sábado, 29 de agosto de 2020

CARGAR CON LA CRUZ Y SEGUIR A JESÚS.

 HOMILÍA DEL DOMINGO XXII, CICLO A, 30 DE AGOSTO DE 2020. 

Nuestra primera lectura de hoy está tomada del Libro del Profeta Jeremías y concretamente "Las confesiones de Jeremías". Al llamar al joven Jeremías a ser su profeta, Dios le hizo ver que su misión iba a ser muy difícil porque su mensaje no iba a satisfacer a ninguno de los poderes fácticos que gobernaban en Jerusalén, ni los reyes, ni sus ministros, ni los sacerdotes ni los falsos profetas que siempre había y que profetizaban lo que al Rey le gustaba escuchar. Jeremías no estaba para tal labor sino para ser fiel a su misión. Esta fidelidad era algo extremadamente difícil. Ante esta situación el profeta se lamenta con Dios y se queja de que lo había seducido. "Yo era el hazmereír todo el día.   Todos se burlaban de mí". Sin embargo, Jeremías no era capaz de rechazar la palabra del Señor porque "ella era en mis entrañas fuego ardiente, encerrado en mis huesos, intentaba contenerla y no podía". El que quiere servir al Señor no tiene más remedio que cargar con su cruz, como dice Jesús en el evangelio de hoy, si es que quiere ser fiel a su misión y sobrellevar la persecución. el rechazo hasta de los amigos y familiares como dice Jesús. 

El evangelio de hoy sigue al del domingo pasado y San Pedro, después de haber sido alabado por Jesús por su confesión de fe, intenta convencer a Jesús que no debería someterse al suplicio de la cruz, pero Jesús lo rechaza terminantemente, incluso llamando a Pedro "Satanás", que sería un obstáculo en su camino. Seguir a Jesús inevitablemente lleva a la cruz. Además, Jesús no nos prometió en ninguna parte una vida fácil. 

Prosigue Jesús diciendo "Si uno quiere salvar su vida la perderá, pero el que la pierda por mí la salvará", y "¿De qué le sirve al hombre ganar el mundo entero, si arruina su vida?" La historia de toda la Biblia además de la historia profana demuestran que el hombre no es capaz de salvarse a sí mismo. En los últimos siglos, especialmente a partir de la Revolución Francesa, seguida por la Revolución Comunista Rusa, el intento de lograr un nuevo tipo de hombre, una felicidad terrena no solo no es posible, sino acaba en la masacre de millones de personas. El Marxismo consideraba que el mal estaba en el capitalismo, el hecho de que la propiedad estaba en manos de privados, mientras el Nazismo pensaba que para alcanzar la sociedad perfecta se tenía que purificar la raza arria. No hace falta comentar mucho acerca de los resultados de estas utopías, aunque quedan no pocos incluso intelectuales y profesores de universidad que apoyan la solución socialista y comunista pese a los resultados desastrosos que han tenido. Hoy en día, se está promoviendo en parte una nueva ideología que llaman "progreso" que supuestamente va a dar la tan anhelada felicidad a las masas. Las Naciones Unidas y otros entes internacionales como también grandes magnates están promoviendo esta ideología que incluye lo que se llama el transhumanismo. Se trata de privar a los seres humanos su libertad para controlar cada aspecto de su vida, incluso meter chips en su cuerpo y controlar cada aspecto de su vida, cosa ya muy avanzada en China comunista. Parte de todo esto es el falso calentamiento global que ahora llaman cambio climático porque lo del calentamiento no cuela. Se trata en parte de alargar la vida, de conecta el cerebro a computadoras que supuestamente ayudarán a que el hombre solucione todos sus problemas en este mundo, incluso el de la muerte, alargando la vida. Algunos de los transhumanistas llegan a pensar que eventualmente van a poder superar el problema de la muerte. La falsa pandemia de COV19 forma parte de esta estrategia. Ya han logrado el primer paso que era meter pánico en la gente, obligarles a andar por todas partes con las mascarillas que no solo son inútiles sino perjudiciales para la salud ,pero sirve como medio de control de la población. Una vez que la gente aborregada acepta eso, luego viene la vacuna obligatoria, es decir, el supuesto remedio para el mal que los mismos han creado. La vacuna va a cambiar el ADN de las personas y por ellos tendrá secuelas nefastas incluso para las futuras generaciones. En todo caso, tanta tecnocracia no satisface al hombre ni van a funcionar ninguna de las medidas científicas y técnicas que han inventado y van a inventar. 

