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SOLO DIOS BASTA

Como sacerdote, con este blog deseo compartir reflexiones acerca de la fe católica, la teología, la pastoral y temas relacionados. Se titula con la frase famosa de Santa Teresa que tiene más aplicación en nuestro mundo de hoy que nunca. As a priest I wish to share reflections on matters relating to the Catholic faith, theology, and related areas inspired by the famous words of St. Teresa of Avila: ONLY GOD IS SUFFICIENT.

sábado, 26 de diciembre de 2020

LA SAGRADA FAMILIA

 HOMILÍA FIESTA DE LA SAGRADA FAMILIA, 27 DE DICIEMBRE DE 2020. 

¿Qué es lo que hace que sea una familia santa o sagrada? La palabra significa ser consagrado a Dios. Ya en el Libro del Levítico Dios dice: Sed santos como yo  el Señor tu Dios es santo. Veamos, pues cómo esto se realiza en el caso de la Sagrada Familia. 

En primer lugar, vemos que San Mateo afirma que José era un hombre justo. Esto significa santo, dedicado a cumplir en todo momento la ley de Dios. Primero, José descubre que María está en cinta. Se le ocurre que pudiera ser víctima de una violación. No es que haya pensado que María no haya sido virtuosa y fiel, pero en la cultura de entonces, eso la dejaría muy mal y  no se podría proceder con el casamiento programado. Obviamente, eso le provocaba mucha angustia y había decidido separarse de manera privada. Las lenguas del pueblo habría supuesto que María era culpable de adulterio lo cual tenía la pena de apedreamiento como vemos en el episodio del Evangelio de San Juan de la mujer pillada en adulterio fragrante. En este momento, José tiene un sueño en el que le habla un ángel que le manda no tener miedo (mensaje que Dio siempre comunica a los que ha escogido para una misión especial o profética). El ángel le dice que acoja a María porque el niño que lleva ha sido concebido por obra del Espíritu Santo. Este ese el primer episodio que el Evangelio nos presenta a José como hombre justo o santo. 

Luego después del viaje a Belén, el nacimiento de Jesús en una gruta, y obviamente la preocupación que un nacimiento así provocaba en medio de un viaje a donde suponemos no se encontraban familiares o amigos que pudieran ayudarles, viene la orden de Herodes de matar a los niños de dos años o menos debido a la venida de los Magos para encontrar al Rey de los Judíos. Similar a su antecesor José en el Libro del Génesis, recibe otro mensaje del ángel a través de un sueño que lo manda levantarse y tomar al niño y su madre a Egipto. Recordemos cómo el Patriarca fue vendido como esclavo por sus hermanos y llevado a Egipto. Acabó como esclavo y mayordomo de la casa de Pútifar, pero la esposa de ésta quiso seducirlo, pero rechazó sus avances y ella lo acusó de haber hecho lo mismo que ella había intentado de manera que José acabó en la cárcel. De ahí fue liberado llegando a ser mayordomo del Faraón gracias a su capacidad de interpretar el sueño del Faraón, pues ya en la casa de su padre solía tener sueños, cosa que provocó la envida de sus hermanos. Así, pues por caminos providenciales tanto Jesús como el pueblo de Israel llegaron a Egipto. Además, no pudieron

Luego, cuando el niño tenía doce años, estando en Jerusalén para la fiesta de la Pascua, Jesús se quedó en Jerusalén, pensando José y María que estaba con unos familiares en el viaje de regreso. no volver a Belén porque el hijo de Herodes gobernaba allí y también era malo. Regresaron, pues a Nazaret. Después de tres días de angustia lo encontraron en el Templo discutiendo con los escribas. Cuando María le preguntó por qué había hecho eso, Jesús le dio la respuesta desconcertante ¿No sabíais que tenía que hacer en los asuntos de mi Padre?

Las pruebas y dificultades ya se ven en el caso Abrahán y la respuesta a los planes  incomprensibles de Dios cuando su hijo Isaac concebido milagrosamente cuando él y su esposa Sara eran ya ancianos, siendo él el hijo de la promesa, pues Dios prometió a Abrahán una prole tan numerosa como las estrellas del cielo o la arena del mar. Resulta que luego le manda sacrificar a su hijo Isaac, y se dispone a cumplir el mandato de Dios cuando un ángel intervino para pararlo en el último momento. 

De estos y otros episodios de la Biblia, descubrimos que el camino de la santidad consiste en el cumplimiento de la voluntad de Dios. Esta es la condición para que una familia sea santa. Con frecuencia los padres tienen planes para sus hijos e hijas, y resulta que uno de ellos se siente llamado a seguir a Jesucristo en la vocación al sacerdocio o la vida religiosa. A mí me contó una religiosa en Perú que el principal obstáculo para las vocaciones a su congregación es la oposición de los padres que no quieren aceptar que Dios esté llamando a su hija a servirle en la vida a religiosa.  Esos padres no están dando la medida de generosidad y entrega al camino de Dios, como vemos en el caso de San José y María Santísimo y Abrahán. 

Publicado por Thomas J. Hennigan en 3:24 No hay comentarios:

sábado, 19 de diciembre de 2020

EL SEÑOR ESTÁ CERCA.

 HOMILÍA PARA EL IV DOMINGO DE ADVIENTO, CICLO II, 20 DE DICIEMBRE DE 2020

Hemos llegado casi al final del tiempo de Adviento. La liturgia lo divide en dos períodos, desde el primer domingo hasta el 17 de diciembre o la última semana. Como hemos observado, Adviento significa llegada o venida, pero se trata de una preparación para tres venidas. La primera es la venida del Señor que nació en Belén de la Sma. Virgen María y se cumplen las muchas profecías que encontramos en la Biblia y de manera especial en el Libro de Isaías. Luego nuestra liturgia nos presenta la segunda venida de Jesús como Rey y Juez de vivos y muertos al final de los tiempos. Así como el resto fiel de Israel esperaba con ansia la primera venida en la carne, así nosotros tenemos que disponernos a esperar con alegría la segunda venido vigilando y orando, también nos corresponde disponernos a celebrar la venida que se va a realizar este año con la celebración del nacimiento de Jesús en Belén. La liturgia nos presenta una mera memoria, un mero cumpleaños como solemos celebrar nosotros, sino una actualización de los misterios, pues Dios no está restringido en el tiempo y todas celebraciones litúrgicas nos hacen presente esta venida de Jesús en Belén para que nos dispongamos a acoger las gracias que nos ofrece aquí y ahora este año en nuestra peregrinación hasta la meta definitiva del encuentro con el Señor en el cielo. 

La celebraciones tradicionales, como la corona de Adviento en la que hoy encendemos la cuarto vela, que simboliza el aumento de de luz que representa a Jesucristo, luz de l mundo, Sol de Justicia que los pastores vieron en Belén acompañadas por el canto de los ángeles. Los días de Adviento han sido días de espera y alegría con la seguridad de que el Señor viene que quiere que nos dispongamos para acogerlo en nuestros corazones. Los aspectos externos, tradicionales como el Belén en las Iglesias y en las casas, las estrellas y demás aspectos tradicionales como el canto de los villancicos etc.  que se manifiestan en la Navidad también nos han de ayudar a llenarnos de alegría y de esperanza. El mundo secular ha reducido la Navidad a un celebración familiar y para los niños. El Adviento también ha sido un tiempo de oración y penitencia. Se nos invita al encuentro de Jesús en la confesión para disponernos más a acoger a Jesús en nuestro corazón. 

Este año ha sido en muchos aspectos un año horrible para millones de personas de manera que ha habido un gran aumento de hambre en el mundo, muchos sufrimientos impuestos a todas las personas, incluso a las personas sanas con la excusa del "virus". Muchos de nuestros ancianos han fallecido debido a esta enfermedad y las medidas draconianas impuestas por los gobiernos con una gran dosis de hipocresía. Nos han impuestos tales medidas, mientras ellos no se han sometido a ellas. Ha prevalecido la mentira y la manipulación, la privación de la libertad y derechos fundamentales. Se ha ido estableciendo una dictadura en todos los países, mientras han ido facilitando los abortos, en España con extrema hipocresía están imponiendo una ley de eutanasia, o como se decía antes "matanza por misericordia", falsa misericordia. La gente es sumamente manipulable con el miedo. En algunos países han cerrado las Iglesias, hasta prohibido el canto en las Iglesias o de los villancicos en la calle, El remedio ha sido muchísimo peor que el mal. No permitamos que nos priven de la celebración de la Navidad, pues Dios siempre nos da abundancia de su gracia en la ocasión de la celebración de las grandes fiestas de la Iglesia, pues los mismo ángeles no pudieron dejar de cantar en Belén.

Hoy hemos escuchado el Evangelio de la Anunciación del Arcángel Gabriel de la gran noticia de la llegada del Mesías, Hijo de Dios, Salvador, esperado por el Pueblo de Israel a lo largo de los tiempos y pregonado por los profetas.  El ángel saluda a María con las palabras "Dios de salve, llena de gracia. El Señor está contigo", palabras recogidas el Ave María, una de las oraciones más repetidas de todas sobre todo en el Santo Rosario. Este saludo es mucho más que un saludo de cortesía. "Dios de salve", solo Dios nos puede salvar y en ese momento central de la historia su Hijo va a hacerse hombre en el seno de María. A ella le tocó escuchar el mensaje más grande y extraordinaria de toda la historia. San Pablo habla de la plenitud de los tiempos. 

El ángel procede, "llena de gracia". La palabra gracia, ha llegado a ser una de las palabras más llenas de sentido de la teología y fundamento del hecho de que María fue concebido sin pecado original. Se trata del plan de Dios de hacernos partícipes de la naturaleza divina y en primer lugar María que cuenta con más gracia y bendición de Dios que cualquier otra criatura. Se trata del anuncio del nacimiento de Jesús con el que se cumple la promesa hecha a David, en la primera lectura. Sin embargo, el que va a nacer no va a ser solamente hijo de David, sino Hijo de Dios y su concepción se da por obra del Espíritu Santo. No es de extrañar, pues, que María con toda su humildad, hace la pregunta sobre cómo se iba a cumplir esa gran promesa. Una vez asegurada de que eso es lo que Dios quería, ella responde con la bien conocida expresión "Aquí está la esclava del Señor. Hágase a mí según tu palabra". Como decían los Santos Padres "la obediencia de María desató el nudo hecho por Eva", pues ya en el siglo II María fue denominada la Nueva Eva, según podemos recoger de los escritos de San Justino y San Ireneo.

Aunque estamos padeciendo dolores o sufrimientos por los motivos que sean, no dejemos pasar esta Navidad sin recoger las gracias que el Señor nos tiene preparadas y nos quiere regalar. Esta generosidad de Dios está dirigida a todos y la hemos de compartir con los más posibles. Procuremos que ninguno a nuestro alrededor pierda esta ocasión de compartir esta gran alegría que el ánngel anuncó a los pasores en la noche de Belén. Dentro de nuestras posibildidades, no dejemos de ofrecer algo a Caritas para que alivie a los más necesitados que son mucho más este año. No dejemos de consolar a los afligidos, a los que han perdido seres queridos a lo largo de este año complicado que hemos vivido. Dios se ha hecho hombre hace dos mil años en Belén, pero su presencia en nuestro mundo no terminó con sus 33 años vividos en Tierra Santa, sino se extiende a través de la Iglesia, su Cuerpo. de manera especial a través de la Eucaristía, y de cada uno de nosotros que estamos llamados a reconocerlo en los más "pequeños" o necesitados. 


