sábado, 31 de marzo de 2018

LA GRAN SORPRESA. LA TUMBA VACÍA Y LA APARICIÓN DE JEDÚS RESUCITADO

HOMILÍA DEL DOMINGO DE PASCUA, 1 DE ABRIL DE 2018. 

Imagémonos la situación de los disciípulos de Jesús después de su muerte y sepultura. Las mujeres habían visto la tumba cerrada y asegurada con una gran losa y se habían retirado una vez terminada la sepulutra de Jesús, porque el día siguiente era sábado, y además un sábado muy solemne por coincidir co la Pascua aquel año. El sábado empezaba con la puesta del sol del viernes en la tarde y entraban en vigor las leyes esctrictas del descanso sabático de los judíos y concretamente la prohibición de caminar más de un cierto número de pasos en sábado. San Lucas en el episodio de los dos discípulos camino a Emaús retrata la mentanlidad de ellos en aquellos momentos de tanto dolor y el fin de su gran esperanza de que Jesús fuera a ser el Mesías, el que iba a liberar a Israel. Todo habría quedado en nada, las grandes esperanzas surgidas por el mensaje de Jesús y sus extrarordinarias milagros encerrados con su cuerpo para siempre en el sepulcro. A nadie, pero nadie, se le ocurrió la esperanza de una resurrección de Jesús al tercer día, aunque seguramente como muchos judíos de la época, y en primer lugar los farieseos, esperaban una resurrección de los justos al final de los tiempos, pero que en el caso de Jesús se hubiera adelantado, no se le ocurrió a nadie. Al parecer, menos a los discípulos en el dolor que experimentaban. Curiosamente, algunos teólogos y exegetas contempóráneos, también católicos, han propuesta la teoría de que la resurrección de Jesús fue una invención de los discípulos que decidieron que pese a todo, la misión de Jesús tendría que seguir adelante, pero de resurrección nada de nada. Fíjémonos en la crasa ignorancia de estos estudiosos, supuestamete dxpertos en la Biblia que no captaron este hecho que salta a la vista en los relatios de Jesús resucitado. Las mujeres, y la primera entre ellas, María Magdalena acudieron al seupulcro a la primera hora del dommigo, una vez que había pasado el sábado con sus leyes restrictivas, acudieron al sepulcro o simplemente para llorar o para embalsamar como corresopondía el cuerpo de Jesús por no haber tenido tiempo el vienes en la tarde. 

Sa Juan comienza su relato de la ida de María Magdalena al sepulcro con una indicación de cuando se dio el hecho: "el primer día de la semana", es decir, dominngo. Hoy en día ya no se considera el domingo el primer día de la semana sino lunes por ser el primer dia de trabajo. Los cristianos le dieron un nuevo nombre a ese día" "hemera kyriaké" en griego o "dies domiica" en Latín, es decir, el Día del Señor. Indica que se trata no solo de una indicación cronológica sino que del primer día de la nueva creación, o también el octavo día de manera que la semana corresondería a la primera creación tal y como se relata en el primer capíutlo del Libro del Géesis, y con el octavo día se da inicio a la nueva creación con la resurrección de Jesús de la timba. Es del día de la Nueva Pascua, no ya el paso de los hebreos de la opresión del Faraón a la Tierra Prometida, sino el paso de Jesús y de todos nosotros los bautizados de la antigua creación que había quedado dañada debido al pecado original y demás cúmulo de pecados. 

En el caso de los otros evangelios, llegan varias mujeres con la intención de ambalsamar el cuerpo de Jesús y encuentrann o un hombre vestido de blanco (San Marcos) o unos ángeles que les anuncian que Jesús no está en la tumba, que ha resucitado y va delante de ellas a Galilea o que les avisen a los apóstoles y particularmente a Pedro el hecho. María Magdalena, al igual que las otras mujeres, se llea de temor y se va corriendo de la tumba para avisar a los apóstoles. Ella estaba segura de que la tumba vacía trataba del robo del cuerpo de Jesús y perseveró en esa idea hasta que se encontró con Jesús y pensaba que era el hortalano.  Luego llegan San Pedro y San Juan, el disciípulo que Jesús amaba. Este llega antes, pero no entra. Este hecho pudiera simbolizar que el mayor amor lleva a adelantarse, y también el hecho de esperar hasta la llegada de Pedro, una indicación de la importancia de Pedro, pese a su negación en la Pasión. 