Volvamos a las palabras de Jesús: "¿Qué aprovecha al hombre ganar todo el mundo si pierde su vida?". Dios ha creado al hombre a su imagen y semejanza y nos ha enviado a su Hijo al mundo para ser "camino, verdad y vida" de manera que nada que se aleja del `plan de Dios para nuestra verdadera felicidad que no su alcanza alargando la vida con la ayuda de la tecnología o lavando el cerebro metiendo dentro de él unos chips, podrá salvarlo. Jesucristo es nuestro único salvador. Uno de los grandes santos del siglo IV que defendía la doctrina de la Sma. Trinidad cuando el hereje Arrio la rechazó diciendo que Jesucristo no era más que la criatura primera y más perfecta, respondía que solo Dios puede salvar al hombre, es decir, Jesucristo Nuestro Señor y lo hace amándonos hasta el extremo de morir en la cruz para liberarnos del pecado y la muerte. Que no seamos borregos ni nos dejemos engañar por los nuevos intentos de salvarnos que infaliblemente van a fracasar como fracasó el comunismo, el nazismo y demás "ismos" que han inventado y han hecho el siglo XX el de más muertes violentas y también más mártires. Los planes que se están tramando ahora pudieran ser peores porque podrían afectar las futuras generaciones y llegar a ser, en palabras del apologeta inglés C.S. Lewis "la abolición del hombre". La única salvación que hay es la de Jesucristo que nos llega por la cruz y nos invita a tomar la cruz por sin sufrimiento y dolor no hay amor y Dios es Amor, como dice San Juan en su primera carta 4,8, No nos olvidemos las palabras de Santa Teresa de Jesús: "Sólo Dios basta".




viernes, 21 de agosto de 2020

LA RESPONSABILIDAD QUE VA CON TENER PODER.

 HOMILÍA PARA EL DOMINGO XXI DE TIEMPO ORDINARIO, CICLO A, 23 DE AGOSTO DE 2020.

   La primera lectura tomada del libro de Isaías comienza así: "Así dice el Señor a Sebná  mayordomo del palacio. Te echaré de tu puesto. Te destituiré de tu cargo..." Para comprender este episodio hay que volver atrás al c, 18. Sebná era el mayordomo del Rey Ezequías cuando Senaquerib, rey de Asiría llegó a Jerusalén y le puse sitio en el año 732 a. C.. Pese a tratarse de un momento de gran crisis en el país, a Sebná se le ocurre mandar construir una gran tumba fuera de la ciudad, probablemente en el Valle de Cedrón. Es el único individuo que condena Isaías probablemente por su egoísmo, máxime en un momento de gran crisis. Vemos en nuestro pasaje que es reemplazado por Eliacín, y reducido a ser meramente secretario del rey. La tamba serviría para que las futuras generaciones se acordaran de él. Sin embargo el profeta le avisa que morirá en el extranjero, de manera que de nada le serviría el monumento. Como dice el dicho latino "Sic transit gloria mundi", "así pasa la gloria de este mundo". 

Este pasaje nos ayuda a reflexionar sobre el poder y cómo hemos de manejarlo, Todos tenemos algún tipo de poder, aunque sea menor, así un padre de familia sobre los hijos, un maestro sobre sus alumnos, un jefe en un negocio. El poder en sí no es malo, pero no se necesita mucha inteligencia para darnos cuenta de que hay el peligro de abusar de él, y mientras más poder tiene una persona mayor es el peligro. Jesús decía a los apóstoles que él había venido "no para ser servido sino para servir y dar su vida para el rescate de muchos". Más poder significa la obligación de servir a más personas. El deseo de servir implica humildad y que a su vez, en palabras de Santa Teresa, es "andar en la verdad".  Hemos de tener presente que somos criaturas de Dios y como dice San Pablo ¿qué tienes que no hayas recibido". Si somos humildes, nos daremos cuenta de que tenemos muchos defectos y que otros son más virtuosos que nosotros, y por ello no deberíamos de compararnos con ellos considerándonos mejore que ellos. 