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sábado, 12 de diciembre de 2020

DOMINGO DE ALEGRÍA

HOMILÍA DEL TERCER DOMINGO DE ADVIENTO, CICLO II, 13 DE DICIEMBRE DE 2020. 

Tradicionalmente, este domingo se ha llamado "Domingo de Alegría". Por ello, me voy a fijar en este tema que se basa en nuestra segunda lectura de hoy tomada de la Carta de San Pablo a los Tesalonicenses 5,16 a 24. El pasaje consiste en una serie de frases breves empezando con la exhortación: Estad siempre alegres. El tema de la alegría es recurrente a lo largo del Antiguo Testamento, En primer lugar están las alegrías de la vida. Cosas como el amor entre marido y mujer, la posibilidad de olvidar sus dolores y sufrimientos, según el archipesimista  Qoholet. Las grandes fiestas son ocasiones de compartir la alegría incluyendo  el vino consumido con moderación en las grandes fiestas. También la buena salud trae consigo la alegría como una buena palabra, aunque Dios rechaza las alegrías de los malvados. El culto comunitario provoca alegría al celebrar la Alianza de Dios con su pueblo. Fiestas como la Pascua y la vendimia son ocasiones de compartir la alegría. También la fidelidad a la Palabra de Dios provoca alegría en el corazón. La esperanza de la llegada del Mesías provoca alegría y se expresa en los cantos y salmos. 

En el Nuevo Testamento, no falta gran alegría como en el caso del encuentro de María con su prima Isabel, expresada en el Magníficat. El nacimiento de Jesús es una ocasión de gran alegría que se manifiesta de manera especial con la aparición del coro de los ángeles cantando "Gloria a Dios en el cielo y paz en la tierra a los hombres de buena voluntad". El reino de Dios ya está presente en Jesús. Él es el Esposo  y mientras está presente, los discípulos no están obligados a ayunar. Los milagros provocan alegría, pues son anticipación de la victoria de Jesús sobre el mal y la muerte. Los ángeles del cielo se alegran sobre la conversión de un pecador, Constatamos en los Hechos de los Apóstoles la alegría que provoca la conversión en el bautismo que es la vida nueva. El amor de Jesús provoca una gran alegría. La gran fuente de alegría para los discípulos es el encuentro con Jesús resucitado y así es para nosotros sobre todo en el Domingo de Pascua cuando tradicionalmente los cristianos se saludan con Jesucristo ha resucitado y se contesta Verdaderamente Cristo ha resucitado. San Pablo nos invita y exhorta a la alegría no solo en nuestra lectura de hoy sino en otros muchos lugares. Insiste en estar siempre alegres,  pero ¿cómo podemos estar siempre alegres? Incluso dice en otro lugar regocijo en mis tribulaciones. Esto lo puede decir porque tiene la plena certeza de la victoria de Jesucristo y que los sufrimientos de esta vida se terminan y llegaremos a gozar de la presencia de Dios, de Jesucristo, de los ángeles y santos en el cielo. 

El Apóstol prosigue: Orad en todo momento. En la antigüedad los cristianos tomaban en serio esta exhortación y los Padres del Desierto en el siglo IV procuraban aplicarla al pie de la letra. Ellos se dedicaban a unas labores repetitivas, como hacer canastas, que dejaban la mente lista para elevar la mente y el corazón a Dios. Grandes teólogos como Orígenes y San Agustín afirmaban que este mandato se cumple dedicando toda nuestra vida y actividad al cumplimiento de la voluntad de Dios. La unión con Dios y el cumplimiento de su voluntad son fuentes de alegría también.

Dad gracias a Dios, pues esta es la voluntad de Dios respecto a vosotros como cristianos. La acción de gracias es un aspecto importante de la oración. Constatamos que Jesús, dio gracias a Dios al multiplicar los panes y peces y en la Última Cena, pues se trataba de una costumbre muy arraigada entre los judíos. Eran conscientes de que los alimentos eran un don de Dios, lo mismo la alegría de la fiesta que compartían. La misma Eucaristía es acción de gracias. No olvidemos, pues de dar gracias a Dios al dar inicio a nuestra cena de Navidad. Jesús se quejó de los licorosos que curó que no regresaron para dar gracias a Dios. 

En nuestro mundo actual, parece que estaría prohibido la alegría y el gozo cuando en la Biblia es un tema fundamental a lo largo de toda ella. Ahora, con las restricciones del coronavirus han prohibido hasta el canto. Todas las medidas absurdas que no están imponiendo  se basan en el miedo que todo el día los medios de comunicación están propagando. Tales medidas no tienen fundamento médico ni científico y sirven para imponer un control dictatorial a la población. Son inhumanos. He sabido que en Bélgica han mandado a la Policía a controlar cuántas personas hay en la cena de Navidad. Resulta que hay menos muertos por cualquier causa en los países incluyendo España este año que los años anteriores y que hay más probabilidad de morir de un accidente de tráfico al ir y volver del trabajo que morir de coronavirus. Además, ¿cómo es posible que ya no haya muertos por la gripe estacional, que ocurre cada año sobre todo en el caso de los ancianos.  Dios nos quiere libres, nos quiere alegres y capaces de compartir la Navidad con nuestros seres queridos y también contribuyendo para que los más necesitados puedan celebrar la fiesta porque es más dichoso dar que recibir un dicho del mismo Jesús. No dejemos que los aguafiestas nos priven de la gran celebración del Nacimiento de Jesucristo Nuestro Señor en Belén. ¿Cómo sería el mundo si no hubiera venido a enseñarnos a gozar de las cosas grandes que Dios ha hecho a favor de todos nosotros, 



Publicado por Thomas J. Hennigan en 2:53 No hay comentarios:

sábado, 5 de diciembre de 2020

CONFIANZA EN LA PROMESA DEL SEÑOR

 HOMILÍA, SEGUNDO DOMINGO DE ADVIENTO, 6 DE DICIEMBRE DE 2020. 

Como sabemos, el Adviento es un tiempo de esperanza y alegría recordando la larga espera del pueblo de Israel a lo largo de los siglos para la venida del Señor, la esperanza ya cercana de María Santísima y San José a lo largo de los meses antes del nacimiento del Niño Jesús, y por ende nuestra doble esperanza para el cumplimiento de las promesas del Señor sobre la segunda venida gloriosa cuando se manifestará el triunfo de Dios sobre el mal, la muerte, u por ende, nuestra celebración de la Navidad de este año que ha de ser un adelante de la alegría de este triunfo. Me voy a fijar tanto en la primera lectura del Libro de Isaías y la segunda de la Segunda Carta de San Pedro, con la esperanza que nos llenen de confianza en el cumplimiento de las promesas del Señor. 

Nuestra primera lectura de hoy es el inicio de la segunda parte del libro de Isaías y proviene de otro profeta de nombre desconocido que los estudiosos de la Biblia suelen llamar Deutero Isaías o Segundo Isaías. El gran profeta Isaías visión en el siglo VIII durante la hegemonía del Imperio de Asirio, cuya capital se encontraba en Nínive que se encuentra en lo que es ahora Irak, mientras este profeta vivió en el exilio que se dio entre los años 587 y 538 a. C. Esta última fecha corresponde a la conquista de Babilonia, que había conquistado Jerusalén, destruido la ciudad y el Templo y llevado miles de los habitantes, sobre todo las personas más importantes e influyentes como exilios a Babilonia. La caída del imperio de los caldeos con su capital en Babilonia se dio de la mano del Rey Ciro de los Persas, lo que es más o menos hoy en día Irán.  Ya antes de la destrucción de Jerusalén y del Templo, Dios, a través del Profeta Jeremías había previsto un largo periodo de exilio, pero también la vuelta del los exilios a su tierra. Se trataba del castigo de Dios de parte de los reyes, sacerdotes y falso profetas. Era el desastre más grande sufrido por el Pueblo de Israel, pues expulsados de su tierra y destruida la nación, resultó ser una prueba enorme que no lograban entender. Sin embargo, Dios les envió este nuevo profeta con un mensaje de esperanza. Hoy nos toca reflexionar sobre los primeros versículos de su libro que va desde el capítulo 40 a 55 del Libro de Isaías. Comienza con la invitación alentadora: "Consolad, consolad a mi pueblo, dice vuestro Dios; hablad al corazón de Jerusalén, gritadle: que se ha cumplido su servicio, y está pagado su crimen, pues de la mano del Señor ha recibido doble paga por sus pecados". 

Dios libera a su pueblo. Babilonia está bastante lejos de Jerusalén y Dios invita a la gente a preparar un camino: En el desierto preparadle un camino al Señor; allanad en la estepa una calzada para nuestro Dios; que los valles se levanten, que los montes y colinas se abajen, que lo torcido se enderece y lo escabroso se iguale. Se revelará la gloria del Señor. Podemos ver este camino no tanto como un camino físico por el desierto, sino como un camino interior dentro del alma de cada uno para disponernos a  acoger al Señor que viene de nuevo en esta Navidad. Constatamos el gran gozo y alegría que las palabras del profeta expresan. En nuestro mundo actual, con tanto mal que constatamos, más que otros años en este año con todos los líos provocados por la supuesta pandemia y las acciones de los gobernantes del mundo entero que actúan más bien como hijos de Satanás. Estando en una época de grandes avances en la ciencia, no han sido capaces de proporcionar un verdadero remedio para este mal que han llamado Cov 19. Han impuesto un régimen de confinamiento de toda la población, pues en ningún caso en la historia se ha confinado a los sanos. Tanto aquí en España como en otros países, mientras los políticos mandaron prohibir que más de 6 personas pudieran comer en un restaurante, ellos mismos han participado en banquetes de más de 100 personas, o mientras prohibieron los viajes, ellos han ido de vacaciones etc. No es de extrañar, pues que cuando los reyes y otros gobernantes de Israel, Dios los haya castigado. Ahora, el profeta indica que ya han cumplido el castigo y podrán volver a Jerusalén. Recordemos que "Dios es comprensivo y misericordia, lento a la ira y rico en piedad". 

Pasemos ahora a nuestra segunda lectura donde San Pedro nos recuerda: El Señor no tarda en cumplir su promesa, como creen algunos. Lo que ocurre es que tiene mucha paciencia con vosotros, porque no quiere que nadie perezca, sino que todos se conviertan. El día del Señor llegará como un ladrón.Com o también Jesús había profetizado los grandes acontemimientos que van a acompañar "el día del Señor" o la segunda venida del Señor, que será preceido por terremotos, guerras y otras catástrofes, San Pedro hace referencia a lo que se va a producir en aquel momento. Sin embargo, nos exhorta a esperar con paciencia la llegada de los cielos nuevos y la tierra nueva, y que el Señor nos encuentre en paz, inmaculados e irreprochables. ¿Y cómo podemos alcanzar la paz, la confianza en la presencia del Señor y que nada nos turbe, como decía Santa Teresa de Jesús: Nada de turbe, nada. Nada te espante. Todo se pasa. Dios no se muda. La paciencia todo lo alcanza. Quien a Dios tiene, nada le falta. Solo Dios basta. Eleva el pensamiento, al cielo sube,por nada te acongojes, Nada te turbe.A Jesucristo siguec on pecho grande, y, venga lo que venga,Nada te espante.¿Ves la gloria del mundo? Es gloria vana; nada tiene de estable, Todo se pasa.Aspira a lo celeste,que siempre dura; fiel y rico en promesas,Dios no se muda. Ámala cual merece Bondad inmensa;pero no hay amor fino Sin la paciencia. Confianza y fe viva mantenga el alma, que quien cree y espera. Todo lo alcanza. Del infierno acosado aunque se viere, burlará sus furores. Quien a Dios tiene.Vénganle desamparos, cruces, desgracias; siendo Dios su tesoro, Nada le falta.. Id, pues, bienes del mundo;id, dichas vanas,aunque todo lo pierda. Sólo Dios basta.