¡Qué ven? Nuestro pasaje de hoy no lo dice, pero después de Pedro entró el discípulo que Jesús amaba y el evangelista afirma que "vio y creyó", pero no da detalles acerca de lo que creyó. Podemos suponer que debido a que Jesús habá profetizado su muerte y resurrecció a los apóstoles, pero obviamente en aquellos momentos no eran capaces de comprender a qué se refería, y que ahora al ver la tumba vacía el discípulo se dio cuenta de que se había cumplido lo que Jesús había profetizado. En todo caso, la tumba vacía por si misma no constituye una prueba de la resurrección de Jesús, como es obvio dado que la misma Magdalena creía en lo del cuerpo robado. Sin embargo, se trataba de un primer paso y algo imprescindible para probar el hecho de la resurrección. Si hubiera quedado el cuerpo en la tumba, no hubiera sido posible para ellos ni creer en el misterio de la resurrección ni predicarlo fehacientemente. La fe procede por pasos y la tumba vacía es el primero de ellos. 

También el evangelista hace otro comentario al afirmar que hasta aquel momento el discípulos no había comprendido la Escritura que afirmaba que Jesús resucitaría. Este es un punto importante y lo resalta San Pablo al inicio de su tratado sobre la resurrección en el c. 15 de su Primera Carta a los Corintios. Formaba parte de la profesióln de fe que Pablo recibió al ser bautizado. Murió en la cruz, según la Escritura y resucitó al tercer día de igual manera. Por tanto, la recta comprensión de la Escritura es un paso fundaental para llegar  a la fe en Jesús resucitado de etre los muertos. 

Dejemos el resto del pasaje que relata la aparición de Jesús resucitado a la Magdalena que probablemente era la primera de las apariciónes, y comentemos un poco sobre nuestra segunda lectura de hoy que está tomada de la Carta de San Pablo a los Colosenses. Se trata de una consecuencias fundamental de la resurrección de Jesús para nosotros: "Si habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de allá arriba donde Cristo está sentado a la derecha de Dios".  Ya en la Carta a los Romanos había explicado que en el bautismo hemos muerto con Cristo y hemos resucitado con ñel, aunque se trata todavía de una realidad escondida. Hemos de darnos cuenta del hecho de que el bautismo ha realizado un cambio radical en nosotros, pues por nuestra unión con Cristo ya en esta vida, en cierto sentido ya estamos con Él en el cielo "a la diestra de Dios". Si esto es así, viene con unas exisgencias para nuestra vida ya en este mundo, pues "nuestra vida está escondida con Cristo en Dios". Por ello, es urgente rechazar todo lo mundano, los vicios, las malas tendencias, en una palabra lo que San Pablo llama "el hombre viejo" y "caminar en la novedad de vida" animado con la unión con Cristo resucitado. Todos estamos llamados a la santidad y ya hemos sido consagrados  y unida a la del Cristo glorioso por el bautismo y eso tiene una serie de exigencias sobre cómo hemos de vivir. La moral cristiana no es un iposició externa y abritraria sino es el camino único para que a través de nuestra union con Cristo, que es nuestra vida, alcancemos la verdadera felicidad, parcialmente en este mundo y plenamente en la vida eterna. Hay que decir  que o se trata de otra vida, sino la misma llevada a su plentiud, como la que Jesucristo posee gracias a su resurrección de entre los muertos. 

Este año, como todos los años, la Iglesia nos ofrece 50 días para profundizar en este misterio maravilloso de la Pascua y dar cada año unos paso nuevos y definitivos para poder llegar a la plenitud de esta vida nueva al pasar nosotros de esta vida a la vida verdadera y el cumplimiento de la esperanza que el Señor ha depositado en nostoros con el bautismo.   



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sábado, 24 de marzo de 2018

DOIMNGO DE RAMOS

HOMILÍA DEL DOMINGO DE RAMOS, 25 DE MARZO DE 2018, CICLO B.

Con este domingo damos inicio a la celebración de la Semana Santa incluyedo el Triduo Pascual que tiee su inicio el Jueves Santo co la celebración de la Eucaristía In Coena Domini hasta el Domingo de Pascua, siendo las jormandas de mayor itensidad litúrgica de todo el año cristiano. En el siglo II, la Iglesia celebraba una sola fiesta e el ciclo anual, y obviamete el domingo, es decir, la Pascua en la Gran Vigilia, que comenzaba aa medianoche y terminaba  en la madurgada. Esta celebración era de gran solemnidad y los cristianos la celebraban con una gran esperanza de la vuelta del Señor en su gloria, que pensaban que se daría en la Pascua. La palabra pascua proviene griego "pasca" y el latín,. En Hebreo es "pesak". Recuerda el paso del ángel de la muerte por las casas de los israelitas en Egipto cuando se realizaba la última de las plagas, es decir, la matanza de los primogénitos de los egipcios, y también el paso por el Mar de las Caas hacia la tierra prometida. La muerte de Jesús se dio certamente en la ocasicón de la celebración de la Fiesta de Pascua en la que los judíos hacía memoria de esa gran hazaña de Dios al liberarlos de la opresión del Faraón y eventualmete llevarlos a la Tierra Prometida, que manara leche y miel.  Para nosotros se trata del paso de Jesús a través del dolor y la angustia de la Pasión y la muerte horrosa en la cruz a la gloria de la resurrección. La Iglesia en su liturgia nos propone en estos días, empezando con el día de hoy. Domingo de Ramos, los acontecimientos que vivió Jesús en aquellos días desde este domingo e el que entró triunfalmente a Jerusalén jutamente con sus seguidores que cantaban "Hosana" hasta el gran Domiingo de la Resurrección con el encuentro de la tumba vacía y las primeras apariciones del Señor resucitado a las mujeres y a los discípulos.