En el evangelio de hoy, hemos escuchado la profesión de Pedro que declara que Jesús es "el Mesías, el Hijo de Dios". Jesús alaba a Pedro porque esa confesión de fe no provino de ninguno de este mundo sino del Padre que está en el cielo. Enseguida Jesús comienza a explicarles a los apóstoles que él tendrá que sufrir a manos de las autoridades y morir en la cruz. A Pedro, ni a ninguno de los demás les entraba en la cabeza cómo el Mesías fuera a acabar de esa manera ignominiosa cuando entendían que sería el nuevo Rey David que conquistaría a los romanos y establecería su reino en Jerusalén a donde llegarían los paganos a dar culto al verdadero Dios en el templo. Jesús tuvo que reprender a Pedro e incluso llamarlo Satanás, u obstáculo en el camino. O sea el poder que iban a alcanzar eventualmente los apóstoles en la Iglesia se iba a alcanzar a través de la humildad y la entrega de sí mismos como Jesús en la cruz. Era una lección que en aquel momento, ni cuando fue preso Jesús en la noche de Jueves Santo acababan de captar porque todos ellos se escaparon con la excepción de San Juan y solo quedaron las mujeres como testigos de la muerte de Jesús en la cruz. 

Esta es una gran lección y pidamos al Señor por la intercesión de la Santísima Virgen María, la esclava del Señor que podamos aprender como manejar el poder que tengamos aunque sea poco, es decir, con humildad como María, 


sábado, 15 de agosto de 2020

Dios elige a quien quiere

 Homilía XX Domingo de Tiempo Ordinario, Ciclo C, 16 de agosto de 2020.

En nuestra cultura actual se da una gran importancia a la igualdad, al menos en teoría, y se condena la discriminación. Veamos qué sucede en la Biblia, tanto el Antiguo Testamento como el Nuevo. Parece que Dios escoge a quien quiere y deja fuera a otros aunque pudieran parecer mejores. Escogió a Israel como su pueblo elegido y el Libro del Deuteronomio dice claramente que no era más granda, más poderoso que otros pueblos a su alrededor. Escogió a Abel y lo favoreció frente a Caín. Eligió a  Abrahán como el Patriarca de su pueblo. Desconocemos si había otros posibles candidatos. El hijo de la esposa legítima se lleva toda la herencia, en este caso Isaac es favorecido más que Ismael. Escoge a Jacob por encima de Esau, pese a que Jacob resulta ser un mentiroso que engañó a su padre para que le diera la bendición a él y no a Esau. Escogió a David de entre todos sus hermanos, muchos de ellos siendo más fuertes y guapos, pues cuando llegó Samuel a ofrecer un sacrificio a Dios y ungir al que iba a ser Rey de Israel, y al mismo tiempo rechazó a Saúl. Sucede lo mismo en el Nuevo Testamento. ¿Por qué Jesús escogió a los doce apóstoles cuando había otros muchos que no fueron elegidos? San Pablo, aunque tenía una excelente educación y otras cualidades, había sido persuadir de los cristianos, Sin embargo, Dios lo escogió como s "vaso de elección" para evangelizar a los gentiles. 