¿Qué podemos hacer, pues para disponernos de la mejor manera para acoger de nuevo  y con mayor esperanza y amor  en esta Navidad?  Para muchos este año 2020 ha sido muy duro, algunos de los ancianos acogidos en residencias  han muerto por falta de cuidado, sus familias no han podido siquiera participan en sus exequias etc. Otros han perdido su puesto de trabajo o sus negocios han quebrado o van a quebrar, otro se han enfermado por otros males y no han sido atendidos debidamente y un largo etcetera. Recordemos lo que decía el Profeta Jeremías "Maldito el hombre que pone su confianza en el hombre"  (17,5), queriendo decir que el único que merece nuestra plena confianza es el Señor. Y San Pedro escribía en nustra primera lectura de hoy: "No perdáis de vista una cosa: para el Señor un día es como mil años y mil años como  un día. Él es el único que merece nuestra confianza". 




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sábado, 28 de noviembre de 2020

ADVIENTO: LA MANIFESTACIÓN DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO.

 HOMILÍA DEL PRIMER DOMINGO DE ADVIENTO, 29 DE NOVIEMRBE DE 2020.

¿Qué significa Adviento? Etimólogicamente significa llegada o venida. En griego se dice parusía, aunque nosotros utilizamos esta palabra en referencia a la segunda venida de Nuestro Señor para juzgar a los vivos y muerto e dr inicio  a la etapa definitiva a la que nos invita, la vida eterna. Nuestro celebración litúrgica del Adviento, con la que también damos inicio al nuevo año litúrgica no invita a tener en cuenta tres venidas. En primer lugar, la venida de Jesucristo con su nacimiento de la Sma. Virgen María en Belén, esperada a lo largo de los siglos por los profetas, hombre y mujeres santos y devotos de Israel, como Simeónn y Ana a quienes María y San José encontraron en el templo. Por lo tanto, el Adviento es tiempo de espera y por ende de esperanza del cumplimiento de las promesas del Señor a lo largo del Antiguo Testamento. En segundo lugar se trata de nuestra espera de la segunda venida al final de los tiempos que conviene que en medio de las visicitudes de nuestra vida, no conviene que nos olvidemos de esa meta y que no perdamos la convicción de que el Señor ciertamente cumplirá todas sus  promesas. En tercer lugar, se trata de dispondernos para la celebración del Misterio de la Encarnación del Hijo de Dios y su nacimiento que no es un mero recuerdo de algo que se dio hace dos mil años, sino un misterio, o una acción maravillosa de Dios que se actualiza a través de la liturgia de la Iglesia. como que vuelve a venir Jesús a nuestra alma y se hace presente en nuestro tiempo y en nuestra vida la gracia que manifestó en aquella primera venida en Belén. Por lo tanto, en el Adviento se nos presenta la figura de San Juan Bautista como el úlitmo de los grandes profetas que prepararon el camino para la vendida de Jesús por su predicación de penitencia en el desierto. Igualmente,la Sma. Virgen María tiene una gran importancia en nuestro Adviento, pues ella más que cualquier otro nos enseña a abrir nuestra mente y nuestro corazón para esta nueva venida de Jesús este año. 

Además. de ser un período de esperanza y por tanto de alegría al celebrar la venida del Señor, es un tiempo de penitencia con semejanzas a la Cuaresma, aunque la Cuaresma se vive en la Iglesia con mayor conciencia de la importancia de la conversión y la penitencia. El Adviento se introdujo a la liturgia alrededor del siglo VII precisamente como una vivencia semejante a la Cuaresma e incluso en aquella época era de 40 días, empezando con la Fiesta de San Martín que es el 11 de noviembre. Por lo tanto, nos conviene mantener este aspecto no perdiéndolo en medio de las preparaciones que se suele hace en lo que podemos llamar "La Navidad comercial". 

Nuestra primera lectura del c. 62 del libro de Isaías, libro que se lee mucho en estos días de Adviento, nos invita a no extraviarnos y no "enduerecer el corazón". Refleja esta invitación el salmo 94 cuando dice "Ojalá hoy no endurezcáis vuestro corazón como en Meribá como el día de Masá en el desierto.  El corazón en la Biblia, como sabemos, es el centro de nuestro ser, algo así como la conciencia. Hoy en día al hablar del corazón, no como un mero músculo, nos referimos a las emociones. Esto no lo excluye la Biblia, sino que incluye los pensamientos más íntimos y la conciencia. ¿Y aquello de endurecer el corazón"? Se trata de la no acogida de las invitaciones de Dios, con la imagen de la dureza como sucede cuando la tierra se hace dura y no es capaz de recibir la semilla ni dar fruto. Además, si el Adviento es tiempo de espera, de estar atentos esperando la venida del Señor como nos indica nuestro evangelio de hoy¨Mirad, vigilad: pueus, no sabéis cuando es el momento". 

Prosigue el profeta diciendo: Nadie invocaba mi nombre ni se esforzaba por aferrarse a ti; pues nos ocultabas tu rostro y nos entregabas en poder de nuestra culpa. En la Biblia escuchar la voz, es decir la Palabra de Dios y buscar su rostro son actitudes fundamentales para cada miembro del Pueblo de Dios. Tenemos que hacer un gran esfuerzo para no olvidarnos del Señor y las maravillas que ha hecho por nosotros al darnos el don de la vida creándonos a imagen y semejanza suya. Luego, regalándonos la fe católica, su gracia que nos ha hecho hijos suyos en el Hijo, llegando a inhabitar en nuestro corazón como escribía San Pablo: El amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazónes por el Espíritu Snto que se nos ha dado. Por lo tanto, en estos días de Adviento deberíamos poner más atención en la oración siguiendo el ejemplo de San Juan Bautista  con su oración ypenitencia en el desierto,  y de María Santísima cuya acititud se manifiesta en su Cántico el Magnificat. 

El profeta prosigue: Todos éramos impurso, nuestra justiica era un paño manchado, todos nos marchitàbamos como un follaje, nuestras culpas nos arretataban como el viento". Si realmente anhelamos la venida del Señor, en primer lugar, no nos olvidaremos de nuestras culpas y procuraremos disponer nuestro corazón para entre el él Jesús recién nacida. Una manera de hacer esto es examinar nuestra conciencia y confesar nuestro pecados, aunque por la gracia de Dios no hayamos cometido pecados graves, pero el que realmente ama, procura no ofender al amado y si no hace se arrepiente, hace un propósito de enmienda y así aumentará su amor al amado.  Deberíamos parecernos a una rama floreciente y no una hoja marchita que lleva el viendo por donde quiere. 

Por lo tanto, no dejemos pasar esta estación de Adviento sin acercarnos más al Señor a través de la oración, la penitencia, animando dentro de nosotros la esperanza de la venida nueva y más profundo de Jesús que se humilló y se hizo niño para salvarnos. Tengamos plena conciencia de la necesidad de la salvación. Los cristianos de los primeros siglos se imaginaban el bautismo como un rescate de un naufragio como estando en un barco que entró en una tormenta y nos dejó tirados en ell mar en peligro de muerte. Dios nos pasó una tabla a la que nos agarramos que es el bautismo y nos salvó del naufragio. 

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sábado, 21 de noviembre de 2020

JESUCRISTO REY DEL UNIVERSO, 34 DOMINGO DE TIEMPO ORDINARIO, 22 DE NOVIMEBRE 2020.

 Esta fiesta fue introducido a la liturgia en el años 1925, en una época del crecimiento de las dicaduras totalitarias como el Comunismo en Rusia y el Fascismo en Itala. La Iglesia en la persona del Papa Pío XI quiso señalar que hay un solo Rey y Señor del Universo y es Jesucristo Nuestro Señor. Recordemos como Jesús al final del Evangelio de San Mateo, desde una montaña en Galilea declaró "Me ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra. Id, pues a proclamar el Evangelio a todas las naciones, bautizandolas en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo". 

En el Antiguo Testamento, era común que el rey se denominara Pastor de su Pueblo. Así es en nuestra primera lectura de hoy del Profeta Ezequiel, Este profeta, uno de los más grandes e importantes del Antiguo Testamento era sacerdote del Templo de Jerusalén y le tocó salir al exilio entre los primeros deportados alrededor del año 600 a. C. De hecho, cumplió su misión profética en Babilonia y no en Israel. Aquí comunica el mensaje de Dios acerca de los malos profetas. Es cierto que el Rey de Babilonia, Naboduconor era responsable de la conquista de Jerusalen, del incendio del Templo y demás destrozos cometidos, pero el profeta reconoce que los reyes que debían de ser los pastores de Israel habían fallado, algunos de ellos incluso introduciendo a  dioses falsos paganos en el mismo templo. La culpa la compartían los oficiales del rey, los sacerdotes y los falsos profetas que profetizaban falsedades y la gente al hacerles caso, no cumplieron lo que Dios les pedía a través del profeta Jeremías. "Yo mismo apacentaré mis ovejas, yo mismo las haré sestear -oraáculo del Señor. Buscaré las ovejas perdidas, recogerá las descarriadas, vendaré a los heridos, curaré a los enfermos, a las gordas y fuertes las guardaré, y las apacentaré como es debido." Queda claro, que Yavhé por boca de Ezequiel se refiere a Jesús. En el Evangelio de Juan, se proclama El buen pastor que da la vida por las ovejas". Jesús predico la palabra de Dios, curó a los enfermos, les dio de comer multiplicando los panes, y luego en la Última Cena nos dio el verdadero pan de vida que nos alimenta para la vida eterna. Se entregó así mismo hasta el extremo de la muerte en cruz, resucitando luego para extender su misión, ya no solo a Israel, sino al mundo entero cuando fundó la Iglesia e envió a los apóstoles a proclamar la Buena Noticia, siendo él el Buen Pastor prometido en ya en el Antiguo Testamento. 

Jesús desde el inicio de su ministerio en Galilea, proclamaba el Reino o Reinado de Dios y fue explicando en qué consistía a través de las parábolas. Es más, según dice Orígnes, el más grande de los Padres de la Iglesia de Oriente, señala el el Reino es "autoreino", es decir, el mismo Jesucristo es el Reino de Dios ya establecida en el mundo con su predicación, sus milagros, su muerte y resurrección. Jesús funda la Iglesia pescisamente para llevar adelante su obra, pues la Iglesia es cuerpo y esposa de Jesucristo.  San Pablo nos da más detalles sobre el Reino de Jesucristo en nuestra segunda lectura tomada de la Primera Carta a los Corintios, Jesucristo con su resurrección es primicia o primer fruto de la obra de Dios."Cuando Cristo devuelva a Dios Padre su reino, una vez aniquilado todo principado, pofer y fuerza Cristo tiene que reinar hasta que Dios haga de sus enemigos estrado de sus pies. El úlitmo enemigo aniquilado será la muerte". Jesucristo es la cabeza y todo le será sometido. Esto forma parte dell plan maravillosa de Dios.

