HOMILÍA DEL DOMINGO DE PENTECOSTÉS 23 DE MAYO DE 2021.
Uno de los temas más discutidos en la filosofía, no solo en nuestros días, sino a lo largo de la historia es el problema del uno y los muchos, o sea, la unidad y la diversidad. Hoy en día se está presentando como un problema más grande y urgente que antes. Por un lado, tenemos la ideología del globalismo promovida por las Naciones Unidas (hay que fijarse que afirma "unidas"). Existen unos grupos de oligarcas que promueven lo que llaman EL NUEVO ORDEN MUNDIAL. Ellos se reunen cada año en un pueblo en los Alpas de Suiza para tramar la esclavitud que quieren imponer al resto de la humanidad. Incluyen grandes magnates de empresas mundiales de tecnología, polítcos, banqueros y otros ricos y prepotentes que tienen una agenda para toda la humanidad, aunque no han preguntado a la gente si ellos quieren lo que les quieren imponer esas élites. Hay otro grupo similar que se llama Club de Roma, que lleva unas cuatro décadas y impulsan la misma agenda, pero el ente que más promueve eso que llamamos el Nuevo Orden Mundial, son las Naciones Unidas. Sus planes se expresan en lo que llaman Agenda 21 (el siglo XXI). De hecho lo del Covid 19 y la imposición de las inyecciones o falsas vacunas constituyen un primer paso de esta gran plan que también llevan años en formular y están implementando. Inventando un supuesto virus, que no han podido probar que existe, imponiendo medidas como encarcelar a la gente en sus casas, imponereles la manía de estar lavándose las manos todo el día con gel incluso durante la Santa Misa, forzar a la gente a utilizar mascarillas, distanciarse, utilizar unas pruebas falsas para convencer a la gente que se cree todo lo que dicen y mientan en los medios de comunicación, tiene como primer paso lograr la vacunación de toda la humanidad. Eso implicará la muerte de millones de personas, pero parte del plan es la depopulación del planeta. ¿Cómo van a reducir la población? Pues con los anticonceptivos, el aborto, las vacunas que están provocando la infertilidad de los jóvenes de ambos sexos, la destrucción de la economía a través de los confinamientos de manera que las pequeñas tiendas y negocios se vaya quebrando y los grandes almacenes tipo Amazon prevalezcan. Luego se trata de que nadie sea dueño de nada, ni que exista la familia ni la casa familiar. Las vacunas meten unas nano partículas en el cuerpo de las personas de manera que nos podrán rastrear dondquiera que vayamos. No permitir que viajemos, sin el permiso de ellos, según el pasaporte "sanitario" ya aprobado por la Unión Europea. Para lograr este tipo de control, necesitan el 5G y les da igual que mueran millones de personas, pues para eso inventaron el Covid, un supuesto virus, cuya existencia no han podido probar. Igual la gente anda inyectándose y las autoridades entregando las inyecciones como si de caramelos se tratara. En EEUU están prometiendo a los jovenes descuentos en las universidades si toman la inyeccion que modifica su humannidad, los gobernadores de los Estados salen a urgir a sus ciudadanos a poner su vida y furuto en peligro con esta inyeccones. Nadie sabe lo que está metiendo en su cuerpo ni parece que insista en averiguar. En una palabra, se trata de eliminar la diversidad e imponer una unidad dictatorial, demoniáco a la población de todo el mundo. Este es el peligro inminente que estamos padeciendo en estos momentos.
Por otro lado, también el excesoo de diversidad es otro peligro que deberíamos tener en cuenta. Para poder captar bien los dos aspectos, veamos el c. 11 del Libro del Génesis y luego pasaremos a nuestra primera lectura de la Misa de Hoy Domingo de Pentecostés para ver cómo a través del Espíritu Santo podemos resolver este problema espinosa de la unidad dictatorial o la diversidad caótica.
