre su Hijo el peso tremendo que significó para Jesús que llegó a clamar en la cruz: "Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado". No nos olvidemos de las muchas personas ancianas aqui en España que por las circunstancias del coronavirus les ha tocado morir solos sin los necesarios subsidios no acompañamiento de los seres queridos, ni el consuelo de los sacramentos para los católicos.  En cuanto a la culpa de esta situación y el hecho de que se hayan prohibido las exequias o permitir tan solo 3 personas a estar presente para orar por el eterno descanso de sus seres queridos, dejemos este aspecto por el momento. También, muchos de los muertos han muerto en residencias. Sreía bueno que las familias de estos ancianos reflexionaran para ver si era realmente necesario meterlos en tales residencias. Yo he sido capellán de una residencia llevado por religiosas. He podido constatar la labor sacrificada que realizan las monjas, y cómo las personas están contentas con el cuidado que reciben. Además, no pocos de los  internos participaban en la misa diaria y las oraciones de la mañana y la tarde. Encomendemos al Señor a todas las miles de personas, mayormente ancianos que han sido víctimas de esta pandemia para que el Señor las tenga con él en su gloria y consuele a los familiares.




No hay comentarios:

Publicar un comentario