A partir del siglo IV y en Jerusalén, donde se encontraban a la mano los lugares en los que  Jesús vivió todo el drama de la Pasión y la cruz, los cristianos empezaron a celebrar estos misterios en los mismos lugares. Contamos con un relato de aquellas conmemoraciones de una virgen llamada Egeria que realizó una peregrinació a Tierra Santa y a Egipto en la última década del siglo IV. Así tiene su inicio la celebració de la Semana Santa para todos los cristianos.

En primer lugar,voy a hacer una breve referencia al significado de la entrada de Jesús a Jerusalén como Rey que llega al templo, cosa que se basa en la profecía de Ezequiel, c. 10 y el c. 9 del Profeto Zaquarías. Luego haré unos comentarios breves al relato de la Pasión, pues nos toca escuchar este año la Pasión según San Marcos.

En el siglo X antes de Cristo, el Rey David llevó el Arca de la Alianza a Jerusalén ciudad que había conquistado y establecido como a capital de Israel, y danzó delante de la misma. Su hijo Solamón construy´un gran templo para acoger el arca y establecer el culto de Israel en él. A lo largo de los siguietes siglos, los reyes de Israel había permitido la contaminaciónd el templo con la introducción de ídolos provenientes de los pueblos extranjeros. En tiempos de Jesús, también el templo había sido corrumpido y Jesús en el episodioi de la expulsión de los vendedores el mismo había intentado purificarlo y acabar con el comercio y cambio de monedas en los mismos precintos del tiemplo. El evangelio de San Marcos dice que Jesús venía de Betfagé y Betania por elMmonte de los Olivos, es decir de Oriente y los seguidores cataban reconociédolo como hijo de Davida y por ello Mesías. Los días posteriores, Jesús acude al templo cada día y predica allí a la gente, pese a las objeciones de los fariseos y los sacerdotes.

También este domingo se denomina Dominngo de la Pasión. Por un lado está el aspecto gozoso de la entrada de Jesús a Jerusalén y los cantos de "Hosana" de parte de sus seguidores, y por otro, la Iglesia nos pone la lectura de la versión de Pasión, este año de San Marcos. Jesús es rey y mesías, pero su mesianismo se tiene que cumplir a través del dolor, la angustia y la muerte más horroso imaginable de la cruz, como lo hacía los romanos.

Algún exegeta ha observado que los evangelios son un relato de la Pasión con una larga itnroducción, lo cual significa que el relato de la Pasión era de suma importancia para los primeros critianos y es donde más detalles se nos entrega en cada evangelio, aunque no en todos los detalles  coinciden en todos ellos , como es lógico. Quiero hacer un breve comentario acerca de los perosnajes que intervienen en este gran drama:

En primer lugar, tenemos a los apóstoles. La verdad es que estaban lejos de manifestarse como heéoes, sin más bien como traidores, y eso no sólo Judas y San Pedro, sino que el resto de ellos se escaparon y se llearon de miedo.¿Seríamos nosotros mejores que ello se las mismas cirunstancias? Lo dudo.

Luego, los sacerdotes y los fariseos: Estos, según lo que relata San Juan en su evangelio habían hecho cálculos políticos. Se trataba de sacrificar la vida de Jesús pensando que con eso evitarían que los romanos destruiría Jerusalén y el templo, cosa que se dio como el resultdo de la Guerra Judaica de 66 a 70, debido al fanatismo de los judíos y también a la mentalidad de no pocos gobernardores romanos que los trataban mal.

Las mujeres: Es notable que ellas estaban presente no sólo en el camino hacia el Calvario sino cerca de la cruz, incluyendo la María Santísima. Manifestaron más valentía que los apóstoles.