Es cierto que todavía no se cumple plenamente esta promesa de Dios expresada aquí por San Pablo. Hay mucho mal en el mundo e incluso cada uno de nosotros llevamos mal en nuestro corazón. Por algo empezamos la Santa Misa confesando que "hemos pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y omisión" .Nos corresponde colaborar con el plan de Dios de crear "cielos nuevos y tierra nueva". No olvidmeos lo que dice Jesús en el Apocalipsis: "haré nuevas todas las cosas". Eso incluye a cada uno de nosotros y este proceso empezó con nuestro bautismo, gracias al cual podemos y debemos "caminar en la novedad de vida" en palabras de San Pablo, o lo que es lo mismo, permitir que Jesucrito  reine en nuestro corazón. 

Pasemos a nuestro pasaje evangélico de hoy en el que vemos que Jesucristo Rey también es Juez de vivos y muertos". El reinado de Cristo exige nuestra colaboración. No basta decir "Señor, Señor" sino que es necesario cumplir la voluntad de Dios, y haciendo eso dejaremos una huella importante en el mundo, auque no la vamos a reconocer mientras vivimos en este mundo. Seguramente, estamos familiarizados con este pasaje. Jesús, habiendo reunido a todos, separa las ovejas de las cabras a su derecha y a su izquierda, y establece el criterio fundamental para la entrada en su Reino: "Tuve hambre y me diteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, fui forastero y me visitasteis, estuve desnudo y me vestisteis, enfermo y me visitaseis, en la cárcel y vinisteis a verme". 

En estos momentos en que los gobiernos de manera criminal con la excusa de un virus que ni siquiera se ha probado que existe ni han hecho invesitgaciones para descubrir qué está causando esta enfermedad, ha confinado a la gente e impuesto medidas draconianas sin fundamente cientifica alguna, dejando a millones de personas sin trabajo, otros con sus negocios en la quiebra, habrá múlitples ocasiones para colaborar en dar de comer a los hambrientos. Hay personas deprimidas, que sienten una gran soledad. Los hay ante la multidud de líos económicos y de otro tipo se les ocurre la idea de suicidaarse. Abramos nuestros ojos y démonos  cuenta de quienes son para de verdad Cristo reine en neustros corazones, pues aquí dice "cuantas veces los hicisteis a estos mis pequeños, a mí no hiciseis". No  basta la oración, que también tiene una gran importancia, Abramos los ojos y prestémonos sea a ayudar ahorrando dinero y entregándolo a Caritas, sea acercándonos a las personas que se sienten solas y agobiadas. Preguntémonos ¿qué haría Jescristo en esta situación, pues se identifica con cada persona que sufre?. 

 


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sábado, 14 de noviembre de 2020

EL JUICIO FINAL

HOMILÍA DOMINGO XXXII DE TIEMPO ORDINARIO, CICLO C, 15 DE NOVIEMBRE DE 2020

La liturgia en esta época del año nos invita a pensar en las verdades últimas, la muerte, el juicio final y la vida eterna. Hoy nos corresponde reflexionar sobre el juicio final en el conocido pasaje del Evangelio de San Mateo en el que Jesús nos entrega unas pautas sobre el juicio en la forma de la Parábola de los Talentos. También nos fjaremos en la segunda lectura de la Primera Carta de San Pablo a los Tesalonecenses que trata de la actitud que debemos tener ante tal aconocimiento que llama como también los profetas el día del Señor.

San Pablo en su predicación en esa ciudad habrá tocado este tema y de su segunda carta a aquellos cristianos podemos deducir que lo que les explicó la doctrina del juicio final y la segunda venida del señor, pero  tuvo que corregir ciertas ideas equivocadas que tenían. Les escribía que el que no trabaja, que no coma. Insiste en que la vuelta del Señor en su día se dará como la llegada de un ladrón en la noche. Es fácil deducir por qué Dios no quiso revelarnos nada sobre fechas o tiempos en los que se darán esos acontecimientos, pues lo que corresponde es que estemos atentos y vigilantes y no caer en la desidia y la despreocupación y dejemos de trabajar "con temor y tremblor" ante la posible llegada de aquel día en cualquier momento. El hecho el apóstol lo compara con los dolores de parto que llegan repentinamente a la madre gestante. También se trata de un dar a luz al mundo nuevo, a los nuevos cielos y la nuerta tierra. Prosigue: "vosotros, hermanos, no vivís en tinieblas, para que ese día os sorprenda como un ladrón. porque todos sois hijos de la luz, hijos del día;  no lo sois de la noche ni de las tinieblas. Esto se debe a que hemos sido injertados en Cristo por el bautismo y ya vivimos la vida nueva que llegará a  su plenitud a la vuelta del Señor. Lo que importa es que estemos vigilantes para no caer en la tentación y no dejarnos llevar por los vicos ni las atracciones de este mundo que es pasajero. Nuestra esperanza no es efímera sino en Cristo y se centra en la vida eterna. Seamos, pues,vigilante y no dormidos para que no nos coja ni el momento de nuestra muerte, ni la vuelta del Señor, si nos toca vivir ese gran día.ido

Pasemos a comentar la Parábola de los Talentos, El talento era una moneda de plata de bastante valor comparado con otras monedas que existían como el denario que correspondía la jornal del trabajdor. Debido a esta parábola solemos referir a las cualidades que poseemos como talentos. Uno tiene talento para la música, otro para algún deporte, otro para los negocios etc. En la parábola el Señor entrega un número diferente a cada uno y los deja en libertad sobre lo que quiren hacer con él. Hoy en día el tema de la igualdad es uno de los más discutidos y una de las palabras talismán en boca de bastantes políticos. Es evidente que no todos tenermos las mismas cualidades o talentos. Ese es el caso en la parábola. Obviamente, no se trata de acusar a Dios de ser discriminatorio porque no todos reciben la misma cantidad de talentos. El hombre está llamado a vivir en comunidad y cada uno a contribuir al bien común de todos de acuerdo con los talentos que ha recibido de Dios y cómo los ha utilizado a lo largo de su vida. 

Al final, llega el día del rendimiento de cuentas y los dos que han recibido más han trabajado bien y logrado una rentabilidad del doble de lo que han recibido y el Sr. los felicita y los invita a entrar a gozar de la recompensa en la casa del Padre. Le dio libertad y les dio la inteligencia y el deseo de trabajar para alcanzar una buena ganancia y agradar al Señor, Aquí también vemos la importancia del trabajo como parte esencial de la misión del hombre y la importancia de la colaboración del hombre en la realización del plan de Dios para el mundo. Este ya es un mandato de Dios dado a Adán incluso antes de caer en el pecado original. Algunos pudieran pensar que el trabajo es una carga pesada impuesta por Dios como castigo por el pecado, pero no, Iba a haber trabajo antes del pecado, pero obviamente, se hace más pesado como resultado del mismo, Es más, el trabajo nos hace capaces de colaborar con Dios a través de la creatividad y esto corresponde a nuestra dignidad de ser criaturas hechas a imagen y semejanza de Dios. Por eso, el paro que se extiende actualmente especialmente debido a la irresponsabilidad de los gobiernos que cerraron la economía dejando a millones de personas no solo en la angustia de no poder proveer por sus familias sino no alcanzar la dignidad que significa el trabajo, como explica muy bien San Juan Pablo II en su carta encíclica sobre el trabajo Laborem exercens. 

En cambio, el que recibió un talento no hizo nada para que fructificara y se merece la condena del Señor que justamente lo llama  negligente y holgazán .Es echado fuera a donde hay llanto y rechinar de dientes. Es decir, su vida ha sido un fracaso por no haber trabajado y hecho ningún bien con el talento que recibió. 

Así que, en nuestro caso, el juicio tendrá que ver también con lo que hicimos con los dondes o talentos que el Señor nos ha regalado. No queremos recibir la sentencia de ser negligentes y holgazanes, pongámnos a trabajar y hacer buen uso de nuestras cualidades, además de la práctica de la caridad que nos librará de caer en muchos vicios que nos puede llevar al infierno por irresponsabilidad y pereza, 

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sábado, 7 de noviembre de 2020

LLEGA EL NOVIO. ¿ESTOY PREPARADO?

 HOMILÍA PARA EL DOMINGO XXXII, CICLO A, 8 DE NOVIEMBRE DE 2020.

Estamos a dos semanas de la Solemnidad de Cristo con la que culmina nuestro Año Litúrgico. Hacia el final de los evangelios sinópticos, Mateo, Marcos y Luchas encontramos lo que se suele llamar "el discurso escatológico" donde Jesús strata del fin de los tiempos y su segunda venida, y la urgencia de estar atentos y preparados porque "no sabemos el día ni la hora". Este período coincide con el mes de noviembre en el que celebramos la Conmemoración de los Fieles Difuntos. Existen unas frases tradicionales en latín que nos pueden ayudar a no olvidarnos de la realidad de la muerte, del juicio y el cielo: Memento mori, "acuerdate de que vas a morir"; y quotidie morior, o  "muero diaraiemente". A lo largo de lo siglos cristianos la actitud expresada por estas frases se consideraba como una expresión de la sabidúría con la que deberíamos vivir nuestra vida. El mundo secularizado en el que hoy vivimos no quiere ni pensar en la muerte. En cambio, San Ambrosio, que vivió en el siglo IV, tiene una obra llamada Del bien de la muerte, Si ya desde nuestra concepción en el seno materno además de estar creciendo y desarrollando, tambien estamos caminando hacia la muerte y eventualmente la vida plena de unión con Dios a través de Jesucristo. Nuestra vida es un muerte al al pecado, al mal y a la muerte misma para alcanzar la plenitud de la vida en la vida futura habiendo colaborado con la gracia de Dios para alcanzar esa vida plena en la que hemos sido iniciado con nuestro baustismo.

La muerte es inevitable. Todos sabemos eso, pero nosotros cristianos sabemos que es una puerta a través de la cual pasamos a la plenitud de la vida verdadera. Para cada uno de nosotros Dios tiene un plan o un proyecto y nos toca colaborar con Él para alcanzarlo. Es un proyecto a futuro, por ello una gran esperanza. El Evangelio habla mucho de la fe y de la caridad, pero tenemos que esperar a la Iglesia primitiva para encontrar el  mensaje de esperanza, tanto de San Pablo, como San Pedro y la Carta a los Hebreos. En su primera carta, San Pedro escribe "hemos sido reengrado a una esperanza viva", obviamente por la resurrección de Jesucristo de entre los muertos. Nuestra primera lectura hoy de San Pablo a los Tesalonicences habla de la la muerte y nuestra esperanza de una nueva vida a través de la resurrección y la segunda venida de Jesús al final de los tiempos. En nuestro pasaje del Evangleio de San Lucas, el que hemos estado siguiendo a lo largo de este año, nos toca la parábola de las virgenes prudentes y las necias. Que el Señor nos guíe e ilumina para sacar un mensaje importante para nuestra vida en este tiempo en el que aparece la oscuridad y poca esperanza. 

