sábado, 24 de junio de 2017

¿QUÉ TEMEMOS?

HOMILÍA, XII DOMINGO DE TIEMPO ORDINARIO, 25 DE JUNIO DE 2017,

Nuestra primera lectura de hoy está tomada del Libro del Profeta Jeremías. Es uno de los profetas más grandes e importantes y le tocó vivir en una época trágica. Es un profeta muy humano, que al ser llamado a la vocación profética le dijo a Dios que era muy jóven, un muchacho. Se calcula que tendría unos 18 años. Dios no le encomendó entregar un mensaje optimista y positivo al pueblo y a los reyes de su tiempo. Se trata de la época anterior al exilio en Babilonia, considerada la prueba más tremenda sufrida por el pueblo de Israel. El pueblo, los reyes, sacerdotes y otros profetas, mayormente falsos  estaban convencidos de que en cuanto  realizaban los sacrificios y el culto en el templo, seguramente Dios los iba a liberar del poder del gran imperio del momento, el de Nabocodonosor, Rey de Babilonia. Unos 350 años antes, Dios había entregado una profecía al Rey David a través del Profeta Natán,  prometiendo que la dinastía davídica perduraría. Se sentían con garantía de parte de Dios que el Rey de Babilonia no iba a acabar el reino y  destruir el templo construído por Salamón, hijo de David. Las promesas de Dios presupenen la fidelidad del pueblo para que se puedan cumplir. Las autoridades y el pueblo en general se había olvidado de Dios en gran medida, y cuando los imperios exigían tributo a los reyes de los pequeños pueblos, exigían también que se colocara la imagen de su dios en el templo, cosa que se había ddo en Jerusalén. A Jeremías le tocaba denunciar esta falsa confianza y los demás males que se cometían. Como nadie le gusta que denuncien públicamente los males que comete, menos un rey, u otras autoridades. Jeremías tenía una relación íntima con el Señor, pero le costaba soportar tanta oposición y amenazas de grandes males.

El profeta Jeremías vivió en una época en algunos aspectos similar a la neustras con mucha apostasía y abandono del camino del Señor. No es que fuera por gusto que se dedicara a denunciar los males de los poderosos y del pueblo llano también. Sin embargo, como tenía una fortísima conciencia de la misión que había recibido de Dios, no tenía más remedio que hacerlo, aunque le provocaba grandes sufrimientos. Muchos lo llaman el profeta lloricón, pero pese a todo, como constatamos en esta lectura de hoy, tenía su confianza puesta en Dios y sabía que tarde o temprano el plan de Dios prevalecería. Nosotros, que vivimos en un mundo carcterizado por muchos males y escándalos, a veces en la misma Iglesia, no debemos de desfallecer sin a ejemplo de Jeremías no dejarnos vencer por el miedo a lo que dirán otros de nosotros o a que nos rechacen o se burlen de nosotros.

Dice Jesús: "No tengáis miedo de los hombres..." Preguntémonos, ¿qué me da miedo? ¿Tengo miedo de quedarme sin trabajo, sin dinero,? ¿Tengo miedo de que los demás se burlen de mí, hablen mal de mí? Cuando yo era niño había un dicho que rezaba: "Los palos ylas  piedtras pueden quebrarme los huesos,  pero los nombres nunca me causarán heridas". Hoy en día las cosas han cambiado. Para muchos en el mundo occidental, lo peor es ser llamados nombres como intolerante, homófoba, islamñofoba, racista, fascista, rígido  y otras descalificaciones por el estilo. El que era el Embajador de Éstados Unidos en Alemania en 1933 cuando subió Hitler al poder, comentaba que muchos alemanes no querían a Hitler y sus Nazis. Los consideraban matones y sinverguenzas, pero no decían ni hacían nada. Mientras tanto, Hitler llevaba adelante sus planes nefastos,y cuando ya se dieron cuenta de lo peligroso que era, había logrado tanto poder que nadie era capaz de pararlo. Esto pasa tambiñen en la Iglesia. Hay obispos que no toman las medidas adecaudas  ni aplican lo que está mandado en el Derecho Canónico por miedo a ser criticados en la prensa, en definitiva priva el respeto humano y gobernar es difícil. No quieren meterse en líos. Se da con católicos laicos también. Hace un par de años, estando yo en la Parroquia de mi hermana en Irlanda, al final de la misa cuando salía la gente del templo, había un señor pidiendo firmas en una campaña contra el aborto y casi nadie le daba su firma. Por miedo. ¿Miedo a qué? Dentro de de un año va a haber un referendum sobre el aborto en Irlanda y seguramente los que proponen la masacre de niños no nacidos van a ganar. ¿Por qué,? Porque esa gente que va a misa, no se atreve por miedo al qué dirán a hacer nada, nisiquiera a dar su firma.

