sábado, 29 de enero de 2022

LA DUREZA DE LA MISIÓN PROFÉTICA

 

HOMILÍA PARA EL IV DOMINGO DE TIEMPO ORDINARIO, 30 DE ENERO DE 2022.

Nuestra primera lectura de hoy proviene de inicio del libro del Profeta Jeremías: Antes de formarte en el vientre, te escogí, anes de que salieras del seno materno, te consagré: Te nombré profeta de las naciones. No les tengas miedo, que i no, yo te meteré miedo de ellos. Mira¨yo te convierto hoy en plaza fuerte. Es un pasaje que comúnmente se utiliza en la liturgia de la ordenación sacerdotal. De hecho, me acuerdo que fue escogido en mi ordenación. Es verdad que es muy común en la Biblia presentar la vocación de un profeta o de uno o varios apóstoles. En el caso de Jeremías, se trataba de una vocación sumamente difícil, aunque hay que reconocer que ninguna vocación de Dios es fácil de aceptar. Jeremías vivió en una época de gran perturbación debido al peligro de la invasión de Jerusalén de parte de los caldeos. Se trataba de un castigo de Dios por la infidelidad de los reyes, sacerdotes y en general la gente pudiente del reino. Dios afirma que la vocación que dirige a Jeremías tuvo lugar “antes de formarte en el vientres, te escogí, antes de que salieras del seno materno, te consagré”. Jeremías había sido escogido por la vocación profética antes de que fuera concebido. Dios no acepta la excusa de Jeremías que le dice que es un mero muchacho. El lo ha escogido e irá y cumplirá su misión de ser profeta a las gentes, no solo a Israel o a Jerusalén. Dios es consciente de la dureza de la misión que entrega a Jeremías, pero insiste y le asegura que que él estará con su profeta. No les tengas miedo...mira: yo convierto en plaza fuerte, en columna de hierro, en muralla de bronce frene a todo el país, frente a lo reyes y príncipes de Judá, frente a los sacerdotes y la gente del campo; lucharán contra tí, pero no te podrán”

Hoy en día las cosas se ven de otra manera. Yo tengo mis planes y ellos son mi prioridad. En la Biblia, es Dios quien nos crea y tiene en sus manos nuestro destino, no nosotros. El es el nos llama y no olvidemos que todos participamos desde nuestro bautismo en la misión profética de Jesús y es universal. Al final del Evangelio de San Mateo, Jesús envía a los apóstoles a proclamar el evangelio a toda la creación.

En nuestro pasaje evangélico a Jesús les tocó leer la lectura bíblica en la sinagoga de Nazaret. Llega a su pueblo luego de haber dado inicio a su ministerio también profético en cando que al profeta le corresponde proclamar la Palabra de Dios. La costumbre era que cualquier varón de la comunidad podía leer la lectura y escoger el pasaje que quería. Por lo tanto, el hecho de que Jesús haya escogido la lección de Isaías que escogió no es por azar. Jesús indirectamente estaba reconociendo su misión mesiánica y aplicando el contenido del pasaje de Isaías a sí mismo. Como hemos visto la semana pasada, en un primer momento los paisanos de Nazaret se sentían orgullosos porque uno de ellos había hecho milagros, aunque no era más que el hijo de José el carpintero. Cuando se dieron cuenta de que se presentaba como el Mesías, rápidamente cambiaron su actitud a una de rechazo. Jesús se presenta como el profeta rechazado en su propio tierra y pueblo. Igual que en el caso de Jeremías, como también Elías y Eliseo, todos ellos siendo profetas enviados también a las naciones en el caso de Jeremías y en el caso de Elías a Sarepta en lo que es ahora Líbano, o en el caso de Eliseo de haber curado a Namán el sirio que formaba parte de un pueblo enemigo de Israel. La misión de Jesús incluía a los paganos y los de Nazaret no eran capaces de tragar tal cosa de manera que lo echaron de su sinagoga y lo empujaron hacia el precipicio donde estaba su pueblo, pero Jesús logró escaparse de sus manos. Así desde el inicio de su misión profético y mesiánico se prefigura el rechazo de a gente de su propio pueblo y posteriormente de otros, de manera especial de los fariseos y escribas de Israel, como también de los sacerdotes. Se prefigura aquí el camino de la cruz.

