En estos últimos días del Adviento, se nos presenta el papel fundamental de María Santísima en toda la historia del nacimiento de Jesús. Hoy en concreto nos detenemos en el Misterio de la Visitación de María a su prima Isabel. Como sabemos, el Arcángel Gabriel le comentó el hecho de que Isabel que era estéril ya estaba en el su sexto mes y "nada hay imposible para Dios". En la Biblia el hecho de no poder tener hijos era un gran dolor para cualquier mujer, pero en este caso Dios la alivia y es la madre del precursor San Juan Bautista, el úlitmo de los profetas a quien le correspondió anunciar la llegada del Mesías e incluso ser el que bautiza al mismo Jesús. San Lucas escribe que "María se puso en camino y fue aprisa a la montaña. a un pueblo de Judá:entró en lacasa de Zacarías, y saludó a Isabel".
María se fue aprisa. Esta afirmación tiene su importancia. Sabemos que María lejos de esperar recibir el mensaje del Arcángel, se perturbó. Obviamente, ells no esperaba tan gran noticia ni se consideraba a sí mismo como digna de tal noticia. El ángel le dijo que Isabel que era estéril y llevaba seis meses de embarazo. Tanto esta noticia con la que recibió ella que iba a ser madre del mesías por obra del Espíritu Santo. Dado que Isabel había recibido una gracia tan grande de Dios, podemos comprender la prisa de María para encontrarse con su prima y poder compartir con ella el gran misterio que le había comunicado, pues ella sería la persona más adecuada para comprender tal acontecimiento debido a la gran gracia que también ella había recibido.
Otro aspecto importante en este evangelio de la Visitación es la alegría de Isabel al encontrarse a María "la madre de mi Señor" y por otra parte la alegría de María expresada en el Magnificat. También se dice que Juan el Bautista "empezó a dar saltos de alegría en mi seno". Se encuentra muchos cuadros que depictan el momento del encuentro de María con Isabel (ejemplo https://www.carmenthyssenmalaga.org/obra/la-visitacion).
Se resalta la alegría que es propia de estos días tan cercanos a la Navidad y que también es característica del Adviento. Recordemos que el Adviento nos ha presentado tres venidas de Jesucristo, la primera en la carne hace casi 2000 años. Jesús nace en humildad y probresa, pues no había lugar para María y San José en la posada. Luego el Adviento nos dispone a prepararnos a la segunda venida en la gloria al final de los tiempos cuando se manifestará a Jesús como Rey del Universo, y la tercera venida que es la que celebramos este año con alegría y esperanza. El Arcángel Gabriel explicó a María que "el Espíritu Santo vendría sobre ella y el poder del Altísimo le cubriría con su sombra". A nosotros también en esta Navidad hemos de recibir al Espíritu Santo que también nos ha de comunicar la misma alegría que tanto Santa Isabel como María experimentaron y se comunicaron. El gozo y la alegría no pueden mantenerse dentro de nosotros, sino que tiene que comunicarse. Es cierto que muchas personas sufren diversos dolores y angustias, pero deberíamos procurar hacer paréntesis de estos problemas para celebrar esta Navidad, porque se trata del mismo Dios, hecho hombre que nace para liberarnos del pecado, del y de la muerte eterna. También las tradiciones navideñas como los villancicos, el compartir la cena de Navidad y la costrumbre de expresar el deseo que todos tengamos una Feliz Navidad forman parte de la fiesta. Procuremos también abrir nuestro corazón a las personas que sufren depresiones, angustias, luto etc. pues al final Jesucristo Nuestro Señor es capaz de ayudarnos a superar todo mal.
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