sábado, 22 de enero de 2022

LA IMPORTANCIA DE LA PROPIA IDENTIDAD

HOMILÍA, III DOMINGO DE TIEMPO ORDINARIO, 23 DE ENERO DE 2022.


La primera lectura de este domingo III de Tiempo Ordinario o Tiempo a lo Largo del Año está tomada del libro de Nehemías. Las lecturas del Evangelio a lo largo de este año son mayormente del Evangelio de San Marcos. Dado que es el evangelio más breve, no alcanza para cubrir los 34 domingos, hoy nuestro Evangelio está tomado del inicio del Evangelio de San Lucas. El del domingo pasado era el episodio de las Bodas de Caná de San Juan con el milagro de la conversión del agua en vino gracias a la intervención de la Sma. Virgen Marín. También dentro de unos meses, nos tocará leer todo el c. 6 de San Juan que trata de la multiplicación de los panes y peces y el gran discurso del Pan de Vida dado por Jesús en la sinagoga de Capernaún.


Como sabemos, a primera lectura de estos domingos está tomada del Antiguo Testamento y suele tener una relación con el pasaje evangélico correspondiente para el domingo. Sin embargo, hoy no se nota tal relación entre el inicio del Evangelio de San Lucas y y el pasaje deel Libro de Nehemías que nos ha tocado hoy. Por una parte, muchos católicos no tienen una gran familiaridad con bastantes libros del Antiguo Testamento, que por otro lado tienen una gran importancia. Tanto Jesús como los demás autores del Nuevo Testamento como San Pablo y San Juan utilizan el Antiguo Testamento, y obviamente el mismo Jesús, pues se trata de la Palabra de Dios y de una u otra manera tiene relación con Jesús, como la preparación que Dios realizó a lo largo de los siglos de manera que no se puede apreciar el Nuevo Testamento sin conocer el Antiguo. Con mucha razón decía San Agustín: “Novum in Vetere latet et in Novo Vetus patet" (S. Agustín, Hept. 2,73; cf. DV 16) “The New (Testamento) está escondido en el Antguo se hace patente en el Nuevo”, citado también por el Concilio Vaticano II en su Documento sobre la Palabra de Dios (Dei Verbum). Por ello, me fijaré en nuestro Primera Lectura del libro de Nehemías, dando en primer lugar el contexto de este libro.


Se trata de uno de los libros llamados históricos que comienzan con el de Josué que relata la entrada del Pueblo en la Tierra Prometida liderado por Josué, pues Moisés ya había muerto. Luego sigun los dos libros de Samuel, los dos de Reyes (en realidad, estos siguen de los anteriores), los dos libros de las Crónicas que son una relectura de la historia ya contada en los libros anteriores. El segundo libro de los Reyes termina con el exilio en Babilonia, que trata de tres deportaciones con la destrucción de Jerusalén y del Templo de la mano del ejército de los Babilonios o Caldeos con su Rey Nabocudonosor. El profeta Jeremías había prometido 70 años de exilio y en el año 538 a.C, con la caída de los Caldeos y el inicio del Imperio Persa bajo el Rey Ciro, se dio inicio a la vuelta de los exiliados a Jerusalén con el apoyo del rey persa.


Los judíos que regresaron a Jerusalén encontraron la ciudad en una situación deplorable, y los que se habían quedado se opusieron a los planes de los que regresaron en cuanto a reconstruir la ciudad y el templo. Algunos de ellos no eran judíos probablemente gente que se quedó en Jerusalén cuando el exilio. Otros eran samaritanos, siempre enemigos de los judíos. La gran tarea de Nehemías con el apoyo del Rey Persa Artajerjes era reconstruir la ciudad y el templo y de esa manera contribuir a que los judíos recobraran su identidad, su fe en el verdadero Dios de Israel y su Palabra.