Prosigue Jesús: "No tengáis miedo a los que pueden matar el cuerpo pero no pueden matar el alma. Temed más bien a aquel que puede hacer que llegue a la Gehena tanto alma como cuerpo". Nos preocpua enormemente de la salud de nuestros cuerpos y si nos pasa algo enseguida acudirmos al médico. ¿Y el alma? Los que tienen hijos, tan campanates les entregan teléfonos móviles con acceso a Internet y con gran facilidad par alacanzar ver pornografía y otros males allí? !Cuántos padres se despreocupan del hecho de que se le puede estropear el alma de su hijo o hija este hábito de la pornografía, o pueden estar en contacto con personas inconveniente a través de ese dispositivo sin el control de los padres. No ejecen ningúnn control sobre este aspecto, ni siquera instalar unas aplicaciiones que bloqueen este tipo de material, o simplemente no permitirle tener un aparato de estos. ¿O qué van a decir los demás padres y qué vana decir los compañeros si no tiene móvil?

Pregúntemonos cómo actuaban los santos ante tales miedos. El joven de 14 años, y mártir José Sánchez del Río, en México durante la persecución cristero, pese a su corta edad quiso participar en la lucha  contra el gobierno masónico que prohibía el ejercicio del culto católico. Decía que nunca había tenido una oportunidad de llegar al cielo tan rápidamente.   Cuando lo cogieorn y le sometieron a grandísimas torturas, no manifestó ningún miedo, sino gritaba "Viva Cristo Rey, y la Virgen de Guadalupe, Santa Teresa de Calcuta, una vez que descubrió su vocación de atender a los mñas pobres de los pobres en los barrios horrorosos de la ciudad, dejó a un lado sus miedos y se puso  con todas sus fuerzas a cumplir la misíón que Dios le había confiado. Más adelante, ya famosa, Premio Nobel de la Paz, asistió a un Desayuno de Oración en Washington, y en presencia del Presidente, la Primera Dama,  y otras personas de alta alcurnia los invitó a defender la vida y a oponerse al aborto. SE podrái traear a la memoria tanto sotros santos que no tenían miedo de lo que pudieran pensar los demás, sino que cumplían su misión pensando en la salvación de las almas. San Juan Pablo II, durante la ocupación Nazi de su país se dedicaba entre otras cosas a reunir poesías en polaco, parte del patrimonio cultural de su país. Participaba en un teatro clandestino. Sabía que si los alemanes se enteraran, pudiera haber consecuencias graves. Vivió bajo el Comunismo durnate tres décadas, pero el 22 de octubre de 1978, en la inauguraciónd e su Ponitificado gritó con gran fuerza: "N tengáis miedo:
http://es.radiovaticana.va/storico/2013/10/22/memoria_de_juan_pablo_ii_%C2%AB%C2%A1no_tengan_miedo!_%C2%A1abran_las_puertas_a/spa-739354

Si realmente creemos en Dios como Padre bondadoso  misericordioso, si estamos convencidos que nuestro destino es la comunión definitiva y eterna con Él, con Jesucristo su Hijo y el Espíritu Santo junto con todos los ángeles y santos, ¿por qué nos a de dar miedo de perder  bienes materiales o la misma vidac como ha sido el caso de todos los mrtirés a lo largo de los siglos? Como los apóstoles dberìamos de alegrarnos por la gracia de sufrir un poco por el nombre de Jesús. Así sea.

             

sábado, 17 de junio de 2017

CORPUS CHRISTI

SOLLEMNIDAD DEL CUERPO Y LA SANGRE DEL SEÑÓR, 18 DE JUNIO DE 2017.