Pilato: No es tan fácil saber cuál era su verdadera actitud. Los cristianos tendían a verlo más positivamente de lo que realmente era. Posteriormente, fue removido por mal gobierno unos años despues de la muerte de Jesús. . Lo que sí parece es que no tenía dudas acerca de la inocencia de Jesús y del hecho de que no presentaba ningún peligro para los romanos. Se dejó manipular por los sacertotes y se manifestó como hombre de poco carácter condenando a Jesús mientras estaba convencido de su inocenia.

Simón de Cirene: Éste al parecer no es que haya querido llevar la cruz, pero debido a la debilidad de Jesús como resultado de la flagelación, lo obligaron los soldados. Es una imagen de todo cristiao que está llamado a colaborar con Jesús e la redención del mundo y compartir su cruz para luego llegar a compartir su gloria en la resurrección.

José de Aramitea, Nicodemo y el centurión. Estos salen mejor parados. El primero debía de ser un hombre valiente que no tenía miedo de acudir a Pilato para pedir el cuerpo de Jesús, pese al odio de los judíos. Además, como San Marcos nos da su nombre, podemos suponer que llegó a ser miembro de la comunidad cristiaa y que fuera conocido en ella. Nicodemo perdió su miedo y proveyó lo necesario para embalsamar el cuerpo de Jesús. El centurión tiene un papel importante en el Evangleio de Marcos. El eangelisa comienza declarando que Jesús es el Mesías e Hijo de Dios. A la mitad del Evangelio, 8,29 la confesión de San Pedro de Jesús como Mesías e Hijo de Dios es muy importante. Ahora en el momento de la muerte de Jesús, es un soldado romao, pagano el que declara que "este hombre era Hijo de Dios". Hay que recordar que el Evangelio de San Marcos fue escrito para conversos del paganismo.

Abramos, pues nuestra mente y nuestro corazón para vivir estos días en los que no solo conmemoramos los últimos pasos de Jesús en este mundo, sino a través de las celebraciones litúrgicas las actualizamos y se conierten en fuentes de gracia y de conversión en nuestra vida. Que no dejemos pasar esta Semana Santa y luego la Pascua de este ao 2018 si haber dado unos pasos hacia un compromiso más serio de seguir a Jesús, pues en eso consiste la santidad a la que Dios nos llama a todos sin excepción. .

viernes, 16 de marzo de 2018

LA NUEVA ALIANZA

HOMILÍA PARA EL QUINTO DOMINGO DE CUARESMA, CICLO B, 18 DE MARZO DE 2018.

La primera lectura de nuestra misa de hoy es uno de los textos más emblemáticos del Antiguo Testamento. Se trata de la promesa de Dios hecha a través del profeta Jeremías de una nueva alianza escrita y no en tablas de piedra, sino en el corazón del hombre (Jer 31,31-33). En la Biblia se dan varias alianzas propuestas por  Dios: la aliaza con Adán, con Noé, con Abrahán, con Moisés en el MOnte Sinaí,y la que se hizo con David. Una alianza es un pacto sagrado, en le caso de la Biblia, entre Dios y su pueblo a través de un representante del mismo, en el que Dios promete ciertas cosas y pide un compromiso del pueblo de cumplir lo propuesto. Eran comunes las alianzas etre un rey y sus vasallos. Dios se rebaja y propone un acuerdo con el pueblo, pero a los miembros del pueblo les corresponde un cumplimieto leal de lo que Dios les pide. Es fácil constatar que a lo largo de la historia sagrada del pueblo de Israel que fue infiel a las alianzas con su Dios. Si embargo, Dios nunca se cansó de ellos y los perdona una y otra vez dándoles otra oportunidad.

Pasemos ahora de las palabras del Profeta Jeremías a las de Jesús en la ültima cena al insituir la Eucaristía, en concreta las que pronuncia sobre la copa al convertir el vino en su sangre, que repetimos en cada una de nuestras Misas: "este es el cáliz de mi sangre, sangre de la nueva y eterna alianza derramada por vosotros y por muchos para el perdón de los pecados". Ciertamente, caulquier judío como era el caso de los apóstoles se daría cuenta enseguida al escuchar estas palabras de Jesús que hacía referencia al texto de Jeremías, que en realidad se cumplía en aquel momento y luego el día siguiete en la cruz.

Esta nueva alianza profetizada por Jeremías, iba a ser sustancialmente más perfect y supeior a las anteriores. Ya no se trataría de unas estipulaciones de la alianza escritas en piedra o provenientes del exterior, sino que quedaría escrita en el mismo corazón del hombre. En el Libro de Ezequiel, Dios promete arrancar del hombre el corazón de piedra y darle un corazón de carne. Se trata, pues, no de una imposición de una serie de leyes sino de un cambio radical en el mismo hombre de manera que esta nueva alianza sería la definitiva que no fracasaría como las ateriores.