En primer lugar, San Pablo exhorta a los cristianos de Tesalonica que "no ignoréis la suerte de los difuntos, pues que no os aflijás como los hombre sin esperanza". Es decir, los paganos se caracterizan por ser personas sin esperanza. En nuestros días ha habido un aumento de suicidios debido a las medidas nefastas impuestos por los gobernantes de todo el mundo como respuesta al coronavirus, pues un gran número de personas han perdido su puesto de trabajo o sus negocios han quebrado por culpa de los gobiernos cuyo finalidad debería de ser promover el bien común. Ciertamente, es comprensible en la situación, pero el suicidio debido a la falta de esperanza no es ninguna solución. Puede extrañarnos saber que en la Edad Media, tan denostada por los sofisticados modernos, el suicidio casi no existía. Era la era de la fe, y por ende la esperanza. 

Nuestra fe en Jesús que ha muerto y resucitado nos lleva a la certeza de que él nos llevará consigo. En eso consiste el cielo, "estaremos siempre con el Señor". Los primeros cristianos tenían esa viva esperanza del encuentro definitivo con el Señor Jesús y no solo ellos sino todos los mártires al enfrentarse con su suplicio. Esta confianza y esperanza se tiene que cultivar a lo largo de nuestra vida. No pensemos que la vamos a tener sin cooperar con el Señor tomando las medidas necesarias cada día. esto lo podemos ver en la Parábola de las Vírgenes Prudentes y las Necias. 

El contexto de la parábola es el de la celebración de la boda entre los judíos en tiempo de Jesús. La celebrabración de la boda se llevaba a cabo a lo largo de cinco días y terminaba cuando el novio llevaba a la novia a su casa y se celebraba un banquete con todos los invitados. Esto se daba de noche y las diez vírgenes tenían que esperar hasta que se anunciaba la llegada del novio y la novia. Sabemos que con mucha frecuencia en la Biblia el cielo se presenta como una fiesta de bodas. y en el Nuevo Testamento el Novio es el mismo Jesucristo. La tarea de las 10 vírgenes era la de recibirlo con las lámparas encendidos, señal de estar listas y preparadas. Como dice el evangelio, cinco eran prudentes y las otras cinco necios porque no llevaban aceite de más y se les apagaban las lámparas. El novio llegó cuando se habían ida a la tienda a comprar aceite. Llegó el novio y se cerró la puerte. Cuando golpearon la puerte, el novio no quiso abrir porque dice "os lo aseguro que no os conozco", y se quedaron fuera. 

Si el banquete de bodas es el cielo, la lección es que a lo largo de nuestra vida tenemos que estar atentos haciendo acopio de "aceite", simbolizando las buenas obras que hemos de hacer todos los días de nuestra vida. No se improvisan y si no las tenemos acumuladas no vamos an entrar al festín con el novio, o al menos tendremos que pasar por el purgatorio o la purificación necesaria para poder goza de la presencia del Señor.  Por eso se les llama necias que significa imprudentes. En nuestro caso, se trataría del pecado de la presunción, es decir, la esperanza imprudente de alcanzar la salvación sin poner los medios necesarios". Ciertamente, la salvación es un don de Dios y él hace todo lo que corresponde para que no nos suceda lo de las vírgenes necias, pero sin nuestra colaboración debido a que nos ha dado el libre albedrío, no va a forzar a nadie a salvarse. 

La Iglesia nos invita en está época a orar y ofrecer sacrificios por las almas del purgatorio. ¿Qué es el purgatorio? Las personas que mueren en estado de amistad con Dios, o estado de gracia, pero que no están suficientemente purificados ya no pueden merecer más pasada esta vida. Por ello, aunque están asegurados de eventualmente alcanzar el cielo, les corresponde una purificación. El pecado deja sus huellas en nuestra vida, y como el cielo es una relación de amor a Dios, igual como puede pasar con un atleta, que no puede participar en la carrera por falta de entrenamiento, igual nosotros todavía no estaríamos capaces del del encuentro cara a a cara con Dios debido a los restos de los malos hábitos que hemos heredado de nuestra vida. Aunque el fiel difunto que está en el purgatorio no puede merecer más allí, nostros sí podemos ayudar con nuestras oraciones, sacrificios y sobre todo ofreciendo la Santa Misa a favor de los fieles difuntos, porque ellos forman parte de la Iglesia y ellos también pueden orar por nosotros aquí en la tierra. La misma Iglesia tiene tres grados: la triunfante de lo santos del cielo, la purgante de los difuntos que están en proceso de purificación y la militante aquí en la tierra porque nos toca luchar contra los vicios y malas inclinaciones con la ayuda de la gracia de Dios y la ayuda de los hermanos que también oran por nosotros, no dan ejemplo y nos estimulan para ir creciendo en el amor a Dios y la prójimo. 

No seamos necios, pues, viviendo nuestra vida como unos peregrinos que se olvidan de la meta de su viaje, o desviándose de manera que no llegan en esta vida. La Iglesia intenta por todos los medios ayudar a los enfermos y moribundos a arrepentirse y confesarse, recibir el Sacramento de los Enfermos y sobre todo la Eucaristía como viático o pan para el camino desde este mundo a la vida futura. Lamentablemente, no pocos católicos llamados no practicantes no aprovechan estos medios sino les preocupa estar en un hospital cuando lo más que pueden hacer los médicos es alargar un poco más la vida y olvidando que la vida después de la muerte es eterna, no tiene fin. Esto sí es necedad. No llaman al sacerdote a tiempo cuando la persona puede examinar la conciencia y recibir los sacramentos. También el sacerdote puede dar la bendición con un crucifijo a la que corresponde una indulgencia plenaria y por tanto poder evitar el purgatorio, es decir eliminar lo que se llaman los restos del pecado que he mencionado arriba. ¿Cómo es posible que tanto el enfermo como los familiares no llaman al sacerdote en este momento crucial de la vida del ser querido, cuando la mayor caridad es ayudar al familiar o ser querido es ayudarle a alcanzar la meta del cielo? Tradicionalmente, en la Iglesia se ha pensado que en el momento de la muerte Satanás se pone dilegente para llevar consigo al fiel y que es un momento complicado. Por ello, los sacramentos y sobre todo la Eucaristía nos ha de fortalecer porque como decía el mártir San Ignacio de Antioquíe en el año 107 que la Eucaristía es "fármaco para la inmortalidad". ¿Cómo es que descuidamos el consumo de un fármaco tan potente y esencial, pues Jesús decía "el que come mi carte y bebe mi sangre tiene la vida eterna y yo lo resucitaré en el último día? 


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sábado, 31 de octubre de 2020

LA VOCACIÓN UNIVERSAL DE LA SANTIDAD

SOLEMNIDAD DE TODOS LOS SANTOS, DOMINGO 1 DE NOVIEMBRE DE 2020.

Desde kis primeros tiempos, la Iglesia ha mantenido el recuerdo de los mártires y también de los apóstoles. A partir de la empancipación de la Iglesia por el Edicto de Milán del Emperador Constnatino, además de construir basílicas en las ciudades, se construián también sobre las tumbas de los mártires sobre todo donde había un gran recuerdo de los mártires locales. En Roma, la Básilica de San Pedro está constuirda en lo que era el cementerio donde fue enterrado San Pedro. Esto ya está probado con estudios arqueológicos. Igualmente, la Básilica de San Pablo Fuera de las Murallas y la de San Sebastián, donde también ha catacombas. Se estableció la costumbre de parte de los fieles a acudir a estas básilicas y camposantos en la ocasión del aniversario deñ "naciemiento o dies natalis" a la vida eterna del mártir. También se realizaba un banquete en esta ocasión, actividad que a veces llegaba a excesos de manera que obispos como San Agustín se quejaban acerca de tales excesos. Con el paso del tiempo, fueron reconocidos como santos no solo mártires o confesores, los que sufrieron por la fe sin llegar a la muerte, pues ya no había persecuciones, sino también abades, vírgenes, ermitaños y obispos que habían dejado el recuerdo de una vida santa y fama de santidad. El el silgo IX, el Papa Gregorio III declaró este día del 1 de novimebre como Solemnidad de Todos los Santos. En España y en los países hispanoamericanos, como también en Francia, es una fiesta nacional. Posteriormente, por la inlfuencia del Monasterio de Cluny en Bergoña en Francia, se estableció la Fiesta de Todos los Difuntos, de manera que a nivel del pueblo llano se tiende a olvidar a los santos y vivir el día como el de los difuntos yendo a los  cementerioes etc.

Vamos a examinar la santidad y el hecho de que no solo han estádo llamados a la santidad los grandes santos conocidos como San Francisco, San Pío de Pietralicna o Santa Teresa de Calcuta, sino de hecho todos somos llamados a ser santos y si no lo logramos somos unos fracasados. En el Antiguo Testamento la palabra kabod significa santo y se refiere al hecho de que Dios está como separado de nosotros y viven en otra esfera. Todo lo relacionado con Dios es santo, como su pueblo Israel, el templo que es el lugar donde se hace prensente en medio de su pueblo, donde se ofrecen los sacrificios y se cantan salmos e himnos en su honor. Luego, Jesucristo,siendo Mesías e Hijo de Dios, ostenta el título de Santo de Dios. Así tambien, la Iglesia es Santa porque es la "morada de Dios en medio de su pueblo", es el Cuerpo de Cristo, su Esposa etc. Si la Iglesia es Santa como el mismo Jesucristo y nosotros en el bautismo hemos sido incorporados en Cristo y hechos miembros de él, obviamente nos corresponde también ser santos. De hecho, San Pablo, con frecuencia llama a los fieles a quienss dirige sus cartas santos en virtud de su bautismo. El Concilio Vaticano II inistía en el hecho de que todos los católicos somos llamados a la santidad, no solamente los religiosos y el clero, que era un poco la idea que prevalecia acerca de la santidad antes. No hay católicos de segunda división o tercera en la Iglesia. La jerarquia y los consagrados por la pobreza, la santidad y la obediencia han de ser santos cumpliendo la voluntad de Dios en el estado de vida que les corresponde, pero en realidad ellos son tan solo menos menos de .1% de los fieles católicos. Los laicos que  mayormente viven en el mundo y ejercen diversas profesiones y trabajos también tienen la vocación a la santidad. 

Ahora bien, ¿concretamente en qué consiste la santidad y cómo se alcanza?  Si Jesucristo es el Santo de Dios, es más, el  el Hijo de Dios, segunda persona de la Santísima Trinidad que vivió en medio de nosotros para ser nuestro modelo e incluso unirse a nosotros para que podamos alcanzar la meta de la santidad, pues ya hemos dicho arriba que si no la logramos somos unos fracasados, no hemos logrado el fin por el que Dios nos ha creado. El dijo que es el camino, la verdad y la vida, que es manso y humilde de corazón. Nos invitó en la Última Cena a amarnos unos a otros como él nos ha amado y San Juan dice el inicio del c. 13 de su Evangelio en la misma Última Cena: habiendo amado a los suyos que estaban en la tierra, los amó hasta el extremo.. En su agonía en Getsemani suplicaba al Padre que lo liberara del cáliz, es decir, el cúmulo de dolores que implicaba su pasión y su tremenda soledad en la cruz,  "no se haga mi voluntad sino la tuya". Por lo tanto, tenemos dos claves para comprender lo que es la sntidad: el amor y el fiel cumplimiento de la voluntad de Dios. 