Esta fiesta tiene su origen en el siglo XIII,en una revelación privada hecha a la monja de Flandes Santa Juliana de Cornillon, ahora en Bélgica. Ella nacó en 1203, y habiéndose quedado huerfana, fue educada por las monjas agustinas de Cornillon. Desde su temprana juventud, tenía una gran devoción al Santísimo Sacramento. Con la aprobación del Obispo de Lieja la fiesta se empezó a celebrar en la diócesis y se mandó escribir un oficio. Providencialmente, el recién elegido Papa Urbano IV era de Lieja y aprobó la exensión de la fiesta a todo el mundo católico en el año 1264, y Sto. Tomás de Aquino fue el encargado de escribir el Oficio, cosa que hizo maravillosamente dejando algunos de los mejores himnos en honor de la Eucaristía de toda la historia de la cristiandad, como son Lauda Sion Salvatorem, Pange Lingua Gloriosa etc..La fiesta se fué instituyendo en toda Europa y la Procesión del Corpus Christi que llegó a tener gan raigambre en todo el mundo católlico. En un período de dos siglos  anterior a esta fecha, se había dado una controversia eucarística en la Iglesia, cuando el teólogo Berengario de Tours negaba la presencia real de Jesucristo en la Eucaristía, considerándola solamente simbólica.. Su doctrina fue condenada por un concilio romano bajo en Pontñifice  San Gregorio VII en 1067. Además, en la época se dio el milagro eucaristica de Bolsano, un lugar no lejjos de Roma donde un sacerdote proveniente de lo que es ahora la República Checa, o Bohemia estaba celebrando la Eucaristía cuando la sangre de Cristo quedó estampada en el corporal que utilizaba, que ahora se conserva en la Catedral de Orvieto, no lejos de allí. Correspondía, pues una reacción del pueblo cristiano a las dudas sembradas por algunos acerca de la verdadera presencia de Jesus en las especies del pan y del vino.

Nuestra primera lectura de hoy está tomada del Libro del Deuteronomio. Moisés antes de la entrada del pueblo a la tierra prometida, recuerda las peripecias del mismo por el desierto y cómo Dios los había probado. al pueblo a lo largo de los 40 años pasados en el desierto, pero también les dio un alimento que sus padres desconocieron, el maná, palabra que significa "qué es". La recogían cada mañana en el desierto, y con esta alimento, además de los codornices, sobrevivieron: "Les dio pan del cielo, conteniendo en sí todo deleite".  Los Padres de la Iglesia, basándose e el Evangleio de San Juan  han visto el maná como prefiguración del verdadero pan del cielo que  que Jesús nos ha dado, que es el pan de vida. Además, la temporada pasada por el pueblo en el desierto repesentaría nuestro estado de peregrinos en este mundo hacia la verdadera Tierra Prometida, que no es un pedazo de tierra en Medio Oriente, sino el cielo, el cumplimiento definitivo de plan de Dios de llevarnos a la verdadera patria que llamamos el cielo.

Según el Libro del Deuteronomio, la razón por la que Dios  les dio el maná era para que comprendieran que el hombre no vive de de solo pan, sino "de toda palabra que sale de la boca de Dios".El Prólogo del Evangelio de San Juan nos enseña que desde el principio ha existido la Palabra y esta, Palabra estaba junto a Dios, que era Dios y acampó en medio de nosotros. Por otra parte, al final del Evangelio de San Mateo, Jesús recusitado, antes de ascender al cielo, envía a los discípulo a predicar su Palabra y bautizar en el hombre del Padre, del Hijo y del Espíirtu Santo, y que él estaría con ellos todos los días hasta la consumación del mundo. La manera más patente y extraordinaria en la que el Señor se mantiene pesente en medio de su Iglesia es en la Eucaristía.
La segunda lectura, tomada de la Primera Cartad de San Pablo a los Corintios, San Pablo pregunta: ¿El cáliz de bendición con la que bendicimos, no es acaso la comunión con la sangre de Cristo? ¿El pan que partimos, no es acaso, el cuerpo de Cristo? Porque hay un solo pan, y nosotros, todos los que participamos en este pan somos un solo cuerpo." Aquella pequeña comunidad fundada por San Pablo en -Corinto sentía que el mismo Jesús que celebró la Última Cena, que murió en la cruz y resucitó a una nueva vida estaba presente entre ellos por medio de la participaciónd el pan y el vino consagrados, que esto simbolizaba su pertenencia al único cuerpo de Cristo y que era su verdadero alimento espiritual que les daría fuerza para superar los obstáculos de este mundo perverso y alcanzar la patria definitiva donde está Jesús con los ángeles y los santos, es decir el cielo.