Sabemos que el hombre nace, como una tabla rasa, en palabras de Aristóteles. Su vida comienza ya con la concepción y es un ser mínúsculo que se va a desarrollar paulatinamente hasta llegar a ser hombre. También tiene necesidad de aprender muchas cosas, como por ejemplo cómo camniar, como hablar la propia legua matera, y todo lo demas que solemos aprender en la escuela y a lo largo de toda la vida. El que toca piano o el que juega golf, por ejemplo, tiene que aprender a través de un sin fin de repeticiónes como utilizar los dedos para tocar bien las teclas y producir un sonido musical, o cómo pegar la pelota con el palo convertiéndo en parte de sí mismo los prinicpios del juego o de la música o cualquier otro arte u oficio. Pasa lo mismo con los hábitos y las virtudes. A través del esfuerzo y la repetición el niño, y también el adulto, tiene que aprender a controalar su mal genio, a respetar a los demás, a pedir perdón cuando comete una falta que perjudica a los demás, y un sin fin de otras actividades que eventualmente llega a ser parte de su carácter y de su mismo ser, de manera que le resulta fácil y prácticamete automático realizar tales actos o la práctica de la virtud.

Así sucede también con la ley de Dios, que es una manifestación de su amor hacia nosotros. Es cierto que debido al pecado original y a lo que los teólogos llaman la concupiscencia, nos resulta difícil y prácticamente imposible evitar todo pecado y se nos hace más fáicl hacer el mal o no hacer el bien que hacerlo. San Pablo escribe a los romaos: ·El amor de Dios ha sido derramado en vuestros corazónes por el Espíritu Santo que se os ha dado )Rom 5,5). Por eso, Santo Tomás de Aquino afirma que "la nueva ley es el Espíritu Santo". En el bautismo fuimos convetidos en hijos de Dios en el Hijo,  Jesucristo y las tres divnias personas habita en nosotros. Este hecho provoca un cambio radical en nostoros que se llama técnicamete la justificación, o el paso de ser enemigos de Dios por el pecado original a ser sus hijos y amigos en su Hijo Jesucristo. Esto se llama la gracia santificante. Se nos convierte en santos y todo lo que os corresponde hace ren esta vida es cumplir esta consagración que es la santidad, cumpliedo en cada momento y cirucnstancia la voluntad de Dios como hizo Jesús. Ahora bien, todo lo que hace Dios, lo hace el Padre, por el Hijo en el Espíritu Santo. Así que el Arcángel Gabriel le dijo a María en la  Anunciación: "El Espíritu Santo vendrá sobre tí y el que va a nacer se llamar Hijo de Dios". El ser hijos de Dios implica la exisgencia de vivir como tales, y en eso consiste la ley de Dios. Un segundo paso en este proceso de nuestra divinización o partiicpación en la naturaleza divina, es que Dios infunde en nosotros las viturdes teologales de la fe, la esperanza y la caridad, y las virtudes cardenales de la prudencia, la justicia, la fortaleza y la templanza, como principios operativos, gracias a los cuales podemos actuar según nuesto nuevo ser y como dice San Pablo "caminar de la novedad de vida".

Por lo tanto, la moral cristiana no es una imposición externa y ajena a nuestro ser, sino  la consecuencia lógica de nuestra elevación a una vida nueva de como hijos de Dios o como se dice también la gracia santificante. No podemos pensar, pues que la ley de Dios es imposible de cumplir. Dios que os ama infinitamente no nos manda hacer nada imposible, sio por el contrario nos concede su gracia para poder hacer lo que es nuestro propio bien y asi alcanzar el destino de la felicidad eterna en el cielo, que en parte comienza ya e este mundo con nuestor bautismo.

sábado, 10 de marzo de 2018

EL AMOR MISERICORDIOSO (HESED) Y LA IRA DE DIIOS

CUATRO DOMINGO DE CUARESMA, CICLO B, 11 DE MARZO DE 2018

En Dios todas las cualidades se identifican con su mismo ser, de manera que "todo lo que hay en Dios es Dios". Con frecuencia, la Biblia habla del amor compasivo y misericordioso de Dios y también de la ira de Dios. E Dios todo es una sola realidad, pero nosotros necesariamente tenemos que distinguir los diversos aspectos, de manera que cuando se habla de la ira de Dios, no se trata de un dios airado y enojón. Más bien, se trata de otro aspecto del amor de Dios. Esto lo descubrimos hoy en nuestra primera lectura tomada del Segundo Libro de las Crónicas, que es una relectura de la historia del Pueblo de Israel.