Si Dios es amor, la santidad tiene que consistir en el amor a Dios y al prójio. El mismo San Juan en su primera carta decía que no se puede amar a Dios a quien no vemos si no amamos al prójimo a quién vemos. Rsulta que no se puede separar el amor a Dios y el amor al prójimo. Para ser santos, no basta dedicar muchas horas al día a la oración, aunque la oración es muy importante y el mismo Jesús subía a montañas a orar incluso toda la noche, o los 40 días en el desierto oraba y ayundaba. Vivimos en comunidad y la palabra prójimo signfica en latín, el más cercano. En primer lugar nuestros familiares y luego los más necesitados como podemos constarar en la Parábola del Buen Samaritano, que atacado por unos delincuentes y un sacerdote y un levita, se pasaron de largo porque daban más prioridad a las normas rituales del culto que no permitían realizar el culto en el templo por haber tocado una persona sangrentada, mientras el Samaritano que para los judíos era un hereje, hizo más de lo que se pudiera esperar a favor de la persona herida. 

La voluntad de Dios se refleja en los mandamientos de la ley de Dios e incluye nuestros deberes diarios, que no son iguales para todos, aunque algunos sí se aplican a todo mundo. También las bienaventuranzas constituyen una síntesis de lo que es la santidad y nos ha tocado leerlas en nuestro pasaje evangélilco de hoy. La palabra beato o bienaventuranza significa dichoso. Al repasarlas podríamos pensar que son contra intiutivas pues la idea que el mundo de hoy tiene de la felicidad dista mucho de los que Jesús dice en las bienaventuranza. Se trata de de sentimientos y emociones. Jesús dice "bienaventurados los misericordiososos porque ellos alcanzarán misricordia". En el Antiguo Testamento la palabra hesed traduce misericordia. En español, la palabra proviene del latín y sigifica que se conmueve el corazón por la "misteria" de otros. Sería un amor tierno que toma en cuenta los dolores y sufrimientos del otro. San Juan Pablo II decía que la misericordia es el aspecto más exquisito del amor de Dios. 

Bienventurados los limpios de corazon. El corazón en la Biblia es el centro de toda la vida psíquica del hombre e incluso tiene que ver con los pensamientos. La pureza de corazón es la actitud que nos lleva a buscar exclusivamente "al Señor y su justicia", según dice Jesús y todo lo demás se nos daró por añidadura. Viene a corresponder a la petición del Padre Nuestro hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Si practicamos esta bienaventuranza, nos fijaremos en lo fundamental que es el cumplimiento del la volutnad de Dios por amor. 

Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justiicia porque ellos serán saciados. No se trata solo de la justicia comutativa de dar a cada quien lo que le corresponde sino de la rectitud y el orden que Dios ha establecido en el mundo y en nuestras vidas. 

Bienaventurados los que lloran porque ellos serán consolados. Esta puede parecer increíble. ¿Como pueden ser dichosos o felices los que lloran? No hay nadie que se salve del dolor y las lágrimas, pero Jesucristo es nuestro espreranza, y como dice el Profeta Isaías cargará con nuestros dolores. San Pablo dice que Jescristo es nuestra esperanza. Y hacia el final del Libro del Apocalipsis se promete que "se enjugarán todas las lágrimas", y Jesús promete hacer nuevas todas las cosas. No puede ser que el dolor, las lárgirmas o el mal prevalezcan, pues de ser así el mal prevalecería sobre el bien y no se cumpliría el plan maravilloso de Dios que nos promete la vida eterna. 

Bienaventurados los pobres en el espíritu. San Lucas tiene bienaventurados los pobres sin más. Ciertamente la riqueza y sobre todo el apego a la misma es uno de los mayores obstáculos a la tarea de alcanzar la santidad. El que tiene una abundancia de bienes terrenos tiende a olvidarse de Dios. No es que el rico esté excluidos del Reino, pero la riqueza es un notable obstáculo para la santidad y nuestra pertenencia al Reino de Dios.

¿Nos es posible alcanzar la santidad o excede nuestras fuerzas? Ciertamente excede nuestras fuerza, pero no estamos solos. Jesucristo al venir a compartir esta vida con nosotros y sobre todo con su pasión, muerte y resurrección nos hace posible esta meta de manera que no necesariamente vamos a fracasar en el intento. Depende de nosotros, de nuestra colaboración con la gracia de Dios. A Santo Tomás de Aquino le preguntaron ¿cómo se alcanza la santidad? y responde QUERIENDOLA. Es decir, hacer una decisión seria y con todo el corazón, con todo el alma y con todas nuestrs fuerzas y trabajar en ello cada día desde cuando nos levantamos hasta cuando nos acostamos. ¿Qué otra cosa más importante existe? La alternativa es el fracaso completa de nuestra vida. ¿Qué aprovecha al hombre ganar todo el mundo si pierde su vida?

  

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sábado, 24 de octubre de 2020

ABANDONAR LOS ÍDOLOS PARA SERVIR A DIOS,

 HOMILÍA DEL DOMINGO XXX, CICLO A, 25 DE OCTUBRE 2020.

Hoy me voy a fijar en la segunda lectura. Normalmente, la segunda lectura de los domingos está tomada de las cartas de San Pablo. Hoy nos toca leer un pasaje de la Primera Carta a los Tesolonicenses. Se trata de una ciudad en Grecia que todavía existe y es de las más importantes. Se trata de una de las primeras ciudades en Europa a las que llegó San Pablo a evangelizar. Este es un aspecto muy importante, es decir, el hecho de que se trate de Grecia y de Europa, Se trata del encuentro del Evangelio con Europa y Grecia, que obviamente estaba dentro de los planes de la Divina Providencia, cosa que podemos constatar a lo largo de los siglos, Nada se escapa de la providenica de Dios. En primer lugar, el hecho de que Jesucristo, Hijo de Dios naciera del Pueblo de Israel que en la época formaba parte del Imperio Romano. San Pablo mismo era hijo de las dos culturas, la hebrea y la griega, habiendo nacido en Tarso, una ciudad de cultura grega al susr oeste de lo que es ahora Turquía. Él se había especializado en el estudio de la Biblia bajo la tutela de Gamaliel, probable el rabino más prestigiosos de la época en Jerusalén. Es obvio que su vocación, empezando con su conversión en el camino a Damasco era una manifestación extraordinaria de la providencia de Dios. El desarrollo de la filosofía griega a lo largo de los 500 años antes de Cristo habia sido una muy importante preparación para el evangelio, y San Pablo era un persona muy bien preparada para la misión de llevar el evangelio a los griegos,

La Carta a los Tesalonicenses es la primera de San Pablo y el primer escrito del Nuevo Testamento y se remonta a alredor del aó 50 d C. Estamos en el primer capítulo de la carta donde el Apóstol suele expresar sus saludos y la  alegría de poder comunicarse con esta pequeña comunidad formada por él en un viaje anterior. Escribe; "Vosotros seguisteis nuestro ejemplo y el del Señor, acogiend la palabre enrtre tanta lucha con la alegría del Espíritu Santo". No se trata de una falta de modestia de parte de San Pablo, pues aquí y en otros pasajes de sus cartas invita a los cristianos a imitarle a él como él imita a Jesucristo. El cristianismo no es una teoría filosófica que se puede aprender y asimilar estudiando unos libros.Todo se concentra en la Persona de Jesucristo Nuestro Señor y de ahí la importancia de su ejemplo y su testimonio. Por eso pudo escribir el Apóstol a lod cristianos de Gálata (2,20) "ya no vivo yo, Cristo vive en mí". Cada cristiano ha de tener los mismos pensamientos, mentalidad y actitudes y sentimientos de Jesucristo y así ser su auténtico testigo. El Apóstol quiere que los tesalonicenses sean como él imitadores de Jescristo y así atraer a otros a la fe y al encuentro con el Señor.

La mayoria de los conversos ganados por Cristo de parte de San Pablo provenían del paganismo y el mismo apóstol reconoce la dificultad y la lucha que eso implicaba. Ellos vivían en una culura pagana con sus templos, fiestas paganas, los vicios comunes al paganismo de la época. Acoger la buena noticia del cristianismo implicaba el rechazo de tantos aspectos de la vida pagana incluyendo en no pocas ocasiones el rechazo de sus propias famiias. En el primer capítulo de su carta a los Romanos, San Pablo indica algunos aspectos del paganismo que había que rechazar como el desenfreno sexual y la homosexualidad, algo que se manifiesta en nuestros tiempos también. Por otro lado, San Pablo expresa su dolor por el rechazo de Jesús como Mesías de parte de sus hermanos judíos. Los cristianos de Tesalonica había abandaonado muchas cosas, sobre todo la idolatría que en la Biblia es el pecado por antonomasia, y vivían en la alegría del Espíritu Santo. 

San Pablo los felicita y manifiesta que ello.s habían llegado a ser dignos de inmitación. Desde vuestra Iglesia, la palabra del señor ha resonadono solo en Macedonia y en Acaya, sino en todas partes. Simplemente viviendo su fe con alegría según la moción del Espíritu Santo, ellos había logrado extender la fe por otras regiones, algo que todo católico debería de considerar un deber y parte importante de su misión en el mundo. Si Jesucristo es el camino, la verdad y la vida, urge comuncar la fe a otros con nuestra palabra y nuestro testimonio de vida. Vuestra fe en Dios había corrido de noca en boca, de modo que nosotros no teníamos necesidad de explicar nada, ya que ellos mismo  cuentan los detalles de la acogida que nos hicisteis.

¿Y cómo lograron los tesolonicences esta tarea? En primer lugar, abandonando los ídolos. Hoy en día, al menos en Occidente, no es que se adora a ídolos físicos. La idolatría que se practica es más sofisticada. Si Dios Nuestro Señor y Jesucristo no son el valor absoluto en nuestra vida y eso queda manifiesto, pues adoramos algún tipo de ídolo. La idolatría que se practica hoy en día se puede dividir en tres tipos: el poder, el placer y el dinero lo que que puede comprar. Podríamos pensar que no tenemos poder porque no somos políticos y grandes magnates, pero todo ser humano maneja algún tipo de poder. A veces se practica el abuso del poder en la famiia o en el lugar de trabajo actuando como déspotas. El placer incluye el abuso del don de la sexualidad haciendo caso omiso de la voluntad de Dios expresado en el sexto mandamiento o en otros placeres como la vida cómoda, exquisitez en los alimentos como era el caso de Rico Epulón y el Pobre Lázaro en la parábola de Jesús en el Evangelio (Lc 16, 23-31). Para otros su ídolo es el dinero, aunque el dinero en sí mismo no sirve para nada sino para comprar cosas. 

El modo de superar estos vicios es haberse vuelto a Dios para serir al Dios vivo y verdadero, y vivir aguardando la vuelta de su Hijo Jesús desde el cielo. Si la soberbía y el egoísmo y demás vicios tienen prioridad en nuestra vida, no hay lugar para Dios en ella. Aunque no somos conversos del paganismo como estos cristianos a lo que el Apóstol dirige su carta, tenemos los mismo defectos y tenemos que luchar para abandonar los apegos desordinados a todo lo que no es Dios y su voluntad. Así viviremos una vida feliz y en paz con Dios y con nuestros hermanos, practicando el primer mandamiento de la ley de Dios: Amarás tu Dios con todo el corazón, con toda nuestra alma y con todas nuestras fuerzas y al projimo como a nosotros mismos.