Nuestro evangelio de hoy está tomado del final del capítulo 6 del Evangelio de San Juan que se dio en la sinagoga de Capernaum. Jesús repite una y otra vez que Él es el pan de vida que ha bajado al mundo, que se trata de su propia carne que dará como alimento que llevará a la vida eterna. Sus oyentes, no acaban de entender lo que dice y le preguntan cómo puede Él dar su carne para la vida del mundo. Jesús no se eaha para atrás ni cambia su discuros. Debido al rechazo de esta doctrina, muchos de sus discípulos lo abandonaron, pero tampoco se echó para atrás, sino que les peguntó a los doce apóstoles si ellos también querán marcharse. Pedro, en nombre de los demás responde:
 ¿A  quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna?  Si Jesús hubiera estado hablando de una realidad simbólica y no el pan de vida como comer su carne, no hubieran tenido ningún problema. Además, en muchas ocasiones Jesús utilizaba metáforas y lenguaje simóbolica. Jesucisto es el único Salvador, y para poder entrar en la verdadera vida, la vida eterna, alcanzar la tan anhelada  felicidad no hay otro que nos guién. Tenemos que entrar en el campo magnético de Jesús, por así decirlo. Así es cómo la Iglesia ha entendido esto desde los primerísimos tiempos como constatamos en San Pablo y en el Libro de los Hechos de los Apóstoles.

Si le Eucarístá es "pan de vida·, "fármaco de inmortalidad", ¿cómo es posible que la gran mayoría de los que se dicen católicos, o se declaran "no practicantes" se privan de de este allimento que Jesús considera esencial?. Es esencial porque sólo en él hay la salvación y la verdadera felicidad. Ser católico trae consigo una serie de obligaciones que no son cargas pesadas o un fastidio, sino un camino para nuestro propio bien, que no se realiza plenamente  en este mundo. Si uno uno cumple estas obligaciones, en relaidad lo que hace es declarar con sus acciones que no es católico, por más que haya recibido los sacramentos de iniciación. El Apóstol Santiago en su carta señala que "la fe sin obras es muerta" y no hay salvación sin fe. La fe muerta no nos salva. Los que no quieiren seguir lo que manda Jesús, se parecen a unos drogádictos que no quieren dejar la droga. En este caso, la droga es la atracción falsa del mundo, el consumismo, la idea que todo mundo lo hace, o simple  mente querer ordenar su vida sin tener a Dios en cuneta. Sin embargo, no hay nadie que no tenga un dios. O es el verdadero Dios, de Jesucristo o es un ídolo, sea el placer, el poder, el dinero y lo que puede comprar. Todo esto termina y como dice Jesús: "Que aprovecha al hombre ganar todo  el mundo si pierde su vida?"          
 
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viernes, 9 de junio de 2017

LA SANTÍSIMA TRINIDAD

HOMILÍA DE LA SOLEMNIDAD DE LA SANTÍSIMA TRINIDAD, 11 DE JUNIO DE 2017.

Se ha considerado la predicación sobre la Sma. Triidad la pesadilla del predicador. Esto sería cierto si el predicador intentase explicar el misterio de la Sma. Trinidad, Todos sabemos que se trata de un grandísimo misterio, el  más grande de nuestra fe, que como otros misterios como la encarnación del Verbo o la redención del hombre a través del Misterio Pascual de la cruz y la resurrección van más allá de nuestra comprensión o de poder dar una explicación que satisfaga plenamente nuestro deseo de entender. Con razón, San Agustín dccía "si lo comprendes no es Dios". El mismo santo, al inicio de su tatado sobre la Trinidad nos da esta síntesis de la doctrina trinitaria:"Cuantos intérpretes católicos de los libros divinos del Antiguo y Nuevo Testamento he podido leer, anteriores a mí en la especulación sobre la Trinidad, que es Dios, enseñan, al tenor de las Escrituras, que el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, de una misma e idéntica substancia, insinúan, en inseparable igualdad, la unicidad divina, y, en consecuencia, no son tres dioses, sino un solo Dios. Y aunque el Padre engendró un Hijo, el Hijo no es el Padre; y aunque el Hijo es engendrado por el Padre, el Padre no es el Hijo; y el Espíritu Santo no es ni el Padre ni el Hijo, sino el Espíritu del Padre y del Hijo, al Padre y al Hijo coigual y perteneciente a la unidad trina.(De Trinitate, I, 7). Aunque esto pudiera parecer difícil, y si reconocemos nuestra incapacidad de comprenderlo plenamente, es nuestra fe  y es la fe de la Iglesia, que más adelante profesaremos en el Credo. No se trata de una doctrina abastracta porque todo lo que Dios nos ha revelado, todo lo que se encuentra expresado en el Credo, en los dogmas de la Iglesia en en el Catecismo tiene como fin nuestra salvación. Dios no nos ha revelado este gran misterio simplemente para satisfacer nuestra curiosidad intelectual, sin "por nosotro su por nuestra salvación".  Además, como consecuencia de nuestra naturaleza racional, debemos intentar primero conocer lo que Dios ha revelado para nuestra salvación y, en segundo lugar, entenderlo dentro de los límites de la razón misma y de nuestra propia capacidad. 