El Cronista recuerda la infidelidad y rebeldía de los jefes, sacerdotes el pueblo de Judea, que no obedeció al Señor y cometieron la aboninación de intruducir imágenes de los ídolos de otros países en el mismo templo del Señor. Ya hemos comentado en otras ocasiones acerca de la importancia fundamental del templo en la vida del pueblo. Obraron como si Dios les hubiera dado un cheque en blanco en cuanto que interpretaron mal la promesa de la perpetuidad de la dinastía davídica según lo que Dios reveló a  David a través del Profeta Natán e el Ssegundo Lbro de Samuel. Dios con premuara y constancia mandó a los profetas para adveritr a los jefes, sacerdotes y pueblo acerca  del camino de infidelidad que iban seguiendo, pero no hicieron más que burlarse de los profetas, de manera que "la ira de Dios para con su pueblo llegó al culmen". Aquí la ira significa el rechazo de Dios de todo pecado y rebelión.

Dios castigó a su pueblo por la mano de los caldeos, que llegaron a atacar Jerusalén, a destruir sus murallas, y a demoler el mismo templo. Aquí el Rey de Babilonia funge como instrumento de Dios para el castigo del pueblo. Además, llevó a la gente importante al exilio en Babilonia. Todo esto lo había revelado Dios a través del Profeta Jeremías, pero no le hicieron caso. Después de haberse cumplido el tiempo disignado por Dios para el castigo del exilio, a través del Rey de Persia, Ciro, Dios peritió que los israelitas retorasesn a su tierra. Otra vez se nota que Dios en su omnipotencia gobierna y dirige los destinos de los pueblos y se sirve de otro rey pagano para cumplir sus designios acerca de su pueblo elegido Israel. En todo manifiesta su amor, precisamente porque Dios es amor.

En nuestra segunda lectura de la Carta de San Pablo a los Efesios, sigue la misma lógica, Dios "rico en misericordia por el gran amor  con el gran amor que nos manifiesta". También dice el Apóstol que por la resurrección estamos savados por el Señor. Y habla de la extraordinaria riequeza de la gracia de Dios. La palabra gracia etimológicamente significa benevolencia, pero es una palabra cargado con un gran sentido teológico. Dios por su gracia nos libera de la esclavitud del pecado, la muerte y la condena al infierno y nos lleva a ser hijos e su Hijo Jesucristo. Es lo que en el hebreo del Antiguo Testamento se llama hesed. 

Pasando al Evangelio de hoy, encontramos este versículo extraordinario: "Dios ha amado tanto al mundo que entregó su unigénito para que el que crea en Él no se pierda sino que tenga vida eterna" (Jn 3,16), uno de los versículos más emblemáticos de toda la Biblia precisamente porque sintetiza todas la obra de Dios a favor del hombre que ha pecado y rebelado, otro modo de expresar lo que en en el Antiguo Testamento hemos visto que se llama hesed. También, hay que decir que según San Juan el que rehúsa creer ya está condenado. Los grandes signos o los milagros demuestran quién es Jesús y son una invitación a la fe y el que los rechaza no puede entrar en la vida eterna.

Como hemos visto, todas las lecturas de hoy coinicden en el mismo mensaje acerca del amor misericordioso de Dios que nos salva y nos lleva a ser hijos suyos. Este cuatro domigo de Cuaresma tradicioalmente se denomina "Domingo de Alegría". La alegría es fruto del amor y el mensaje que se nos quiere comunicar es que la disciplina de la Cuaresma, la oración, el ayuno y la lismosna que impican renuncia a nuestros caprichos y colocar a Dios en el primer puesto en nuestra vida es fuente de alegría. Además, la penitencia y la mortificación no tienen un fin en si mismas simo que forman parte del camino hacia la Pascua que es entregar la vida para alcanzar la verdadera vida. Jesús pasó por el dolor de la Pasión y la muerte para alcanzar la gloria de la resurrección, y nosotros tenemos que seguir el mismo camino, pues nos ha unido a Él en el bautismo.

sábado, 3 de marzo de 2018

LA PURIFICACIÓN DEL TEMPLO IMAGEN DE NUESTRA PURIFICACIÓN EN ESTA CUARESMA

HOMILÍA III DOMINGO DE CUARESMA, CICLO B, 4 DE MARZO DE 2018.