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sábado, 17 de octubre de 2020

DIOS ES ELÚNICO DIOS Y QUIERE SALVAR A TODA LA HUMANIDAD

HOMILÍA DEL DOMINGO XIX CICLO A DE TIEMPO ORDINARIO, 19 DE OCTUBRE DE 2020.

 Este domingo, nuestra primera lectura está tomada del libro del Profeta Isaías, c. 45. Los estudiosos de la Biblia suelen dividir el libro de Isaías en tres partes, la primera la llaman Proto-Isaias o el primer Isaías y abarca los capítulos 1 a 39 que proviene del siglo VIII antes de Cristo y es de gran importancia, también desde el punto de vista literario. Siguen los capítulos 40 a 55 que proviene de otra época que sería la época del exilio de Babilonia cuando el rey de Babilonia destruyó Jerusalén y el templo y en tres ocasones se llevó a Babilonia gran parte de la gente importante e influyente de Jerusalén y alrededores que era el Reino de Judea. Este episodio es considerado con el desastre más grande de la historia de Israel.  La nación quedó destruida, la capital Jersusalén en ruinas como también el templo. Quedaron tan solo unas cuantas personas pobres. Los hay que llaman los cc. 56 s 66 Trito- Isaías,  pero dejaremos eso para los expertos.  La mentalidad de la época era que una derrota de este tipo significa una victoria para el dios de Babilonia, Marduk. Los profetas, especialmente Jeremías, consideraban que se trataba de un castigo para Israel, para sus reyes, sacerdotes y más oficiales que habían caído en la adolatría incluso introduciendo dioses paganso en el templo para placar a las grandes potencias de la época como era Babilonia y antes Asiria. En la mente de los israelistas todavía no quedaba clara la idea de que los dioses paganos no eran nada, que el único Dios verdadero que gobierna todo el universo era Yavhé, el Dios de Israel.

Como sabemos, Israel era el pueblo escogido por Dios y eso comienza con la vocación de Abrahán que constata en el c. 12 del Libro del Génesis. Dios también hizo un pacto o alianza con Abrahán y prometió que le daría una prole numerosa y una tierra, que es Israel. Sin embargo, la historia de la salvación no comienza con Abrahán.  Vemos que desde el primer capítulo del Génesis Dios da inicio a su plan con la misma creación del universo y la creación de Adán y Eva. Siguen luego otros episodios importantes, pues debido a que el hombre no hacía más que pecar y echar a perder todo el plan de Dios en vez de cumplir su orden de multipliacarse y dominar la tierra. Pues, debido al pecado original, el hombre no cumpió las ordenes de Dios. Luego, Dios destruyó la tierra con sus habitantes salvando tan solo a Noé y su familia juntamente con los animales. Noé es como el segundo Adán y el Arca y el diluvio como el primer plan de rescate que Dios realiza a favor de los hombres. La primera alianza de Dios con el hombre no es la que hizo con Abrahán sino la de Noé. Prometió que no volvería a destrur la tierra con otro diluvio y estableció al arco iris como señal de su promesa. Es decir, la solicitud de Dios a favor del hombre no empezó con la elección de Israel como su pueblo escogido, sino se extiende a toda la humanidad. 

En toda la Biblia está claro que los priveligios que Dios otorgó a Israel no son solo para ese pequeño pueblo, sino que iba a ser el instrumento escogido para que a través de él se manifieste la solicitud del Dios por toda la humanidad e incluso por toda la creación. Dios gobierna el universo con su Divina Providencia. El mismo Jesús decía que "hasta los cabellos de nuestra cabeza estan contados", que nada, ni lo que parece insignifcante se escapa de su gobierno que se extiende al bien de la creación entera. La misión de Israel como mediador de la salvación para la humanidad llegó a su culmen en Jescristo y su Iglesia, pues la Iglesia es en palabras de San Pablo "el Israel de Dios" o el nuevo Israel.

En tode este gran plan de Dios, el c. 45 de Isaías es de notable  importancia. Nuestra primera lectura de hoy está tomada de este capítulo. Comienza: "Así dice Yahveh a su Ungido Ciro, a quien he tomado de la diestra para someter ante él a las naciones y desceñir las cinturas de los reyes, para abrir ante él los batientes de modo que no queden cerradas las puertas." Aquí Dios se dirige a Ciro, rey de Persia. En el año 538 a. C.había conquistado Babilonia y establecido un imperio enorme en todo Medo Oriente. Se le llama ungido que es lo mismo que Mesías, t´tulo reservado para el Rey David en la historia de Israel y en nuestro caso Jesús. Era pagando y no conocía a Yahvé el verdadero Dios, pero sin saberlo cumplía los planes de Dios, Hizo algo realmente extraordinario, permitiendo a los judíos a volver a su tierra e incluso les proveyó con dinero para la reconstrucción del Templo y de la muralla. 

Este profeta, llamado Deutero-Isaías o segundo Isaías es el primero en claramente declara que Yavhé, Dios de Israel es el único Dios y los demás dioses no son nada: "Yo soy Yahveh, no hay ningún otro; fuera de mí ningún dios existe. Yo te he ceñido, sin que tú me conozcas, 6.para que se sepa desde el sol levante hasta el poniente, que todo es nada fuera de mí. Yo soy Yahveh, no ningún otro;"

Creo que queda claro que "Dios quiere que todo mundo se salve y llegue al conocimieto de la verdad", según dice San Pablo, pero no podrá salvarno si no colaboramos con su plan de salvación. No basta un reconomcimiento teórico de la existencia de Dios, del hecho de que ha creado todo el universo y tiene un plan no solo para todos los seres humanos para que lleguen a conocerlo y alcancen la verdadera felicidad que anhelan, pero su plan incluye el universo entero, es decir, plantas y animales. Dice en el Libro del Apocalipsis "hago nuevas todas las cosas". El mal sera eliminado y no habrá muerte ni llanto, enjugará las lágrimas de nuestros ojos. 

¿Como es que con tanta facilidad nos olvidamos de Dios, de su plan para nosotros y nos dedicamos a poner el primer lugar en nuestra vida cosas como el dinero, el placer, el poder y la opinión de otros acerca de nosotros, o el "qué dirán", que es vanidad? Invito a todos a tomar este c. 45 de Isaías, leerlo y reflexonar sobre él para que alcancemos la verdadera sabiduria y no seamos necios "cazando el viento". Hoy en día, gracias a la tecnología, es más fácil que nunca leer la Biblia. Lo único que tenemos que hacer es descargar la Biblia Cátolica al móvil, por ejemplo la Biblia de Jerusalén y empezar a leer. Se trata de uno solo capítulo que es uno de los más importantes de todo el Antiguo Testamento. No olvidemos las palabras de San Jerónimo" Ignorancia de la Sagrada Escritura es ignorancia de Cristo. No hay excusa, pues si tenemos interés siempre hay momentos perdidos que podemos aprovechar con la ayuda del móvil no solo para ir conocimiendo la Biblia, sino también para encontrar oraciones que nos ayudarán a llevar la mente y el corazón a Dios. 

Isaías, 45 - Bíblia Católica Online

Leia mais em: https://www.bibliacatolica.com.br/es/la-biblia-de-jerusalen/isaias/45/


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Publicado por Thomas J. Hennigan en 2:28 No hay comentarios:

sábado, 10 de octubre de 2020

¿La Biblia nos dice algo sobre cómo es el cielo?

HOMILÍA PARA EL DOMINGO XVIII DE TIEMPO ORDINARIO, CICLO A, 11 DE OCTUBRE 2020.

La puerta al cristianismo es la fe divina, pero ¿cómo podemos describir la fe? Primero, hay que afirmar que la existe la fe humana y la fe divina o la respuesta a la revelación divina. La fe humana es esencial para que podamos vivir en una sociedad con un nivel básico de armonía, paz y seguridad. Si cada mañana al comprar el pan, tuviéramos que preocuparnos si está envenenado. Si bien es cierto que en nuestro mundo moderno hay muchas toxinas, sea en el aire, en los fertilizantes que luego se pasan a los alimentos etc. ya conviene mejorar esta situación, pero si no tuviéramos un mínimo de confianza sobre tales cuestiones, nos volveríamos locos. La palabra fe en español proviene del latín fides que significa confianza. La fe divina es la respuesta a la revelación de Dios sobre sí mismo y su plan de salvación para todos los hombres y está recogida en primer lugar en la Sagrada Escritura, luego en los Credos, como el Niceno que recitamos en cada Misa o el Apostólico. Es razonable creer lo que Dios nos ha comunicado porque, por un lado, es posible probar con argumentos filosóficos y razonables la existencia de Dios y algunos de sus atributos como por ejemplo su omnipotencia, que es creador del universo etc. Es razonable creer lo que el Creo contiene y los dogmas de fe propuestos por la Iglesia. Se dice también que la fe es obsequium rationale, una renuncia racional o razonable. Renunciamos a la evidencia que en otros casos erigiríamos, debido a que hay argumentos suficientes para que sea razonable creer en lo que Dios ha revelado,  El Credo dice creemos en la vida eterna, es decir el cielo, pero nuestra curiosidad desearía saber algo sobre la naturaleza de esa vida plena y perfecta que no termina que llamamos la vida eterna o el cielo. No sería posible proporcionar unas pruebas evidentes sobre la naturaleza del cielo porque una de las características de la fe es la oscuridad, pero también la certeza. La fe nos da una cierta luz sobre la naturaleza de Dios y todo lo que nos ha revelado y la esperanza que nos propone, pero se trata no de  una luz comparable con el pleno día sino algo así como la aurora, que es una luz que va creciendo y en nuestro caso, llegaremos a la plena luz al pasar de este mundo a la vida eterna.

San Pablo escribe a los cristianos de Corinto que ojo no ha visto ni oído ha escuchado las cosas que Dios ha preparado para aquellos que lo aman (1 Cor 2,9). Esto se deba a que en este mundo no poseemos la capacidad o la luz que se necesita para captar lo que es el cielo y qué exactamente podemos esperar. Santo Tomás de Aquino afirma que recibiremos otra luz que llama lumen gloriae. En este mundo, se nos comunica una vida nueva, una participación en la naturaleza divina como afirma San Pedro en su Segunda Carta 1,3). Esta nueva realidad se llama también la vida de gracia que a su vez se concreta en la vivencia de la fe, la esperanza y la caridad. Un poco como la bellota y la encina, en esta vida tenemos como semilla esta nueva vida y llega a su plenitud en el cielo. Esto no quiere decir que la Sagrada Escritura no nos da algunas pistas aunque sea a través de símbolos acerca de lo que podemos esperar. Pues, si no tuviéramos ninguna noción sobre el objeto de nuestra esperanza, sería bastante más difícil mantener tal esperanza. Veamos, pues cómo nuestra lectura del Profeta Isaías 25.6-10a) de hoy  nos ayuda en este sentido. 