La estima de los nazarenos hacia Jesús duró poco. Igualmente, Jeremías fue al templo a pronunciar lo que Dios le comunicaba y no encontraba más que dolor y rechazo. El tenía una profunda conciencia del hecho de ser profeta que comunicaba al pueblo la Palabra Dio Dios y el pueblo la rechazaba y no solo el pueblo, todo era oposición, cosa que experimentó Jesús a cada paso. Podemos suponer que Jesús había reflexionado largo y tendido acerca de la misión de los profetas y cómo el pueblo los rechazaba, y se habría dado cuenta que a él le tocaría la misma suerte. Así como eremías sentía un gran dolor por el rechazo de los reyes, sacerdotes y en general todo el pueblo, al mensaje que comunicaba de parte de Dios, igual Jesús, como podemos constatar cuando lloró sobre Jerusalén dándose cuenta de que todo quedaría destruido precisamente porque lo rechazaron como el verdadera Mesías. Igualmente, sus grandes milagros hechos en Capernaún, Corazaín y otros pueblos cerca del lago no tuvieron el efecto deseado y Jesús afirmaba que si tales milagros se hubieran hecho en Tiro y Sidón o en el mismo Sodoma, la gente de esos pueblos se hubieran convertido manifestando su arrepentimiento con cenizas y sayal.

¿Acaso nosotros somos mejores que los de Jerusalén y Galilea que rechazaron los grandes milagros de Jesús? No pensemos que somos buena gente y que estamos destinados al cielo porque hacemos oraciones o asistimos asiduamente a la Santa Misa cumplimiento el precepto. Los fariseos y los escribas se consideraban “buena gente”, pero tal y como los juzga Jesús no eran muy buenos que digamos. Cambiar nuestras actitudes y acciones es difícil como lo era para los contemporáneos de Jesús. Nosotros llegamos unos dos mil años posteriores a ellos y contamos con el ejemplo de grandes santos, una multitud mártires, la doctrina de la Iglesia recogida en el Catecismo de la Iglesia Católica, pero ¿nos enteramos? Jesús vino a salvar a los pecadores, no la “buena gente”.




sábado, 22 de enero de 2022

LA IMPORTANCIA DE LA PROPIA IDENTIDAD

HOMILÍA, III DOMINGO DE TIEMPO ORDINARIO, 23 DE ENERO DE 2022.


La primera lectura de este domingo III de Tiempo Ordinario o Tiempo a lo Largo del Año está tomada del libro de Nehemías. Las lecturas del Evangelio a lo largo de este año son mayormente del Evangelio de San Marcos. Dado que es el evangelio más breve, no alcanza para cubrir los 34 domingos, hoy nuestro Evangelio está tomado del inicio del Evangelio de San Lucas. El del domingo pasado era el episodio de las Bodas de Caná de San Juan con el milagro de la conversión del agua en vino gracias a la intervención de la Sma. Virgen Marín. También dentro de unos meses, nos tocará leer todo el c. 6 de San Juan que trata de la multiplicación de los panes y peces y el gran discurso del Pan de Vida dado por Jesús en la sinagoga de Capernaún.


Como sabemos, a primera lectura de estos domingos está tomada del Antiguo Testamento y suele tener una relación con el pasaje evangélico correspondiente para el domingo. Sin embargo, hoy no se nota tal relación entre el inicio del Evangelio de San Lucas y y el pasaje deel Libro de Nehemías que nos ha tocado hoy. Por una parte, muchos católicos no tienen una gran familiaridad con bastantes libros del Antiguo Testamento, que por otro lado tienen una gran importancia. Tanto Jesús como los demás autores del Nuevo Testamento como San Pablo y San Juan utilizan el Antiguo Testamento, y obviamente el mismo Jesús, pues se trata de la Palabra de Dios y de una u otra manera tiene relación con Jesús, como la preparación que Dios realizó a lo largo de los siglos de manera que no se puede apreciar el Nuevo Testamento sin conocer el Antiguo. Con mucha razón decía San Agustín: “Novum in Vetere latet et in Novo Vetus patet" (S. Agustín, Hept. 2,73; cf. DV 16) “The New (Testamento) está escondido en el Antguo se hace patente en el Nuevo”, citado también por el Concilio Vaticano II en su Documento sobre la Palabra de Dios (Dei Verbum). Por ello, me fijaré en nuestro Primera Lectura del libro de Nehemías, dando en primer lugar el contexto de este libro.