Hasta el día de hoy, el lugar en Jersualén donde estaba el templo y los pocos restos del edificio imponente que fue en tiempos de Jesús da la impresi´´on por la actitud de los muchos judíos devotos que acuden allí como un lugar verdaderamente sagrado. !Cuánto más en tiempos de Jesús!  Es difícil para nosotros imaginarnos la importancia del tiemplo en el Antiguo Testamento. Era el lugar central donde se ofrecían los diversos sacrificios y se celebraba las grandes fiestas. Es más, era el lugar donde Dios mismo moraba en medio de su pueblo. Los profetas antiguos proclamabann sus oráculos en el templo ante el pueblo reunido. También la Biblia denuncia con frecuencia por boca de los profetas el hecho de que incluso se introducía a íidolos en el mismo tiemplo, y por ello entre otras infidelidades dle pueblo, se dió la destrucción del templo y el exilio a Babilonia en el siglo VI antes de Cristo.  Sin embargo, en el tiempo de Jesús, el templo lo dominaba principalmente la secta de los Saduceso, de la cual procedían los Sumos Sacerdotes y había no poca corrupción. Por otra parte, uno de los principales cometidos de Jesús como Mesías era precisamente la purificaciónd el culto. El iba a instoruducir el verdadero culto "en espíritu y en verdad"..

Los judíos tenían que pagar un impuesto para el sustento del templo y no se podía pagar con monedas romanas porque llevaban la imagen del Imperador y sería una suerte de sacrilegio. Por ello, era necesario que se cambiaran las monedas. Jesús, al  llegar al templo y encontrar ese comercio y otrs actividades imporpias del templo como lugar priveligiado del culto a Dios, reacciónó como ya se decía en la Biblia: ·"Celo por tu casa me consume" )Sal 69,9), y procedió a echar a los vendedores de animales y a los cambistas echando mano de un látigo. 

San Pablo afirma: "".¿O no sabéis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, que está en vosotros y habéis recibido de Dios, y que no os pertenecéis?" (1Cor 6,19). Tammbién Jesús, al responder a los que le preguntan por el motivo de su acción en este caso, dice que  destruriá este templo y en tres días lo volverá a levantar y el evangleista explica que se refería al templo que es su cuerpo. Aquí, obviamente, se hace referencia al misterio pascual, del paso de Jesús a través de la pasión y la muerte a la gloria de la resurrección. Todas nuestra vivencia de la Cuaresma tiene este sentido de disponernos a la próxima celebración de la Pascua de este año y por ende la Pascua que nos tocará vivir al llegar a la muerte. Si la grandísima importancia del templo para los judías se debía al hecho de ser morada de Dios entre los hombres, San Pablo dice que cada uno de los cristianos es templo del Espíritu Santo y morada de Dios. No podemos pensar que San Pablo ignorara la teología del templo en el Antiguo Testamento, pues él había vivido y estudiado muchos años en Jerusalén y desde luego el templo tenía enorme importancia para él. 

¿Cómo es que somos tiemplos del Espírtu Santo? Por el bautismo hemos sido consagrados a Dios, hechos miembros del Cuerpo de Cristo que es la Iglesia, que también es morada de Dios entre los hombres. En el bautismo al ser "injertados" en Cristo que es el Hijo de Dios, llegamos a ser templo en el que inhabitan las tres Divinas Personas y esto tiene como consecuencia convertirnos en hijos de Dios, miembros de la familia de Dios. ¿Y de verdad somos dignos de tal priveligio maravilloso, o más bienn somos como el templo que necesitaba una purificación y la expulsión de todo aquellos que no era digno de ese lugar sagrado? 

Nosotros también necesitamos una purificación y lo primero que nos conviene es un examen serio de conciencia. También en nuestro caso, el Señor con su látigo tendría que realizar una limpieza a fondo de nuestras alamas y la Cuaresma es el tiempo oporutono para ello. Se suele hacer este tipo de limpieza en la casa y en el garaje, echando en la basura todo lo inútil y sacando la murge acumulado que no se ve sin mover todos los muebles y artefactos. Para ello, en nuestro caso, nos conviene pasar a nuestra primera lectura de hoy tomada del Libro del Éxodo. Nos presenta los diez mandamientos revelados por Dios para que nos ayuden en el camino del encuentro con Él, y a su vez se basan en la ley natural, o expresan lo que la razón humana descubre acerca de lo que tenemos que hacer y evitar para vivir bien según la voluntad de Dios y alcanzar la salvación. Hagamos un breve repaso de estos mandamientos. 

