sábado, 29 de diciembre de 2018

La Sagrada Familia o Familia Santa

HOMILÍA DE LA FIESTA DE LA SAGRADA FAMILIA, 30 DE DICIEMBRE DE 2018.

Sabemos que la familia es el núcleo fundamental de la sociedad, que hoy en día la familia está siendo agredida por la cultura dominante que existe, gracias a la revolución sexual, la proliferación de los divorcios, los problemas económicos, el hecho de que en Occidente, un gran porcentaje de las parejas no tienen más que un hijo si tienen alguno, la ideología del género, la nueva dictadura de los partidos políticos que crean leyes nefastas en contra de la familia y la patria potestad. Tal vez por estas y otras razones, la Iglesia ha establecido este domingo que cae dentro de la octava de Navidad como Fiesta de la Sagrada Familia. Se trata de contemplar la Sagrada Familia de José, María y Jesús y en general descubrir lo que podemos sacar de la Sagrada Escritura sobre la familia que ayude a las familias de hoy que se enfrentan con tantos desafíos.

Veamos, pues tanto en la primera lectura tomada del Primer Libro de Samuel como en el Evangelio de San Lucas qué es lo que hace que la familia sea santa, se santifique y sea sagrada. Se nos presenta una familia de unos 1000 años antes de Cristo. Todavía en la época todavía existía la poligamia en Israel. Un señor llamado Eclaná tenía dos mujeres y cada año iban a ofrecer sacrificio en el templo de Shilo, que era donde se guardaba el Arca de la Alianza antes de que el Rey David la llevara a Jerusalén después de conquistar la ciudad. Con Ana no tenía hijos y sí con la otra. Ana suplicaba a Dios con toda su alma que le diera un hijo. El esposo, viendo que estaba tan angustiada le pregunta qué le pasa y le dice. Él le dice que en todo caso le tiene a él, pero obviamente eso no basta para una mujer que tiene el instinto de la maternidad y quiere tener hijos. Estando en el templo, el sacerdote la ve y le parece que está borracha. Dios  escuchó su ruegos y poco tiempo después quedó embarazada. Nacido el niño que se llamaba Samuel, Ana prometió a Dios que se lo dedicaría a Él y todavía niño lo llevó al templo para que se criara allí dedicado a Dios y colaborando con el culto. Deepués, tuvo varios hijos más.

¿Qué lección podemos aprender de este episodio? Esta mujer era estéril y no pudo tener ni un hijo y cuando lo tuvo, se sacrificó y decidió dedicarlo al Señor. Luego Dios le dio varios hijos más. Aquí se ve aplicada un principio que es recurrente en la Biblia, tanto el Nuevo como el Antiguo Testamento: Renunciando a lo que uno ya tiene es cómo uno recibe más beneficios de Dios. Ana no actuó de manera egoísta sino que dándose cuenta de que el hijo era un don de Dios, decidió devolverle a Dios a ese hijo para que le sirviera en el templo. Resulta que es cuando uno renuncia a lo que tiene es cuando Dios le da más. El que es esquivo y egoísta no es capaz de recibir dones de Dios, se ha cerrado a la lógica de Dios que corresponde a lo que dice San Francisco en su cántico: "Es en dar que recibimos hasta la vida eterna".

Pasemos a nuestro pasaje del Evangelio. Se trata del episodio de la ida de Jesús al templo y cómo se queda atrás sin que lo supiera San José ni María. Ellos angustiados andan tres días buscándolo. Podemos imaginarno la angustia que provocaría para cualquier padre o madre la pérdida de un hijo. Así fue para María y José hasa que después de tres días lo encuentran en el templo discutiendo con los expertos en la ley. Como es lógico, María expresa el dolor y la angustia que sentían y Jesús responde de manera incomprensible "¿No sabíais que tenía que estar ocupado en los asuntos de mi Padre? Este episodio tiene que tener una gran importancia en la vida de Jesús como niño y de María y José como padres. Puede parecer curioso que Jesús haya hecho sufrir a sus padres de esa manera. Como dice San Pablo a los filipenses, Jesucristo, siendo Dios se despojó de su rango o dejó a un lado la gloria de la divinidad para hacerse como uno cualquiera y llegar hasta a muerte y muerte en cruz. Éste es modo de proceder de Dios, hay que darse, entregarse, sacrificarse para poder seguir el camino del Señor. Ya cuando llevaron a Jesús de niño a presentarlo en el templo, Simeón profetizó que María tendría que suportar mucho dolor, cosa que luego se dio cuando dejó Nazaret para dar inicio a su vida pública y sobre todo en la cruz cuando pudo se testigo de todos los dolores de la pasión. Una vez que con Adán y Eva entró el pecado en el mundo, la manera escogida por Dios de llegar a la vida eterna es a través de darse, sacrificarse, es decir, la cruz.

Los psicólogos suelen dar consejos últiles a las familias para que se lleven bien, que haya aromonía y felicidad. Sin embargo, lo que podemos sacar como lección de la Biblia es que el único camino de crecimiento es el del dolor y la cruz. ¿Cómo puede ser santa la familia? Pues, ante todo logrará esta meta si cada miembro va superando el egoismo y demás vicios, si se sacrifica a favor de los demás, pues Jesús dice "el que me ama, guardará mis mandamientos y mi Padre lo amará y haremos morada en él".


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