En primer lugar, se trata de una montaña, una imagen recurrente en la Biblia cuando se trata del encuentro de los grandes personajes bíblicos con Dios. Hay que subir a una montaña y Dios baja de su trono en el cielo. Se da en el caso de Moisés en el Monte Sinaí donde recibió las tablas con los diez mandamientos y se selló la alianza de Dios con su pueblo. De igual manera, Elías sube a la misma montaña también llamada Horeb par su encuentro con Dios luego de haber realizado un largo viaje por el desierto (1Re 19). También en el Nuevo Testamento, la montaña es un lugar privilegiado para la manifestación y el encuentro con Dios. Jesús, además de entregar su Sermón de la Montaña, también iba a orar toda la noche en montañas. Pasó su agonía en el Monte de Getsemaní y una de sus últimas aparición como resucitado fue en una montaña en Galilea (Mt 28). Al subir una montaña abandonamos la vida ordinaria de cada día y entramos un espació hermoso que nos facilita el encuentro con Dios. Además, Jerusalén está construida sobre un monte, y más en concreto el templo estaba en el Monte Sión. A este monte, Isaías se refiere en nuestro pasaje de hoy. Un aspecto de la misión del Mesías era reunir a los dispersos precisamente en el Templo o Sión.

Otra imagen que la Biblia utiliza para ayudar a nuestra imaginación al hablar del cielo es la del banquete: Dios preparará un festín de manjares suculentos, un festín de vinos de solera, manjares enjundiosos, vinos generosos. Una de las experiencias más gozosas que experimentamos en esta vida es un banquete de bodas, una cena de Navidad y en general la posibilidad de compartir la comida en una gran ocasión. De hecho, no hay verdadera celebración sin compartir comida. Me acuerdo haber leído sobre una encuesta que hicieron en Australia sobre aquello que más alegría le da la gente, y resulta que era la de compartir un almuerzo o una cena en una ocasión importante y memorable. Hay otras experiencias como ganar un partido que lleva a la gente por unos momentos a salirse de sí mismos y expresar su alegría. Los místicos describen sus experiencias extraordinarias que solemos llamar éxtasis  como unos momentos de cielo. La diferencia de este tipo de experiencia en esta vida es que se trata de algo breve y pasajero, mientras el cielo es eterno. 

Y arrancará en este monte el velo que cubre a todos los pueblos, el paño que tapa a todas las naciones. El paño y el velo pudiera significar la tristeza que siempre está cerca de nosotros mientras estamos en esta vida. Luego se dice que Dios aniquilará la muerte y enjugará las lágrimas de todos los rostros.  Se dice lo mismo en el libro del Apocalipsis, precisamente al final. La muerte está íntimamente relacionada con el pecado, pues no se trata de algo querido por Dios sino odiado por él y el mayor mal que existe. Por otro lado, no puede ser que el plan de Dios para la eterna felicidad del hombre que ha costado la sangre de su Hijo Jesucristo Nuestro Señor fracase. La Biblia termina con un gran mensaje de esperanza, adelantada aquí en el Libro de Isaías. 

En el Monte Sión donde se encontraba el Templo, se realizaba los sacrificios, la alabanza y acción de gracias a Dios por todo lo que había hecho. Sin embargo, el culto del Templo estaba destinado a terminar una vez que Jesucristo ofreció el verdadero y eterno sacrificio como Sumo Sacerdote en la cruz. Este culto consistiendo en sacrificios, acción de gracia, petición y alabanza a Dios al terminar, abre el camino para el verdadero "en Espíritu y en verdad", de paso a la Eucaristía que también es un banquete en el que recibimos a Cristo como alimento y fuerza, pan para el camino, fármaco de inmortalidad. ¿Y nosotros llegamos a nuestra celebración de la Eucaristía cada domingo llenos de alegría y con ganas de encontrarnos con el Señor  para alcanzar la alegría y el gozo eternos?  







Publicado por Thomas J. Hennigan en 3:43 No hay comentarios:

sábado, 3 de octubre de 2020

LA VIÑA DEL SEÑOR

 HOMILÍA DEL XVII DOMINGO DEL CICLO A, 4 DE OCTUBRE DE 2020.

Probablemente el Libro del Profeta Isaías es el del Antiguo Testamento que más leemos a lo largo del año en la liturgia. San Jerónimo lo llamaba el quinto evangelio. Hoy nos toca una lectura tomada del quinto capítulo de Isaías. Desde mi tiempo en el seminario, haca ya 50 años, me ha gustado este episodio del Canto de la Viña. Como en otros domingos hay una notable coincidencia del tema de la primera lectura del Antiguo Testamento y en Evangelio de este domingo. En el evangelio, nos toca la parábola de los viñadores malvados que había hecho un contrato con el dueño de una viña, pero rehusaron entregar la parte de la cosecha que le correspondía al dueño. 

Analicemos nuestra primera lectura. Parece que se trataba de un canto tal vez ajustado al mensaje que el Profeta quiso comunicar a sus contemporáneos en Jerusalén. Se trata de un canto de amor a su viña. En el siglo octavo antes de Cristo, como hoy también, el cultivo de una viña para que dé fruto bueno y eventualmente buen vino exige mucho esfuerzo y atención de parte del viñador. Primero, la ubicación de la viña tiene mucha importancia. En este caso la viña se encontraba en un fértil collado. Esto lo vemos todavía hoy. Supongo que por estar en una loma, está más expuesta al sol y crecerán mejor las vides. La entrecavó y la descantó y plantó buenas cepas. Obviamente, la preparación de la tierra es una parte importante del eventual éxito de la vendimia y del vino que se espera. Construyó en ella una atalaya y cavó un lagar. Esto para evitar a través de la vigilancia se pudiera evitar que delincuentes pudieran entran en la viña y hacer de las suyas. En un país como Israel, donde hay mucha sequedad corresponde asegurarse de un suministro suficiente de agua. Habiendo hecho todo lo necesario para que la viña produjera buenas uvas, dio agrazones. Se pregunta el viñador ¿Qué más hubiera hecho para mi viña que no haya hecho?

La viña del Señor es la casa de Israel. Todos los detalles mencionados antes se explica con esta frase. Se trata de una alegoría de todo el amor, el cariño, la generosidad de Dios para con su pueblo Israel a lo largo de su historia. Dios lo había escogido como su propio pueblo y se había empañado en preparar todo para que se diera fruto que no se dio. Israel se había olivado de todo el amor y la entrega de Dios para él. Sobre todo los había liberado de la esclavitud del Faraón en Egipto, había hecho su alianza con Moisés en el Monte Sinaí, les había dado el maná en el desierto y los había protegido de los enemigos a lo largo de los 40 años vagando en el desierto para luego introducirlo en la Tierra Prometido y otras muchas cosas, como el envío de los profetas para que no se desviaran del camino recto, pero se habían rebelado. Dios no tenía más remedio que abandonar y  destruir la viña. Pues ahora os voy a decir qué voy a hacer con mi viña, quitar su valla para que sirva de pasto, derribar su tapia para que la pisoteen. La dejará arrasada, no la podarán ni la escardarán, crecerán zarzas y cardo, prohibiré las nubes que  llueven sobre ella". 

Este mensaje del profeta no está dirigida exclusivamente al Israel de su tiempo, es decir, el siglo VIII antes de Cristo, sino a la Iglesia de hoy que es el nuevo Israel o el Israel de Dios según nos dice San Pablo. Reflexionemos sobre todo lo que Dios ha hecho a favor nuestro; la vida, la fe, la gracia, es decir todo lo que Dios nos ha entregado gratuitamente que es él mismo, su Hijo Jesucristo y el Espíritu Santo, lo necesario para la vida diaria etc. ¿Lo alabamos, le damos gracias o simplemente nos olvidamos de Dios y somos como gente ciega que no sabe de donde vienen o a donde van? En España, tan solo  10% de los bautizados participan en la misa dominical, cuando Jesús decía "el que come mi  carne y bebe mi sangre tiene vida en sí y yo lo resucitaré en último día". Existe una generación de jóvenes mal criados y mimados que buscan "pasarlo bien", fiestas, botellones, sexo, pornografía. Otros son lo que se denominan "nini", ni trabajan ni estudian y pasan los días en la casa de sus padres conectados a Internet. No tienen ni oficio ni beneficio. Piensan que el Papá Estado los va a cuidar. ¿Qué hará el Papá Estado? Pues, como no pocos padres están por la labor de hacer los sacrificios inherentes en la crianza de sus hijos, el Papa Estado manipula  a los niños enseñándoles cómo masturbarse a una tierna edad. Ya el Papá Estado ha dejado morir decenas de miles de ancianos en las residencias, encerrándoles allí y privándoles del tratamiento médico básico, ahora acaba de introducir un proyecto de ley de la eutanasia. No ha habido protesta en contra de lo que han hecho con los abuelos, ahora van por los niños. Y cómo la gente no quiere tener hijos, a futuro el país es inviable y se convierte en un país fallido. Igual Italia y el resto de Europa. Los estudios psicológicos demuestran que el abandono de la fe, va de la mano de la crisis demográfica. 

 En Estados Unidos, donde hacen muchas encuestas, han descubierto según una de ellas que solo el 30% de los católicos creen en el hecho de que el pan y el vino en la misa se transforma en el cuerpo y la sangre de Cristo. Ahora que las iglesias han estado cerradas durante varios meses, muchos ni han regresado. He visto un reportaje en un periódico que informaba que como la mitad de los que iban a misa y no han regresado. Lo curioso es que la mayor preocupación de los párrocos entrevistados parecía ser la falta de ingresos y la imposibilidad de llevar a cabo los proyectos de mejoría en la parroquia. 

Los gobiernos están arruinando sus países con medidas completamente despropiados, pero nadie protesta. En Andalucía, hay políticos que proponen imponer el uso de la mascarilla dentro de casa. La gente cumple estos decretos irracionales pero no cumplen la ley de Dios. En la alegoría de la viña, Dios la abandona y se echa a perder cubierta de zarzas y  cardos. 

¿Dios es cruel al abandonar su "viña"? No, porque a cada uno le dio libre albedrío y si han decidido rechazar su camino que ciertamente no es un camino fácil, pero lo que vale cuesta, no podemos echar la culpa si al final acabamos en el infierno. Ciertamente, Dios es misericordioso y quiere que todos se salven y nadie acabe en el infierno, pero dado que nos ha hecho libres, va a respetar lo que hemos escogido. En el día de Miércoles de Ceniza, se nos dice "conviértete y cree en el Evangelio", cosa que Jesús dice al iniciar su predicación en le primer capítulo de evangelio de San Marcos. San Pablo nos recomienda la necesidad de "trabajar por nuestra salvación con temor y temblor". Claro, si lo hacemos habiendo puesto toda nuestra confianza en el Señor, desaparecerán el temor y el temblor. 



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Datos personales

Thomas J. Hennigan
Coto de Bornos, Cádis, Spain
Nacido en Irlanda. Ordenado sacerdote en Roma en 1981. He servido en Irlanda, Estados Unidos, España, Australia, Argentina y Chile. He trabajado en la formación en seminarios,en la docencia, en parroquias. Profesor de teología, latín, griego bíblico en el Seminario Mayor San Carlos y San Marcelo, Trujillo. Perú. Pertenezco a la Diócesis de Asidonia-Jérez en España. Born in Ireland. Ordained in Rome in 1981. I have worked in formation in seminaries, teaching theology, and in parishes.At present I teach theology,Latin, Biblical Greek, e historia del arte cristiano en el Seminario San Carlos y San Marcelo, Trujillo, Peru
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