El primero reza: " "Yo, Yahveh, soy tu Dios, que te he sacado del país de Egipto, de la casa de servidumbre.  No habrá para ti otros dioses delante de mí". Es el primero de los mandamientos por ser el más importante de todos y sobre él restan los demás. En primer lugar, recuerda lo que Dios hizo a favor de su pueblo al sacarlo de Egipto y llevarlo a la tierra prometida. Nosostros podemos empezar recordnado el hecho de nuestra creación y nuestra situaicón de criaturas totalmente dependientes de Dios. Nada puede mantenerse en la existencia si Dios no lo sostiene. Jesús decía a sus oyentes que ellos son mucho más valiosos a los ojos de Dios que muchos gorriones, pues decía que ninguno de ellos cae en tierra sin que su Padre lo permita. Si realmente cumplimos esta mandamiento, ¿cómo es que nos acordamos tan poco de Dios y a lo largo de nuestro día nuestra mente y nuestro corazón se llenan de otros afanes? No nos olivdemos que para la Biblia, el pecado por antanomasia es la idolatría. Claro no por no rendir culto a estatuas nos liberamos de no cumplir este mandamiento. Aquello al que le damos más valor e importancia es nuestro ídolo al que rendimos culto. 

El segundo nos manda no tomar el nombre de Dios en vano. El nombre en la Biblia es la manifestación de la persona y quien es. Si Dios es quien decimos que es, entonces tenemos que respetarlo y evitar ensuciar su nombre por causas vanas. 

El tercero, "santificar el sábado", en nuestro caso el domingo. No solamente debemos de acudir a la misa, con ganas y no como mero cumplimiento de un mandamiento que por costumbre cumplimos. Es un día entero especialmente dedicado al Señor, culminando en nuestra participación en la Eucaristía, pero ha de ser un día de gozo, de alegría, de comunión, de fraternidad y de esperanza, en caundo que nos ha de recordar que esperamos un día poder celebrar el domingo sin ocaso con Jesús resucitado en el paraíso.

El cuarto nos pide honrar a los padres y por exensión amarlos a ellos y a todos los miembros de nuestra familia. No nos olvidemos lo que nuestros padres han hecho por nosotros. "Es de bien nacidos ser agradecidos". 

El quinto va más allá de matar al inocente, que es muy común hoy en día en el caso del aborto. ¿Hacemos algo para luchar en contra de este flagelo? Inlcuye otros vicios como son la borrachera, la rabia, las riñas  y peleas, la revancha, el resentimiento. Si Dios es Dios de la vida y que da la vida y nos ha hecho hijos suyos, tenemos que luchar a favor de la vida, pues dice Jesus: "Yo he venido para que tengais vida y la tengais en abundancia"(Jn 10,10).

El sexto "no adulterarás" está muy cuestionado hoy en día. En la Iglesia antigua era considerado uno de los pecados más graves, siendo más grave el homicidio y la apostasí. Incluye la vivencia de la castidad, tanto como casados que como solteros. Nadie, según la ley de Dios, puede realizar actos sexuales, sea masturbación, pornografía, fantasís sexuales voluntarias, fornicación o actos homosexuales, es decir, el uso de la potencia sexual está restringido a dos personas católicas  sacramentalmente casados válidamente. Esto tiene sus razones sólidas que en este momento no es el caso de explicar. 

El séptimo "no robarás", se debe a que las pertinencias de hombre son como una extensión de su persona y existe el axioma antiguo expresado en latín reza: "res clamat dominum" (la cosa clama por su dueño). Es una cuestión de justicia y la justicia es una medida externa y objetiva. 

El octavo, "no daréis falso testimonio". Pues si Dios es la verdad y lo es Jesucristo Nuestro Señor, con razón decía Jesús "que vuestra palabra sea sí, sí o no no. Mentir a otra persona es un ataque a su dignidad y encima nos expone a ser considerado poco o nada fiables. Relacionada está también la fidelidad a la palabra empeñada. 

El noveno y décimo van juntos "no codiciar los bienes dle prójimo ni su esposa". El décimo está relacionado con el sexto. La codicia y la avaricia son pecados que nos alejan de Dios y tienden a convertir lo material en nuestro dios, falso dios obviamente. 

La acción de Jesús al expulsar a los vendedores del tiempo que hemos leído hoy nos ha llevado a un examen de conciencia acerca de la ley de Dios manifestado en lso diez mandamientos. Que este ejercicio nos facilite el cumplimiento del deber de confesarse al menos una vez al año en tiempo de Cuaresma o la Pascua. El hecho de que los católicos se confiesen poco comparado con otras épocas es una manifestación de la falta de fe y de una conciencia poco formada de acuerdo con la Palabra de Dios. Confesarnos en tiempo de Cuaresma nos ayudará a vivir este tiempo con seriedad y responsabilidad  darnos cuenta de que Dios nos llama a la santidad ya desde nuestro bautismo y que el sacramento de la Penitencia es como un segundo bautismo. ¿Qué más podría hacer Dios para intentar salvarnos de nuestros pecados y llevarnos a la verdadera felicidad con Él en el cielo?