San Pablo termina su Segunda Carta a los Corintios con este saludo: "La gracia de Nuestro Señor Jesucristo, el amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo esté con vosotros". Este mismo saludo se utliza también al dar inico a nuestra celebración de la Eucaristía. De hecho, se repasamos la Misa, descubirmos que desde el inico hasta el final, todo nuestro culto, nuestra adoración se dirige a Dios Padre, por su Hijo Jesucristo en la unidad del Espíritu Santo. Si repasamos los atributos de Dios como único, todopoderoso, eterno, inmutable, infinitamente sabio, creador, providente etc., que por su parte, la misma filosofia, o lareflexión de la razón puede descubrir, nos damos cuenta de que puede haber un solo Dios.  Si no fuera uno, no seriía Dios, porque no puede haber dos absolutos, uno depedería del del otro. Es cierto que el paganismo crea en muchos dioses, pero en realidad no son verdaderos dioses, sino más bien proyecciónes de fuerzas cósmicas o unos ´héroes divinizados, como es el caso de Hércules, y posteriormente los emperadores romanos divinizados, incluso en vida. Además, los dioses paganos no se asemejan en prácticamente nada al Dios de la Biblia. La gente los teme por el mal que podrían hacerles y lo que corresponde es ofrecerles sacrificios para aplacarlos y por ello para que no les hagan daño. Nada más lejos del verdadero Dios. 

Otro concepto de Dios es el del islam. Alá es un dios unico, todopoderoso, pero arbitario. Sí e smisericordiioso, pero sólo con los que se someten a él (la palabra islam significa sometimiento). Es un dios airoso al que le complace enviar a los que no se someten a él y no cumplen sus mandatos y los de su profeta Mahoma al infierno islámico, que pueblan mayortariamente mujeres. También odia a todos los que no se someten a é, es decir, los no musulmanes. Es un dios lejanísmo y arbitrario de manera las acciones del hombre no son buenas o malas por su misma naturaleza, por ejemplo el asesinato o el adulterio o el asesinato. De hecho, es su volutnad arbitaria lo que hace una acto bueno o malo en sí. Es más, a diferencia de la Biblia, no se puede tener una relación personal conél. En la Biblia, los grandes personajes se dirigen de una manera personal y confiado a Dios, con la plena confianza de que Él los escucha y quiere el bien dell hombre. Se expresan con todo el corazón, también con lamentaciones, pero siempre con una confianza enome en Él. Así son muchos de lso salmos y entre los profetas probablemente, el que con más íntimidad se expresa a Dios es Jeremías, también con quejas. "Me sedujiste, y yo me dejó seducir", es un ejemplo. 

En el silgo XVII, aparecieron unos filósofos en varios países europeos, como Escocia, Francia e Inglaterra, llamados deístas. Ellos creían en un dios "relojero", es decir, que sí creó el mundo y estbleció las leyes de la natualeza, como uno que da cuerda al reloj, y luego se desentendió del mundo, permitiendo que se rija por las leyes que estableció. Se dice también que se trata de un dios "ocioso". Nada más lejos del verdadero Dios de la Biblia que dice en el Libro de Isaías: "¿Puede una madre olvidarse de la criatura de sus entrañas? Aunque ella se olvidare, yo no me olvido de ti". 

Volviendo al saludo de San Pablo citado arriba, menciona "la comunicación".  El Lbro del Génesis nos dice en su pirmer capítulo que Dos creó al hombe a su imagen y semejanza. Esta imagen y semejanza a Dios se realiza en el hecho de que el hombre sea persona y tenga inteligencia y voluntad libre. Dios también se comunica a nosotros en primer luugar en la misma creación, pero de forma indirecta. Basándo en muchos pasajes bíblicos, la Cuarta Plegaria Eucarística de la Misa dice, dirigiéndose a Dios Padre: "Te alabamos, Padre Santo eres grande, y has creado todas las cosas con sabiduría y amor".  La sabidurá y el amor de Dios al hombre se manifiesta en la creación del universo que es maravilloso y asombroso, tanto el macrocosos de las galaxials, estrella y planetas, y nuestro planeta que según podemos comprender, el único, como elmicrocosos del mundo las células, el cerebro etc. que apenas la ciencia conoce poquísmo. Se comunica Dios a nosotros en primer lugar por la creación que manifiesta su infinita sabiduría. 