Se trata de uno de los libros llamados históricos que comienzan con el de Josué que relata la entrada del Pueblo en la Tierra Prometida liderado por Josué, pues Moisés ya había muerto. Luego sigun los dos libros de Samuel, los dos de Reyes (en realidad, estos siguen de los anteriores), los dos libros de las Crónicas que son una relectura de la historia ya contada en los libros anteriores. El segundo libro de los Reyes termina con el exilio en Babilonia, que trata de tres deportaciones con la destrucción de Jerusalén y del Templo de la mano del ejército de los Babilonios o Caldeos con su Rey Nabocudonosor. El profeta Jeremías había prometido 70 años de exilio y en el año 538 a.C, con la caída de los Caldeos y el inicio del Imperio Persa bajo el Rey Ciro, se dio inicio a la vuelta de los exiliados a Jerusalén con el apoyo del rey persa.


Los judíos que regresaron a Jerusalén encontraron la ciudad en una situación deplorable, y los que se habían quedado se opusieron a los planes de los que regresaron en cuanto a reconstruir la ciudad y el templo. Algunos de ellos no eran judíos probablemente gente que se quedó en Jerusalén cuando el exilio. Otros eran samaritanos, siempre enemigos de los judíos. La gran tarea de Nehemías con el apoyo del Rey Persa Artajerjes era reconstruir la ciudad y el templo y de esa manera contribuir a que los judíos recobraran su identidad, su fe en el verdadero Dios de Israel y su Palabra.


Para esta tarea Nehemías contaba con el apoyo de Esdras, sacerdote que ya antes de la llegada de Nehemías a Jerusalén había estado varios años trabajando en la animación del pueblo y dando a conocer la Palabra de Dios. Para lograr el sentido de la identidad del Pueblo de Dios entre los judíos, Esdras prohibió los casamientos de ellos con los miembros de pueblos extranjeros, un aspecto importante en el proceso de establecimiento de su identidad nacional y religiosa. Este es el momento en el que se sitúa nuestra lectura de hoy. Nehemías, había pedido el apoyo del Rey de Persia para su tarea y en Persia era el copero del rey. El rey le apoyó con cartas al Sátrapa del que formaba parte Judea. Nehemías, que tenía grandes cualidades de liderazgo, puso manos a la obra de la reconstrucción de la muralla de Jerusalén.


En la antigüedad y la Edad Media, sobre todo antes de la invención de la polvera, unas murallas sólidas y compactas eran un elemento fundamental para la defensa de la ciudad de enemigos. Nehemías y sus ayudantes, pese a la oposición de varios que se encontraron en Jerusalén, pudo avanzar con pase firme en la construcción de manera que en un tiempo corto logró reconstuir las brechas en la muralla.


Esdras reunió tanto a hombres como mujeres y niños capaces de comprender la Palabra de Dios y se puso a leerla ante una asamblea convocada para ese fin. Leyó los libros de la Sagrada Escritura ante el pueblo empezando al amanecer hasta el mediodía. “Leyó el libro en la plaza que hay ante la puerta del agua, desde el amanecer hasta el mediodía… y todo el pueblo estaba atento al libro de la ley”. Esdras estaba de pie sobre una estrada “Esdra abrió el libro a vista del pueblo, pues los dominaba a todos, y cuando lo abríó, el pueblo entero se puso en pie”. Esdras alzó sus manos sobre el pueblo y les dio la bendición, y el pueblo respondió: “Amén, Amén, se inclino y se postró a tierra ante el Señor”.


Nehemias, Esdras y los levitas proclamaron: “Hoy es un día consagrado a nuestro Dios: No hagáis duelo ni lloréis (porque el pueblo entero lloraba al escuchas las palabras de la ley). Les invitaron a compartir buenas tajadas y vino dulce “pues es un día consagrado a nuestro Dios. No estéis tristes, pues el goxo en el Señor es vuestra fortaleza”.