Para esta tarea Nehemías contaba con el apoyo de Esdras, sacerdote que ya antes de la llegada de Nehemías a Jerusalén había estado varios años trabajando en la animación del pueblo y dando a conocer la Palabra de Dios. Para lograr el sentido de la identidad del Pueblo de Dios entre los judíos, Esdras prohibió los casamientos de ellos con los miembros de pueblos extranjeros, un aspecto importante en el proceso de establecimiento de su identidad nacional y religiosa. Este es el momento en el que se sitúa nuestra lectura de hoy. Nehemías, había pedido el apoyo del Rey de Persia para su tarea y en Persia era el copero del rey. El rey le apoyó con cartas al Sátrapa del que formaba parte Judea. Nehemías, que tenía grandes cualidades de liderazgo, puso manos a la obra de la reconstrucción de la muralla de Jerusalén.


En la antigüedad y la Edad Media, sobre todo antes de la invención de la polvera, unas murallas sólidas y compactas eran un elemento fundamental para la defensa de la ciudad de enemigos. Nehemías y sus ayudantes, pese a la oposición de varios que se encontraron en Jerusalén, pudo avanzar con pase firme en la construcción de manera que en un tiempo corto logró reconstuir las brechas en la muralla.


Esdras reunió tanto a hombres como mujeres y niños capaces de comprender la Palabra de Dios y se puso a leerla ante una asamblea convocada para ese fin. Leyó los libros de la Sagrada Escritura ante el pueblo empezando al amanecer hasta el mediodía. “Leyó el libro en la plaza que hay ante la puerta del agua, desde el amanecer hasta el mediodía… y todo el pueblo estaba atento al libro de la ley”. Esdras estaba de pie sobre una estrada “Esdra abrió el libro a vista del pueblo, pues los dominaba a todos, y cuando lo abríó, el pueblo entero se puso en pie”. Esdras alzó sus manos sobre el pueblo y les dio la bendición, y el pueblo respondió: “Amén, Amén, se inclino y se postró a tierra ante el Señor”.


Nehemias, Esdras y los levitas proclamaron: “Hoy es un día consagrado a nuestro Dios: No hagáis duelo ni lloréis (porque el pueblo entero lloraba al escuchas las palabras de la ley). Les invitaron a compartir buenas tajadas y vino dulce “pues es un día consagrado a nuestro Dios. No estéis tristes, pues el goxo en el Señor es vuestra fortaleza”.


¿Qué podemos aprender nosotros en el siglo XXI de este episodio del Antiguo Testamento? Creo que podemos aprender la importancia de la propia identidad. Hay políticos que no son ni capaces de pronunciar la palabra “España”. La odian. En parte es porque España es católica. La fe cristiana llegó a España en tiempos de los apóstoles como, por ejemplo, Santiago que habría llegado a Zaragoza y San Pablo a Tarragona en el primer siglo. San Pablo expresó su deseo de ir a Occidente en su carta a los Romanos y obviamente, desde Roma a Occidente, considerado finis mudi. Con la conversión del Rey Visigodo Recaredo, la realeza goda y la nobleza que era una minoría se convirtió al catolicismo. España tiene una enorme cantidad de mártires, desde los primero siglos, también en la Edad Media y hasta e siglo XX. España ha sido el país católico por antonomasia que llevó la fe no solo a América, Norte y Sura, sino que la salvó en partes de la misma Europa, sin mencionar el hecho de que Filipinas es el único país católico en Asia. Estos políticos y otros que se proclaman ateos chocan con lo que es España y siempre ha sido y no saben ni siquiera qué son. En la actualidad, la cultura la controlan los secularistas, la Francmasonería y otros grupos anti-católicos. La misma Iglesia en su clero en no pocos casos se arrodilla ante la cultura basura creada por el mundo moderno a partir de finales de la Edad Media. Jesucristo es el único que da sentido a nuestra vida. Bien está escrito en el primer capítulo del Evangelio de San Juan: “E



 

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