Si el hombre es imagen y semejanza de Dios, eso se manifiesta a través de su inteligencia y su voluntad. Con la inteligencia vamos conociendo el univers a nuestro alrededor, a nosotros mismo, y a los demás. El amor es el otro gran modo de comunicarnos. Está claro en el caso de los padres que se unen enel amor y Dios les regala un hijo que es imgan y semejanza suya, pero también de ellos. Analizando estos dos aspectos, los teólogos, particulamente San Agustín, han llegado a descubrir al menos en parte, basándose en la revelación divina´cómo el Padre, conociéndose a sí mismo engendra al Hijo, es la imagen del Dios invisible. Y del amor muto del Padre y el Hijo procede el Espíritu Santo, como diremos dentro unos minutos en el Credo: "Creo en el Espíritu Santo, Señor y Dador de Vida,  que procede del Padre y del Hijo, y que con el Padre recibe  una misma adoracióny gloria".

En la Primera Carta de San Juan se nos dice que Dios es amor. Para poder amar no basta una persona, pues el amor es mutuo, tiene que haber en Dios al menos uno que ama y uno que es amado, es decir, el Padre y el Hijo. Si así no fuera no podría amar, porque no basta decir que ama a sus criaturas, a nosotros, porque  con sólo eso, no sería Dios posrque dependería de la criatura para serlo, y eso es una contradicción. El Espíritu Santo, pues, es el vínculo del amor del Padre con el Hijo, y es Dios porque como dice Santo Tomás de Aqjuino: "Todo loque hay en Dios es Dios". Si no, no sería absoluto sino dependiente de otros, y no Dios.   

¿Y por qué Dios nos reveló paulatinamente su mismo misterio trinitario, como hemos visto,  emepezando con  el Antiguo Testamento? ¿Por qué ha colocado en nosotros un anhelo de felicidad que no se satisface con nada en este mundo? Porque quiso que nosotros pudierámos entrar en comunión con Él, y llegar a ser "hijos suyos en el Hijo". Por eso mismo, se hizo hombre y compartió en todo nuestra condición humana, menos en el pecado. Pudo haber creado unos seres racionales sin esta vocación a la filiació divina. Es concebible, pero no lo ha hecho, precisamente por la sobreabundancia de su amor. Así se explica su misericordia infinita, porque pese a que el hombre se rebeló contra Él, le dio una y otra opor runidad para recitifcar su camino y alanzar el único fin por el que Dios lo ha creado. 

En este domingo Solemnidad de la Sma. Trinidad, tenemos la oportunidad de repasar todos los misterios que hemos venido celebrando desde el Adviento hasta acá, maravillarnos ante tanta bondad y misericordia de Dios. Si nos inivta a entrar en comunión con Él, quiere que nos empeñemos a conocerlo y amarlo. Eso lo podemos hacer conociéndo a Jesucristo su Hijo, según dijo en la Úlitma Cena: "El que me ve a mí, ve al Padre".   

En el úlitmo capítulo de su obra maestra sobre la Trinidad, San Agustín dirge esta plegaria a Dios: 

". Señor y Dios mío, en ti creo, Padre, Hijo y Espíritu Santo. No diría la Verdad: Id, a todas las gentes en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo135, si no fueras Trinidad. Y no mandarías a tus siervos ser bautizados, mi Dios y Señor, en el nombre de quien no es Dios y Señor. Y si Vos, Señor, no fuerais al mismo tiempo Trinidad y un solo Dios y Señor, no diría la palabra divina: Escucha, Israel; el Señor, tu Dios, es un Dios único136. Y Si tú mismo fueras Dios Padre y fueras también Hijo, tu palabra Jesucristo, y el Espíritu Santo fuera vuestro Don, no leeríamos en las Escrituras canónicas: Envió Dios a su Hijo137; y tú, ¡oh Unigénito!, no dirías del Espíritu Santo: Que el Padre enviará en mi nombre138; y: Que yo os enviare de parte del Padre139." (De Trinitate, XV, 15,28).     
               
    


        


sábado, 3 de junio de 2017

¡Ven, Espíritu Santo!

HOMILÍA PARA EL DOMINGO DE , PENTECOSÉS, 4 DE JUNIO DE 2017.