¿Qué podemos aprender nosotros en el siglo XXI de este episodio del Antiguo Testamento? Creo que podemos aprender la importancia de la propia identidad. Hay políticos que no son ni capaces de pronunciar la palabra “España”. La odian. En parte es porque España es católica. La fe cristiana llegó a España en tiempos de los apóstoles como, por ejemplo, Santiago que habría llegado a Zaragoza y San Pablo a Tarragona en el primer siglo. San Pablo expresó su deseo de ir a Occidente en su carta a los Romanos y obviamente, desde Roma a Occidente, considerado finis mudi. Con la conversión del Rey Visigodo Recaredo, la realeza goda y la nobleza que era una minoría se convirtió al catolicismo. España tiene una enorme cantidad de mártires, desde los primero siglos, también en la Edad Media y hasta e siglo XX. España ha sido el país católico por antonomasia que llevó la fe no solo a América, Norte y Sura, sino que la salvó en partes de la misma Europa, sin mencionar el hecho de que Filipinas es el único país católico en Asia. Estos políticos y otros que se proclaman ateos chocan con lo que es España y siempre ha sido y no saben ni siquiera qué son. En la actualidad, la cultura la controlan los secularistas, la Francmasonería y otros grupos anti-católicos. La misma Iglesia en su clero en no pocos casos se arrodilla ante la cultura basura creada por el mundo moderno a partir de finales de la Edad Media. Jesucristo es el único que da sentido a nuestra vida. Bien está escrito en el primer capítulo del Evangelio de San Juan: “E



 

sábado, 15 de enero de 2022

LAS BODAS DE CANÁ.

HOMILÍA DEL II DOMINGO DE TIEMPO ORDINARIO. CICLO B, 16 DE ENERO 2022.

Este domingo nos toca el primero de los 7 signos del Evangelio de San Juan, la Boda de Caná. Nuestro evangelista al hablar de los milagros, que en su evangelio son siete, un número simbólico, los llama signos, es decir acciones que apuntan a un misterio o una realidad que va ´más allá de lo que pueden parecer en un primer momento. En el Antiguo Testamento, el tema del banquete de bodas es recurrente para manifestar el plan de Dios para el hombre, Hoy nos toca un pasaje del c. 62 de Isaías, y toca el tema del matrimonio. Cuando un joven se casa con su novia, así te desposa el que te construyó; la alegrí aque encuentro el marido con sus esposa, la encontrará tu Dios contigo”. El tema de la relación esponsal es recurrente en el Antiguo Testamento y se encuentra en el Libro de Oseas, de Ezequiel, sin olvidar el Cantar de los Cantares. En el Nuevo Testamento se trata de la relación esponsal entre Jesucristo y su Iglesia que es su esposa. Hoy escuchamos la declaración de Dios de casarse con nosotros que hemos sido creados por él. No olvidemos que la relación más íntima que conocemos en esta vida es la que se da entre esposo y esposa. Sabemos que el hombre, a lo largo de toda la Biblia empezando con el pecado original de Adán y Eva al desobedecer el mandato de Dios y posteriormente desde el asesinato de Abel de parte de Caín, la infidelidad, el pecado caracteriza el hombre mientras Dios le tiene infinita paciencia. Incluso los más alabados y apreciados como es el caso de David, caen en pecado ofendiendo a Dios. No obstante, estás dispuesto siempre a perdonarlos y darles una nueva oportunidad. El caso más emblemático en el Nuevo Testamento sería la Parábola de Hijo Pródigo. Hoy vemos la imagen del amor del novio a su novia como expresión del amor infinito de Dios por su pueblo pese a todas sus infidelidades.

Pasemos, pues a la Boda de Caná. No hay que olvidar que hay que fijarse prácticamente en cada palabra. El Evangelista comienza diciendo que “tres días más tarde” se da una boda en Cana y la Madre de Jesús y sus discípulos juntamente con Jesús se encuentran entre los invitados. El número tres es simbólico. Puede traer a la memoria los tres días de Jesús en el sepulcro antes de su resurrección. El gozo y la alegría de la boda correspondería a la gran alegría que provoca la victoria de Jesús sobre el pecado, el mal y la muerte en su resurrección. También la presencia y el protagonismo de María que Juan suele llamar”la madre de Jesús” es de gran importancia en esta historia.

Parece que María es la primera en darse cuenta de la desgracia de la falta de vino. Sabemos que las bodas en la época se extendían a lo largo de siente días- En la Biblia, el vino es parte esencial de cualquier fiesta. No se tomaba vino en los días ordinario. El vino simboliza alegría: “un poco de vino alegra el corazón”. Isaías menciona la abundancia de vinos exquisitos como señal de la bendición de Dios y la liberacíón del cautiverio de Babilonia. Fácilmente, podemos imaginar como gente de pueblo reaccionaría y la familia y los novios tendrían que colgar el sambenito de que se acabó el vino en su boda. Obviamente, María se daba cuenta de tal situación y acudió a Jesús sugiriendo discretamente que remediara la situación. Jesús tendría motivos suficientes para no hacer el milagro, considerando lo que pudiera suceder si la gente se enterara de que había convertiro agua en vino. Especialmente, en el Evangelio de San Marcos, Jesús solía pedir a los beneficiarios de un milagro que no le dijeran a nadie. En todo caso, María no se da por vencida sino que procede discretamente a decir a los mozos “haced lo que él os diga”.