Este modo de proceder de Dios, según la mentalidad actual, parece poco equitativo. Sin embargo, si hacemos una lectura más atenta de la Biblia nos damos cuenta de que hay también una corrección en todo esto, Veamos nuestra primera lectura de hoy del Libro de Isaías. Pese a la predilección de Dios a favor de Israel, su preferencia del Monte Sión donde se encontraba su morada, es decir, el templo, este pasaje de Isaías dice "A los extranjeros que se han dado al Señor, para servirlo, para amor el nombre del Señor y ser sus servidores, que guardan el sábado sin profanarlo y preserven e mi alianza los traeré a mi monte santo, los alegraré en mi caso de oración, aceptaré sobre mi altar sus holocaustos sacrificios porque mi casa es casa de oración, y así la llamarán todos los pueblos".La vocación de Israel no era solo para sí mismo sino que por el contrario tenía que llamar a los demás pueblos a conocer al Señor y ofrecer sacrificio en el templo de Jerusalén, la morada de Dios en medio de su pueblo. 

Este mismo plan de Dios se realiza en el pasaje del Evangelio de San Mateo que nos ha tocado escuchar hoy, Una mujer cananea le dice a Jesús "Ten compasión de mí, Señor, Hijo de David, Mi hija tiene un demonio y malo, Jesús queda impresionado por la fe de esta mujer pagana y la alaba por su fe, En el pasaje que nos toca de la Carta de San Pablo a los Romanos, y en general en los capítulos 9 a 11 de la misma, San Pablo manifiesta su dolor por el rechazo de gran parte del Pueblo de Dios de Israel a Jesús como Mesías, pero explica que al final Dios los salvará también. De hecho, ya al principio del siglo II o antes, los judeocristianos se habían separado de la Gran Iglesia que para entonces era de los gentiles. Aunque Dios, a través de Isaías se expresa de manera tan hermosa y alentadora acerca de la misión de los pueblos en el plan de Dios para la salvación de todos, que como sabemos se realiza en Jesucristo Nuestro Señor, la parte más numerosa del pueblo de Israel no aceptó a Jesús, algo muy paradójico como en general se nota en los evangelios y en San Pablo, 

Israel era el instrumento escogido para atraer a los pueblos a Dios. Este es el modo de proceder de Dios. Escoge a algunos para que sean sus representantes, sus evangelizadores para que a través de nosotros otros muchos puedan llegar a conocer a Jesús y eventualmente salvar gracias a nuestro testimonio y nuestras palabras. ¿Estamos realizando esta misión?   

2


sábado, 8 de agosto de 2020

LA IMPORTANCIA FUNDAMENTAL DE LA FE

HOMILÍA DEL DOMINGO XIX DE TIEMPO ORDINARIO, CICLO C, 20 DE AGOSTO DE 2010.

En primer lugar, notamos en este pasaje la prioridad que Jesús da a la oración solo en un monte. Esto se nota en otras partes del evangelio también. Este hecho se refleja también en la primera lectura que está tomada del Primer Libro de los Reyes. Se trata del profeta Elías que después de una lucha con unos 450 profetas, y estando perseguido por los soldados enviados a perseguirlo por le reina Jezabel, se rinde en el desierto y no le quedan ganas de seguir adelante, pese a haber hecho ya grandes prodigios. En medio del desierto, se siente agobiado y prefiere morir. Se presenta un ángel que le ofrece un jarrón de agua y pan y le invita a seguir su camino hasta la Montaña de Dios, que es Horeb o Sinaí, donde Moisés se había encontrado con Dios y le dio los diez mandamientos. Cuando llegó a la montaña, espera que Dios esté presente, pero aunque había habido truenos y relámpagos.un terremoto.u huracán pero Dios no estaba en ninguno de estos fenómenos, hasta que llegó un suave, una brisa casi imperceptible y en ella se encuentra Dios. En el caso de Jesús, estaba acostumbrado a retirarse a lugares solitarios para levantar la mente y el corazón a Dios su Padre.

Los apóstoles estaban cruzando el lago y se presentó una tremenda tormenta que los asustó. De repente, ven una figura humana caminado sobre las aguas y reconocen que es Jesús, Pedro, como de costumbre, se adelante y pide a Jesús si puede caminar sobre las olas hacia Él. Jesús accede y se lanza Pedro al agua hasta que se da cuenta de lo peligroso que eso pudiera ser y comienza a hundirse. Levanta un grito al Señor y lo salva. Pedro se lanzó con gran confianza, pero al darse cuenta de lo que estaba haciendo en vez de estar seguro de que no pasaría nada porque estaba Jesús allí, se asusta. 