En el Antiguo Testamento, existe la Fiesta de Pentecosés también. Se trata de la que llaman "La Fiesta de las Semanas" porque cae siete semanas despuès de la Pascua y por una parte era la ocasión de la cosecha de la cebada. Por otra parte, se trataba de la Fiesta de la Aliaanza de Sinaí y la entrega de las tablas de la ley a Moisés. Debido a esta coincidencia, y como la Pascua, siendo una de las fiestas de peregrinación, cuando muchos peregrinos llegaban a Jerusalén, nuestra primera lectura nos cuenta que en la ciudad santa había una gran cantidad de gente de muchas partes, del norte, del este, del occidente y del sur. Podemos suponer que Dios en su Providencia, escogió este día para que el Espíritu Santo viviera sobre la pequeña comunidad de los apóstles y discípulos reunidos en oración juntamente con la Sma. Virgen María, pues se trata del nacimiento de la Iglesia y el inicio de su misión de salvación al mundo entero. También, San Lucas cuenta que aunque era gente de muchas partes y de diversas lenguas, todos comprendían lo que decía San Pedro y los demás apóstoles en su propia lengua. Es decir, la Palabra de Dios, hecha carne en la persona de Jesús por la acción del Espíritu Santo en el seno de María, tal y como lo cuenta San Lucas, está destinada a ser predicada a todos los hombres de todos los tiempos., En esta ocasión, también está presente María, como Madre de la Iglesia precisamente cuando se da luz a la Iglesia, por obra maravillosa del Espíritu Santo. Además, el hecho de que todos pudieron captar el mensaje de los apóstoles en su propia lengua, trae a la memoria el episodio de la Torre de Babel, En aquel episodio recogido en el Libro del Gñenesis, los hombres utilizando ladrillos y alquitrán, las métodos correspondientes a la tecnología primitiva de la época, intentaban en su arrogancia llegar al cielo a través de tal torre, y fueron dispersados por Dios sin poder comunicarse. Ahora, por la venida del Espíritu Santo con un fuerte viento y en la forma de lenguas de fuego, se logra la unión de los pueblos. Cab.e señal que el fuego simboliza el amor de Dios. En el primer capítulo del Libro del Génesis se cuenta que había un caos, con aguas arriba y abajo y Dios mandó un fuerte viento. La misma palabrá "spiritus" en latín, "pneuma" en griego y "ruah" en hebreo significa soplo de aire o viento. De manera que ahora se da la nueva creación de la que también habla San Pablo al referirse al bautismo. Además,  en este primer Pentecostés, fueron agregados a la Iglesia unas 3000 personas, obviamente por el bautismo. Por lo tanto, Pentecostés como nacimiento de la Iglesia, que tiene la misión de llevar adelante la misión de Jescristo en la tierra a lo largo de los siglos, hasta que él vuelva glorioso para juzgar a vivos y muertos, y sigue presente en su Iglesia por medio del mismo Espíritu Santo, es uno de los grandes hitos de toda la historia de la salvación. También, se trata de la entega de la Nueva Ley, como dice Santo Tomás de Aquino:  "la Nueva Ley es el Espíritu Santo", y dice San Pablo: "El amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que se nos ha dado", pues la nueva ley es la ley del amor, y el Espíritu Santo es persoanalmente el amor del Padre al Hijo y del Hijo al Padre, como explica San Agustín.

Lo que cuenta San Lucas en el LIbro del los Hechos, lo adelanta San Juan en su Evangelio, nuestro pasaje evangélico de hoy, en la aparición de Jesús en la tarde del mismo Domingo de Pascua. Jesús sopla sobre los apóstoles y les dice "Recibid el Espíritu Santo. A quienes perdonéis los pecados les quedarán perdonados. A quienes se os retengías, les quedarán retenidos".