Estas palabras de María tienen un significado mucho más profundo en cuanto que no se trata solamente en relación con la falta de vino, sino es una indicación para todos los leen el evangelio. El secreto de toda desavenencia es hacer lo que Jesús nos dice, lo que se encuentra en el Evangelio. Se trata de la última palabra de María que encontramos en el Evangelio.

Puede extrañar que Jesús convierte centenares de litros de agua en vino. Como se trata de una imagen del Reino, tiene que ver una gran abundancia de vino que simoliza el gozo y la alegría no solo de aquella fiesta de bodas, sino del mismo cielo al que todos hemos de anhelar y alcanzar gracias de la muerte y resurrección de Jesús. Un signo apunta a otra realidad superior. San Juan indica que los discípulos vieron la gloria de Jesús y aumentó su fe. Ellos recién habían conocido a Jesús y las faltaba mucho que aprender. Lo habían reconocido como el Mesías, siguiendo la indicación del Bautista.

Gloria en la Biblia se refiere entre otras cosas a la grandeza, la nobleza, las cualidades excepcionales de una persona. El hecho de que Jesús pudiera realizar tal milagro con tanta facilidad habría dejado en el alma de los discípulos y les convencería de que era realmente el Mesías. Por otro lado, los tiempos mesiánicos serían tiempos de abundancia y alegría. También siendo nuevos en el seguimiento de Jesús necesitaban que su fe en él creciera.

Resumiendo, podemos sacar unas lecciones de este episodio: El papel importante de María hasta el punto de lograr que Jesús hiciera el milagro pese a que en un primer momento no parecía que lo fuera a hacer. Así de importante es la intercesión de María, como se suele decir en latín, ella es “omnipotentia suplex” es todopoderosa pidiendo. El Evangelista quiere que reconozcamos la gloria de Jesús y nos da la seguridad de que Dios tiene reservado para nosotros la más grande alegría posible, simbolizado por el vino y el banquete.





sábado, 8 de enero de 2022

EL BAUTISMO DEL SEÑOR Y NUESTRO BAUTISMO.

 

EL BAUTISMO DEL SEÑOR.

Hoy, el domingo después de la Epifanía celebramos el Bautismo de Jesús por Juan el Bautista en el Jordán. Muchos ven el bautismo de Jesús, debido a que se trataba de un bautismo de arrepentimiento, como una gran manifestación de la humildad de Jesús al ponerse en fila junto a la gente que movida por la predicación de Juan querían arrepentirse y alcanzar el perdón de sus pecados. El mismo Juan se extrañó por el hecho de que Jesús quisiera ser bautizado, pues era el Mesías y Juan había alcanzado a reconocerlo como tal debido a que recibió una iluminación del Espíritu Santo También podemos ver el bautismo de Jesús como una anticipación de la muerte de Jesús en la cruz y por ende de su resurrección. San Pablo,en el sexto capítulo de su carta a los Romanos, presenta el bautismo del cristiano como una identificación con Jesucristo en primer lugar en su muerte simbolizado por la inmersión en el agua, representando la muerte. El hecho de quedarse debajo del agua sería un símbolo de la sepultura, pues el cristiano no solo muere simbólicamente en el bautismo, sino una símbolo de la sepultura de Jesús, y finalmente su resurrección quedaría simbolizado por su salida del agua sería simbólico de la resurrección de Jesús y del cristiano. Se ingresaba al al baño de regeneración desde el occidente, simbolizando la superación del pecado, de las tinieblas y la salida era hacia oriente, es decir, donde salel la luz al levantarse el sol. Nosotros en el bautismo somos injertado en Cristo y pasamos por el Ministerio Pascual de Cristo, muerte, sepultura y resurrección.