Este episodio se ha interpretado a lo largo de los siglos como una imagen de la misma Iglesia amenazada por los ataques del mundo y la necesidad de una gran fe para superar tales embates. Si la Iglesia en miedo de los peligros del mundo no tiene su vista fija en el Señor, como San Pedro, tendrá muchas más dificultad. 

Luego Jesús menciona la importancia de la fe. Dice que si los apóstoles tuvieran fe tan solo como una semilla de mostaza, podrían decir al monte que se hunda en el mar y obedecería. No es que tengamos que tomar al pie de la letra este dicho, pues con frecuencia Jesús utiliza la forma de hablar llamada  hipérbole o exageración para que sus oyentes pudieran campar mejor lo que decía. En todo caso, está clara la importancia fundamental de la fe. 

¿En qué consiste la fe? Se trata de la respuesta nuestra de la revelación o manifestación o autocomunicación de sí mismo a nosotros que se recoge en la Biblia y la Tradición de la Iglesia. En primer lugar, la grandeza, la sabiduría y el poder de Dios se manifiesta en la creación del universo de la nada, tanto el macrocosmos con los miles de millones de  estrellas y galaxias, todas en un orden maravillosa. Luego está el microcosmos, de manera especial en el caso de los seres vivos que la biología va descubriendo y es asombroso. Todo esto debería de llevarnos a reconocer a Dios como el creador del universo, pero además, se ha revelado a lo largo de la historia de Israel a través de los Patriarcas, Moisés y los Profetas culminando en el misterio más increíble que es el hecho de que el Logos, Hijo de Dios, segunda persona de la Sma. Trinidad llegar a hacerse uno de nosotros, morir en la cruz y resucitar. Aunque podemos descubrir algo de todo esto con nuestra mente humana, con la razón, también se necesita la fe sobre todo cuando se trata de los grandes misterios como son la Encarnación, la Sma. Trinidad y la Redención. Hay múltiples motivos para creer en todo lo que Dios ha revelado y se expresa en la fe de la Iglesia, es decir, el Credo y los dogmas de fe. Se trata de aceptar con verdaderos todos los misterios de la fe, por confianza en la sabiduría de Dios que no puede engañar ni ser engañado. Claro, la fe es un don de Dios que se nos regala en el Bautismo y hemos de desarrollar a lo largo de nuestra vida. 

San Pablo no se cansa de insistir en la fe como el camino de la justificación y no la ley antigua y la circuncisión, La justificación significa el paso de ser enemigos de Dios y alejados de Él debido al pecado original de Adán y Eva que hemos heredado todos. La fe se resume en lo que se llama el "kerigma" o la proclamación de Jesucristo como nuestro único Salvador. Sigue la catequesis que es una explicación sistemática y completa de todo lo que es la fe de la Iglesia y se recoge en el Catecismo de la Iglesia Católica. Obviamente, la catequesis es muy importante y no debemos de pensar que se trata de una instrucción solamente dirigida a los niños. De hecho la catequesis de los adultos es más importante que la de los niños, porque si los padres, por ejemplo, tienen un escaso conocimiento de la fe y la moral, difícilmente van a poder cumplir su misión de ser los primeros y más importantes educadores de sus hijos.  Por ejemplo, ellos han de enseñar a los niños a rezar desde muy pequeños y su enseñanza tiene que ser avalada ante todo por el ejemplo. 

La fe se desarrolla con el aprendizaje de su contenido y también por a oración, la participación en la Santa Misa y otros aspectos de la Sagrada Liturgia, el conocimiento de la Palabra de Dios que contiene la Sagrada Biblia, pues San Jerónimo decía que "ignorancia de la Sagrada Escritura es ignorancia de Cristo". Pongamos un gran empeño tanto en el conocimiento de la fe como en su práctica. Nadie da lo que no tiene.