En la segunda lectura de hoy, tomada de la Primera Carta de San Pablo a los Corinitios, c. 12, se dice:"Nadie puede decir, Jesucristo es el Señor, si no es por la acción del Espíritu Santo"    En este mundo, nadie está plenamente satisfecho, aunque se engañe y diga "Yo estoy bien". Los animales viven en un mundo cerrado perfectamente ordenado por Dios para ellos, de manera que, por ejemplo, las abejas saben por naturaleza como hacer perfectamente la miel, como alimentarse y reproducirse. En cambio, el hombre, nunca estás satisfecho;, siempre tiene sed de más. Si dice otra cosa, es que parece una persona perdida en el desierto que dice que "yo estoy bien", no tengo sed. Nada en le mundo satisfce plenamente al hombre. La ciencia ha progresado mucho y ha ayudado a hacer la via más llevadera, comparado con siglos atrás, pero por más aparatos que acumulamos, por más vacaciones que podamos tener, turismo a lugares exóticos, no nos quedamos satisfechos. Dice Jesús en el c. 7 del Evangelio de Juan, "el que tenga sed que venga a mí" y "yo le daré una fuente de agua viva que surta hasta la vida eterna". ¿Cñomo podemos estar plenamente contentos y felices en este mundo, cuando necesariamente tenemos que enfrentarse con el trance de la muerte, del dolor que normalmente la acompaña? San Agustín al inicio de sus Confesiones resume esta sed que todos sentimos: "Nos has hecho para ti, y nuesto corazón está inquuieto mientras no descansa en tí". De ahí la relación con la frase citada arriba de San Pablo. Hemos sido creados a imagen y semejanza de Dios y la imagen de Dios es Jesucristo, Nuestro Señor. Esta es la realidad, e incluso los psiquiatrasy psicólogos dicen que si no nos adecaumos a la realidad, sufrimos enfermedades mentales. Por lo tanto, nuestro cometido es lograr que Jesucristo sea de verdad el Señor de auestra vida, en latín Dominus. El tiene que reinar y dominar en neustra vida, en nuestros pensamientos, acciones y deseos. No basta dedicarle unas minutos a la semana, y un pensamiento pasajero cuando sentimos alguna necesidad o angustia. Tnemos que hacer que Él sea el modelo a seguir en todo lo que hacemos, tener como dice San Pablo a los filipenses, "los sentimientos, la actitud de Jesús". No se trata de decir, con la boca para fuera "Jesucristo es el Señor", sino conformar toda nuestra vida, nuestro pensamientos y acciones a lo que Él ha vivido y esneñado. Esto sólo lo logramos por la acción del Espíritu Santo. Jesús lo mandó para que podamos recordar todo lo que Él nos ha enseñado. ¿Cómo podemos lograr eso, si no conocemos su Palabra, que se encuentra en la Sagrada Escritura y lo que la Iglesia nos enseña.

No basta decir que soy católico a mi manera, o católico no practicante. Siendo sincero, si digo eso, lo que estoy diciendo es que Jesucristo no es el Señor para mí, sino otra cosa. Esa otra cosa puede ser el placer, el poder, el dinero, la fama o lo que sea, el fútbol, o cualquier otra adicción que tenga. Hoy en día para muchos es el consumismo, que es como un narcótico nuevo que intenta adormecer esa sed que   todos tenemos, y que Dios ha puesto en cada uno, como he señalado arriba.

Oh Dios!, tú eres mi Dios, por ti madrugo,
mi alma está sedienta de ti;
mi carne tiene ansia de ti,
como tierra reseca, agostada, sin agua.


El Espíritu Santo es esa agua que surte a la vida eterna y nos hace posible profesar de verdad la fe con las palabras y con la vida: "Jesucristo es el Señor" .

Para terminar, invito a todos a reflexionar sobre el himno Secuencia de la Solemnidad de Pentecosté. Veni Sancte Spiirtus, primero enlazo la versión latina en gregoriano y luego la trducción al español: 

https://www.youtube.com/watch?v=Z6hqAfsHURo


Ven, Espíritu Divino, 
manda tu luz desde el cielo. 
Padre amoroso del pobre; 
don, en tus dones espléndido; 
luz que penetra las almas; 
fuente del mayor consuelo. 

Ven, dulce huésped del alma, 
descanso de nuestro esfuerzo, 
tregua en el duro trabajo, 
brisa en las horas de fuego, 
gozo que enjuga las lágrimas 
y reconforta en los duelos. 

Entra hasta el fondo del alma, 
divina luz y enriquécenos. 
Mira el vacío del hombre, 
si tú le faltas por dentro; 
mira el poder del pecado, 
cuando no envías tu aliento. 

Riega la tierra en sequía, 
sana el corazón enfermo, 
lava las manchas, infunde 
calor de vida en el hielo, 
doma el espíritu indómito, 
guía al que tuerce el sendero. 

Reparte tus siete dones, 
según la fe de tus siervos; 
por tu bondad y tu gracia, 
dale al esfuerzo su mérito; 
salva al que busca salvarse 
y danos tu gozo eterno. Amén.