Por el bautismo hemos sido incorporados a Jesucristo de manera especial en tres aspectos fundamentales de la misión de Cristo, es decir, como Sacerdote, Profeta y Rey. Participamos en cada uno de estos tres aspectos de la misión de Jesús. En primer lugar, su sacerdocio. Un sacerdote es un mediador que representa al pueblo y ofrece sacrificios a Dios de parte de su pueblo. Por eso, en el ofertorio de la Misa, el sacerdote dice: “Orad, hermanos, para que este sacrificio mío y vuestro sea agradable a Dios Padre Todopoderoso”. Existe lo que se llama el “sacerdocio común de los fieles” que tiene su fundamento en el bautismo y por el cual participamos en el sacrificio de la Misa en unión con el sacerdote que preside. Sabemos que la Santa Misa es la actualización del sacrificio de Jesucristo en la cruz, pues Jesucristo Hijo Unigénito de Dios vino al mundo para salvarnos del pecado, del mal y la muerte por toda su vida desde su nacimiento, luego su vida oculta que era una ofrenda al Padre a favor de nosotros, y sobre todo al entregarse totalmente a la voluntad del Padre en el sacrificio de la cruz. Cada uno de nosotros, no solo `como espectadores sino como partícipes ejercemos este sacerdocio como miembros de Cristo por nuestro bautismo.


Jesucristo vino a este mundo “para nuestra salvación”, “por nosotros los hombres y por nuestra salvación”. También nos toca interceder por nuestros hermanos en la fe por nuestras oraciones y sacrificios. Personas nos piden nuestras oraciones y decimos que sí ¿pero cumplimos lo que prometemos?


Un profeta es uno que habla de parte de Dios, comunica un mensaje que proviene de Dios. -Esto en nuestro caso tiene que ver con la evangelización. Jesús envió a los apóstoles y demás discípulos a proclamar el evangelio a toda la creación, llevarlo hasta los confines de la tierra en la montaña de Galilea donde se reunió con ellos poco antes de la Ascensión.¿Nosotros cumplimos esta misión profética? SE trata de una misión muy difícil. Dios llamó a Jeremías y él le puso la excusa de que era un mero muchacho, pero Dios insistió y le dijo: “No digas “soy un muchacho, pues adondequiera que te yo te envíe irás, y todo lo que te mande dirás”. Luego Dios le tocó la boca y le dijo: “No les tengas miedo que contigo estoy yo para salvarte, oráculo del Señor”. También a Isaías lo mandó después de una visión en el tiempo y el profeta se ofreció a ir. No valen las excusas cuando Dios nos envío. Posteriormente, cuando Jeremías se puso a predicar lo que Dios le comunicaba, tanto los reyes como los sacerdotes, los demás profetas lo condenaron hasta el punto de meterlo en una fosa con peligro de morir. La misión del profeta es muy difícil ¿Nosotros estamos listos para llevarla acabo?. Si tenemos miedo al qué dirán a que nos llamen beatos etc. no servimos de profetas.

Jesucristo es también rey. Lo proclamó en la presencia de Pilato y diciendo “para eso he venido al mundo” para dar a conocer la verdad. Hoy en día, casi nadie quiere aceptar la verdad y en el Evangelio de San Juan Jesús decía “yo soy la Verdad”. Hoy la gran mayoría de la gente está en lo que el Papa Benedicto XVI llamó “la dictadura del relativismo”. Proclamar la verdad es expresar las cosas como son, pero es probable que digan “eso es TÚ VERDAD”. La verdad es objetiva y coincide con la realidad de las cosas y no como nos gustare que fueran. ¿Estoy dispuesto a proclamar la verdad aunque muchos la rechacen? Los padres tienen que ejercer la misión del gobierno, de la realeza. Es más fácil dejar pasar y evitar discusiones. Gobernar es difícil tanto en la Iglesia como en el mundo secular, pero nos corresponde proclamarla cuando sea necesario pese a lo que piensan otros. Jesús dice que “la verdad os hará libres? ¿o preferimos ser esclavos de Satanás que e “el padre de la mentira”.


Todos celebran su cumpleaños y otros nos felicitan, pero ¿conocemos la fecha de nuestro bautismo y lo celebramos dándole gracias a Dios por el don de la fe, por habernos incorporado, injertado en Jesucristo de manera que nuestra vida sea viva “en Cristo Jesús” como repite San Pablo en sus cartas con no poca frecuencia. Nuestro bautismo es la puerta a la nueva vida que nos ofrece Jesús logrando que seamos uno con él y con nuestros hermanos en la Iglesia que es Cuerpo de Cristo.