Recordemos cómo Dios castigó a los hombres por sus múltiples pecados con el diluvio, salvando solo a Noé, su familia y los animales en el Arca. Posteriormente, empezaron a ser numerosos otra vez, Dice el Génesis: "Todo el mundo era de un mismo lenguaje e idénticas palabras. Al desplazarse la humanidad desde oriente, hallaron una vega en el país de Senaar y allí se establecieron". Decidieron construir allí una ciudad con una torre alta que llegara al cielo. Las construyeron con ladrillos y alquitrán como argamasa, no piedras, es decir, la tecnología de la época. Después dijeron: Se propuieron construir la ciudad para hacerse famosos, por si nos desperdigamos por toda la haz de la tierra. Aquí se trataba de que se hicieron poderosos y famosos gracias a su gran ciudad y la torre con la cúspide en el cielo. Se trataba de un exceso de unidad. "Bajó Yahvé a ver la ciudady la torre que habían edificado los humanos, y dijo Yahveh: "He aquí que todos son un solo pueblo con un mismo lenguaje, y est es el comienza de su obra. Ahor nada de cuanto se propongan les será imposible. Algo así sucedió con Adány Eva, Querían ser como Dios, dejándose engañar por la serpiente, y conocer el bien y el mal. En el caso de la Torre de Babel, sucedió lo mismo. Fueron castigados y desperdigados y la lengua confundida: Desde aquel punto los desperdigo Yahveh por toda la haz dela tierra y dejaron de edificar la ciudad.
La venida del Espíritu Santo es lo que resuelve este enigma de la unidad y la diversidad. San Lucas cuenta en el c. 2 de los Hechos: Habíaen Jerusalén hombres piadosos, que allí residían, venidos de todas las naciones que hay bajo el cielo....Estupefactos y admirados decían: "¿Es que no son galileos todos estos que están hablando? Pues, ¿como cada uno de nosotros les oimos en nuestra propia lengua nativa? Luego San Lucas procede a dar una lista de países de donde procedía esta diversidad de lenguas. Desde Jerusalén, se puede ver que los hay del norte, del sur, de oriente y de occidentes, pues menciona que algunos provenían de Roma, San Pedro se levanta a proclamar: Sucederá en los últimos días, doce Dops: Derramaré mi Espíritu sobre toda carne, y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas vouestros jóvenes verán visiones y vuestros ancianos soñarñán sueños, Y yo sobre mis siervos y sobre las siervas derramaré mi Espíritu. Haré prodigios arriba en el cielo y señales abaj en la tierra.., lo profetizado por el Profeta Joel.
Aquí por la venida y la acción del Espíritu Sannto se reunen las gentes de todas partes sin que haya una dictadura o opresión sino de verdad lo que hay es la unidad en la diversidad y la diversidad en la unidad. Es todo lo contrario de la unidad del globalismo dictadorial que es contrario a la naturaleza humana creada a imagen y semejanza de Dios. Así sucede también en la Iglesia. Siendo católicos podemos entrar en una Iglesia católica en cualquier parte del mundo y enseguida podemos sentirnos "en nuestra casa". Estará el crucifijo, las imágenes, en primer lugar de la Sma. Virgen María etc. Luego aunque varíe la lengua podemos seguir la Santa Misa porque es la misma en todas partes. Escucharemos por ejemplo el Padre Nuestro en una lengua que no conocemos, pero podremos sentirnos hijos del mismo Padre y unidos al mismo Señor Jesucristo. Cuando cantamos en la Iglesia, cada quien sea soprano, tenor, o simplemente uno que canta bien o mal todos nos unimos en alabanza de Dios, de Jesucristo y el Espíritu Santo. Hay diversidad, pero todos podemos sentirnos unidos como parte del mismo Cuerpo Místico de Jesucristo que es la Iglesia.
La fiesta del Pentecostés de los judíos era la fiesta de la cosecha de la cebada, a 50 días de la Pascua. También celebraban la Alianza del Monte Sinaí en el que Dios entregó la ley a Moisés y selló con él la Alianza. En nuestro caso, Dios derrama sobre nosotros su Espíritu Santo, que es el vínculo del amor del Padre al Hijo. Se nos invita a ser partícipes de la naturaleza divina, como dice San Pedro en el primer capítulo de su segunda carta. Como enseña Santo Tomás de Aquino, el amor es querer y hacer el bien al otro en cuanto otro. Nos lo regala el Espíritu Santo como el gran don de Dios, Está a mil leguas de la unidad que nos quiere imponer el Nuevo Orden Mundial de las Naciones Unidas y de los oligarcas, convertiéndonos en esclavos y eliminando un gran porcentaje de la población mundial. Dios no nos quita los dones que nos ha dado como son la libertad, la paz, la comunión y alegría y demás dones y frutos del Espíritu Santo. Para Dios nadie sobre, ni el niño no nacido ni el anciano o la anciana de 100 años. Los ama a todos y no se olvida de ninguno. Es infinitamente generoso y busca nuestro bien, lo contrario del egoismo y esclavitud que han empezado a implementar con el falso virus y la nefasta vacuna que está matando y dejando enferma a tanta gente de todas las edades, especialmente nuestros mayores.
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